No es justo que la colección de Batman vaya con tan malas compañías
Contiene: Batman #15, Detective Comics #15
Guión: John Layman, Scott Snyder
Dibujo: Greg Capullo, Jason Fabok
Formato: Comic-book, 56 páginas
Precio: 3,95€
La historia de “Muerte de la Familia” progresa con un excelente pie gracias al saber hacer de Snyder a la hora de construir tramas, desarrollarlas a un ritmo adecuado sin soltar al lector del cuello de la camisa, haciendo de cada ejemplar un movimiento de batuta con el que dirige una gran orquesta oscura y aterradora de la que estamos deseando leer el final: en las primeras páginas de este número concluye adecuadamente la escena con la que cerraba el anterior ejemplar, aunque quizá la resolución pueda provocar algún arqueo de ceja por su naturaleza rebuscada. Es difícil encontrar el equilibrio del Joker entre fuerza del caos y genio criminal que lo tiene todo, absolutamente todo planeado y bajo control, y en este caso Snyder patina un poco y ofrece un clímax en el que directamente da la impresión de que el Joker se anticipa a los movimientos exactos de su enemigo. La caracterización del personaje, eso sí, sigue siendo impecable, como impecable es la actitud descuidada de Batman ante una situación que le sobrepasa, ante un enemigo que siempre va dos pasos por delante de él. La acción se despide por todo lo alto en la primera secuencia del número y, después de un interludio de manipulación psicológica bien escrita y adecuadamente dibujada por Capullo, tiene lugar una extensa secuencia de diálogo y retrospectiva. Fluida y bien conducida, cumple con su labor a la hora de meternos en la historia, de dotar al conflicto entre el Joker y Batman de profundidad. Las dudas, las pistas y los guiños son constantes: detalles que convierten lo que podría ser una soporífera escena de salón en una secuencia entretenida en la que la tensión late muy bajito, pero sigue haciéndolo.
Cabe señalar que el estilo de Snyder al escribir es sobresaliente. Es un detalle que puede parecer menor, pero se agradece que un guionista ponga énfasis en crear textos evocadores que hagan más poderosa la atmósfera: mediante una prosa sobria, Snyder cuida bien los tiempos, mide las palabras para crear la sensación adecuada con austeridad, sin rebuscar, directo adonde duele. Se notan las tablas. El dibujo de Capullo, como ya he mencionado en otras ocasiones, se complementa muy bien con el guion, aunque en este ejemplar cargado de diálogos pierde buena parte de su fuerza: no puede ser ingenioso, imaginativo o desbordarse en escenas intensas, aunque sale airoso de un trance que hace unos meses –no hablemos ya de hace unos años- posiblemente se le hubiese hecho mucho más complicado. Es agradable ver cómo mejora en los aspectos donde tenía problemas mientras sigue sorprendiendo en lo que ya sabe hacer muy bien. Un buen número de ambientación y explicaciones, necesario para poner las cosas en orden y hacer un alto en el camino antes de la recta final de “Muerte de la Familia”, que promete ser todo un colofón. Una lástima que venga acompañado por un decepcionante ejemplar de Detective Comics, porque Batman, lo diré una vez más, es una de esas series que nadie se debería perder, con algo que ofrecer para casi cualquier perfil de lector.
Vamos con Detective Comics, si no queda más remedio. La trama de Hiedra Venenosa sigue siendo tan insípida como hasta ahora y apenas merece mención. Que pase el siguiente. El combate contra Cara de Barro es decepcionante y me estoy quedando corto. No vemos absolutamente nada que no hayamos visto en otras ocasiones: el villano se dedica a atizar porrazos y lanzar golpes a lo loco, cosa que se puede entender por aquello de que está sometido a un control mental, ¿pero significa eso que, además de torpe, tiene que ser tan poco creativo?, ¿el hecho de que esté controlado para amar y defender a Hiedra no debería de hacerle precisamente más expeditivo, pelear con más denuedo por la mujer a la que quiere? Da igual. Al final todo se reduce a un intercambio de golpes con Batman (por cierto, el dibujante parece no entender la física de Cara de Barro y hace que salga volando de una patada como si fuese un esbirro común y no media tonelada de lodo) sin gracia, sin sustancia, sin aliciente y con un final del todo predecible. La trama del Pingüino ¿avanza? paralelamente y aunque al final del ejemplar hay un giro con potencial, ni resulta sorprendente a estas alturas ni la sub-trama ha conseguido hasta ahora captar un mínimo de nuestro interés, merced de una historia lenta y con sabor a refrito. Nadie se esfuerza en Detective Comics. El Pingüino está a por uvas; Cara de Barro se limita a lanzar golpes; Batman no usa su ingenio; Hiedra Venenosa recurre a los trucos de toda la vida; el guionista se encoge de hombros y dice abatido «es lo que hay».
La conclusión es tan decepcionante como lo ha sido la trama hasta ahora: el factor “detectivesco” (por aquello, ya sabéis, de que es Detective Comics, detalle sin importancia que no debería entrometerse en las peleas a puñetazos con Cara de Barro) se ve reducido a una investigación fuera de plano resumida en dos bocadillos de texto que todos, absolutamente todos veíamos venir, sin ningún giro ni la menor sorpresa… Sin ningún esfuerzo, en definitiva, por ofrecer algo distinto a lo venimos leyendo no ya desde hace años, sino desde hace décadas, desde la misma concepción del personaje. Si esto es todo cuanto puede ofrecer el relanzamiento de Detective Comics, por favor, apaga y vámonos. Se pueden hacer cómics muy buenos que giren en torno a la investigación de un crimen, pero para ello hay que querer hacerlos. Hay que tener la voluntad de presentar adecuadamente los elementos, de presentar las pistas, de sugerir, de dejar entrever, de implicar al lector en la trama, de sorprenderlo, de engrandecer al protagonista. Aquí la única voluntad que hay es la de repetir lo que ya hemos visto mil veces. Este ejemplar es el equivalente en cómic de un trabajo de oficina hecho con desgana, por cumplir, para salir al paso y volver a casa cuanto antes. Decepcionante y un injusto complemento al buen trabajo de Snyder y Capullo.
Con lo bien q lo hace este hombre en Chew; esta claro q no todo el mundo sabe tratar a batman…
Yo he dejado de coleccionar Batman y Green Lantern por la cosa esta de obligar al lector a comprar lo que no quiere. Espero que algun día publiquen tomos recopilatorios… solo con lo que me interesa.
Yo igual Louontherocks, me di de baja del murciélago tras Muerte en la Familia. En vista de lo poco que han tardado en reeditar en tomno la JL o Flashpoint, seguro que el Batman de Snyder no tarda en acabar en tomos.
Luego dirán que no se venden grapas…
A lo mejor lo he soñado, pero creo que leí en la web de ECC que van a reeditar pronto el Batman de Snyder en tomillos cuatrimestrales.
No lo has soñado Mr., yo también lo he visto y en más de una ocasión además.
Espero que los cuadren por sagas y no tenga que comprarme nada repetido. A ver si encima que aguanté todos los rellenos de los buhos…
El formato ese de los tomitos cuatrimestrales me gusta bastante, cómodo y con relativamente buen precio.