En el imaginario común existe una imagen idealizada de la Navidad. Una imagen reforzada por el cine, los comics y la literatura que de alguna forma recurre siempre a los mismos conceptos e imágenes para ambientar sus historias en ese momento tan concreto del año. Esta herramienta, tan necesaria, sirve para reforzar la imagen y plasmarla de forma eficaz y potente al espectador o al lector. Y si hay que buscar una de esas historias, la que puede ser una de las que mejor definen estas fechas, es la de Cuento de Navidad de Charles Dickens.
Esta novela corta se publicó por primera vez un 19 de diciembre de 1843, con el título original de A Christmas Carol, y desde entonces no solo ha gozado del éxito del público y la crítica, sino que ha sido infinidad de veces fuente de inspiración para otros artistas que la han trasladado literalmente o adaptada a otros medios como el cine, la literatura y por supuesto los comics.
En el caso concreto de la obra de Batman Noel, la inspiración es más que obvia, al ser usada por su autor completo, Lee Bermejo, como columna vertebral sobre la que sustentar su historia del Caballero Oscuro. Sin embargo, aún con semejante andamio al que poder aferrarse, el trabajo global de Bermejo no acaba de funcionar por mostrar profundas fisuras que debilitan a una obra en la que los aciertos, que los hay de gran calidad, no pueden levantar una trama que embarranca en el abuso de una prosa que aspira a mucho más de lo que puede aportar a la historia.
El trabajo de dibujante de Joker, esta vehiculizada de tal forma que va llevando al lector de la mano a través de la historia de Dickens, vista a través de los ojos de villanos de la extensa galería del Hombre Murciélago. La trama doble versa, como no puede ser de otra forma, de las segundas oportunidades donde Bermejo si logra superar el mayor reto de encarar un trabajo de estas características: ofrecer algo que resulte atractivo para un lector que sin duda conoce de sobras la obra de Dickens.
Superado este primer escollo la obra se sumerge de lleno en un pantano de largos textos en los que Bermejo parece querer añadir una capa extra de guion que, lejos de aportar, lo que provocan es que el lector se vea arrancado de la acción central cada dos viñetas para verse obligado a leer la historia que Bermejo inserta en la obra de forma muy forzada. No hay naturalidad en lo que plantea y al final eso le pasa factura a la historia.
Entre ese entrar y salir de la historia aparecen grandes momentos en los que el dibujante si da con el tono, la forma y el fondo adecuados de la historia que desea contarnos, haciendo que su aparición resulte todo un bálsamo para una lectura que sufre de grandes altibajos de ritmo e interés.
Bermejo fuerza la historia en todo momento y se nota el esfuerzo al que somete a la trama. El dibujante no es capaz de crear una historia que fluya e incurre en varias incoherencias, mientras se deja llevar por la exageración global de la trama y añade componentes que no acaban de funcionar todo lo bien que deberían en lo narrativo y que si funcionan en lo visual.
Noel, destaca en un aspecto muy por encima de la media, su dibujo. Aquí Bermejo demuestra todo su potencial y se deja llevar a todos los niveles, tanto en lo narrativo a nivel visual, como en la técnica y acabados globales de cada una de las viñetas del cómic. Su puesta en escena es sobrecogedora, por el nivel de detalle, la composición y la técnica que usa en todo momento para llenar cada viñeta de la obra. Viñetas que adquieren un nuevo significado en sus manos, pues en todo momento se rompen para mostrar un dibujo vivo y expresivo, a lo que le ayuda enormemente la paleta de colores que usa Barbara Ciardo (Superman: Tierra Uno), que aporta la profundidad que el dibujo de Bermejo precisa en cada momento.
En resumen, Batman Noel es una obra que no destaca por parte literaria y si por su aspecto visual, con un guion sencillo, pero mal planteado, donde el pecado del dibujante queda muy patente en todo momento, al querer rellenar con texto y más texto un trabajo que hubiera funcionado mejor bajo un enfoque menos pretencioso. Una historia de Navidad de Batman abrumadora en lo visual que no convencerá a los acérrimos seguidores del Caballero Oscuro.
Imperfecta y desequilibrada.
Guion - 6
Dibujo - 9.5
Interés - 7
7.5
Una obra que convence en lo visual y decepciona en lo narrativo por dejar a la vista una historia forzada llena de costuras mal resueltas.
Estáis muy duros últimamente en las criticas! Pero está bien.
No es una obra maestra pero está claramente por encima de la media. Bermejo no es Alan Moore (y quien lo es?) pero como guionista es bastante competente dentro de la hornada de dibujantes que pasan a guionista en los últimos años. El texto no me parece tan recargado, aunque puede ser porque haya crecido leyendo a Claremont, y como no me esperaba un tebeo de acción sino algo tirando a introspectivo me vale (aunque sí que es algo pretencioso por momentos). Me gusta más Bermejo solo que con Azzarello desde el punto de guión puro y duro.
El dibujo es una maravilla, una pieza de arte. sólo por él merece la pena comprarlo. Los personajes se mantienen en versiones reconocibles y es totalmente autocontenido, sin precisar lecturas previas ni posteriores. Es ideal tanto para el lector asiduo como para el ocasional.