Edición original: Batman: Prey (Legends of The Dark Knight #11-15); Batman: Terror (Legends of The Dark Knight #137-141); DC Comics.
Edición España: abril de 2007; Planeta DeAgostini Cómics.
Guión: Doug Moench.
Dibujos: Paul Gulacy.
Entintado: Terry Austin y Jimmy Palmiotti.
Color: Steve Oliff y James Sinclair.
Formato: tomo recopilatorio (en cartoné) de 256 págs.
Precio: 15’95 €.
Obras como Batman: Año Uno, Batman: la broma asesina o El Regreso del Caballero Oscuro, son señaladas de forma casi unánime como algunas de las más destacadas de entre las protagonizadas por el personaje de ficción creado en 1939 por Bob Kane y Bill Finger. Un peldaño por debajo de estos títulos de indiscutible calidad podrían encontrarse numerosos tebeos, entre los cuales, en alguna que otra ocasión se ha mencionado Batman: Presa, arco argumental de la colección Legends of the Dark Knight realizado por Doug Moench y Paul Gulacy.
En abril de 2007, Planeta DeAgostini Cómics publicó en un único tomo recopilatorio tanto Presa como su secuela Terror, realizada por el mismo equipo creativo. En el artículo que sigue a continuación expondremos el origen de Presa, conoceremos más detalles acerca de sus creadores, e intentaremos dilucidar si la fama que precedía a esta historia está justificada. Sin más dilación, comencemos…
Gracias al excelente artículo que hace las veces de introducción de la edición española de Batman: Presa, realizado por Koldo Azpitarte, el lector menos versado puede hacerse una idea de los significativas que han sido las colaboraciones entre Doug Moench y Paul Gulacy. Guionista y dibujante ostentan una dilatada trayectoria profesional que se sustenta sin necesidad de buscar apoyo de forma recíproca, lo cual no es incompatible con el hecho de que probablemente las obras en las que han colaborado juntos son aquellas por las que serán más recordados por los aficionados al mundo del cómic.
Protagonizando incursiones en todo tipo de géneros (desde la acción, al terror, pasando por el superheróico) Moench y Gulacy supieron establecer desde un primer momento las líneas maestras a partir de las cuales desarrollar sus colaboraciones: la conjunción de los guiones de Moench, en los que es habitual un tratamiento razonablemente realista de los protagonistas (solitarios y atormentados, por norma general), con el inconfundible trazo de Gulacy, extremadamente detallista, y cuidadoso en las secuencias de acción.
Además de los trabajos relacionados con “El Caballero Oscuro” (Legends of the Dark Knight, Batman,…), en su bibliografía común, desarrollada durante las dos últimas décadas, destacan títulos como Shang-Chi: Master of Kung Fu, Six from Sirius, Slash Maraud, Coldblood, o S.C.I., además de tebeos protagonizados por James Bond o Conan, y la actualización de Sang Chi en la miniserie Master of Kung fu, editada bajo el sello MAX, de Marvel Comics.
A finales de la década de los ochenta, la serie limitada Batman Año Uno, de Frank Miller y David Mazzuchelli, revolucionó el universo de ficción en el que “el caballero oscuro” desarrollaba sus aventuras. Su influencia, de carácter imperecedero, fue decisiva en la tan ardua como necesaria tarea de construir unos sólidos cimientos psicológicos y estéticos, como inmejorable punto de partida a partir del cual establecer de forma retroactiva los primeros años de Bruce Wayne como vigilante enmascarado.
Tratando de aprovechar el éxito internacional de la adaptación cinematográfica dirigida por Tim Burton en 1989, DC Comics decidió dar luz verde a Legends of the Dark Knight. La colección, caracterizada por reunir diferentes equipos creativos de carácter rotatorio, que se encargarían de la realización de arcos argumentales autoconclusivos, se destinaba a un sector de lectores predominantemente adultos. Dennis O`Neil y Ed Hannigan tuvieron el honor de debutar con la notable Chamán, seguidos por Grant Morrison y Klaus Janson con Gótico (ambas reeditadas recientemente por Planeta DeAgostini en la imprescindible colección Leyendas de Batman). Tras diez entregas, les llegaría el turno a Moench y Gulacy, quienes narraría una historia que podría ser resumida del siguiente modo:
Ante la creciente preocupación de las altas instancias políticas, el Departamento de Policía de Gotham se ve obligado a crear una fuerza especial cuyo principal objetivo sea terminar con el vigilantismo del misterioso personaje conocido como Batman. Para ello, contarán con la ayuda del eminente psiquiatra Hugo Strange y el reticente liderazgo del Capitán James Gordon, quien deberá encargarse de seleccionar a los integrantes de este equipo de élite. Max Cort, implacable agente obsesionado con el Hombre Murciélago, se postula como el candidato ideal para ejercer de , sin poner en demasiados apuros al protector de Gotham. Sin embargo, el irracional odio del resolutivo Cort, sumado a las artimañas empleadas por Strange para descubrir la verdadera identidad de Batman, pondrá en serios aprietos al primerizo enmascarado, al tiempo que se verá relacionado con un turbulento caso de secuestro, tendrá que lidiar con la aparición de un encapuchado que responde al apodo de El Azote Nocturno.
Transcurrida una década desde Presa, ya con Legends of the Dark Knight consolidada como una mítica y veterana cabecera, el mismo equipo creativo volvería a reunirse para acometer un nuevo proyecto que, aunque así se ha considerado en reiteradas ocasiones, no se trata de una secuela al uso. El tiempo mediado entre ambos proyectos, y su carácter prácticamente independiente, hacen que para la correcta comprensión de Terror no sea realmente imprescindible la lectura de la anterior miniserie, aunque no es menos cierto que en determinados aspectos pueden llegar a complementarse. La trama argumental es la siguiente:
“El inesperado regreso del Dr. Hugo Strange coincide con la comisión de una serie de brutales asesinatos en Gotham City. Como suele ser habitual, el Capitán James Gordon requerirá a Batman para tratar de averiguar qué relación guarda Strange con los crímenes perpetrados. Por su parte, el extravagante y desquiciado personaje, obsesionado con la idea de recuperar su posición y reconocimiento social, y de acabar de una vez por todas con el Hombre-merciélago, tratará de convencer a Jonathan Crane, interno de Arkham ASylum más conocido como El Espantapájaros, de que la unión es la única salida para terminar con su enemigo común: Batman. ¿Qué papel desempeñará Catwoman en la resolución de esta complicada situación?.”
Para bien y para mal, Presa encuentra su más que evidente punto de referencia e inspiración en Año Uno, por desarrollarse la acción durante una etapa iniciática dentro de la carrera de Bruce Wayne como justiciero enmascarado. Por desgracia, en este caso la inevitable comparación no resulta, ni mucho menos, favorecedora, por carecer la obra que hoy comentamos del envidiable ritmo, estilo y clase que Miller y Mazzuchelli supieron imprimir a su obra maestra.
En la primera de las historias recopiladas en este tomo, Moench y Gulacy optan de forma descarada por aproximarse a la mitología de Batman desde una óptica realista, pudiendo entenderse como un intento de analizar de un modo atípico la influencia que el “Caballero Oscuro” ejerce sobre quienes le rodean: James Gordon, Hugo Strange, Max Cort, o Catwoman, parecen compartir un creciente sentimiento de carácter obsesivo por el alter ego de Bruce Wayne, hasta el punto de llegar a afectar sus vidas de forma irreversible. La idea, desarrollada en diferentes proyectos relacionados con este personaje, es realmente interesante, y bien enfocada, puede llegar a dar mucho de sí. Pero en opinión de quien firma este texto, Presa tan sólo araña en la superficie de esta premisa, dejando pasar una oportunidad de oro, en beneficio de un desarrollo y resolución que termina resultando anticlimática, y por momentos irrisoria.
Paul Gulacy ha sido, es y será un gran dibujante. Como ya señalamos, en Presa pone de manifiesto un puntilloso y detallado estilo, aunque en demasiadas ocasiones resulta desconcertante, por alternar viñetas sobresalientes en la narración de escenas de acción, con otras carentes de toda emotividad y sentimiento, necesarias para facilitar la identificación y el interés del lector en la obra.
En Terror, el escenario planteado es muy diferente: el protagonismo de Hugo Strange es temporal, apenas un pretexto que justifique la presencia del Espantapájaros. Con un tono y estilo más desenfadado, menos realista y acartonado, esta nueva miniserie parece decantarse por un regreso al género superheróico puro y duro, descartando enfoques tan pretenciosos como fallidos, para tratar de acometer un divertimento que, esta vez de forma accesoria, reincida en algunos temas tratados en Presa. Sin embargo, el resultado no es especialmente meritorio, por pecar de previsible y desacompasado. Para mayor desgracia, el estilo de Gulacy ha mutado considerablemente, y no precisamente a mejor. Aún luciendo un acabado superior al de muchos dibujantes contemporáneos, parece perder parte de su interés por el detalle, esbozando muecas, rasgos y poses que, por momentos, rozan lo cartoon, para terminar ofreciendo un extraño e inesperado resultado.
Pese a lo dicho con anterioridad, no pretendo afirmar que Presa es un mal tebeo, pues está por encima de la media (o, en el peor de los casos, a la par) de los cómics protagonizados por Batman en los últimos tiempos. Pero su lectura ha resultado un tanto frustrante y decepcionante, por los exageradamente elogiosos comentarios que precedían a la publicación de este tomo recopilatorio, dicho sea de paso, excelentemente editado por Planeta DeAgostini Cómics.
Batman: Amor Loco
Batman: Año Uno
Batman: El nacimiento del Demonio
Batman: Face the Face (edición USA)
Batman: Haunted Knight
Batman: Jekyll & Hyde
Batman: Presa
Batman: The Cult
Batman y los hombres monstruo
Batman & Dracula
Batman & The monster men (edición USA)
Un saludo y hasta la semana que viene! (eso espero)
Y ¿no te olvidas de Arkham Asylum entre las mejores historias del murciélago?
«Presa» es bastante mejor que Arkham Asylum. La verdad es que yo discrepo por completo de la valoración personal. El tema de presa es, en realidad, la imagen pública de Batman, la serie se centra en su relación con la policia y con los medios de comunicación. El villano de la historia consigue ponerlos en su contra y herir duramentesu autoconfianza, tras la inevitable caida en picado, viene la inevitable resurrección, todo ello muy bien resuelto por Moench, cuyo sentido del ritmo y capacidad de intriga es envidiable y Gulacy (que ya no es lo que era ciertamente)
Terror es una historia entretenida sin mas, lo que no es poco.
En resumen, «Presa» es probablemente el mejor arco de «Legends o Batman» de todos los tiempos.
Totlmente deacuerdo contigo Vazquez, es mas Gulacy esta genial en algunas paginas y la historia entretiene y atrapa al lector, con giros continuos, un gran COMIC de BATMAN.
Terror no esta a la misma altura pero la complementa, que mas se puede pedir, ambas dos en un Tomo.
Josemaria, el «olvido» es totalmente deliberado. Arkham Asylum es un buen tebeo, pero jamás lo pondría a la altura de Año Uno, La Broma Asesina, o El Regreso del Caballero Oscuro. En mi opinión, entraría dentro de esa grupo de obras que se encuentra un peldaño por debajo de las que he comentado.
Vazquez, tu puntualización es interesante, y lo cierto es que debería haber incidido más en ese aspecto, a la hora de realizar el artículo, pero tras leer Presa entiendo que el elemento obsesivo tiene más peso en la trama que la devaluación de la imagen pública de Batman.
Sibaix, es cuestión de opiniones, y en este caso discrepo con Vázquez y contigo: Presa me ha entretenido, a la vez que decepecionado. He escuchado incesantes alabanzas durante los últimos años, de modo que mis expectativas eran realmente altas. Lo cierto es que no he terminado de conectar con la historia…
Un saludo y gracias por los comentarios!
Aunque tiene alguna cosa buena: el intento de entra en la psique de Batman, Presa me parece bastante mala llegando a ser esperpentica en algunas escenas que sóloi pueden producir risa. Ver a Hugo Strange con muñeca hinchable de Batman…
por cierto, la gran obra Doug Moench con Batman, que a mi me sorprendido gratamente, es Batman/Drácula un «crossover» que como pocos sabe sacar partido a una buena idea.
A mi la colaboraciones entre Moench y Jones me gustan, pero he de reconocer que más por el dibujo que por los guiones. Batman & Drácula es realmente entretenida, partiendo de una idea curiosa, y desarrollada en un ambiente realmente tétrico.
Mi compañero Sergio Robla reseñó esa obra en un interesante artículo que podéis consultar aquí.
Un saludo!
Lei hace 15 años presa y aunque no soy fan del estilo de Gulacy, me parece una de las grandes series de Batman, el arco argumental esta influenciado por año uno, pero hay q ubicarnos en que año fue publicada dicha serie.
Sin más que decir es de mis favoritas.