Batman y Robin eternos 2

 

Edición original: Batman and Robin Eternal núm. 5 a 8 USA, Secret Origins núm. 1 USA
Edición nacional/ España: ECC Ediciones
Guión: Genevieve Valentine, James Tynion IV, Kyle Higgins, Scott Snyder, Steve Orlando
Dibujo: Álvaro Martínez, Doug Mahnke, Ronan Cliquet, Scot Eaton, Steve Pugh, Tony S. Daniel
Entintado: Wayne Faucher, Ronan Cliquet, Sandu Florea, Mark Morales
Color:Gabe Eltaeb, Tomeu Morey, Sandra Molina
Formato: Rústica, 104 págs.
Precio: 9,95 €

 

Comenzamos el último día de la semana con una reseña de esta interesante serie, que ECC Ediciones empezó a publicar el mes pasado, y que nos seguirá llegará en los próximos meses hasta alcanzar su final en el número 26, ya publicado en EEUU. Nos alejamos del precio promocional del primer tomo con uno más realista acorde a la política de ECC. En la anterior reseña dijimos que por 4,95 € era un cómic que merecía la pena. ¿Seguirá mereciendo la pena a pesar del aumento de precio? Esperemos y deseamos que tras leer esta reseña seáis capaces de averiguarlo.

Dejamos el número cuatro con la sorprendente revelación de que Tim Drake está controlado por el misterioso villano llamado «Madre», que parece tener toda una organización de esclavos controlados mentalmente que le sirven fielmente, y son mantenidos a raya por matones como Orphan. ¿Qué nos vamos a encontrar en estos números? La inmediata continuación de las sospechas y quizás obsesivas precauciones de Dick Grayson, algunas revelaciones del pasado de Cassandra Cain, así como continuos flashbacks de épocas pasadas de Bruce y Dick como Batman y Robin, envueltos en un caso con el Espantapájaros como principal antagonista, y que parece tener muchas similitudes con el caso actual, algo que Dick Grayson ya está sospechando. Y poco más, la verdad. Lo cierto es que la trama avanza con una lentitud propia de un Mclaren actual, lo cual tras ocho números no es excesivamente sangrante, pero no tiene mucho espacio para rectificar. Y sí, tenemos una revelación importante, pero que sorprendentemente no nos dice absolutamente nada de ese personaje, más que lo que podíamos esperar, lo cual se queda prácticamente todo igual que estaba.

Podemos decir sin miedo a equivocarnos que lo mejor son los personajes protagonistas de esta historia, con Harper Row y Cassandra Cain como un tándem muy eficiente, Tim Drake y Jason Todd como la extraña pareja con química a pesar de su mutuo odio, y el líder de todos ellos, el incomparable Dick Grayson, protagonista principal del cómic, y que actualmente se encuentra bastante perdido en la maraña de misterios que rodean su vida y la de Bruce Wayne. Esperemos que pueda salir de ello sin graves consecuencias que determinen su vida y, sobre todo, su excelente colección actual: «Grayson», que como ya sabemos, volverá a lucir el traje de Nightwing, en una colección con el mismo nombre (otra vez) tras Rebirth.

La historia como tal está escrita por Scott Snyder y James Tynion IV, mientras que las labores más engorrosas del guión, como los diálogos y otros menesteres, lo que podríamos llamar «el trabajo sucio», lo realizan en estos números Steve Orlando y Genevieve Valentine principalmente. Y lo cierto es que se dejan llevar bastante bien por la estructura argumental montada por Snyder y Tynion IV, siendo su aportación un poco invisible pero necesaria para la fluidez de la historia, que de momento está bien conseguida, si bien esto puede cambiar en los siguientes números si la historia sigue sin avanzar demasiado.

En el apartado artístico, también tenemos una amplia gama de autores, entre los que destacan: Ronan Cliquet, Scot Eaton, Steve Pugh, Tony S. Daniel y el artista patrio Álvaro Martínez. Los tres primeros se encargan de un horroroso a nivel gráfico número cinco, Tony S. Daniel del número seis en un nivel de calidad inferior al que nos tiene acostumbrados, y Álvaro Martínez, que sube la nota media de este apartado, hace un buen trabajo en los dos últimos números del tomo. El artista patrio salva los muebles sin duda alguna del apartado artístico, sobre todo con una brillante página final, y en DC han tomado nota de ello, puesto que como anunciaron en la «Wonder Con», podremos verle trabajando en Detective Comics en el Rebirth.

En definitiva, estos cuatro números correspondientes al segundo tomo publicado por ECC, no nos muestran demasiado sobre lo que está por llegar, y lo cierto es que la lentitud de la trama, si bien es soportable de momento, no tiene mucho más recorrido. Si el guión de Snyder y Tynion IV no da un golpe de efecto en los siguientes cuatro números, y avanza considerablemente, ya podríamos empezar a hablar sin miedo a equivocarnos, de trama innecesariamente alargada, o lo que comúnmente se denomina «estirar el chicle». Mucho me temo que ésto es precisamente lo que nos vamos a encontrar, pero de momento, cumple decentemente como un cómic de suspense entretenido, y en ciertos momentos, incluso emocionante.