Batman y Robin eternos 3

 

Edición original: Batman and Robin Eternal núms. 9 a 12 USA, Secret Origins núm. 8 USA
Edición nacional/ España: ECC Ediciones
Guión: Collin Kelley, Ed Brisson, Jackson Lanzing, James Tynion IV, Scott Snyder, Tom King
Dibujo: Christian Duce, Fernando Blanco, Geraldo Borges, Goran Sudžuka, Javier Pina, Roge Antonio, Stephen Mooney
Entintado: Roge Antonio, Geraldo Borges, Fernando Blanco, Christian Duce, Goran Sudžuka, Javier Pina
Color: Allen Passalaqua, John Rauch
Formato: Rústica, 104 páginas
Precio: 9,95 €

 

Empezamos el primer domingo de Junio con una reseña de una serie que estamos siguiendo y analizando todos los meses en Zona Negativa, “Batman y Robin eternos”. ECC Ediciones nos trae este mes el tercer tomo, que abarca del capítulo 9 al 12, lo que quiere decir que hemos llegado prácticamente al ecuador de la colección, y sin duda alguna las gratas impresiones y las expectativas que nos dejó el primer tomo han ido disminuyendo poco a poco, a una velocidad inversamente proporcional a la trama de la propia colección. Esto no quiere decir que se haya convertido en una serie aburrida, ni mucho menos, es solo que no está dando todo lo que se esperaba, al menos de momento, quizás por su extraño ritmo, más parecido al de una serie de televisión que al de un cómic. Haciendo una analogía precisamente con la pequeña pantalla, podemos decir que “Batman y Robin eternos” es la típica serie que ves en la televisión mientras cenas y reposas la comida, sin demasiadas pretensiones ni complejidades, lo que te ayuda a ir preparando poco a poco tu mente para el «abrazo de Morfeo». Esto puede no coincidir con la opinión de mucha gente, pero para bien o para mal, eso es lo que me transmite y me hace sentir esta serie. En fin, entremos a valorar propiamente este tercer tomo de la colección, sin más florituras ni figuras literarias.

En estos cuatro números tendremos dos historias y cuatro protagonistas: Jason Todd y Tim Drake por un lado, Dick Grayson y Harper Row por otro. En los números 9 y 10 tendremos a la primera pareja como protagonistas en un breve arco de dos números en el que Tim y Jason tendrán que enfrentarse a Bane en su isla, ahora invadida por una extraña secta, cuyo nombre no os voy a revelar para no «spoilearos». Contra todo pronóstico, aunaran esfuerzos para enfrentarse a una amenaza peor, y una agradable sorpresa en forma de personaje del «batverso» que hacía tiempo que no veíamos. Puro «fanservice», no digo más. En los números 10 y 11 tendremos a Dick Grayson y Bluebird como principales protagonistas, y funcionan a modo de números explicatorios, a través de flashbacks podríamos decir, en el que se nos detalla el pasado de Cassandra Cain y el funcionamiento interno de la malvada y secreta organización de Madre, la villana de esta historia. Además, por fin se irán revelando algunos oscuros secretos de Batman que ya se estaban anunciando desde prácticamente el primer número, y que sorprenderán a Dick y a todos los lectores.

Una vez leído todo esto, lo cierto es que produce un interés suficiente como para seguir dándole una oportunidad a esta colección, aunque también es cierto que he escrito el texto con ese objetivo, porque creo que a pesar de todo lo merece. La serie consigue captar el interés en algunas ocasiones durante su lectura, con revelaciones y giros de guión suministrados a cuenta gotas. Sin embargo, el ritmo es tan aplastantemente lento, que eclipsa por completo estas maniobras argumentales, provocando sin remedio que el interés disminuya progresivamente a cada número que pasa. No aburre, pero empiezas a sentir que te produce cierta indiferencia lo que pueda pasar. Y eso es muy peligroso para una historia de ficción. La serie de momento se mantiene en una delgada línea entre el entretenimiento y la apatía, que se sostiene gracias a los pequeños ”cliffhangers” de Scott Snyder y James Tynion IV, apoyados por Collin Kelley, Jackson Lanzing y Ed Brisson, y a los personajes y sus relaciones. Cabe destacar a la extraña pareja, Capucha Roja y Red Robin, que a pesar de sus enormes diferencias y poco aprecio personal, tienen una química espectacular, que incluso está haciendo evolucionar y progresar afectivamente su relación.

En el apartado artístico tenemos como de costumbre en esta colección, a una amplia amalgama de dibujantes, marcando un estilo similar que no desentona demasiado de un número a otro. Cabe destacar especialmente el trabajo de Roge Antonio, y del patrio Javier Pina, en compañía de Goran Sudžuka, que hacen los mejores trabajos artísticamente en estos números. Cierto es que el nivel no está muy alto, ni mucho menos, pero al menos no desentonan con el tono de la serie, e incluso algunas páginas están mucho más trabajadas, y destacan especialmente en calidad. Pero si hay algo sobresaliente en términos artísticos en estos números es la delirante portada de Carlo Pagulayan para el número 11, que además de hacer un magnífico trabajo, resume e ilustra a la perfección la trama que leeremos a continuación en el número. Bravo por Pagulayan, esperemos seguir viéndole por la colección y por otros lares.

En definitiva, “Batman y Robin eternos” sigue siendo una serie entretenida, que se refugia en el carisma de sus personajes y en sus contados giros de guión, para mostrarnos una historia lenta e innecesariamente larga. Sí, un chicle demasiado estirado, una vez más. Ya estamos en la mitad de la colección, y no sé si es bueno o malo, pero cada vez tengo más ganas de acabarla, y no porque esté muy enganchado y no pueda esperar para el siguiente número, si no más bien por todo lo contrario, porque me está empezando a dar pereza. Vale, no es buena señal. Esperemos que la segunda mitad que queda por delante, Tynion IV, Snyder y compañía, consigan despertarme el interés tanto como lo hicieron con los primeros cuatro números, que prometían una historia muy absorbente y atractiva.