Batman Tierra 1 Vol. I

 

Edición original: Batman: Earth One USA
Edición nacional/ España: ECC Ediciones
Guión: Geoff Johns
Dibujo: Gary Frank
Entintado:Jonathan Sibal
Color: Brad Anderson
Formato: Cartoné, 144 págs. a color.
Precio: 15,95 euros

 

Hay muchas formas de contar historias, puedes inventarlas de la nada, puedes basarte en un hecho real y también puedes tomar prestada una porción de historia y cambiar los hechos para que, por si mismos, generen una nueva historia conocida por todos pero que resulte nueva y diferente. Y eso es lo que hace Geoff Johns cuando encara la escritura de este primer volumen de Tierra 1 dedicada a Batman.

Tierra 1 es un Año Cero, un principio para el protagonista, los inicios de la faceta más heroica del personaje que busca encontrar su sitio dentro del mundo. Y en el caso de Batman se trata de revisitar las bases, los conceptos ya establecidos en sus inicios por Bill Finger, para retorcerlos, modificarlos y añadir algunos nuevos que permitan reflejar, mediante la unión simbiótica de guion y dibujo, el relato de una obsesión. Batman nunca ha buscado venganza. Batman busca castigo a través de su propia obsesión por la justicia en su distorsionada visión del mundo que le rodea. Pero esa obsesión no nace y crece en un día, lleva su proceso de maduración forjado a golpes, astillando la mente del que un día fue al cine como niño y acabó dejando su infancia abandonada en un callejón.

Asistir a esa historia que todos conocemos, ese origen tan dramático, tan lleno de dolor y angustia, ese desgarro emocional que da comienzo con la muerte de unos padres delante de los ojos de su único hijo, no es más que el primer paso que nos llevará al interior de una mente triste y sola que lucha por dar sentido a su propia existencia a través de la catarsis interna que le produce detener a aquellos que pueden y quieren hacer daño a los inocentes.

En este primer volumen Batman dista mucho de ser el mejor detective del mundo, o el mejor acróbata, el mejor luchador… sus incursiones son erráticas y plagadas de errores. A fin de cuentas solo es un hombre y el camino que ha emprendido está lleno de obstáculos en una Gotham corrupta, plagada de crimen y abandonada por las fuerzas de la ley. Y es en este punto en que Batman hace acto de presencia con un objetivo claro que es la de descubrir quien mató a sus padres. Su única pista es un mechero, en manos de un policía, que lo llevará a tener que enfrentarse con sus propios miedos y el lado más oscuro de la ciudad que ha decidido proteger.

Geoff Johns no se limita a tomar al personaje de Bruce Wayne y sacarlo de contexto. Eso hubiera sido muy fácil. Johns opta por hacer un Año Cero de los principales personajes secundarios que pueblan la historia. James Gordon, Bullock, Bárbara Gordon, Alfred, Lucius Fox… todos y cada uno de ellos son determinantes en la trama tanto para Bruce Wayne/Batman como para sí mismos. Y es que si antes hablábamos de una obsesión, ahora también debemos hablar del miedo. Este ancestral sentimiento nos posee a todos los seres humanos en algún momento de nuestras vidas. Nos bloquea y consigue cambiarnos para mal cuando somos incapaces de controlarlo. El miedo no existe, es la excusa que todos estos personajes se ponen a sí mismos para hacer lo que hacen, vivir como viven, sin llegar a sentirse vivos mientras los días pasan a su alrededor sin pena ni gloria.

La vida obliga a enfrentarse al miedo. No importa cuánto corras porque la final te alcanza y te rompe. Johns es muy consciente de ello y no duda en mostrarnos la caída y la ascensión de los diferentes personajes secundarios con los que ha decidido lidiar en este primer volumen. Y para ello se toma su tiempo. La trama discurre de manera muy visual dejando espacio a Gary Frank para que sean los dibujos, las poses, la narrativa visual la que nos cuente la historia. Por supuesto hay momentos para el diálogo, para la expresión de los sentimientos, pero es notable el perfecto balanceo que se hace del personaje de Batman cuando arranca el número y cuando se enfrenta a su enemigo. Escenas casi sin palabras, llenas de dinamismo que demuestran el talento de estos dos autores a la hora de contarnos su particular visión del personaje.

Aunque Batman Tierra 1 no es una historia tremendamente original, posee un guion excelente, ejemplo claro de cómo se debe escribir un cómic de Batman. El trabajo realizado con los Titanes Tierra 1 o en Superman Tierra 1 resulta más refrescante en cuanto a que rompen más abruptamente con lo conocido de los personajes y se atreven a ir más lejos. Johns es un guionista más conservador, un cirujano que prefiere la sutileza a las estridencias y se conforma con mover de sitio varios conceptos y dejar que sean esos mismos conceptos, ahora desplazados dentro de los acontecimientos, el motor que mueva la historia. Pero es que lo que le falta de originalidad lo tiene de entretenimiento, de sentimiento, de emoción y de fuerza visual por ser la obra más equilibrada en cuanto a guion y dibujo de todas las publicadas bajo el sello Tierra 1.

Y ese equilibrio se puede ver en cada viñeta, en cada plano y secuencia, destilando un tempo bien definido, bien jugado y perfectamente orquestado que está al servicio de la historia que los autores nos quieren contar. Y es que Gary Frank, aunque esté entintado, Jonathan Sibal, de manera que su estilo de línea fina y clara se pierdan, es mucho Gary Frank. Su trabajo acompaña al guion de una manera tan natural que no puedes imaginarte a ningún otro profesional del medio haciendo los dibujos de esta historia. Su mimo por la narrativa, su sacrificio visual constante, dejándose tan solo llevar cuando los acontecimientos así lo requieren, denotan una enorme profesionalidad y buen hacer en un dibujante que ya desde sus inicios demostró calidad por los cuatro costados.

Una novela gráfica de imponente factura, bien escrita, pulcramente dibujada, con la innegable capacidad para entretener y sorprender, tanto al lector veterano del personaje, como al lector neófito que se deje atraer por el nombre de los autores o quiera darle una oportunidad a uno de los personajes con más carisma del séptimo arte. Una excelente elección se mire por donde se mire, para sacar del bolsillo los euros que cuesta y sentarse a disfrutar de cada plano, viñeta e historia que Johns y Frank nos quieren volver a contar.