Un penúltimo tomo como se presupone.
«Todo este tiempo, todas estas batallas y ella sigue gritando.»
Recuperamos las reseñas de Tierra de nadie, olvidadas en los últimos meses ante todas las novedades que llegan a nuestras tiendas favoritas, las de cómics. Tras el tercer volumen de este evento de finales de los noventa, que incluye a todas las series del murciélago e incluso de la Batfamilia, donde la trama no avanzaba todo lo esperable, llegamos a la penúltima entrega quedando todo dispuesto para la conclusión del crossover. Un quinto libro que no define especialmente los acontecimientos pero que sí cierra algunos de los arcos iniciados en los primeros números, prosiguiendo y avanzando la historia, otorgando al lector la sensación de un final próximo. Una nueva entrega que recobra un interés, nunca perdido, pero sí disminuido en la lectura anterior por su excesivo costumbrismo.
El tomo abre con dos capítulos de Robin guionizados por Dixon que nos muestran al Killer Croc que quiere ser jefe mafioso, uno típico y común, con planes de reconquista, histriónico y malvado que casi resulta cómico por exageración. Muy alejado del personaje que podemos leer en la actualidad, más reflexivo e incluso con ánimos de redención. Robin por su parte no puede justificar su ausencia ante su padre, desencadenando un problema más para la Batfamilia dentro del complicado ecosistema que es Tierra de nadie.
Leslie Thompinks es la encargada del único hospital de campaña de la antigua Gotham. Una de las últimas zonas seguras de la urbe que se rige por el respeto que todos procesan hacia la doctora y la necesidad de cumplir sus normas si quieren ser atendidos médicamente. El agente Pettit y su nueva compañera, la Cazadora, ponen a prueba la paciencia de la mujer y dan rienda suelta al debate recurrente de la saga, cómo actuar ante la barbarie, recurriendo a la violencia o abrazando la compasión y la filantropía dando socorro a todo aquel que lo necesite. Un número en la línea de los iniciales del evento con un Eaglesham exhibiendo sus lápices y Devin Grayson relatando la elevada conciencia pacifista de la doctora. Un capítulo que tiene lugar antes de algunos eventos que ya hemos leído.
Rucka llega al libro para contar una historia de Dos Caras, Gordon y Renée Montoya. El criminal no duda en poner en práctica sus planes con gran determinación. Como es recurrente en el villano, un juicio tiene lugar, en este caso contra James Gordon por los movimientos del comisario realizados en Tierra de nadie. El largo crossover da lugar a referenciarse a sí mismo y va cerrando tramas abiertas varios capítulos atrás. Rucka pone el foco en el enemigo, su dualidad y su pasado como letrado. Siendo un buen ejercicio, lo más destacable es el encuentro entre Batman y Gordon, tan retrasado en el cruce. La tensión entre ambos es perfectamente reflejada con páginas mudas en la que su incomodidad se hace patente. Batman es quien rompe el silencio con una conversación banal. El comisario está decepcionado con el murciélago, como se ha podido leer a lo largo de toda la saga y se lo hace saber al héroe. La conversación sobre su relación y las implicaciones que tiene merece la pena, con un novato Rucka inspirado que demuestra todo el talento que tiempo después se le reconoce.
El número de Azrael (único de este tomo) cruza directamente con el de Catwoman. En el tercer volumen habíamos dejado a la gata robando a Bruce Wayne para Batman. La trama es ahora recuperada y conjunta a Jean-Paul Valley con ella. O’Neil eleva a Catwoman a través de los comentarios de Batman que alaba sus capacidades. También hay tiempo para mostrar un nuevo personaje secundario, anecdótico, pero que refleja bien todo lo que supone Tierra de nadie. El evento se ha esforzado mucho por representar las consecuencias del terremoto en los gothamitas, siendo este otro ejemplo, con un buen texto de O’Neil. A continuación Catwoman #75 que narra los mismos acontecimientos desde la perspectiva de Selina, con recuerdo incluido a su infancia. En el siguiente capítulo, Batman: Shadow of the Bat #93, volveremos a ver el encuentro entre la gata y el murciélago, con mismo guion, mismas escenas pero distinto dibujante. Comparando los distintos binomios, dibujo-entintado de Robinson–Pascoe, Balent–Alquiza y Ryan–Sienkiewicz, estos últimos son los claros vencedores. Rucka revela la identidad del misterioso benefactor que se acerca a la malograda urbe, cierto magnate conocido por todos, que inicia aquí un periplo importante para el personaje.
En Nightwing vemos a Dick recuperándose, con la inestimable ayuda de Bárbara, de la conquista de Blackgate. Este tomo prosigue el tercero en muchos aspectos, siendo el cuarto volumen, como se mencionó en la consecuente reseña, un impass en el camino de Tierra de nadie. El texto habla de la relación de la antigua pareja, con el hombre haciendo gala de sus encantos y la mujer mostrándose algo más reacia. Todo mientras la Torre del Reloj sufre un asalto. Dixon muestra al Pettit más desquiciado de la saga, tanto que la Cazadora se plantea sus últimos movimientos. El libro termina con No Man’s Land #0 que narra el inicio de la trama con un vistazo a Bruce Wayne lejos de Gotham. Un encuentro con Talia al Ghul, el regreso a la ciudad (con guiño a Año uno incluido) y observar a la Cazadora como Batgirl, son las situaciones que nos cuentan para cerrar el libro.
En cuanto al arte como es habitual un gran crisol de dibujantes, entintadores y coloristas se unen para dar forma a este evento. A la saga regresa Eaglesham, McDaniel o Sienkiewicz por lo que el nivel general se ve aumentado con respecto al anterior volumen, no solo el más flojo en guion sino también en cuanto al dibujo. A estas alturas ya nos hemos familiarizado con la mayoría de dibujantes y tanto aciertos, como sobre todo defectos, pasan un poco de largo, como lectores nos centramos en continuar la historia sin que nos incomode en exceso la escasa coherencia artística.
Un quinto tomo que no se centra tanto en la explotada premisa de Tierra de nadie (aunque siempre está convenientemente presente) avanzando acontecimientos, desvelando algún secreto y retomando tramas olvidadas en el anterior volumen. Un grato paso adelante hacia la conclusión del evento justo después de que empezara a mostrar algunas muestras de agotamiento. Todo listo para la última entrega, ha sido un largo viaje, hemos disfrutado del camino pero ya queremos llegar al destino, un sexto libro del que no esperamos decepción y sí confiamos en que cierre como debe una de las grandes sagas de la historia editorial del caballero oscuro.
Lo mejor
• La historia avanza fiel a sí misma.
Lo peor
• La poca coherencia que tiene el tomo en el dibujo.
Reseñas anteriores:
Batman: Tierra de nadie vol. 01
Batman: Tierra de nadie vol. 02
Batman: Tierra de nadie vol. 03
Batman: Tierra de nadie vol. 04
Guion - 7.5
Dibujo - 7
Interés - 9
7.8
Penúltimo
Continúa Tierra de nadie, siempre fiel a sí misma, dando pasos cortos pero definitivos hacia su conclusión reflotando el interés del lector.
