Edición original: Batman núms. 667 a 669 USA y 672 a 675 USA (DC Comics), agosto 1992.
Edición nacional/ España: ECC Ediciones, julio 2014.
Guión: Grant Morrison.
Dibujo: J.H. Williams III, Ryan Benjamin, Tony S. Daniel.
Formato: Cartoné, 176 págs. A color.
Precio: 17,95€.
Convocados por John Mayhew, fundador del Club de Héroes, Batman, Robin y los integrantes de dicha organización coinciden en una recóndita isla caribeña… sin poder sospechar que semejante reunión forma parte de un intrincado plan. De vuelta en Gotham City, el Hombre Murciélago se enfrentará a uno de sus dobles, que está sembrando el caos en el Departamento de Policía. Dos sucesos inevitablemente relacionados con la organización criminal conocida como el Guante Negro.
J.H. Williams III —Sandman: Obertura— y Tony S. Daniel —Batman— colaboran con Grant Morrison en este tomo, que recopila su aclamada etapa al frente del Hombre Murciélago. Un gigantesco rompecabezas que parte de una ambiciosa premisa: integrar en un único canon todas las aventuras vividas por el personaje desde su creación.
Que quede claro que ahora no me pondré a hablar de toda etapa de Grant Morrison al frente de las aventuras del Hombre Murciélago, no es momento para ello. De hecho el guionista escocés fue construyendo dicha etapa paso a paso, con lo que esta primera fase no implicaba la existencia futura de todo lo que se llegó a publicar. Es decir, Batman y el Guante Negro pertenece a lo que sería el primer volumen de la saga de Morrison, y forma parte de un misterio muy concreto que más tarde evolucionaría en otros temas. Pero estoy divagando y justificándome antes de tiempo… Veamos qué tenemos aquí…
El presente volumen incluye varios arcos argumentales, y fue con el primero de ellos, Batman y el Guante Negro, con el que Morrison por fin me convenció de que lo que estaba haciendo me interesaría. Hay que decir que entre fill-ins y retrasos varios toda esta primera parte de la etapa estaba teniendo ciertos problemas de fluidez de cara a los lectores. Eso, sumado a que lo que estaba explicando hasta el momento no me llegaba me tenía bastante indiferente a la par que decepcionado. Batman e hijo me pareció vacía e insulsa, creada para lucimiento de Andy Kubert, El payaso a medianoche la encontré pretenciosa y fallida, con Tres fantasmas de Batman por fin despertó mi interés, señalando que había una historia más interesante detrás de todo, y la visión futurista de Damian como Batman me fascinó por sus posibilidades. No me enganchaba del todo, pero como buen fan radical de Batman seguí leyendo…
Batman y el Guante Negro es una joya.
El argumento es un clásico whudunnit en el que una serie de personajes son citados en una mansión en una isla y el misterio de un asesinato se desata ante ellos. No sería muy especial la situación si no fuese porque estos personajes son todos héroes enmascarados, son los anteriormente conocidos como Batmen de Todas las Naciones y actualmente como el Club de Héroes. De este modo este homenaje al Batman detectivesco y a las historias de misterio se convierte a su vez en un homenaje a la Edad de Oro, momento en que estos personajes podían compartir aventuras con el Hombre Murciélago. Y es aquí donde encontramos la primera señal evidente, más allá de pistas por desarrollar, de lo que Morrison pretendía hacer: integrar todas las historias pasadas de Batman en una única y sólida continuidad.
J.H. Williams III hace un trabajo soberbio, como nos tiene (mal)acostumbrados, y nos sorprende con una mezcla de escenas de acción tradicionales mezcladas con complejas y trabajadas secuencias narrativas que añaden misterio a la trama. Además, su versión del Club de Héroes es para echarse a llorar (en el buen sentido): para empezar cada uno de sus miembros ha envejecido o evolucionado, y todos son dibujados en estilos que recuerdan a diferentes artistas clásicos del cómic y muy reconocibles en el trazo, aportándoles individualidad y también definiéndoles por las características que podemos achacar a los cómics de los dibujantes que se homenajea.
Guión y dibujo se unen como han de hacer en los buenos cómics y dan como resultado una historia autoconclusiva pero de final abierto que sorprende e impresiona. Por supuesto, viendo la historia en conjunto nos damos cuenta de la importancia que tienen estos capítulos, y cómo pocos meses después desembocarían en Batman: R.I.P., pero en su momento funcionó perfectamente como relato independiente.
En el limbo de las reediciones cae ahora La resurrección de Ra’s al Ghul, que originalmente se publicó tras el arco argumental del Club de Héroes. Muchos le restan importancia, tachándola de mero crossover sin más peso que el regreso de Ra’s en sí después de su fallecimiento en La muerte y las doncellas, de Greg Rucka, pero yo considero que tiene muchas cosas a tener en cuenta: para empezar es la segunda y última intervención de Damian en la vida de Bruce antes de Crisis final y, por tanto, antes de El regreso de Bruce Wayne años más tarde, así que en cierta medida lo sucedido en “La resurrección” justifica que Dick Grayson se haga cargo del joven Wayne tras la muerte de su padre. Por tanto también desarrolla la relación entre Bruce, Damian, Talia y Ra’s, lo que tendrá una importancia definitiva en la parte final de la etapa de Morrison. Además, es la única (casi, evitemos ese spoiler por pequeño que sea) vez que el guionista tratará a Ra’s como villano, y del mismo modo que hace con Batman, recupera a un personaje de su olvidado pasado y lo integra en la continuidad dándole validez. Y aún tiene tiempo de introducir el Traje de los Pesares, que más tarde tendría gran importancia en la última e inédita serie de Azrael y en el clímax de Batman Incorporated, y que tendría una pequeña pero destacable aparición en los capítulos de Paul Dini en Detective Comics. En cualquier caso, tarde o temprano, reseñaremos la saga en Zona Negativa.
Tras El Guante Negro nos encontramos Medicina espacial, Joe Chill en el infierno, y Batman muere al amanecer. Esta terna por fin nos explica a las claras qué está haciendo Morrison, y lo hace recuperando un personaje olvidado (otro) de la clásica historia “Robin dies at dawn”, en la que Batman se sometió a un experimento de aislamiento y vivió una serie de experiencias alucinatorias que le llevaron a abandonar su identidad enmascarada. El villano sería el centro de Batman R.I.P., pero en estas historias tendremos al tercero de los “Fantasmas de Batman”, policías que fueron entrenados para sustituir al Hombre Murciélago en caso de necesidad, y descubriremos qué se esconde tras ellos.
Morrison conecta estos conceptos con los que presentó en la serie semanal 52, en la que Bruce se sometió al rito del Thögal, también de aislamiento, y por fin conoceremos su experiencia en dicho proceso. Incluso mete al Bat-Mito como un concepto real y creíble en este contexto, sin necesidad de entrar literalmente en la Quinta Dimensión. La parte mala es que en estos números se confirmó que Tony Daniel no era un dibujante de fill-in llamado para el crossover previo, sino que había venido a las series del Murciélago para quedarse, y es un dibujante a mi parecer con muchas carencias artísticas, y que de no ser por el detallado guión de Morrison podía haber defenestrado muy fácilmente el devenir de su etapa. Después de J.H. Williams III desde luego su trabajo es como para avergonzarse.
Pero había alguien peor que Daniel por llegar, y fue Ryan Benjamin en un número prácticamente de relleno/puente antes de meterse en Batman: R.I.P., El demonio de nueve ojos, en el que se atarían otros cabos sueltos dejados en 52 y se introducirían de nuevo los aliados de Batman de manera natural en el argumento después de las anteriores aventuras, que presentaban a Batman en solitario (a excepción de La resurrección de Ra’s al Ghul, claro), y de cara a la “muy demasiado” anunciada saga que vendría a continuación.
Con todo, este tomo contiene el Batman de Morrison antes de convertirse en polémico, historias bastante terrenales y con el escenario psicológico de fondo, ideal para quienes conocieron al personaje en la década de los 80 o 90 y, por supuesto, para cualquier seguidor del personaje en general.
Artículo de David Fernández incluído en la edición española por parte de ECC Ediciones
En qué historia clásica se crean las tres versiones de Batman que aparecen en esta saga?
No sucede en una historia clásica. Pero en Batman 156, “Robin dies at dawn”, es donde empieza todo. Es cuando Batman se somete al experimento de aislamiento del Dr Hurt. A partir de ahí, según Morrison, Hurt participaría en la creación de esos tres sustitutos.
«Pero en Batman 156, “Robin dies at dawn”, es donde empieza todo.»
Para el que lo quiera leer en spanish lo tiene en Los Archivos Negros de Planeta o en el primer tomo de Las mejores historias de Batman jamas contadas de Zinco.
Aclarado. The secret star. Aunque Morrison introduce los cambios que le da la gana. Gracias.
Morrison, posiblemente el guionista más sobrevalorado de la industria del comic americano.
Lo mejor del asunto es que él es consciente de ello y lo aprovecha para hacer lo que le venga en gana.
Bueno, si «los que le venga en gana» son historias como esta, bienvenidas sean
Y eso que todavía no la había cagado tanto como lo hizo después con sus idas de olla.