Ra’s al Ghul ha robado los cadáveres de Damian y Talia con la intención de resucitarlos y utilizarlos para sus propios fines, pero Batman no está dispuesto a consentirlo. La persecución lo conduce por medio mundo, incluida Isla Paraíso, donde el villano suponía que había una Fosa de Lázaro. No obstante, no es así, y el juego del gato y el ratón culmina en Nanda Parbat con Frankenstein como invitado especial. Y mientras los dos archienemigos se enfrentan, sucede lo inesperado: la aparición de Glorious Godfrey de Apokolips.
Así nos dejó el último número: de pasta de boniato. Venga, quien no se emocione ni un poquito con este tomo es que no tiene sangre en las venas.
El argumento, y prácticamente el desenlace en el siguiente tomo, estaba cantado, aunque nos faltaban algunos detalles: En plena disputa con
El tomo se lee rápidamente, arrastrados por el frenético ritmo que Peter Tomasi, Andy Kubert y Patrick Gleason imponen, pero está plagado de momentazos. Y así lo digo: “momentazos”, porque este cómic de situaciones imposibles ha conseguido despertar mi alma da fan radical de Batman y sacudirla como un pelele, me ha despertado y ahora me tiene enganchado.
La saga está se abre y se cierra con sendos números especiales incluídos en la serie regular de ECC Ediciones que tienen dos objetivos: por un lado llaman la atención del público ante este especial evento de Batman y Robin, y por otro consiguen las páginas extra necesarias para que el clímax llegase a principios de 2015, cuando el Joven Maravilla (que no Damian Wayne) cumple 75 añitos. De este modo, Robin resurge comienza con Robin Rises: Omega, dibujado por un Andy Kubert en buena forma. El especial se reduce a una batalla en la que Ra’s y Batman, después de pasar varios meses persiguiéndose a través del mundo, se unirán contra un enemigo común. Es simple, pero es fluido, perfectamente narrado por Kubert, y escrito con fuerza por Tomasi. A la mezcla se añade la ayuda de Frankenstein y la Liga de Justicia, y el final en el que Batman pronuncia las palabras que esperábamos oír. Un subidón.
El misterioso cristal que llevamos varios capítulos viendo como la clave de Ra’s para el nacimiento y renacimiento de Damian descubrimos que no es algo sacado de la manga, sino un fragmento del Cristal del Caos que Greg Pak presentó en Batman / Superman. En dicha historia unos novatos Bruce y Clark se encontraban con sus homólogos de Tierra-2 en una historia que tenía a Kaiyo como antagonista, y con ese cristal de inimaginable poder como motor del argumento. Tomasi recupera de esta forma ese relato de los primeros años del hombre murciélago (de este Nuevo Universo DC) lo integra y le da relevancia para la historia que él necesita contar.
Planteado el conflicto de Robin resurge, Bruce deberá prepararse para realizar un asalto en solitario a Apokolips, algo en lo (casi) nadie de la Liga de la Justicia le quiere ayudar, argumentando que bastante tuvieron con el intento de invasión de Darkseid como para ir a su casa a molestar. Esto, obviamente, molestará a Batman, pero no hará mella en su determinación. Es todo un placer verle tan resuelto. Al margen del tono que le impriman los guionistas, el género superheroico o el policíaco, el terror o el de aventuras, esa fuerza, esa voluntad es uno de los rasgos distintivos del personaje. Pero la Liga ya ha hecho mucho por él: descubrimos que sus compañeros colaboraron para crear un traje que le hicieran “más que humano”, algo que le ayudase a estar a la altura de los demás en situaciones que requerían más poder físico. Y crearon el Hellbat, algo que sin duda le puede ayudar en su cruzada, pero que los… digamos “requerimientos de hardware” pueden acabar con su vida. Pero claro, ¿qué no haríamos por nuestros hijos?
Hellbat convertirá a Batman en la máxima expresión de lo que él ya es. Prescindiendo de las armaduras-tanque que les gustan a Frank Miller o Scott Snyder, el estilizado traje hace de Batman una criatura de sombras, que aterroriza con su sola visión. La imagen del terrible murciélago descendiendo sobre Apokolips es digna de enmarcar, además de un cliffhanger épico cuya resolución fue postergada por la irrupción del mes de «Futures End». El capítulo final del tomo ya entra de lleno en el asunto y nos mostrará a Batman batallando e intimidando a las tropas alienígenas en busca de su hijo, el cual pronto descubriremos está en manos de Kalibak, quien ya está utilizando la energía del Cristal del Caos para alimentar un arma aniquiladora de planetas.
Ya veis que tenemos de todo, desde los conflictos más clásicos del Hombre Murciélago a los más íntimos, tocando el tema de la confianza de la Batfamilia, algo que Snyder decidió romper y que nadie más, ni él, tocó después. Mención a parte me gustaría hacer del rediseño que Gleason ha hecho de los Justificadores de Apokolips, fiel pero nuevo. También quiero destacar el prólogo que se marcan Tomasi y Kubert, poniendo en perspectiva toda la historia de Bruce, Talia, Ra’s y Damian. Una preciosidad. Tomasi nos da exactamente lo que esperábamos de Batman, y cumple. Y satisface. Pero queremos más.
En el próximo tomo tendremos el final de este arco argumental, y presuntamente en los próximos meses DC Comics demostrará no haberse olvidado que no sólo Robin cumple años, sino también, principalmente, Dick Grayson. Pero de eso hablaremos otro día…
Reseña de Batman y Robin 8, por Sergio Robla
Guión - 8.5
Dibujo - 8.5
Interés - 9
8.7
Parademonios, Frankenstein, Justificadores, Godfrey, Hellbat, Luthor, Ra's al Ghul... Una mezcla imposible con el viaje a cierto planeta infernal como elemento clave supondrán una de las sagas más espectaculares hasta la fecha en esta serie imprescindible para cualquier seguidor de Batman. Efectivo antes que efectista, Tomasi realiza un trabajo impresionante escribiendo una historia que lo tiene TODO.
Lo que es imperdonable son las Orcas en mitad del Himalaya. ¿ En que están pensando ? , es más ¿ Piensan ? http://3.bp.blogspot.com/-HGFO6wB4Z40/U819L6sz3NI/AAAAAAAAsIY/-inNfSiAXOI/s1600/orcas.jpg
Disfrute muchísimo esta saga aun sabiendo lo que pasaría al final, como remarcáis esta llena de momentazos.
Y el dibujo de Gleason es una pasada, eso si cuando dibuja Kurbert… que bajón!
En general se han marcado una muy buena etapa de Batman & Robin.
Magnifica serie, sigo insitiendo su superioridad sobre el Batman de Snyder.
Fijaos si es buena que hasta Tomasi, de lo sobrado que va, y más en comparación con Snyder, tiene tiempo para retratar perfectamente a Titus y no hacer parecer ridículo a Batman mientras va corriendo por ahí con su perro.
A mi me bastaba con que Damian regresará … la forma en que sea y quien lo contara, es residual … este comic estárá en mi librero de todas formas ¡¡¡¡