Los murciélagos sois todos iguales, creeis que el miedo en un símbolo. Pero te voy a enseñar que el miedo es un sacramento.
Batwoman es un personaje apasionante, con un atractivo muy particular que le ha convertido en uno de los personajes más queridos por el fandom del universo DC. Es especialmente recordada, aunque no lo suficiente, la etapa de J.H. Williams III al frente del personaje en los Nuevos 52, que acabó con la salida de los guionistas por la puerta de atrás tras una sonada polémica “matrimonial”. Y hoy en día la tenemos protagonizando no solo una sino dos colecciones, Detective Comics, y la suya propia,
En el one-shot inicial con el que casi todas las colecciones de la etapa Renacimiento comienzan, nos ponen en contexto, con un breve repaso a la historia del personaje en los últimos años con una narración muy onírica que a pesar de todo te introduce muy bien en la historia, dando paso después al primer número como tal de la colección, en el que comienza el primer arco, Los muchos brazos de la muerte. En este arco vamos a poder explorar ese año perdido de la historia de Batwoman que constantemente nos están recordando en estos números, que supuestamente ocurrió tras su expulsión de la academia militar, y que la sume en un estado depresivo y autodestructivo, algo por otra parte muy habitual en el personaje, que solo consigue aliviar con una nueva amiga, Safiyah, con la que entabla una relación romántica en una isla del mediterráneo llamada Coryana. Todo lo que vive aquí, con su antiguo y ahora desaparecido amor, se nos cuenta a través de flashbacks, sin abusar excesivamente de ello, lo cual se agradece, así como de un número en particular, el quinto, que está plenamente dedicado a explorar esa parte de su pasado, y en el que conocemos bastante más a Safiyah y a lo que se dedica, así como su relación con nuestra heroína. Batwoman se ve obligada a rememorar todos estos agridulces recuerdos por un nuevo caso en el que está involucrada una extraña corporación maquiavélica que está invadiendo Coryana a nivel industrial, es decir, literalmente comprándola, y en donde aparecerá otro personaje del pasado vinculado a Batwoman para hacerle la vida un poco más difícil todavía.
Esta es la trama principal del arco, que de momento funciona bastante bien, aplicando pequeñas dosis del pasado de Kate en el que profundizamos un poquito más en el personaje, y a la vez avanzando lentamente en una historia con elementos detectivescos y de acción por igual que promete bastante. Tiene todos los elementos para una ser una buena historia de Batwoman, y de momento lo es, solo falta saber cómo continua y si mantiene el nivel, para poder decir en el futuro que la etapa de Marguerite Bennett es una de las más recomendables del personaje, como ocurre con la que le precede ahora.
El último número de este tomo recopilatorio es bastante impactante puesto que rompe nos presenta un Gotham dominado por Tim Drake que controla la ciudad con un régimen tiránico y fascista, contra el cual luchan Kate, Renée Montoya y otros personajes del batverso. Este tremendo what the fuck no es en realidad otra cosa que la introducción del arco de Detective Comics La caída de los hombres murciélago, que vamos a poder disfrutar próximamente en la edición de la colección por parte de ECC. Y lo cierto es que pinta bastante bien, máxime cuando además es una de las colecciones más entretenidas que está publicando ahora mismo la editorial neoyorquina.
En el apartado artístico tenemos a
Guión - 7.5
Dibujo - 8
Interés - 7.5
7.7
Intrigante
Una historia que tiene todos los elementos que una colección de Batwoman necesita: acción, intriga detectivesca y profundización en el pasado y la psicología autodestructiva de Kate. Y de momento, hay que decir que funciona bastante bien.
Es tremendo el diseño de Williams. Qué maravilla de portadas regala esta serie
Pienso en Starman, en como dejaron cacharrear a Robinson con unos secundarios que o bien no interesaban a nadie o bien habían sido creados ex-profeso, en cómo le dejaron construir su historia a fuego lento hasta que llegó a su fin natural, y me da una pena tremenda que en la DC de los Nuevos 52 no se dieran cuenta de la burrada de etapa que tenían entre manos con la Batwoman de JH Williams (y Rucka en sus primeros compases). Una serie de autor en la que de repente los editores se metieron a tocar los cojones por motivos que se antojaron absurdos en su momento y que se antojan aún más absurdos con el paso del tiempo.
A partir de ahí, reconozco que por mi parte interés cero en el personaje.