Batwoman y Wonder Woman formarán equipo a partir de agosto

Con el primer tomo de la Batwoman post-Rucka a punto de ser publicado por ECC Ediciones, en Estados Unidos se acerca la conclusión del segundo acto y por consiguiente el comienzo del tercero. No es una diferencia baladí entre uno y otro, ya que para el tercero volverán los dibujos de J.H. Williams III, habiéndose repartido el regundo entre Amy Reeder (que se marchó por diferencias creativas) y Trevor McCarthy. Es ésta una serie muy particular, ya que su aspecto está ligado sin remedio alguno a Williams, y todo lo que no sea él da la impresión de convertir la serie en algo distinto. Aunque bien es cierto que, como ya apunté en su día, el arte de McCarthy ha encajado mejor en la serie y en sus lectores que el de Reeder. De hecho, los dibujantes suplentes de Batwoman no son libres de hacer y deshacer a su gusto, y es el propio Williams el que les da ciertas indicaciones (aunque él las llama sugerencias) sobre cómo han de ser ciertas cosas. Parece que aquí fue donde chocaron las ideas con Amy Reeder. La única duda que nos queda en este momento en cuanto al dibujante titular es como de titular será de aquí a un futuro próximo, máxime teniendo en cuenta de que se encargará del regreso de Sandman.

Pero lo cierto es que en septiembre, para el ya famoso número cero, volverá J.H.Williams III con las pilas cargadas tras 6 números sin aparecer nada más que en los guiones (donde reparte tareas con W. Haden Blackman). En éste, como será habitual en la mayoría de los títulos de DC Comics ese mes, se explorará el pasado de Kate Kane. Eso sí, ambos guionistas dejan claro que no piensan cambiar ni un ápice de lo que hizo Greg Rucka en su existosa saga, Elegy. Si bien es cierto que en su origen fue importante una ley ahora ya abolida (la llamada “don’t ask, don’t tell”, que permitía al Ejército de los EE.UU expulsar a cualquier miembro sospechoso de ser homosexual), para Blackman es muy importante que no se olvide y que se sepa que esas locuras siguen pasando en su país. Lo único que puede cambiar de algún modo es la percepción que tiene Kate de algunos hechos de su pasado, ya que lo que ha vivido en el último año la ha cambiado de algún modo. También anuncia el dibujante que para este Batwoman #0 quiere un aspecto visual completamente distinto, y de hecho anuncia que no habrá ninguna doble splash-page, algo que se ha convertido en costumbre en esta serie. También nos vende el dibujante una novedad para este número: globos de pensamiento. Es decir, los bocadillos en los que leemos lo que el protagonista está pensando. Y si bien es cierto que de los 80 en adelante casi desaparecieron, se ha seguido haciendo de muchas otras maneras.

Y como podéis ver por la portada, nos espera aquí un equipo de lo más peculiar: Batwoman y Wonder Woman, mano a mano y trabajando juntas. J.H.Williams III comenta con respecto a esta historia que era algo que tenía pensado bastante antes de que llegaran los Nuevos 52 y que de hecho se lo propusieron a DC para realizar una miniserie. Fue entonces cuando les anunciaron la inminente llegada del Nuevo Universo DC y decidieron posponer la idea al tercer arco de la serie regular. Para Williams ambos personajes comparten ciertas características, especialmente en el propósito de sus acciones, pero sin embargo luego las separan muchas otras cosas. Pero los guionistas quieren que este team-up funcione de la misma manera que funciona uno con Batman y Superman, haciendo que las habilidades del uno compensen las flaquezas del otro. Para los asiduos a la serie, esta elección de pareja para Batwoman no resultará fuera de lugar, y es que en toda esta nueva etapa, la protagonista no para de encontrarse entre mitos y leyendas. Y qué mejor para completar esas historias que la mismísima hija de Zeus. Algo que agradecemos a los guionistas es que nos han perdonado el cliché de la obligada pelea antes de formar team-up. Qué le deparará el futuro a Kate Kane sólo los guionistas lo saben, ya que no quieren establecer ningún tipo de status quo para la serie, no quieren normalizar nunca su situación ni que su vida alcance nunca un punto muerto. Van con el pedal a fondo y no piensan frenar.

Fuente: USA today, CBR.