Naturaleza secreta
«La he criado con extremo cuidado, procurando que nunca se hiciera la menor herida en el rostro, porque va a ser el mío…¡¡Para eso la tuve!!»
UMEZZ Kazuo es una figura de gran relevancia en la historia del manga, siendo muy querido por su influencia en posteriores generaciones de autores y su particular idiosincrasia. Desde que publicaran el primer volumen de El chico de los ojos de gato a las puertas del confinamiento, este maestro del manga de terror se ha convertido en una constante de catálogo manga de Satori Ediciones y del que más títulos han publicado hasta la fecha, gracias a las fabulosas ediciones de La casa de los insectos y la obra que hoy nos ocupa.
Cuando anunciaron que publicarían un nuevo título de este autor, muchos pensamos en la solicitada Aula a la deriva. Sin embargo, la editorial gijonesa nos sorprendió poco después confirmando que el elegido en esta ocasión era Bautismo, publicada originalmente en el año 1974 con el título de Senrei en las páginas de la revista Sho-Comi, publicación periódica de la editorial Shogakukan. Los tres volúmenes que componen la obra se publicaron en nuestro país a finales del año pasado, haciendo posible su lectura completa en menos de dos meses.
Su argumento arranca con la presentación de Izumi Wakakusa, la actriz más hermosa y de mayor éxito del momento, una fulgurante estrella en el cénit de su carrera artística, que vive complacida por las atenciones que recibe y esconde para la intimidad una insana obsesión por su belleza. En el momento que aparecen los primeros signos de la edad y un llamativo eccema aparece en su bello rostro, decide retirarse, asumiendo una nueva identidad y viviendo en reclusión en una gran casa, con el único objetivo en la vida de criar con un celo extremo a su hija recién nacida, llamada Sakura, la cual siente un inmenso cariño por su madre.
Sin embargo, la vida de Sakura da un vuelco el día en que descubre la siniestra naturaleza de su madre, los horrores que esta esconde en una habitación del piso superior de su casa, y el destino que tiene planeado para ella, iniciando así un perturbador experimento médico que la despojará para siempre de su ser.
No sorprenderá a quienes ya conocen los trabajos de Umezz su labor en el apartado gráfico, entregando páginas de impactante dibujo, caracterizado por una inteligente narrativa en la que controla los tiempos de lectura, utilizando viñetas pequeñas para imprimir un ritmo más alto y viñetas mayores para pausar el tempo y conseguir despertar la sensación de terror en los lectores. Destaca también la labor de coloreado que lleva a cabo en determinadas páginas, encontrando por un lado un color saturado, muy vivo, que aunque puede hacernos pensar que es incompatible con el tono de la historia, consigue realzar elementos concretos de las viñetas, y por otro lado páginas coloreadas en bitono que contribuyen a comprender la desesperación y el terror en los que se ve sumida la protagonista.
Sin embargo, las virtudes del desarrollo argumental y el perturbador dibujo del autor quedan temporalmente en entredicho en el segundo volumen, en el que encontramos una escena polémica, que produce un gran choque cultural, social y temporal, al retratar una escena de baño entre Sakura y su profesor, en la que se produce un acercamiento entre ambos personajes. Reconozco que me costó avanzar en la lectura de estas páginas por la incomodidad que me produjo y que incluso me planteé dejarla en ese punto, pero finalmente no percibí una apología pedófila y mereció la pena persistir. En cualquier caso, me parece censurable la tibieza moral con la que se refleja ese momento, y que tanto criticamos por su recurrencia en el cómic japonés. Ciertamente Umezz consigue llevar a su protagonista un paso más allá y despertar en el lector un sentimiento de repulsión, pero considero que tanto la actitud del personaje adulto involucrado, como el dibujo de dicha escena debería haber sido diferente, con recursos gráficos más sutiles.
La lectura de este manga evoca al giallo, corriente cinematográfica de origen italiano surgida a principios de los 60, que se caracterizaba por un estilo particular de películas de suspense y terror, de misterios y de asesinatos, en las que se combinaba la atmósfera y el suspense de los thrillers con elementos de terror, como una violencia explícita y una gran implicación emocional de los espectadores, e incluso dosis de erotismo, recurriendo a menudo a la figura de un asesino misterioso, cuya identidad se mantenía en secreto hasta el final de la historia. Umezz aúna todos estos elementos en las páginas de Bautismo, concibiendo una obra atemporal que cumple su propósito 40 años después de su publicación.
Si bien el planteamiento inicial de la obra responde al de una historia de terror, con elementos fantacientíficos, un escenario reducido (la casa familiar) y una atmósfera opresiva que refuerza la empatía con la protagonista y la experimentación de sus miedos, en el nudo de la historia el autor dedica un mayor número de episodios a una trama de creciente intriga, propia del thriller, en la que se toma el tiempo necesario para relatar las intrincadas estratagemas de la protagonista para llevar a cabo sus planes y conseguir sus propósitos. Además, acierta a finalizar la narración cuando comienza a dar signos de agotamiento, con un final que no resulta artificial y consigue sorprender, a la vez que aporta nuevos matices y dimensiones a la historia.
La relación materno filial ha sido uno de los cimientos que han sustentado el desarrollo a lo largo de la historia de las diferentes civilizaciones que han poblado cada continente, cuyos miembros han ensalzado la figura de la madre desde perspectivas como el derecho, la religión, el arte, la literatura, etc. Tradicionalmente se ha idealizado el vínculo biológico entre madres e hijos, para reforzar los lazos entre las generaciones de una familia e inducir a las mujeres a tener descendencia y ser responsables de su cuidado y otras tareas relacionadas. Umezz lleva a cabo en este manga un cuestionamiento de la maternidad, pervirtiendo esta relación y transformándola en una relación cuya razón de ser es la supremacía de una sobre la otra y la total disposición de otra persona para satisfacer los deseos personales a cualquier precio.
Como siempre, Satori Ediciones ha llevado a cabo una impecable edición de esta obra, cuidando hasta el último detalle de los tres volúmenes que la componen, desde unos bonitos diseños hasta el uso de materiales de gran calidad y una gran reproducción de las páginas originales, destacando la inclusión de las páginas a color. Al igual que con el resto de títulos de su catálogo manga, nos encontramos ante tres tomos de tamaño A5 (15×21 cm), con una robusta encuadernación rústica, vestidos con unas preciosas sobrecubiertas y que incluyen un bonito marcapáginas, como acostumbran a hacer en cada uno de sus títulos. El desigual reparto de páginas de los tres tomos (208, 580 y 384 páginas, respectivamente) responde a una división acorde a la estructura argumental de la historia, pero el precio de los mismos no varía en exceso, manteniéndose entre los 18 y los 23 euros. Concluimos esta reseña con una galería de imágenes de esta fabulosa edición, que sigue los estándares de calidad de las publicaciones de esta editorial.
Lo mejor
• La transición entre géneros, cultivando eficazmente tanto el terror como la intriga.
• El apartado artístico, que ilustra a la perfección las perturbadoras ideas sobre las que se construye el guion.
• Los giros narrativos, que consiguen sorprender y dotar a la obra de mayor profundidad.
Lo peor
• La repugnante escena del baño, incluida en el segundo volumen, que casi provoca que abandone la lectura a causa de su ambigüedad moral.
Gráficamente da tan mal rollo que no sé si motiva o disuade xD
¡Gran reseña, Fer!
¡Muchas gracias, Mònica!
La escena del bañó ha logrado justo lo que buscaba el autor en ti Fer, una incomodidad y malestar por ese momento, muy malrollero sin necesidad de sangre.
Pero spoiler
Me sorprende que el profesor tenga tal confianza con la niña a pesar de que la vea como eso, una niña, por mas que se tape al principio no puede verla como una «hija» cuando lleva apenas unos días con ella, demasiadas confianzas.
Sin duda, y así se lo reconozco en el texto. Ese discurso falto de crítica a un tema tan serio es un problema del cómic japonés. Luego vienen las sorpresas y las disculpas en cuanto alguien alza la voz denunciándolo, cuando un planteamiento menos amigable solventaría el problema.
Muchas gracias por leer y comentar.