Bella Muerte

 

Edición original:Pretty Deadly 1-5 (Image Comics).
Edición nacional/ España: Noviembre 2014 (Astiberri Ediciones).
Guión:Kelly SUe DeConnick.
Dibujo:Emma Ríos.
Entintado:Emma Ríos.
Color: Jordie Bellaire.
Formato: Cartoné 160 págs.
Precio: 18,00€.

 

Continuando con el día dedicado a nuestra admirada Emma Ríos toca repasar la obra de la artista qué más atención y elogios ha recibido hasta el momento: Bella Muerte (o como se conoce en los USA, Pretty Deadly). Un western con toques sobrenaturales firmado por Kelly Sue DeConnick y en el que la artista gallega realiza su trabajo más destacado hasta la fecha.

Cuando Stephen King esbozó su obra más ambiciosa, La Torre Oscura, con la que quería desarrollar un epopeya fantástica al estilo de El Señor de los Anillos, lo hizo con las películas del oeste de Sergio Leone como referente estético fundamental, en especial El bueno, el feo y el malo. Del mismo modo, DeConnick y Ríos han recurrido al western para enmarcar su historia sobre un particular espíritu de la venganza y su huida del reino de la muerte. Una historia de tintes mitológicos que podría haberse representado de muchas maneras debido a su carácter universal y atemporal pero que encuentra su forma en el western, el único género genuinamente norteamericano, y que tan bien funciona para recrear la mitología de un país relativamente joven como son los Estados Unidos de América. El western proporciona una estética y unas formas capaces de incrementar la épica de esta historia de tintes sobrenaturales que transcurre entre las polvorientas llanuras del oeste americano y el reino de los muertos.

El relato se inicia cuando Sissy, una niña de talentos especiales que viaja por los pueblos del oeste acompañada de un pistolero ciego narrando historias, roba un documento muy especial a la persona equivocada. Por culpa de ese documento un grupo de pistoleros implacables, capitaneados por la bella y terrible Alice, se dedicarán a perseguirla a través del desierto sembrando la muerte a su paso con el fin de recuperarlo. Pero no son los únicos que persiguen a la pequeña Sissy, ya que Ginny, el espíritu de la venganza hija de una mortal y de la mismísima muerte, también va tras ella aunque con un objetivo muy diferente. ¿Quién llegará antes hasta la niña? ¿Y qué consecuencias habrá para los implicados cuando se encuentren frente a frente?

Desde las primeras viñetas del relato en las que una mariposa y un conejo muerte conversan sobre la protagonista podemos apreciar que la propuesta de DeConnick no va a ser fácil para el lector y que le va a obligar a estar atento a la historia, a las conversaciones y a las pistas que va dejando la autora a medida que construye un relato absorbente y fascinante donde se mezclan los géneros con sencillez y naturalidad. Así, podemos encontrar elementos del western más brutal firmado por Sergio Leone o Sam Peckinpah, que aportan la atmósfera y el escenario donde transcurre la acción, como también hayamos unos toques de magia y de lo sobrenatural que podría haber firmado perfectamente Neil Gaiman en su época de Sandman. Pero esto no son más que referencias que me sirven para situar una obra que consigue encontrar su propia voz y destacar como una propuesta arriesgada, compleja en su forma aunque no en su fondo y que derrocha carisma suficiente para convertirse en una de las obras destacadas del año.

Un elemento crucial para conseguir esta relevancia es el dibujo de Emma Ríos. Desde las primeras imágenes promocionales que aparecieron de la serie ya se apreciaba que el dibujo de la artista gallega iba a ser espectacular y este tomo lo confirma con creces. Las páginas de Bella Muerte tienen una fuerza y una elegancia de la que pocas obras actuales pueden hacer gala y el repertorio de recursos narrativos y estilísticos que despliega Ríos desde las primeras páginas convierten a esta obra en una verdadera delicia visual, repleta de detalles sugerentes, diseños llamativos y planos impactantes que confieren al conjunto una fuerza impresionante que se mantiene sin altibajos hasta la última viñeta. Al excelente dibujo de Emma Ríos, que se entinta a sí misma, hay que sumarle el acertado coloreado de Jordie Bellaire quien usa una paleta de tonos suaves para construir una identidad cromática única para la serie y demostrar porque es una de las coloristas más solicitadas del cómic USA actual.

Este primer arco argumental, perfectamente autocontenido, es una ejemplar carta de presentación de una de las propuestas más sugerentes y llamativas del comic independiente USA actual, una muestra del enorme talento de una artistas en estado de gracia y que esperemos que tenga continuidad ya que el mundo presentado en este volumen todavía tiene mucho que ofrecer.