La gran importancia de aceptarse a uno mismo y que los demás entren en tu vida.
«… El verdadero tesoro… ¡Está en el futuro! ¡El futuro de Ben Reilly!»
Hace muchos años, El Chacal clonó a Peter Parker en la famosa saga del clon (Marvel Gold. El Asombroso Spiderman 7: La saga del clon), pero fue en la segunda saga del clon cuando todo se torció más todavía cuando el clon superviviente se hizo llamar Ben Reilly, surgió otro llamado Kaine, además de Spidercida. Por desgracia, Kaine Parker se volvió loco y atacó a Ben, pero lo derrotó. Además, conoció el amor en Janine, pero ella acabó en la cárcel. Los últimos meses para Ben Reilly fueron tan abrumadores que descubrió que Peter Parker era el clon y él el verdadero y la tía May falleció poco después.
Con esta información en mente, comenzaría Ben Reilly: Spiderman, queriendo Marvel Cómics darle un homenaje en sus años de grandeza, por lo que contrató a J.M De Matteis al guión — conocido por obras tales como Defensores, Spiderwoman, Capitán América, El Motorista Fantasma, entre otros — y David Baldeón al dibujo — conocido por Capitán América, Araña Escarlata, Factor-X, 100% Marvel. Dominó 1, 2 y 3, entre otros —..
En el presente arco argumental, Ben Reilly vuelve a Nueva York y adquiere un piso, donde no puede dejar de rememorar todo lo que le ha pasado en los últimos años y qué es lo que le define. Cuando oye las noticias de la vuelta de Carroña, se columpia como Spiderman hacia el cementerio y le golpea hasta entender que no ha matado a nadie, por lo que está compartiendo su sufrimiento. Arriesgándose, Spiderman le da la mano y entiende que la madre de Malcolm había muerto y se protegió mediante Carroña, y la única manera de desahogarse era compartir su sufrimiento. En ese momento llegó Ashley Kafka y agentes de Ravencroft para llevárselo. Spiderman los siguió y allí supo que Edward Whelan — antiguamente llamado Alimaña — trabajaba como especialista. A solas con Kafka, Ben se quitó la máscara al suponer que ella ya sabía todo sobre él porque Peter se lo contó y que no necesitaba terapia ni amigos.
Por la noche, Ben Reilly fue atacado por El Escorpión y éste le retó a que le siguiera. Como Spiderman le siguió hasta el estadio, donde lucharon y continuaron en un vecindario. Gargan acabó lanzando un coche a una familia y Ben lo detuvo. Poco después, Ben le contó lo ocurrido a Kafka porque sentía que El Escorpión era más listo, pero Gargan seguía en prisión y el Camaleón igual. Decepcionado y confuso, Spiderman se disculpó con Edward Whelan por haberse comportado mal con él. En otra noche, quedó con Edward para ver una peli y con John Díaz para tomar algo — un cliente habitual del bar en el que trabaja —. Cuando llegaron al bar, Lady Octopus raptó a Edward y Spiderman le rescató para luchar con ella limpiamente. Ella culpaba a Ben de quitarle su lugar en su familia, algo que él negaba. Cuando Spiderman le tiró por la azotea, un monstruoso Kraven le atacó con arañas y Edward Whelan le salvó de las arañas.
Fastidiado por todos los ataques, Spiderman volvió a Ravencroft para hablar con Kafka y creyó que quien le ataca de manera extraña podría ser Mysterio, pero pronto vio que era imposible. Así, en las siguientes semanas registró varios lugares para intentar hallar al acosador. Sin embargo, una noche, tras cerrar el bar, Shirley — su jefa — le golpeó sin activar su sentido arácnido y reveló que se acercó a él como John Díaz, pero es Spidercida y puede cambiar su forma a voluntad.
Tras revelar las suplantaciones de los villanos, Spidercida lanzó a Spiderman por la ventana para luchar con él y dejarle claro que no quería su su vida, pero que le diría su objetivo en su guarida. En ese momento, usó sus zarcillos para envolverlo y llevárselo. En un piso, Ben abrió los ojos y vio a Spidercida como Mary Jane ofreciéndole todo lo que siempre pudo querer alguna vez y que Peter le quitó. Lo único que quería a cambio era entender a la humanidad, la conexión que se comparte. Ahí reveló que entró en su vida de otras formas y que fue un asesino serial sin quererlo en busca de esa humanidad. Ben se ofreció a ayudarlo, pero debía acompañarlo con Kafka, algo a lo que Spidercida se negaba con rotundidad. Ante ello, Ben reveló que no quería la vida pasada de Parker y que ahora quiere hacer amigos y labrarse su propio futuro como Ben Reilly. Al escuchar esas palabras, Spidercida y sus copias se deshacían y no entendía cómo podía importarle a Ben. Al creer que no merecía vivir acabó explotando y Spiderman sobrevivió a la explosión.
Al llegar a Ravencroft, Spiderman se lo contó todo a Kafka, pero el Dr. Liu reveló que los prisioneros escaparon y que era la última copia de Spidercida. Inmediatamente, Spidercida convirtió a Edward Whelan en Alimaña y Spiderman fue a por los reclusos, pero fue vilmente apalizando por todos ellos — Menos Alimaña, quien pudo volver a su estado normal —, aunque conseguía dar algún que otro puñetazo. Mientras, Kafka le contaba a Spidercida que su nuevo atuendo fue para parecerse más a Ben y que le horroriza la posibilidad de ser un hombre, además de haber una línea fina entre el amor y el odio. Justo cuando Spiderman iba a ser asesinado, Spidercida cambió de parecer, se duplicó y combatió contra los reclusos para acercarse a Ben al reconocer que Kafka tenía razón sobre él. Cuando llegó hasta Spiderman, se quitó la máscara y le devolvió la vida, pero eso lo mató, aunque consiguió pedirle perdón.
Finalmente, Kafka le encerró creyendo que Spidercida podría volver algún día mientras Ben Reilly se columpiaba por Nueva York como un hombre totalmente nuevo sabiendo que los próximos días serán mejor que hoy.
En general, estamos ante un arco argumental interesante que recupera a un villano bastante antiguo de la era del clon para hacer una mini divertida y agradable que nos devuelve al pasado con un sabor dulce para los veteranos, pero un tanto agridulce para los nuevos lectores por su falta de accesibilidad, pues en sus tres números falta un epílogo o nota que revele la verdad sobre quién es el verdadero clon, si Peter o Ben Reilly, lo cual lo podemos saber leyendo los números actuales de El Asombroso Spiderman en la etapa de Beyond, pero este hecho puede generar confusión. Quitando ese dato negativo que se arrastra desde la saga del clon y que aquí falta la nota explicativa, a modo de epílogo u otra manera, la trama está bien construida y nos enseña desde el primer número lo que significa lo que es la humanidad y cómo el ser humano necesita esas conexiones para mantenerse estable y no volverse huraño, aislado o volverse loco. De ahí que tengamos la evolución de Ben de alguien que va aprendiendo a relacionarse y hacer amistades y el villano que no comprende la humanidad ni las relaciones y es por eso que tiene una personalidad retorcida hasta el final cuando comprende qué es la humanidad. Quitando eso, las luchas contra otros enemigos como El Escorpión o Lady Octopus son muy secundarias, aunque sirven al propósito de aprender sobre la humanidad.
En cuanto a los personajes, Ben Reilly comienza siendo un personaje independiente, que no quiere apegarse a nadie y algo antipático, pero poco a poco va abriendo su corazón a las personas a raíz de los enfrentamientos que va teniendo y de hablar con la doctora Kafka, haciendo incluso amigos por el camino. De esta forma, Ben Reilly comienza a tener una personalidad más esperanzadora, animada, y que ve el lado bueno de las cosas y de la gente. Ashley Kafka es una doctora muy insistente en cuanto a sus pacientes para que puedan entender que hay una vía para volver a la sociedad y curarse; y a Ben Reilly para que acepte que puede abrirse a los demás, no con ella como terapeuta, sino como tal vez una amiga. Carroña es un villano que aquí no busca acabar con los demás, sino que llega a sorprendernos con un gran giro de guión cuando sabemos lo que hace con las personas y la razón por lo que lo hace, lo cual solo hace necesario una persona que intente entenderle y no golpearle. El villano de esta mini vuelve de la saga del clon y es una gran sorpresa, ya que aquí se ahonda más en su personalidad. Éste lo único que busca es entender la humanidad y sus conexiones, por lo que alguna vez ha tenido que matar y acercarse demasiado a Ben Reilly, lo que hace que se acaben enfrentando porque el villano rechaza el plan de Ben. No obstante, a medida que pasa el tiempo y las conversaciones con Kafka, el villano no es tan monstruoso como aparenta, sino que es alguien que nunca ha podido experimentar una relación amistosa con alguien, y que aquí acaba de descubrir sus sentimientos.
Sobre el ritmo, J.M. De Matteis comienza con unos tiempos equilibrados con los que vamos conociendo a Ben Reilly mientras se enfrenta al villano de turno para luego ir con unos tiempos in crescendo hasta llegar a un clímax emocionante entre Spiderman y su villano final.
A nivel artístico, David Baldeón nos trae un dibujo de una calidad muy notable, puesto que sus diseños de fondos están tremendamente bien trabajados, sin dejar nada al aire y los personajes tienen un diseño espléndido con una gran precisión al detalle, al dinamismo, y tanto a las expresiones faciales y corporales. Gracias a esto, podemos decir que David Baldeón consigue tanto una gran inmersión en el cómic al poder lograr profundizar fantásticamente en las emociones de los personajes; como un resultado final que da mucho más cariño y deleite al guion.
En definitiva, consideramos que estamos ante una obra de tres números agradable, amena y disfrutable, tanto para aquellos que disfrutan de Ben Reilly y su aparición en la etapa de Beyond, como para nuevos lectores que quieran profundizar más en él, aunque recomendamos también echar la vista atrás y hacerse con aventuras antiguas que estén disponibles para una aventura más completa.
Lo mejor
• La profundización en Ben Reilly.
• La vuelta del villano.
• La idea de qué es la humanidad y su búsqueda por parte del villano.
Lo peor
• Algunos detalles y futuras revelaciones quedan colgados y son necesarios para entender las futuras colecciones arácnidas. Por lo que, si accedes a este cómic como un nuevo lector/a, puede generar confusión — y ya la creaban de por sí las dos sagas del clon… —.
Guión - 7
Dibujo - 8
Interés - 6.5
7.2
Entretenido
Una buena historia para profundizar en Ben Reilly, dando un gran mensaje, con un fantástico dibujo.
