Poco reparamos en que la mayor parte del ocio que consumimos procede de muy escasas regiones, determinadas a su vez por nuestro lugar de nacimiento, siendo así que ignoramos las diversiones de la mayoría de los habitantes del globo o, al menos, las peculiaridades de sus entretenimientos. En la afición que nos ocupa, la historieta, tal vez nos desenvolvamos con la producción originada en Francia, Estados Unidos, Japón, Italia, Argentina o España pero de seguro nos veremos en aprietos ante la pregunta por otras latitudes. Por ejemplo: ¿Qué sabemos del cómic holandés? No se trata de avivar malas conciencias sino de observar que, aunque sea un tópico, aún nos queda mucho por descubrir.
Bermudillo (o «Douwe Dabbert» en su idioma original) es una estrella en el país de los tulipanes. Se trata de un hombrecillo con el aspecto de perfecto enanito de jardín o del protagonista de la teleserie de dibujos animados «David el gnomo»: o sea, un orondo bonachón de barba blanca, henchidos carrillos y nariz regordeta. Aventurero errante -«Soy Bermudillo, abuela, y si estoy aquí es porque nunca estuve antes…» (pág.52, El reino secreto de los animales)-, acompañado de un solícito hatillo embrujado del que extrae lo que necesita en cada situación,
«Recorriendo mundos de fábula en compañía de su inseparable hatillo mágico, Bermudillo nos demuestra que la verdadera magia está en la amistad, el coraje, el optimismo y otros valores que él sabe hacer despertar en sus compañeros de aventuras.»
De la propuesta lo primero que sorprende es la increíble calidad de las ilustraciones, de las que tienen una buena muestra aquí. Wijn, influido tanto por los ilustradores clásicos de cuentos de hadas -como
Los argumentos de Roep reproducen los consensos de las fábulas, donde todos los reyes son justos y amados por sus pueblos y las disensiones afloran por la intervención de malvados conspiradores; acaso ciertas libertades puedan atribuírsele, como la hambrienta crueldad de los lobos en ese tímido homenaje a Alicia en el país de las maravillas que es El reino secreto de los animales (por otra parte, en sintonía con Caperucita Roja y otros; y es que el lobo es uno de los malos favoritos de los cuentos) o la inaudita pretensión del usurpador de El falso médico (El médico malvado en traducción Bruguera) de matrimoniar con una princesa claramente menor de edad. En todo caso, la caracterización no es su punto fuerte: los personajes confían en otros sin ninguna razón, nada más conocerse, e incluso ponen sus vidas en manos de Bermudillo, por ejemplo, tras intercambiar unas pocas palabras con él. Por otro lado, es de agradecer que las heroínas de sus relatos sean valientes, como la
Dolmen, en su cada vez más nutrida colección Fuera Borda (hogar de Natacha, Los Hombrecitos, Casacas Azules o Quena y el Sacramús), ha publicado en el primer volumen dedicado a Bermudillo los tres primeros álbumes de la serie, a saber: La princesa mimada (De verwende prinses, 1977), El reino secreto de los animales (Het verborgen dierenrijk, 1977) y El falso médico (De valse heelmeester, 1978). Contrariamente a lo habitual, aquí los extras se limitan a una introducción breve del experto
Muy buena reseña a una maravilla de tebeo. Lo leí de niño y siempre lo recordé, tanto que no hace mucho lo busqué en internet, pero los escaneos no le hacían justicia, aquí el dibujo luce como nunca y las historias, aunque en un principio pueden parecer infantiles, siempre tienen toques adultos, como ese canibalismo de los lobos. Deseando estoy que aparezca Dodo y las historias del puente!
Para mi lo mejor de este año junto con el prometido integral de Grendel por parte de Planeta, que por cierto no se ha vuelto a saber más. Alguna noticia?
Gracias, dhaldon! Me ha sorprendido el nivel gráfico que tiene la serie desde su primer álbum. En la edición de Dolmen luce espectacular.
De la recuperación de Grendel por parte de Planeta nada sé a día de hoy, aunque también te digo que suelo ser el último en enterarme de estas noticias… 🙁
Gracias por responder, seguiremos esperando. Mientras no hagan lo mismo que con Dreadstar…
Este comic es una maravilla visual. La edición de Dolmen es cara, pero también de mucha calidad. A ver cuándo sacan el siguiente tomo…