Hace un año y medio, en diciembre de 2022, Panini lanzó una nueva línea editorial llamada Biblioteca Marvel, guiño intencionado a las legendarias Bibliotecas Marvel que Forum popularizó en el mercado español a finales de los años 90. Desde Zona Negativa, nos propusimos reseñar al menos los números 1 que fuera lanzando la editorial de origen italiano. Y, con esta de Biblioteca Marvel. El Increíble Hulk 1, nos ponemos al día y tenemos ya todos los números 1 en la web. Desde el apartado de clásicos, hemos hecho un gran esfuerzo los dos últimos años para ponernos al día y poder reseñar las novedades con la menor distancia posible a su publicación y nos comprometemos a continuar así.
Los orígenes de los cómics Marvel han sido desarrollados en múltiples publicaciones y son conocidos por todo marvelita que se precie. Las mentes creativas de Stan Lee, Jack Kirby y Steve Ditko capitaneaban una iniciativa llamada a revolucionar el cómic en Estados Unidos. En 1961, con la publicación del #1 de Los 4 Fantásticos, la Era Marvel veía la luz. Al éxito de la serie dedicada a la Primera Familia seguiría una segunda cabecera en la que Lee y Kirby buscaban darle de nuevo una vuelta de tuerca a lo que el lector de la época imaginaba que podía ser un cómic de superhéroes. El Increíble Hulk, en su concepción, es una mezcla de tropos culturales de distinta procedencia. Tenemos la dualidad bueno-malo que recuerda al literario Doctor Jekyll y Mr. Hyde ideado por R.L. Stevenson. Tenemos la influencia cinematográfica en el aspecto del monstruo que recuerda al Frankenstein de Boris Karloff. E incluso podemos encontrar “trazas” del Golem, monstruo asociado al folklore del judaísmo. Todo ello fue pasado por una batidora creativa para crear a Hulk y su alter ego, el Doctor Bruce Banner.
Las piezas que Lee y Kirby son conocidas. Un héroe improbable, en este caso otro científico, Bruce Banner, encargado de probar una nueva bomba gamma. Un joven despistado y temerario, Rick Jones, que se cuela en la zona de pruebas y tiene que ser salvado de la explosión por el Doctor Banner. El jefe de la base militar donde se realiza la prueba, “Trueno” Ross. Y su hija, Betty Ross, damisela apenas esquematizada como personaje en el drama que se presenta en el debut de la serie. Banner descubre que, debido a la exposición de los rayos gamma, se transforma en un monstruo gris superfuerte: Hulk.
Visto con perspectiva (y leídos los únicamente 6 números de los que constó este volumen entre 1962 y 1963) está bastante claro que el duo Lee-Kirby no sabía muy bien qué hacer con el personaje. Hay un montón de ideas que se lanzan pero ninguna acaba de consolidarse. Ni siquiera vamos a echarles en cara el error en el color del personaje, que pasa de ser gris a verde y que Lee, vía retcon de la propia realidad, justifica como algo hecho aposta en uno de los textos que incluye el tomo de Panini.
¿Por qué es un cómic inconsistente? Por ejemplo, en un inicio Banner se transforma en Hulk al anochecer y tiene su propia personalidad. Luego, en el #3 unos rayos cósmicos le enlazan psíquicamente con Rick Jones quien parece controlarlo vía remota. En el #4, Rick utiliza la maquinaria de Banner para que el doctor pueda tener el control cuando se transforma en Hulk. Tenemos los mismos vaivenes con la personalidad de Hulk. Al principio es una versión oscura de Banner con personalidad propia; luego será el propio Banner pero volviendo más “malvado”. En ningún momento Hulk es “tonto” o un bruto simplón. Es más bien una versión retorcida de la Cosa/Ben Grimm. Los villanos a los que se enfrenta Hulk parecen hacer “tic” en todo los clichés de la época. Mucho malvado comunista (el espía comunista, el dictador comunista en país asiático, el comunista disfrazado de alienígena). También tenemos alienígenas de verdad o freaks como el Jefe de Pista. El villano más reconocible de esta recopilación es Tyranus cuya civilización subterránea seguirá dando problemas a Hulk en décadas posteriores.
Lee, además, no parece querer incluir a Hulk en el Universo Marvel. Me explico. El villano del #6, el Amo del Metal, llega a amenazar a todo el planeta a través de la ONU y ningún otro héroe aparece. En el momento de publicación de este cómic ya existían los 4 Fantásticos, Thor e incluso podríamos decir que Iron Man. Los cómics originales se dividen en dos historias por número (excepto en los #2 y 6) y se entiende el porqué. Las tramas son repetitivas, los personajes secundarios o inexistentes o meros clichés. Aquí, se hace un tanto arduo leer 22 páginas de una sola aventura de Hulk. Hay ideas muy potentes como esa prisión de granito que encierra a Hulk de noche para evitar que escape pero la cabecera nunca acaba de despegar. La relación entre Hulk y Rick tiene muchas posibilidades pero quedan casi agotadas por el propio Lee con la creación de la irritante Brigada Juvenil. Los #1-5 están dibujados por Jack Kirby, un Kirby que no brilla en ningún momento como en Los 4 Fantásticos pero que mantiene una calidad sobresaliente en las escenas de acción (sobresaliente en el enfrentamiento de Hulk con los trabajadores del circo del Jefe de Pista). El #6 cuenta con los lápices de Steve Ditko y el resultado, curiosamente, se asemeja más al aspecto de lo que hoy reconocemos por “Hulk”.
Lee tenía al personaje en alta estima y a pesar de la cancelación de la serie, utilizaría a Hulk como especie de antihéroe invitado en otras series de Marvel siendo Los Vengadores el caso con más resonancia histórica. En 1964, el guionista volvería a darle protagonismo a Hulk en la serie antológica Tales to Astonish. Y de ahí hasta el día de hoy, Hulk es uno de los personajes más reconocibles de todo Marvel. Este tomo nos presenta una colección fallida pero a la postre fundamental para entender la evolución de la Casa de las Ideas en sus primeros años. Por su parte, Panini continúa editando con regularidad y de manera cronológica estas Bibliotecas Marvel. Seguiremos atentos a las novedades que puedan traer
Lo mejor
• La acción coreografiada por Kirby
Lo peor
• Los cambios de rumbo en la serie, que parece reinventarse cada dos números
