Un nuevo líder para una nueva época
El tomo recopila una de las grandes historias de la etapa de Geoff Johns al frente de la JSA y que ahora, por motivos evidentes, a rebufo de la película, se reedita como Black Adam Reinado Oscuro. Después de desertar del equipo, forma uno propio para comenzar una serie de acciones expeditivas, conflictivas… y necesarias desde la moral retorcida del protagonista principal.
Acompañado de sus nuevos viejos camaradas, da un golpe en su nativa Khandaq. Esto traerá la atención de la Sociedad, que se debate en un nuevo drama interno.
Geoff Johns plantea un personaje muy incómodo, a medio camino de todo y sin rasgos definitorios en su personalidad que hagan que podamos distinguirle sin reservas como héroe o villano. La exploración que realiza en este tomo de Black Adam es cruda, sin superar la línea de lo evidente, dejando mucho a la libertad de pensamiento del lector.
Los secundarios que rodean al personaje sirven el propósito principal de definir a su líder, a través de diálogos en los que Johns se emplea a fondo, con inteligencia, para construir un nuevo mito entre las cenizas. A su vez, presenta la historia con el sabor de las grandes aventuras super heroicas de la Edad de Bronce, pero dándole la vuelta con las características de los personajes.
La acción se prepara con el JSA #56, un número brillante, adictivo y poderoso. Engancha de primeras y atrapa al lector, sin resultar confuso entre tanta acción y golpes continuos. Es una historia, como tantas otras del guionista, que comienza ya en el campo de batalla, sin presentación previa que absorba el autentico valor del tebeo.
Don Kramer, Leonard Kirk y Keith Champagne cumplen las funciones del dibujo. Desde un primer momento, son apreciables varios de los defectos que se van a mantener a lo largo del arco, muchos propios de su tiempo. Errores anatómicos básicos, rasgos exagerados y dificultad en las expresiones. Todo ello, no obstante, ampliamente suplido por una actuación notable en lo que respecta a la violencia y tratamiento de personajes a partir de sus particularidades en batalla.
Es un tebeo fresco, con un apartado artístico a la altura a pesar de lo mencionado en el párrafo anterior, que aporta un gran dinamismo a la trama y permanece en constante evolución y movimiento. Algunas de las mejores composiciones, como la primera aparición de Northwind o la propia a Black Adam son muy potentes, representando lo mejor que puede ofrecer el género.
El arco se compone de dos colecciones, la comentada de JSA, y la propia de Hawkman. En esta última, el arte es manifiestamente inferior, a cargo de Rags Morales. A pesar de que al igual que ocurre en la primera, tiene páginas vibrantes, con mucho contenido, es menos adecuado en otras facetas, engrandeciendo los defectos que ambas comparten. Más notorias en esta cabecera, en términos generales.
Fuera de la definición de Black Adam, autentico corazón de la historia, tenemos una serie de líneas argumentales pequeñas, que son de igual modo destacables. Desde los dramas personales de Hawkman, que se ocupan principalmente en su colección, al Doctor Destino, autentico secundario de lujo, para el que Johns reserva algunas de las intervenciones más memorables.
Es reconfortante comprobar cómo el guionista sabía trabajar con tantos personajes a la vez, la maestría que demuestra a la hora de poner en relación a héroes, villanos y antihéroes distintos, en números muy comprimidos, sin que ninguno de ellos sea mero espectador. Todo guarda detalles que nos demuestran que hay una inquietud para cada uno que subyace sobre el todo y que cautiva por la capacidad de acotación de ideas de Geoff Johns.
En resumen, estamos ante un tebeo notable, que se disfruta de modo individual a pesar de que su lugar sea uno mucho más grande, dentro de una de las etapas más celebradas de DC Comics en las últimas décadas. Un cómic con sabor especial, muy consciente de su género y que celebra, lejos de avergonzarse, el lugar del que parte.
Un apartado artístico irregular que no afea el resultado. Sirve como punto de partida, además, para nuevos lectores que quieran conocer más del personaje, como también para aquellos que quieran redescubrir su nuevo rostro y personalidad, muy distinta a la que tuviera en décadas pasadas.
Lo mejor
• La definición de Black Adam.
• Lo atractivo que resulta en la acción, en su propia voluntad de ser un tebeo de superheroes clásico.
Lo peor
• Ciertos aspectos de dibujo comentados.
Guion - 8
Dibujo - 6
Interés - 9
7.7
NOTABLE
Un gran tebeo al que regresar con esta reedición de ECC.
