Así deberían ser los cómics de superhéroes
«La gente es gilipollas»
No era ninguna sorpresa que la semana pasada podríamos acceder al primer número del segundo volumen de Blackhand Ironhead vía Panel Syndicate. No era sorpresa por lo menos para quien siga a su autor, David López, en redes, pues llevaba unos días promocionándolo, amparado por algunos de los autores más importantes de nuestro país y del extranjero. No es para menos, con su primer volumen David López demostraba no solo ser un dibujante impresionante sino tener buenas ideas en un género tan manido como el de superhéroes.
Muchas veces acudimos a las historias de superhéroes con una intención de evasión que se acerca más al entretenimiento que a la expresión artística, una opción muy válida, por cierto, y que no deja de enriquecernos en tanto que eso no hace que deje de ser arte. Pero también es cierto que en ocasiones las editoriales abusan mucho de la homogeneización, que llega un momento en que hasta los seguidores de ciertos personajes se cansan de la repetición de tramas, de la vuelta a los orígenes o de la falta de evolución. Esto hace que haya ciertas obras que, aún siguiendo una línea muy clásica, destaquen por su tratamiento de los personajes, porque se mueven y cambian. Hoy en día tenemos un ejemplo muy claro: Invencible. La serie de Kirkman, Walker y Ottley que está hoy en boca de todos ya sobresalió en el panorama superheroico no por su originalidad, muchas de las tramas de esa serie las hemos visto mil veces, solo que aquí se conjugaban de forma distinta y con algún giro sorprendente, pero sobre todo porque avanza, porque no está apegado a universos inmensos que deben retroceder para seguir captando a sus lectores, en los que los autores entran a dar su visión. Eso mismo que hace diferente a Invencible lo encontramos en Blackhand Ironhead.
David López es un autor que sabe bien lo que hace, lleva ya unos años en el mercado y su trabajo con Marvel y DC, las dos grandes manufacturadoras de cómic de superhéroes, parece que le han enseñado mucho sobre lo que ellos hacen, tanto de lo positivo como de lo negativo. Salvar lo malo ya se lo hemos visto hacer antes, todo lo que pasa en su obra importa. Los personajes que aparecen en las primeras páginas no van a ser los mismos de las finales, porque de eso trata la historia, de que les pasan cosas y les afectan. Evidentemente el ser una obra de creación propia ayuda con eso, lo demostró en el primer volumen y sigue así con el inicio del nuevo, pero también tiene otras desventajas, como insertar a los personajes en un contexto en el que hay miles de superhéroes con sus propias historias. Aquí David López ha sabido hacerlo muy bien, probablemente su experiencia en las otras editoriales le haya servido porque ha sabido crear un mundo en el que se entra de manera muy sencilla, ha sabido utilizar el imaginario colectivo sin caer en la imitación, como suele ser habitual, y reflejando partes de nuestra sociedad para demostrar un espíritu crítico imprescindible en la actualidad, que si en el primer volumen ya se hacía patente en el segundo nos golpea desde la página inicial de este primer número.
En este segundo volumen todo parece que va a ser más grande, más gente involucrada y una trama que parece afectar a muchas personas, que además nos mete en política de manera más directa que la anterior, aunque sigue teniendo la corrupción como uno de los temas a resaltar, ofreciendo un par de reflexiones interesantes en boca de Arthur. Se trata de un primer número que viene a crear mucho mundo fuera de la familia, pero no se enrolla, deja que el lector imagine por lo que sabe y presenta lo justo y necesario para disfrutar de la historia. Es sencillo pero no simple, en eso reside su grandeza.
Pero ahora vamos a lo importante, Amy y Alexia, Blackhand y Ironhead, su relación y su lucha por hacer del mundo un lugar mejor, empezando por lo que su familia ha hecho mal. Sin duda David López ha sabido crear dos personajes con un magnetismo impresionante que se complementan a la perfección, a las que ha hecho avanzar pasando de antagónicas a aliadas y amigas (para ello me remito a la reseña del primer tomo, de Diego García Rouco). ¿Qué toca ahora?, pues seguir donde se quedó, nada de volver a separarlas para que se tengan que unir en un ciclo infinito, los personajes han cambiado, y un “¿te fías de mi?«, se responde con un “¿Cómo? Sí, claro.”. Y es un gustazo ver algo así. Todo es rápido y va a lo esencial. No necesita irse por las ramas y eso hace que el cómic sea muy ágil, las páginas vuelan gracias a su narrativa y diálogos, y no es un cómic tan ligero como parece, hay bastante texto y el dibujo de David López es del que da gusto pararse a observar.
Ya es un autor que tiene todo lo que un dibujante de superhéroes debe tener: ofrecer una buena narrativa, hacer páginas con poses asombrosas, tener un buen manejo del tiempo… todo lo cumple sobradamente, pero además añade otras cosas que no son tan habituales como los juegos con las perspectivas o los diseños de los personajes, que cambia para este nuevo volumen y consiguen reflejar esa evolución en ellas. Cambio también en el colorista, Kike J. Díaz entra a formar parte de la serie y con muy buen pie ya que realiza una gran labor.
Así que sí, Blackhand Ironhead es un cómic imprescindible, enfocado además para un público muy diverso, de esos pocos que cualquiera puede disfrutar independientemente del cómic que suela leer. Además tiene la ventaja de estar en Panel Syndicate, lo que significa que se puede acceder a él de manera rápida y fácil, incluso gratis, aunque es una opción que desaconsejo, lo cierto es que no os cuesta nada probar. Puede gustar más o gustar menos pero no va a decepcionar a nadie.
¿Para mí? Así deberían ser los cómics de superhéroes de la actualidad. Fuertes, directos, diversos, adictivos, atractivos y con su fondo.
Lo mejor
• Alexia y Amy.
• El impresionante dibujo.
• Leer una historia en la que hasta los pequeños detalles importan.
Lo peor
• Tarda mucho en salir. Habrá que echar más billetes a ver si acelera la máquina.
Guión - 8.6
Dibujo - 9.2
Interés - 9.2
9
Brillante
La segunda serie de Blackhand Ironhead empieza de manera impresionante. Una de las mejores series de superhéroes que puedes leer hoy en día.
Justo esta semana he comprado el primer tomo de la serie, que lo tenía pendiente desde hace tiempo. No sabía que estaba en preparación la continuación. Supongo que nos lo traerá Astiberri por aquí en cuanto acabe su publicación. La verdad es que tiene muy buena pinta…