Blame! Master Edition

Nos adentramos con todo detalle en la obra más emblemática de Tsutomu Nihei, uno de los autores esenciales del género cyberpunk

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Edición original: Blame!, Kodansha (1998)
Edición nacional/ España: Blame! Master Edition, Panini Cómics (2017)
Guión:Tsutomu Nihei
Dibujo:Tsutomu Nihei
Formato:Tomo de 170×260 en rústica. 416 páginas B/N + 4 a color.
Precio:20 €

 

Atendiendo al buen estado de salud del mercado manga en España de un tiempo a esta parte, Panini Cómics volvió a apostar el pasado mes de junio por Tsutomu Nihei, mangaka especializado en la ciencia ficción, del que recuperó dos de sus principales obras.

Biomega y Blame! son dos series que ya hemos podido disfrutar con anterioridad en nuestro país. La primera gracias a esta misma editorial, que publicó sus seis tomos entre 2008 y 2010, mientras que la segunda fue editada en diez tomos por la desaparecida Glénat / EDT entre 2001 y 2004, hace ya más de quince años.

Panini Cómics no solo recupera las dos obras más emblemáticas de Nihei, después de tanto tiempo, sino que las publica ahora en formato kanzenban o de lujo. Una apuesta merecidísima para uno de los artistas más atractivos de la ciencia ficción japonesa.

A finales de este mismo mes se pondrá a la venta el segundo número de la denominada Master Edition de Blame!, pero los lectores ya hemos podido disfrutar del primer volumen y nos hemos encontrado ante una obra notable presentada de forma excelente.

Se hace pertinente comenzar hablando del autor, cuyas habilidades para el dibujo y numerosas experiencias dentro del campo de la arquitectura se vuelven fundamentales para explicar las principales características de sus obras.

Tsutomu Nihei nació en Fukushima, en el año 1971, y ya desde pequeño demostraba una gran destreza para el dibujo. Esto le llevó a estudiar arquitectura, trabajando tiempo después dentro del terreno de la construcción en Nueva York. Finalmente volvió a Japón para entrar a trabajar en la editorial Kodansha, famosa en aquellos años por sus series manga orientadas al público adulto.

Los conocimientos arquitectónicos de Nihei son evidentes cuando uno se encuentra ante sus numerosas ilustraciones, que muestran megaestructuras insólitas planteadas con una serie de diseños y perspectivas impresionantes. Encontramos aquí algo propio del autor, uno de los factores que convierte su obra en algo estéticamente único e inconfundible. Es difícil, por no decir imposible, encontrar otro título con estructuras o escenificaciones parecidas a las suyas.

Comenzó a trabajar para Kondansha a mediados de los ochenta, como asistente de Tsutomu Takahashi, de quien obtuvo ciertas influencias temáticas y gráficas. Tras publicar varios one-shot a finales de los ochenta y principios de los noventa, comenzó a serializar Blame! dentro de la revista madre de la editorial en 1997. El que fuera su trabajo más amabicioso hasta el momento acabó recopilando diez volúmenes y un notable éxito, pues fue distribuido y ampliamente aceptado tanto en Japón como en numerosos países de occidente, consolidando a Nihei como un autor reconocido en todo el mundo.

Tras el éxito de Blame!, Nihei trabajó en Blame!: Academy, una serie de historias cortas relacionadas con el título anterior que presentaba una faceta mucho menos seria y más cómica. Continuó realizando one-shots, en los que no paró de hacer referencia a su obra principal, hasta que C.B. Cebulski, editor de Marvel Comics, le ofreció participar en un proyecto sobre Lobezno. La relación del mangaka con uno de los personajes más emblemáticos de Marvel duró cinco números dentro de la cabecera Wolverine Snikt!, resultando en un trabajo aceptado por la mayoría de aficionados al universo mutante. Dicha serie fue recopilada por Panini Cómics para España en un tomo único titulado Lobezno – Snikt!, dentro de la colección 100% Marvel en 2005.

A lo largo de 2004 Nihei comenzó a trabajar en Biomega, la que sería su serie más reconocida junto a Blame!, siguiendo la tradición estética y temática de ésta. Serializado dentro de la revista Young Magazine, de la editorial Kodansha, el manga llegó a contar con seis volúmenes. Un año después publicó Abara dentro de la editorial Shueisha, un manga de dos volúmenes, también de ciencia ficción. Tanto esta última serie como un recopilatorio de historias cortas del autor titulado Noise fueron publicados en España a lo largo de la pasada década por Ediciones Glénat.

A parte de otros trabajos menores, su obra más reciente a destacar ha sido Knights of Sidonia (Sidonia no Kishi, Caballeros de Sidonia), un manga de ciencia ficción publicado entre 2009 y 2015 dentro de las páginas de la revista Afternoon de la editorial Kodansha con un éxito más que notable. Con un total de quince volúmenes, Panini Cómics publicará el primer número el próximo octubre mientras que los usuarios de Netflix España ya pueden disfrutar de las dos primeras temporadas del anime. Dentro de esta plataforma, por cierto, también se puede disfrutar de la reciente adaptación animada de Blame!, dirigida por Hiroyuki Seshita, producida por Polygon Pictures y distribuida exclusivamente por Netflix.

En cuanto al manga que hoy nos ocupa, ya hemos comentado que estamos ante el trabajo más emblemático del autor, por lo que la Master Edition publicada por Panini Comics es una oportunidad ideal para adentrarse en el peculiar imaginario de Nihei con todo lujo de detalles.

Blame! es un manga de ciencia ficción cyberpunk, cuya estética recuerda a trabajos tan importantes dentro del género como Matrix (Lilly y Lana Wachowski, 1999) o los diseños de H. R. Giger, el artista conceptual detrás de Alien (Ridley Scott, 1979). La historia nos sitúa en un futuro postapocalíptico en el que las máquinas han llevado al hombre casi a la completa extinción, y en donde Killy, el solitario protagonista, recorre los diferentes niveles subterráneos del cyber-laberinto buscando a humanos con genes puros.

La escenografía cumple un papel fundamental en Blame! y los fondos presentan todo tipo de diseños y perspectivas, en su mayoría descomunales. Como ya hemos comentado, Nihei tiene nociones de arquitectura y esto queda patente en cada una de las viñetas. Las asombrosas megaestructuras, así como cada uno de los habitáculos por los que se mueve el protagonista a lo largo y ancho de la obra, hacen que esa especie de cyber-laberinto por el que deambula Killy cobre un protagonismo casi esencial.

El manga es pura acción y desde las primeras páginas la palabra queda en un segundo plano dejando paso a la narrativa puramente visual. Estamos ante una obra silenciosa, cuyos únicos ruidos son los de las onomatopeyas (importantes para tener una plena sensación narrativa en ausencia de palabras), reforzándose así la sensación de aislamiento del protagonista solitario que recorre los diferentes niveles.

A Killy le esperan todo tipo de extraños personajes y máquinas, en su mayoría hostiles, a cada uno de sus avances por el laberinto subterráneo. La historia no queda muy clara en un primer momento, y algo nos dice que se irá desvelando poco a poco, por lo que de momento sólo nos queda ser testigos del viaje del protagonista, que anda buscando algo.

Pronto entendemos cuál es la búsqueda de Killy gracias a la aparición de algún que otro diálogo, pero esto es algo casi fugaz, solamente requerido por el autor para explicar hacia dónde va la historia. Por lo demás, todo es acción.

Nos encontramos ante un viaje que descarga todo el peso de su narrativa en lo visual, en este caso sumamente atractiva por los diseños cyberpunk del autor. En este sentido la obra frustrará a aquellos lectores que se acerquen a ella pensando que se encontrarán una trama argumental compleja, al estilo de Matrix, por ejemplo. A cambio, eso sí, obtendrá algunas de las composiciones, perspectivas y diseños más interesantes del género.

Siendo una obra puramente estética, tanto el dibujo como el diseño de las viñetas deben soportar todo el peso de la narración, y esto es algo que Nihei consigue de una manera muy personal. El diseño descomunal y detallado de los fondos contrasta con la simpleza del de los personajes. Figuras con un estilo de dibujo casi abocetado y luminoso, de líneas básicas pero contundentes, circulan por unos escenarios oscuros, sombreados al detalle y de perspectivas complejas. Esto es algo muy característico en Nihei, que gustará más o menos, pero lo convierte en un autor inconfundible.

Cuesta un par de páginas acostumbrarse a la acción frenética de Blame!, narrada de forma puramente visual y con ese estilo tan personal del autor, pero el lector pronto queda sumergido en la atmósfera cyberpunk profunda y sucia que plantea el mangaka.

A título personal uno echa en falta algo más de historia. No le habría venido nada mal a la obra contar desde las primeras páginas con un trasfondo argumental más claro, y a la larga profundo. Las posibilidades estéticas, que son muy altas en la obra de Nihei, hubiesen casado muy bien con una historia más sesuda, dada la compleja ambientación conceptual. Pero es cierto que ni la obra ni el autor han buscado trascender en lo argumental y podemos disfrutar de un viaje lleno de acción frenética que se descarga puramente en lo visual. En este sentido, Blame! cumple por encima del notable.

Dada la apuesta total del autor por lo estético, era necesario que una obra de este tipo se presentase en un formato acorde a su calidad. El formato de 170 x 260 mm presentado por Panini Comics permite al lector visualizar con todo detalle hasta el último cable de los que abrazan las innumerables cañerías que adornan cada uno de los inmensos muros del cyber-laberinto. Una forma excelente de disfrutar del complejo y oscuro arte futurista de Nihei. Ponen la guinda un par de páginas a color, capaces de sorprender al lector aún más si cabe. Por su parte, la encuadernación cosida queda recogida bajo un formato rústico de diseño elegante y compacto. Apetecible y fácil de disfrutar.

Cuando se habla de cyberpunk, uno piensa indudablemente en obras como Gunnm de Yukito Kishiro, Akira de Katsuhiro Otomo o Ghost in the Shell de Masamune Shirow, estandartes del género. Pero también piensa en Tsutomu Nihei, y más concretamente en Blame!, pues pocas obras le podrán ganar en ambientación o en acción. Una delicia estética única e irrepetible enmarcada en una edición de lujo de seis volúmenes.

  Edición original: Blame!, Kodansha (1998) Edición nacional/ España: Blame! Master Edition, Panini Cómics (2017) Guión:Tsutomu Nihei Dibujo:Tsutomu Nihei Formato:Tomo de 170x260 en rústica. 416 páginas B/N + 4 a color. Precio:20 €   Atendiendo al buen estado de salud del mercado manga en España de un tiempo a esta…
Guión - 6.5
Arte - 8.5
Interés - 7.5

7.5

Acción frenética y narrativa puramente visual. Uno de los hitos del cyberpunk.

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_kam1kaze_
Lector
19 julio, 2017 16:13

Tengo la edición de Glenat y puedo decir que es uno de mis mangas favoritos. La sensación de soledad de Killy y de magnificiencia de las megaestructuras (de hecho, yo entiendo que Killy recorre una Esfera de Dyson, que abarca desde la Tierra a miles de km más alla) que transmite Nihei es impresionante. Es verdad que hay pocos diálogos y la historia al principio es un poco canfusa, pero se compensa que una acción sin descanso y un gran carisma de sus protagonistas

Lord_Pengallan
Lord_Pengallan
Lector
19 julio, 2017 22:15

Algo publicado en 1997 NO puede recordar a una peli estrenada en 1999.

Matrix es una simpleza, Blame! es complejo. Que no use palabras no quiere decir que no sea complicada o «sesuda».

Mola más la edición de Biomega, la de Blame! es demasiado grande para el dibujo de Nihei. Lo opina uno que pilló en su momento las 1ª ediciones dambos mangas.

Vansalth
Vansalth
Lector
En respuesta a  Lord_Pengallan
21 abril, 2020 15:44

Matrix de simpleza no tiene nada. Solo las referencias que maneja ya son suficientes para hacerla interesante.
Ojalá todo el cine comercial tuviera esas aspiraciones y no fuera las patochadas de Marvel que nos tragamos año tras año.
PD: Blame es una auténtica maravilla, uno de los mejores mangas de ciencia ficción jamás publicados, y está edición es gloria bendita.