Con Bloodshot U.S.A. llegamos a un importante punto de inflexión en la historia que Jeff Lemire había planeado para el mercenario de Valiant, con el fin de su antecesora Bloodshot Reborn el autor nos mostraba el camino que Ray recorría desde que se quedase sin sus nanitos en The Valiant hasta que resucitase como arma viviente, esta nueva miniserie es el culmen en el que Lemire le devuelve al estatus de héroe pero con unos cambios importantes de actitud y de la propia concepción del heroísmo. Con esta miniserie de cuatro números, más un número cero, el guionista admitió poner punto y final a la etapa que había planeado en esta serie, sin embargo según la acababa se le ocurrían nuevas cosas que quería experimentar lo cual hará en la continuación llamada Bloodshot Salvation, serie que va por su séptimo número en Estados Unidos y la cual Medusa Cómics comienza a publicar el mes que viene en grapa con su maniobra de poner el primer número a un euro. Con los antecedentes, ese precio y la pinta que tiene será compra segura.
Hay tres formas de enfocar la lectura de este cómic, como una continuación de Bloodshot Reborn, la serie empieza en el mismo punto en que la anterior había acabado, con los diferentes Bloodshots a la deriva en una barca improvisada tras la destrucción de la isla donde el Proyecto Espíritu Renacido (P.E.R.) había experimentado con ellos y aquí continúa la trama que allí había quedado abierta, también se puede ver como un pequeño evento que hace la vez de continuación de The Valiant, al igual que Book of Death seguía con alguna trama de la miniserie, Bloodshot U.S.A. retoma ideas de la serie que nos presentó a Bloodshot por primera vez como un héroe de verdad protegiendo a Kay la Geomante, de hecho Bloodshot U.S.A. comienza con una larga explicación desde la perspectiva del P.E.R. que narra lo necesario para comprender todo lo que ocurre en la serie, es decir, se mantiene como una serie autónoma, no hay necesidad de leer lo anterior para comprender lo que aquí ocurre, algo habitual en Valiant para que los compradores más esporádicos se pueden acercar. Por último se puede enfocar como un cruce de Bloodshot con los que fueron sus colaboradores en varias ocasiones: Unity, aquí Ninjak, Livewire y Gin-Gr son los primeros en lanzarse a la acción y su presencia, sin ser tan fuerte como la de Bloodshot, es constante. Por mi parte añado una más, muy subjetiva en este caso, el de que la realiza uno de mis dibujantes favoritos de los habituales de la editorial, Doug Braithwaite (Ninjak, Imperium, X-O Manowar…), que hace un trabajo sublime como es habitual.
Como ya se venía viendo en la anterior serie, el P.E.R. tiene un plan de los suyos, liberan el virus Bloodshot en Manhattan convirtiendo a todos sus habitantes en máquinas de matar que se atacan compulsivamente los unos a los otros, todo ello da un toque muy diferente a lo que Lemire y sus dibujantes narraban en la anterior serie, una vuelta de tuerca que comienza con un estilo cercano al género zombi solo que sabiendo que no se puede dañar a los atacantes ante la idea de una posible cura. El resultado es fresco y cambiante como suele hacer Lemire con el personaje, los cuatro tomos anteriores tenían bastantes diferencias entre ellos y este no iba a ser menos, además una situación como esta siempre genera una buena escusa para ver pelear al personaje con Ninjak, lo que es agradable si te gustan las cabezas cortadas especialmente, o con Livewire, que quizás da más miedo.
Otro punto de diferencia es el de los villanos, el P.E.R. no aparecía hasta el último tomo de Bloodshot Reborn donde se dedicaban a fabricar el virus, a hacer una nueva arma (Deathmate) y a probarla contra los Bloodshots anteriores, sin embargo sus motivaciones en Bloodhot U.S.A. son diferentes, mucho más mundanas y vulgares a la vez que reales, son la empresa privada militar más avanzada e importante, infectan Manhattan para regresar como salvadores y obtener una posición de poder dentro del gobierno de los Estados Unidos, con el dinero de contratos que ello conlleva. Si Lemire utilizaba juegos mentales como parte fundamental de su historia en la anterior serie aquí todo es más rápido, más directo y menos engañoso.
Esto no significa que Lemire rompa con todo ni que deje de lado características que son muy propias del autor y que se ven en varias de sus obras, la mente será importante sobretodo en la relación entre Bloodshot y Kay, el tercer número parte la historia en dos, mientras Ninjak, Gin-Gr y los viejos Bloodshot luchan contra los ciudadanos infectados con Livewire entre ellos, Ray y Kay unen sus mentes en un intento de romper el domino que Deathmate ejercía sobre ella, una parte de la historia en la que nos devuelve a Bloodsquirt y que, siguiendo la línea de estos cuatro números, se desarrolla con rapidez.
Hay detalles que hacen que la lectura como minievento se sostenga más allá de las explicaciones iniciales, este tomo tiene una rapidez y una cantidad de acción física narrada más por el dibujo, con poco diálogo, que le diferencia considerablemente de la anterior serie, evidentemente esta es la maniobra editorial habitual de Valiant para captar nuevos lectores y, aunque las tramas a veces no sean sencillas, se trata que la obra sea totalmente comprensible, cada vez que hay un número 1 el lector se puede acercar sin miedo. Eso sí, este tomo se entiende mejor como final de etapa, como el punto al que Lemire quería llegar tras la anterior serie y se disfruta mucho más también al contraponerse a los primeros tomos y ver como la acción va creciendo progresivamente. Y lo bueno es que, aun con ese carácter de independencia, da fin a todas las tramas incluyendo a los personajes secundarios (Magia y la agente Festival) con su papel importante para detener al P.E.R..
Quizás lo que se le puede achacar, a diferencia de los anteriores tomos, es que Bloodshot U.S.A. es una historia más lineal y predecible, no juega con el lector, pero, a mi parecer, tampoco es lo que pretende, es el momento de dar acción y el propio personaje lo pide. También el final es algo simple pero está claramente hecho con intención de abrir nuevos frentes, uno Bloodshot Salvation y otro… ya se verá, pero parece encaminarse hacia unos nuevos villanos y unos nuevos héroes, es el carácter de «obra de transición» la única pega real que se le puede poner aun siendo una lectura autónoma.
La calidad narrativa del conjunto es muy buena y para finalizar nos encontramos con un número 0 donde Lemire trabaja con Renato Guedes, un dibujante brasileño que también hace un buen trabajo al que volveremos a ver por Bloodshot Salvation, para la ocasión, en vez de ir a narrar el pasado como suele ocurrir con estos números, nos ofrecen un epílogo en el que se cierra lo que quedaba abierto sobre los secundarios dejando así la historia lo más completa posible y que al mismo tiempo funciona como prólogo de la siguiente.
Bloodshot U.S.A.
Guión - 8.5
Dibujo - 9.3
Interés - 9
8.9
Virulento
Bloodshot U.S.A. es una buena lectura tanto de final de etapa como por sí sola, una gran dosis de acción junto a otros héroes de la editorial contra uno de los mejores y más reales villanos.