Bloodshot Volumen 4: H.A.R.D. Corps

 

Edición original: Bloodshot and H.A.R.D.Corps #’s 14-17 yy Bloodshot #0 USA (Valiant)
Edición nacional/ España: Aleta ediciones.
Guión: Joshua Dysart, Christos Gage y Matt Kindt.
Dibujo: Emanuela Lupacchino y ChrisCross.
Color: Brian Reber, Moose Baumann.
Formato: Libro rústica, 136 páginas.
Precio: 12 Euros.

 

Bloodshot es una serie de la editorial Valiant sobre uno de sus personajes de los años 90 al cual, igual que al resto de su universo ficticio y compartido, han reactualizado con bastante buenos resultados de cara al siglo XXI. La labor en los guiones de Duane Swierczynski ha llevado a la serie a unas cotas de corrección y entretenimiento genuino francamente notables. Ahora, con esta entrega y la marcha del escritor, la dirección de la cabecera cambia hasta el punto en que en Estados Unidos incluso cambió su nombre al de Bloodshot and H.A.R.D. Corps. Esto se justifica argumentalmente a través de la inclusión como coprotagonistas a partir de aquí de un grupo de personajes también procedentes del reciclaje de otra colección de la encarnación noventera de la editorial. Los H.A.R.D. Corps ya habían hecho aparición en la nueva Valiant como oponentes en el evento Las Guerras Harbinger, que de una forma orgánica cruzó los caminos de Bloodshot y de los protagonistas de la serie Harbinger, los Renegados de Peter Stanchek.

Este cuarto tomo retoma al personaje allí donde lo dejamos al final de dicho crossover: el asesino de psiots de piel blanca y círculo rojo en el pecho ha sido capturado por aquellos que sus creadores designaron como sus máximos enemigos: el japonés Toyo Harada y su fundación Harbinger. Sin embargo, el Proyecto Espíritu Renacido ve precisamente en esta circunstancia una oportunidad de recuperar al valioso activo que se les había rebelado, y no solo de evitar que Harada se haga con los secretos encerrados en su sangre nanotecnológica. Para ello, el Proyecto recluta a nuevos candidatos con los que reemplazar a los caídos de la unidad H.A.R.D. Corps durante la batalla de Las Vegas.

Charles Palmer, el jefe de campo de dicho grupo de operaciones cuyos miembros portan implantes que les permiten reproducir de forma limitada poderes psiónicos, no quiere seguir formando parte de ello. Sin embargo se siente obligado a acceder para tratar de evitarles a los novatos una muerte cierta si emprenden sin él su primera misión: nada menos que, claro, recuperar de manos del casi todopoderoso Harada a Bloodshot para que vuelva a servir al proyecto y se integre en H.A.R.D. Corps.

Como decíamos, otro de los cambios que trae este tomo es la sustitución de Swierczynski por Joshua Dysart, escritor de esa otra colección de Valiant que tanta relación tiene con esta, Harbinger, con la ayuda del siempre eficaz Christos Gage. A pesar de esto último, el cambio se nota y Dysart parece o bien no tener muy claro qué hacer para mantener el interés con la trama que ha heredado y que de ahí salga tan peregrino cambio de dirección, o que éste venga impuesto desde arriba y no sepa bien cómo gestionarlo. En cualquier caso la colección se resiente. Sin embargo el saber hacer de los coguionistas sigue patente por ejemplo con las interesantes pinceladas que nos da sobre los nuevos reclutas de H.A.R.D. Corps o con algunos diálogos entre Bloodshot y Palmer. Y es que a pesar de lo fácil que era con las premisas dadas crear un producto plano y cargado de testosterona militarizada, Dysart y Gage se las arreglan para no perder un toque de humanidad incluso con unos personajes que por definición son duros mas allá de toda medida. De todos modos, eso sí, es inevitable achacarles que

En lo gráfico, Emanuela Lupaccino se desenvuelve bien, dando continuidad al aspecto visual de un Barry Kitson que pasó a dibujar Harbinger (donde por cierto, dio signos de cierto agotamiento), aunque incorporándole un ligero toque más caricaturesco, propio del estilo de la italiana.

Cabe destacar de éste tomo la inclusión del número cero de la colección original. Y no solo por el magnífico arte de ChrissCross sino por la labor de Matt Kindt, al cual este redactor siempre le ha tenido como un escritor magnífico en sus proyectos más personales, pero un auténtico chasco en los trabajos que firma para el cómic mainstream. Sin embargo, aquí he de reconocer que Kindt está magnífico a pesar de tratarse de un relato muy breve, unitario y casi anecdótico. Ojalá el resto de lo que Kindt escribe para Marvel, DC o la misma Valiant alcanzase el nivel de esta historia de la iniciativa Bloodshot a través de las décadas contada desde los ojos de un científico especializado en nanotecnología.

Resumiendo, a pesar de sus hallazgos (que los tiene) globalmente el cuarto tomo de Bloodshot baja un poco el nivel respecto a las anteriores entregas. Es curioso, a estas alturas a Dysart le pasó lo mismo en Harbinger, al igual que a Kitson. Tal vez se trate de un cierto agotamiento de ideas tras el impulso inicial por parte de un guionista sobrecargado de trabajo. Quizás por ello se decidió dar un par de revulsivos al universo Valiant y sacudir de manera radical su status quo poco después. En cualquier caso, y a la espera de que nos llegue aquí la por lo que hemos visto hasta ahora magnífica Bloodshot Reborn, Bloodshot y HARD Corps tampoco es una mala lectura.