Entomología teñida de azul
En julio se publicó la miniserie de Blue Beetle, Día de Graduación. Fue a finales del mes pasado, pero hemos esperado hasta este fin de semana para hablar de ella motivados por el estreno de la película de acción real que ha llegado este viernes a las salas. En el Magazine de agosto le dedicamos espacio al personaje, en sus tres encarnaciones, para todos aquellos que quieran saber más del mismo, por lo que aquí nos vamos a centrar en comentar que se puede encontrar uno cuando abre este tomo editado por ECC, guionizado por Josh Trujillo y dibujado por el autor patrio, Adrián Gutiérrez.
Pero antes, como lo prometido es deuda, ya avisamos en el Magazine que estábamos preparando una pequeña sorpresa alrededor de la figura de Adrián Gutiérrez y fieles a nuestra palabra hoy mismo tenéis disponible la entrevista que nos ofreció amablemente esta misma semana. Así que tenemos, película, cómic y entrevista a uno de sus autores y estrella en ciernes. ¿Qué más se puede pedir?
Nuestro cómic en cuestión no es sino la primera miniserie del personaje, en un intento de continuar dándole protagonismo a un concepto que se resiste a morir dentro del Universo DC. No en vano estamos ante el tercer portador del nombre, bajo una encamación muy distinta a las dos anteriores, que busca ser protagonista de sus propias aventuras con el objetivo claro de satisfacer a un público juvenil en primara instancia.
Han pasado ya unos años desde que Jaime Reyes hiciera acto de presencia en 2006 y tras gozar de serie regular propia, su protagonismo fue decayendo hasta quedar en un limbo en el que no acababa de encontrar su sitio. La editorial se prestaba a dotarlo de espacio en diversos eventos y grupos, pero Reyes necesitaba algo nuevo y distinto para poder conectar con un nuevo lector, alejándose de su legado, pero sin traicionarlo, a la vez que se asentaba de manera clara y concisa en el propio Universo DC.
Fruto de todo ello llegó al mercado USA una miniserie de seis entregas en las que el personaje se enfrentaba a su propia crisis existencial no solo como héroe, sino como chaval que acaba el instituto y debe decidir que hacer con su vida. Y es que portar una armadura alienígena ultra poderosa y estar en el foco de toda una raza alienígena invasora, no ayuda en absoluto.
Trujillo construye un relato claro y sencillo donde pone de manifiesto la presión social que se ejerce sobre los adolescentes tan pronto como acaban su formación en el instituto. Parece que el tiempo apremia, que se acaba, que llega el fin del mundo, puesto que el sistema precisa de más hormiguitas obreras para continuar funcionando, sin que haya tiempo ni espacio para la persona que se esta formando. Esta idea sobrevuela toda la miniserie, aunque no se profundiza excesivamente en ella, dejando que sea tan solo un concepto real y palpable, una realidad, que acosa a los jóvenes de manera inexorable, generando incluso un estigma. Esa sutilidad se agradece porque si no la idea acabaría siendo machacona y dañaría a la historia en su conjunto.
El guionista no se olvida de que estamos frente a un cómic de superhéroes con tintes de ciencia ficción y salpimienta el conjunto añadiendo nueva mitología al personaje, un nuevo trasfondo que va más allá de ser un arma alíen a la que Reyes a logrado controlar, para introducir la visión que tienen los héroes consagrados de lo que puede o no pude hacer Reyes con su armadura y la desconfianza que despierta en las facciones más radicales de la Liga.
Esas son las dos ideas claves y lo demás es solo fuego de artificio, herramientas para aderezar el pastel lo suficiente para que tenga su dosis de acción, al tiempo que por narrativa y exposición sea un relato fresco, dinámico, abierto y directo a la hora de captar la atención del lector o la lectora que haya llegado hasta este tomo. Y muy consciente de todo ello, se cuenta con le trabajo de Adrián Gutiérrez, dibujante con un marcado estilo que bebe del manga y de múltiples influencias del cómic USA, para dilatar las pupilas de los aficionados.
El trabajo que despliega Gutiérrez destaca por la fuerza de su trazo, su composición de página y la expresividad de los personajes, llegando, incluso, en algunas ocasiones, a forzar la caricatura para enfatizar las emociones, incluso la de Blue Beetle, que porta una armadura, no lo olvidemos. Este estilo hibrido casa con el tono impuesto por Trujillo, dotando al conjunto de un aspecto actual y cercano para el lector. Su facilidad para componer la página, unido a escorzos agresivos y una cinética extrema imponen un ritmo visual alto, que se ve interrumpido por los diálogos lo que hace que, en algunos momentos, haya un choque entre lo que vemos y lo que se nos cuenta a través de los textos.
La obra cumple con su objetivo, pero no es un trabajo pensado para un amplio espectro de lectores. Al contrario, tiene muy claro a quien se dirige en todo momento. Hace tan solo dos días que DC ya a anunciado su continuación, subiendo las apuestas, con el mismo equipo creativo, por lo que parece que el enfoque de Blue Beetle, Día de Graduación, ha dado en la diana y va a ser adecuadamente explotado dentro de la editorial. Un trabajo fresco que busca asentar al personaje de nuevo, darle su propio espacio, acercándose a nuevos lectores más asiduos a otro tipo de cómics, con la esperanza de dar nueva vida a Blue Beetle en su encarnación de Jaime Reyes.
Lo mejor
• Tener tan claro a quien se dirige la historia.
• La frescura de la propuesta.
Lo peor
• Tener tan claro a quien se dirige la historia.
• El choque frontal de ritmo entre dibujo y textos.
Guion - 6.5
Dibujo - 8
Interés - 7
7.2
Capacidad de crecer.
Un miniserie que sienta las bases de un futuro prometedor y que logra consolidar ideas muy interesantes de cara a el desarrollo posterior. Un trabajo dinámico e intenso que peca de ritmo algo descompasado entre diálogos y dibujo.