El 25 Manga Barcelona, celebrado el pasado noviembre, planteó una serie de ambiciosas exposiciones para celebrar tan insigne edición del evento sobre manga y anime más importante de todo el territorio español. Entre nombres tan ilustres y relevantes como TEZUKA Osamu, el dios del manga, Dragon Ball, Doraemon, Escola Joso o el espacio dedicado a rememorar el cuarto de siglo del Salón, se coló una autora que está consiguiendo un merecido reconocimiento por parte de crítica y público con su primera obra larga.
YAMAGUCHI Tsubasa se licenció en 2014 en la prestigiosa Universidad Nacional de Bellas Artes y Música de Tokio. Tras una serie de pequeños trabajos para la editorial Kodansha fue elegida para realizar la adaptación al manga del cortometraje Ella y su gato, con el que el famoso director japonés SHINKAI Makoto se dio a conocer. En 2017, comenzó a publicar Blue Period, manga con el que ha obtenido importantes reconocimientos y galardones y la ha confirmado como autora revelación y joven promesa del cómic nipón.
Yaguchi Yatora es un estudiante de segundo de bachillerato, conocido por ser el líder del grupo de macarras de su curso. Sin cultivar ningún interés en particular, dejarse llevar por la inercia y hacer lo que su familia y amigos esperan de una persona de su edad, estudia el bachillerato de arte por ser el que menos esfuerzos requiere. A pesar de esta actitud pasiva ante todo lo que le rodea y dedicar las noches a salir, beber y fumar, obtiene calificaciones altas sin hacer grandes esfuerzos y, aunque no tiene claro su futuro académico, lo domina el pragmático pensamiento de dedicarse a algo tangible y productivo, que le aporte ingresos económicos rápidamente.
La historia comienza haciendo referencia al período azul de Pablo Ruiz Picasso. El célebre pintor malagueño, uno de los artistas más relevantes e influyentes del siglo XX a nivel mundial, pasó por una etapa donde sus pinturas estaban dominadas por esta gama monocromática, a raíz del suicidio de su amigo Carlos Casagemas, transmitiendo la tristeza, pesadumbre y melancolía que le produjeron esta irreparable pérdida. A pesar de que el protagonista se declara incapaz de apreciar el arte del genial pintor, más adelante plasmará el desierto paisaje de Shibuya utilizando estos tonos cromáticos, en lo que será el despertar de su interés por el arte y el hallazgo de su elemento, el campo donde sus cualidades pueden brillar y por el que siente mayor afinidad.
Un óleo realizada por Mori, una compañera del club de arte de tercer curso, representará una epifanía para Yaguchi, quien encontrará en ella un referente por su dedicación a la pintura, su tesón y la determinación con la que afronta su futuro. Gracias a los sabios consejos y la guía de la profesora del club de dibujo, el protagonista irá progresando de forma continua y se planteará la ambiciosa meta de acceder a la Universidad Nacional de Bellas Artes y Música de Tokio, algo que solo consigue uno de cada veinte aspirantes.
Ryûji Ayukawa, compañera de curso de Yaguchi y miembro del club de arte, será testigo de la evolución del protagonista, pasando por un amplio registro de emociones similares a las que pueden experimentar los lectores, ya que del desprecio inicial y la condescendencia pasa al recelo, el apoyo en ciertos momentos y la admiración que nunca admitiría, a la vez que comienza a verlo como un rival debido a los elogios y la atención recibida por parte de la profesora. Sin duda, esta tensa relación promete ser uno de los puntos de interés de los próximos volúmenes.
El dibujo de Yamaguchi es sumamente expresivo y resulta el vehículo ideal para narrar el viaje introspectivo de Yaguchi, su despertar artístico y la divulgación de la apabullante cantidad de aspectos técnicos con los que despierta el interés de los lectores y dota a su obra de un carácter didáctico. Y es que, las explicaciones sobre iluminación, sombreado, volúmenes o cromatismo se ven apoyadas por esos procedimientos plásticos, que la autora utiliza hábilmente para dotar las lecciones de un imprescindible apoyo visual, produciéndose una conexión sinérgica entre el lenguaje escrito y el lenguaje gráfico.
La autora hace gala de sus conocimientos del mundo del arte a lo largo de toda la obra, demostrando su formación académica. Así, poco a poco irá introduciendo en el desarrollo argumental, al mismo tiempo que se desarrollan los aprendizajes de Yaguchi, conceptos básicos de dibujo, técnicas para conseguir determinados efectos visuales, el uso de herramientas e instrumentos cuyo uso correcto requieren un tiempo concreto, perspectivas, sombras, iluminación, volumen, combinaciones y contraposiciones cromáticas, encuadres, traslación de las proporciones al lienzo, e incluso la composición química de las pinturas.
El pasado mes de octubre, Milky Way Ediciones publicó el primer volumen de Blue Period. Se trata de un tomo en tamaño B6 (130×180 mm) con encuadernación rústica y sobrecubierta, que incluye las páginas originales a color y tiene un papel de buena calidad, por lo que no se producen transparencias. Si retiramos las sobrecubiertas, en las propias cubiertas del tomo encontramos unas pequeñas tiras de cuatro viñetas sobre los amigos de Yatora, además de las dos que se incluyen en las últimas páginas sobre el propio Yatora y Yuka. También encontramos un bonito detalle al final del volumen, y es que la autora dedica dos páginas para agradecer el trabajo de sus asistentes y de las personas que han hecho cada uno de los dibujos artísticos y pinturas al óleo que realizan los personajes de la historia. Es de agradecer el reconocimiento de la labor de personas que normalmente permanecen invisibilizadas. A día de hoy, la serie acumula seis tomos recopilatorios en Japón y continúa abierta.
VALORACIÓN GLOBAL
Guión - 8.7
Dibujo - 8.5
Interés - 8.6
8.6
Shibuya es azul
El primer volumen de Blue Period es una excelente carta de presentación de una autora colmada de talento. La excelente narrativa, la complejidad de su protagonista, el expresivo dibujo y las detalladas explicaciones sobre conceptos, técnicas y herramientas artísticas hacen de él un manga tan interesante como refrescante.