Bola Ocho 7 de Daniel Clowes
Queda muy poco para una de esas comidas familiares en las que muchas veces se producen momentos incomodos por los problemas de comunicación entre un grupo de gente que tiene vínculos de sangre, así que no han elegido libremente del todo pasar la noche juntos. Un problema de incomunicación que a mí me recuerda a los que vemos en muchas de las historias de Daniel Clowes, así vamos con el análisis de número siete de la colección aparecido en noviembre del año 1991. Un mes en el que la pandemia del SIDA se hizo mucho más real para toda la población ya que Freddie Mercury falleció el día después de confirmar que padecía la enfermedad y Magic Johnson anuncio su retirada como jugador de baloncesto de la NBA tras comunicar que había contraído el VIH.
En la impactante portada de este número vemos un cambio en el diseño del título, la tercera vez que pasa en la serie que ya no repetirá el mismo diseño en los siguientes números. En las guardas de la impecable edición de Fulgencio Pimentel podemos ver juntos todos los diseños del título. Un detalle que nos vuelve a recordar el mimo que ponía en esta obra Clowes encargándose de todo lo que podíamos ver desde el diseño del título y las portadas hasta el de los anuncios publicitarios de números atrasados y merchandising que nos permiten intuir la buena recepción que estaba tenía la revista. Ese control por el producto final, pese a las jugarretas de las imprentas, se convierte en una de las señas de identidad de la serie a la que el paso del tiempo y la enorme calidad de las historias ha otorgado el marchamo de clásico del medio.
La primera historia que tenemos es Pollafina el Follabichos, un título que ya nos deja claro lo que nos vamos a encontrar en ella. Después nos encontramos con la séptima entrega de Como un guante de seda forjado en hierro en la que nos volvemos a encontrar con más preguntas que respuesta y donde el nivel de conspiranoia y locura de la trama tiene varias vueltas de tuerca con la aparición de tres nuevos personajes. Por suerte parece que Clowes vuelve a encarrilar la historia que ahora parece que se aproxima a un final. Como siempre el apartado gráfico va en continua progresión y pese a lo bizarro de la historia la claridad narrativa sigue siendo la nota predominante.
Luego nos encontramos con Art School Confidential, una historia de cuatro páginas que Clowes improviso a última hora para poder tener las páginas necesarias para cerrar el número. En ella relataba sus experiencias en el Pratt Institute estudiando arte. Una nueva parodia del arte que pensaba que iba a pasar sin pena ni gloria, pero adquirió una popularidad enorme en el entorno de las escuelas de arte. En sus páginas nos volvemos a encontrar con el humor caustico maraca de la casa que no deja títere con cabeza y aprovecha para pasar algunas cuentas pendientes con algún profesor y compañero, aunque también para reírse de nuevo de sí mismo. En 2006 se convirtió en la en la segunda adaptación cinematográfica de su obra tras el éxito de Ghost World. Como sucede en esta tras las cámaras estaba Terry Zwigoff, que escribió el guion junto a Clowes y cuenta en su reparto con actores como Max Minghella, Sophia Myles, John Malkovich, Jim Broadbent o Anjelica Huston. Aunque se puede ver la mano del autor de Monica, las cuatro páginas de la historia no daban para poder hacer una historia tan larga y los añadidos hacen que se convierta en una historia algo más convencional, pese a los asesinatos de un psicópata. La cinta fue un fracaso tanto en la taquilla como a nivel crítico y pasó sin pena ni gloria.
El número se cierra con Chicago, un “homenaje” a su ciudad de origen, pero al estilo Clowes. En esta historia a color vuelve a ejercer como narrador con ya sucede en Art School Confidential para ofrecernos un recorrido por las partes más cutres de su ciudad y sobre la imagen intentaban proyectar ejerciendo una crítica tan despiadada como divertida. El brillante retrato que hace sobre el ciudadano medio de la ciudad es afilado como un bisturí y sirve para comprender en parte la realidad de la clase media actual de todo el país.
Tras el anterior número que resultaba bastante anodino, en este las historias remontan el vuelo mientras nos aproximamos a las últimas entregas de las bizarras aventuras de Clay.
Entregas anteriores:
Primera parte.
Segunda parte.
Tercera parte.
Cuarta parte.
Quinta parte.
Sexta parte.
Tras una necesaria pausa navideña nos vemos en dos semanas con el análisis del octavo número de la serie aparecido en mayo de 1992.