Bolland strips!

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Edición original: Bolland strips! (Palmano Bennett Book/Knockabout, 2006).
Edición española: Bolland strips! (Ediciones Glénat, 2007).
Autor: Brian Bolland.
Color: B/N.
Formato: Tomo cartoné, 100 págs.
Precio: 15€.

 

Cuando un aficionado de bien tropieza con un álbum de Brian Bollad nace de inmediato el deseo irrefrenable de llevárselo a casa para su deleite. El inglés, nacido en Lincolnshire en 1951, ha marcado a fuego la historieta anglosajona gracias a su labor en el Juez Dredd (para el que creó gráficamente al Juez Muerte y a la Jueza Cassandra Anderson), en la revolucionaria Camelot 3000 (con guiones de Mike W. Barr) y en la influyente Batman: La Broma Asesina (escrita por Alan Moore), que le valió numerosos galardones (incluyendo el Eisner). Con un dominio de la anatomía, la composición, la iluminación o la perspectiva que solo puede calificarse de maestría, Bolland se decantó entonces por la ilustración, concentrando su talento en las portadas de series como Wonder Woman, Batman, Animal Man o Dial H. Una verdadera pena pues, aun regocijándonos con sus prácticamente insuperables versiones del Joker o la Mujer Maravilla, sus talentos narrativos son también excepcionales, con una precisión rítmica capaz de engarzar las virtudes antedichas en una fórmula invencible. La escasez de su obra historietística, además muy dispersa (un estupendo relato para Batman: Black & White o unas pocas páginas en Los Outsiders, en Heroes for Hope, en 52 narrando los orígenes de Animal Man o Zatanna, etc.), explican que el reencuentro con su arte provoque un general alborozo.

¿Pero qué es Bolland strips!, aparte de una cita ineludible con el caro artista (y un “inocente” juego de palabras)? La respuesta más sencilla: un cajón de sastre para trabajos desperdigados fuera de las grandes compañías, organizados en tres convenientes ejes.

La actriz y el obispo

Cuenta el autor con cierto detalle la inspiración para esta singular parejita que personifica un chascarrillo libidinoso de la cultura inglesa. En sus palabras, “la Actriz y el Obispo vieron la luz en un dibujo ligeramente ofensivo que hice para un portafolios francés”. La ilustración a que se refiere fue la escogida por Glénat para la cubierta de la edición española, y puede llevar a engaño sobre su contenido. Bolland aparca la insinuación lujuriosa y la provocación en cuanto, a instancias de Gary Leach y Dave Elliot, fundadores de Atomeka Press, necesitó convertirlos en vehículos para sus tramas. “Creí que lo menos interesante que podía hacerse con ellos era convertirles en porno”, explica. De modo que pasa de puntillas por las implicaciones transgresoras y prefiere centrarse en una suerte de costumbrismo irreverente muy inglés.

Las dos primeras historias (“Van en barco” y “Dan una fiesta”) son ejercicios de tres páginas brillantes e intrascendentes, deliciosos en su potente acabado formal que mezcla el minucioso trabajo gráfico que asociamos con Bolland con las rimas fáciles de canción infantil, equilibrados en caracterización rápida, juegos de palabras y retranca final satisfactoria. La tercera, sin embargo, aunque mantiene estas constantes, es una lección expositiva de cierta complejidad y ambición. Titulada La cosa del cobertizo, tan pronto remeda las historias del Creepy como reflexiona sobre la decadencia, la fugacidad del instante, las rutinas de vecinos, la belleza del cuerpo femenino (de un modo más naturalista que sexual) o la propia idiosincrasia del relato, combinando técnicas visuales llamadas a reproducir en imágenes el efecto del pareado de la prosa, de forma que casi podría hablarse de una constante “aliteración” de viñetas en las que el significado narrativo depende de la sutil manipulación de un pequeño elemento (sea este una leve corrección del encuadre; o un tendedero a veces lleno, a veces vacío; hojas que se dispersan con el viento; o el cambio de posición de un objeto, como un cerrojo; etc.) o de la maquiavélica composición de página, alternando viñetas repetidas con imágenes de nuevo cuño (el mejor ejemplo de ello puede verse comparando las páginas 16-17 con las 25-26), con notabilísimo éxito. Para quien esto escribe, 20 páginas sin desperdicio que justifican, con su sola presencia, la adquisición de este libro.

La Actriz y el Obispo conjuga la maliciosa musicalidad del texto con un dibujo portentoso
La Actriz y el Obispo conjuga la maliciosa musicalidad del texto con un dibujo portentoso
Mr. Mamoulian

Agotado quedó Bolland de su exhaustiva labor en La Broma Asesina, hasta el punto de que él mismo admite que había perdido el placer por el dibujo. Para recobrarlo se volcó en una caricatura perpleja y solitaria con la que tratar temas cercanos, sin más atadura que el gusto personal, y reinventando su línea para que se simplificara y desmenuzara con la expresividad descuidada del boceto.

El problema de Mr. Mamoulian, más allá de que las tiras nos parezcan buenas, malas o regulares, es que el personaje carece de atractivo memorable. Ni secundarios, ni gags, ni estilo literario o gráfico ofrecen nada que arrebate al lector. Antes bien, el autor se antoja absolutamente despreocupado de que haya, siquiera, un lector al final de la cadena. Tampoco son muchas páginas para juzgar: poco más de 50. En resumen: no estaríamos hablando de ello si no fuera por el nombre de Brian Bolland. ¿Significa entonces que la propuesta carece de interés? Al contrario, su lectura puede resultar muy gratificante… siempre que establezcamos las relaciones pertinentes con la bibliografía del autor.

Más visceral e inconsciente, entre lo más valioso que ofrece Mr. Mamoulian destaca la posibilidad de atisbar el proceso creativo sin los “filtros” de las obras más redondas y cuidadas. O sea: Bolland está aquí apenas enmascarado. Su digresión sobre el arte abstracto, por ejemplo, puede ser algo pueril, pero no está impostada. Y así todo. Comprendemos que el autor es un carácter meticuloso, concienzudo hasta lo paralizante, cuando se examina la variedad de vocabulario y el gusto por la enumeración de sus guiones. La propia trampa del dibujo que le inhibía, que le obligó a soltar el lastre de su perfección paradigmática para volver a respirar con libertad, va recuperando terreno en la tira, al mismo tiempo que ganan peso ninfas desnudas exquisitamente delineadas con la fascinación del viejo verde. Bolland carece de intuición para el gag. En la tira prima una melancolía esencial, fruto del que mira la vida desde la ventana intentando comprender, sin inmiscuirse demasiado, sus infinitas sutilezas e imperfecciones. El humor, cuando lo hay, procede más de la bonhomía que de la comicidad o el absurdo.

Es lástima que Bolland no conociera Las puertitas del Sr. López. Se barrunta en las ensoñaciones de Mr. Mamoulian una pretensión de hollar parecidas sendas desmitificadoras, con una mirada en la restauración del erotismo -incluso el fetichismo- en los hábitos cotidianos. Pero Bolland queda muy lejos de la obra maestra de Trillo y Altuna, quizá por su misma pretensión primitiva de “válvula de escape”, de divertimento, de pasatiempo inocuo.

Poco a poco Mr. Mamoulian va integrando en su tónica desenfadada al Bolland habitual
Poco a poco Mr. Mamoulian va integrando en su tónica desenfadada al Bolland habitual
Portafolio

Cierra el volumen una colección de ilustraciones del Bolland más canónico y audaz, decididamente decantado por el erotismo y la ficción lovecraftiana, de amable irreverencia; hermosos trabajos en tinta china, sin coqueteo con la informática, como sus trabajos más recientes, con esa capacidad sobrehumana para las texturas. Este apartado recupera láminas realizadas en origen para el mercado francés, amén de curiosidades de distintas procedencias.

El libro contiene ilustraciones variadas ejemplo del talento polifacético de Bolland
El libro contiene ilustraciones variadas ejemplo del talento polifacético de Bolland
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the drummer
the drummer
Lector
7 julio, 2014 12:54

precisamente este fin de semana me topé con ese volumen entre los saldos del metropoli (un festivalillo de inspiración friki que ha arrancado este año en gijón y del que, extrañamente, por aquí no os habéis hecho ningún eco) y, pespués de pensarlo un par de veces, lo devolví al cajón. mecagontodo.

pd: en cambio me pillé el ‘light & bold’ de trillo-bernet por 1€ y el ‘de vuelta a casa’ de abuli-bernet por 5,95.

Spirit
Spirit
Lector
7 julio, 2014 14:22

A mí Bolland me parece uno de los mejores dibujantes mundiales, por encima de cualquier otro sea o no del género de súpers. Es una lástima que su perfeccionismo enfermizo (y, por qué no decirlo, cierta comodidad laboral) haya impedido que tenga más producción, aunque avanzo para sus detractores que ésta tampoco es desdeñable. El debate vendría ser…¿es preferible alguien que haga 300 páginas en su vida que quiten el hipo y marquen la retina u otro que haga 3.000 como churros?

Creo que fui el único que se compró este álbum en su momento y a su precio original. Lo digo porque no paro de verlo saldado a 4 euros o similar cuando yo apoquiné los 15? 17? que costó. Coincido con la reseña; Bolland ni es buen guionista ni cuando se aleja de ese dibujo hiper detallado y realista tiene otras virtudes que compensen. Pero es Brian Bolland y yo me compro de este señor hasta los garabatos de las servilletas. Solo por ver los gestos de la actriz y el abispo ya vale la pena su compra.

mespinpe
mespinpe
Lector
7 julio, 2014 14:34

Pues discrepo. A mi Mr Mamoulian me pareció enorme. Me gustó bastante más que la sosez de la actriz y el obispo. Menos realista pero más imaginativo en el dibujo y me sorpendió mucho su labor en los guiones. Pero ya se sabe, para gustos los colores.

frankbanner71
frankbanner71
Lector
7 julio, 2014 18:46

mr.mamoulian era el equivalente al maxwell the cat de alan moore.ambos,ejercicios de estilo que funcionan como valvula de escape para el autor(para desengrasar de materiales más densos)pero de(muy) escasa relevancia,y aún menos gracia.

a este tomo de historietas dispersas le faltaria,sin embargo,alguna que otra que ronda por ahí.al menos yo conservo alguna de cuando se publicaba el CIMOC.por ejemplo,ZIRK,una historieta espacial de 4 páginas.

ó una con mucha más enjundia en el apartado grafico(de lo mejorcito.parece recien salido del camelot 3000)como es HARRY LA CABEZA.esta de 10 páginas. y en cualquier caso,para completistas y/o amantes del dibujo del britanico.porque si lo que se busca es una buena historia…..

Belanner
Belanner
Lector
8 julio, 2014 0:57

Tengo este tomo y he dedecir que es una joya en bruto.
Los dibujos y narrativa de La Actriz y el Ovispo son de estudio, y Mr.Mamulian no se queda atrás con su humor inocente y satírico.

Coincido totalmente con Spirit. Bolland es de los ilustradores más grandes y completos que ha dado el mundo del comic.

guolberin
guolberin
Lector
9 julio, 2014 18:10

A mí Camelot 300 me gusta más que Ronin, peor menos que TDKR, Watchmen, Borma asesina, por ejemplo. De la WW de Pérez depende, los primeros molan, pero para mí esa serie pega un bajonazo muy pronto, no recuerdo ahora, pero alrededor del 12 o 15, aunque me pasa igual con Question,JLAJLE, y Supes de Byrne. También me causaron bajonazo al cabo de unos cuantos números.

«(Que, por cierto, esto es lo que fue realmente la DC de los 80. Nada más -y nada menos, ojo-. Igual me he dejado Batman y los Outsiders.)»

No, no te la dejas, esa serie no está mal, pero vamos, no la pondría yo en la cima de la DC ochentera, sin Davis, serie del montonazo. Antes pondría el Batman de Barr y Davis, ya puestos. Ah, y te has dejado Batman Año Uno, ¿no? ¿Y animal Man de Morrison? ¿No entra en los 80? No recuerdo ahora de qué año es.

En todo caso, estoy de acuerdo con que Camelot 3000 necesita reedición digna, yo tengo el tomillo integral sin portadas y no lo cambio, pero para el que no lo tenga y lo quiera, y así pueda pillarlo bien.

guolberin
guolberin
Lector
9 julio, 2014 18:21

Por cierto, que yo este tomo de Bolland lo tengo y psé, ni lo del Obispo ni lo del Mamoullian me acabaron de convencer, y eso que de éste último había leído algunas tiras en los Cimoc y entonces me gustaron, de hecho, fue por eso por lo que me lo compré.

Ocioso
Ocioso
Lector
9 julio, 2014 18:37

Todas las editoriales posteriores a Zinco han hecho gala de una nula imaginacion al repetir exactamente los mismos clasicos. El colmo s que repitan sus errores. Si preguntas a un editor de ECC por las portadas ez probable que crea que solo existan las que sacó Zinco y no se plantee que haya un material inédito.
El dia que se enteren de que los tebeos eran americanos y no de Zinco lo van a flipar.

Mr. X
Mr. X
Lector
9 julio, 2014 18:47

«Ocioso
9 julio, 2014 de 18:37
Todas las editoriales posteriores a Zinco han hecho gala de una nula imaginacion al repetir exactamente los mismos clasicos. El colmo s que repitan sus errores.»

Puede, pero no me negará usted que Norma, Planeta y ahora ECC han inventado un montón de errores nuevos.

«“(Que, por cierto, esto es lo que fue realmente la DC de los 80. Nada más -y nada menos, ojo-. Igual me he dejado Batman y los Outsiders.)”

Jorgenexo no se leerá jamás Swamp Thing para no reconocer que fue la mejor serie regular de la historia pijamera.

ross andru
ross andru
Lector
9 julio, 2014 20:25

Brian Bolland es de mis dibujantes favoritos y lo que más me gusta de él es lo que hizo en la revista 2000 AD con el juez Dredd. Deberían hacer justicia y editar en condiciones Camelot 3000, apoyo la moción.

Arturo Porras
9 julio, 2014 21:54

Otro voto para la publicación de Camelot 3000 como se merece. Uno de mis lecturas definitorias de juventud. Yo ya tengo el absolute, pero para las generaciones que no lo conozcan, un cómic muy recomendable. Y se se pone Ecc, también apoyo la de Batman y los Outsiders,

frankbanner71
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Lector
9 julio, 2014 22:19

lo de HARRY LA CABEZA a lo que me referia antes.desgraciadamente no la pude pillar en ep-pañó.pero bueno…

http://www.tumblr.com/tagged/harry_the_head

(pinchando en off-panel).

el estilo de dibujo,las tintas,me recuerdan mucho a la época de lo de CAMELOT 3000,¿no?.

Spirit
Spirit
Lector
9 julio, 2014 23:04

Camelot 3000 sí que tiene bastante reconocimiento. Lo tuvo en su época y lo tiene en la actualidad. Aunque es cierto que no al nivel de dark night y demás obras ochenteras, pero es que la historia en sí está muy bien pero tampoco rompe esquemas en nada. En realidad creo que ha pasado a los anales de la historia, aparte por el dibujo de Bolland, por ser la primera maxi serie destinada a un público adulto y directa a librerías. En todo caso, apoyo una reedición con portadas, que yo también tengo el tomo de zinco.

Yo creo que la producción de Bolland fuera de dc y el juez dreed apenas ocuparía 40 páginas. Pero a ver si alguien se anima. Yo tengo localizada una historia corta para esas antologías de eclipse y poco más…

Antoine
Antoine
Lector
10 julio, 2014 1:42

Jorgenexo no se leerá jamás Swamp Thing para no reconocer que fue la mejor serie regular de la historia pijamera.

Hombre, la etapa Moore, es una etapa a la altura de lo que quieras. Pero, ni es muy pijamera, ni como serie regular en general, más bien solo la etapa del barbas. Yo como serie regular, con regularidad a lo largo de años y años de calidad, pondría las series regulares del capi y Spiderman.