Un western telúrico, dramático y excesivo
«Si te sirve de consuelo, chico, a veces es mejor perder la cabeza que un brazo. Los muertos no sufren, pero los mancos padecen toda la vida»
Todo es grandioso en
Bouncer nos narra las aventuras de un vigilante de saloon manco que se ve envuelto en varios conflictos, algunos de los cuales familiares, que le obligan a intervenir aunque no sea esta su primera intención.
El protagonista vive en relativa calma en un pueblo perdido del Oeste más desértico llamado Barro-City. Es el encargado de seguridad de un tugurio llamado Saloon Infierno, un lugar relativamente amable dentro de una población absolutamente violenta y caótica donde los representantes de la ley o están corrompidos o no duran ni un mes en el cargo. La acción se sitúa justo al finalizar la guerra de Secesión.
En el primer ciclo de la saga, Bouncer se enfrentará a uno de sus hermanos, capitán y cabecilla de una banda de soldados sudistas renegados, para ayudar a su sobrino – hijo de su otro hermano – a vengar la muerte de sus padres. Esta terrible historia de crueles enfrentamientos entre tres hermanos bastardos, con enormes reminiscencias bíblicas y shakesperianas, nos ayudará a conocer la terrible infancia del matón protagonista, las circunstancias de la pérdida de su brazo y la figura de la matriarca familiar, llamada Auntie Lola, prostituida desde los 13 años. Lola fue una mujer que tomó las riendas de su destino a base de ser más fuerte que los hombres, hasta que un diamante colosal llamado El ojo de Caín conseguirá que lo pierda todo, enloquecida por la codicia. En este primer arco argumental se asientan las bases de la serie que se desarrolla en cinco ciclos, los tres primeros presentes en este álbum recopilatorio.
Más venganzas y más abusos de poder por parte de los conquistadores sajones frente a los pobladores indígenas conforman los dos siguientes arcos donde seguiremos asistiendo a importantes revelaciones del pasado y donde Bouncer pasa de matón a verdugo, de espectador escéptico a protector de los más desprotegidos, de cínico pistolero a guardián de los territorios sagrados de los indios, de amante masoquista a dominador amoroso y de futuro esposo de una prostituta de gran corazón a enloquecido pretendiente de dos gemelas muy especiales.
Jodorowsky compone sus tramas más por acumulación que por orden de importancia, por lo que a menudo el argumento principal queda disimulado en medio de oscuros meandros e inesperados giros de guion. Sus historias son siniestras, violentas y excesivas. Todo en Bouncer es melodramático y operístico, salvo los algunos pasajes de cierta calma, generalmente relativos a la meditación y a la comunión con la naturaleza. Bouncer es una serie tremendamente desmesurada, monstruosa y desbocada que la experiencia del chileno sumada al genio artístico y narrativo de Boucq consiguen domesticar.
El arte de François Boucq, y el de sus colaboradores al color, es fundamental para que la serie adquiera la credibilidad y la espectacularidad necesarias.
El artista francés plantea cada página como un enfrentamiento entre el clasicismo y la experimentación. Sus paisajes cobran vida a base de adoptar formas casi humanas y sus escenarios acumulan lodo, piedras y polvo del desierto hasta impregnarlo todo. Los pueblos presentan formas abigarradas y barrocas, de callejuelas sombrías y avenidas principales surcadas por infinitas rodadas que van a parar a apestosos y profundos charcos. Los bosques son frondosos, exuberantes, gigantescos, de árboles mastodónticos y valles interminables donde no se puede divisar el fin.
En estos paisajes hercúleos y llenos de referencias anatómicas, los personajes que los atraviesan son gigantes de rostros fieros y depravados; mujeres fibrosas llenas de determinación; niños asesinos o apaleados; indígenas orgullosos vapuleados por la invasión blanca… en definitiva, son seres heridos, incompletos que pasean sus cicatrices por estos escenarios colosales buscando unas metas que jamás alcanzarán.
Boucq utiliza un esquema de página que suele estar dividido en cuatro tiras de una a cuatro viñetas cada una. Sus encuadres ofrecen planos muy generales donde predomina la composición panorámica acentuada por una aproximación artística al uso del gran angular fotográfico. Pero tampoco desdeña el uso del primer plano y el primerísimo primer plano. Su narrativa es febril, eléctrica pero asombrosamente exacta, límpida y perfectamente legible. Combina con enorme acierto espectaculares páginas de acción con hondas secuencias reposadas y líricas.
El color toma impetuosamente el protagonismo de la narración usando el contraste del naranja y los rojos del paisaje desértico con el verde de los vestidos femeninos o el gris azulado de los uniformes de los soldados. Las salidas del sol, los ocasos, los tiroteos nocturnos… todos están resueltos con secuencias casi monocromas punteadas de violentos contrastes cromáticos. El verde intenso de los bosques brilla de forma balsámica bajo los cálidos y dorados rayos del sol.
Este western tan atípico se estrenó en Francia en 2001. Publicado por la editorial Les Humanoïdes Associés, ya ha alcanzado los once álbumes, el último hasta el momento lanzado en 2018. Todos los volúmenes están dibujados por el artista de El janitor, en cambio solo los nueve primeros cuentan con guiones de Alejandro Jodorowsky ya que los dos últimos son del mismo François Boucq.
En castellano Norma Editorial empezó su edición de la serie en volúmenes unitarios en 2002 y llegó hasta el séptimo, publicado en 2010. Dos años más tarde lanzó un tomo integral con estos mismos episodios a un tamaño reducido, por lo que esta edición del 2022 deviene la definitiva. Quedan por publicar cuatro historias del personaje.
Respecto a este integral, que ha publicado Norma Editorial en 2022, cabe decir que está compuesto por las siete primeras historias del personaje que están divididas en tres ciclos. El primero, llamado El ojo de Caín incluye los dos primeros álbumes de la serie: Un diamante para el más allá (2001) y La piedad de los verdugos (2002), son fechas de publicación en Francia. El segundo arco, que se podría titular La venganza de los adoradores de serpientes, consta de los tres tomos siguientes: La justicia de las serpientes (2003); La venganza del manco (2005) y La presa de los lobos (2006). Finalmente el tercer ciclo incluido en este integral está formado por el sexto y séptimo álbum de la colección que son: La viuda negra (2008) y Corazón desgarrado (2009), un ciclo que podría llamarse como El guardián de la Tierra Sagrada.
Tres arcos argumentales con siete álbumes que, de alguna manera, conforman un ciclo cerrado.
Las biografías y las carreras profesionales en el campo de la historieta de los dos autores principales de Bouncer son bastante conocidas por los aficionados más veteranos del medio, sin embargo no está de más recordarlas a grandes trazos.
Alejandro Jodorowsky nació en la ciudad chilena de Tocopilla en 1929. A los 24 años emigra a París y en 1960 se traslada a México y luego, en 1972, a Nueva York. Desde 1974 vive en Francia. Es escritor, autor teatral, guionista de cómics y guionista, actor y director de cine. Fundó el Movimiento de Pánico junto a Fernando Arrabal y Roland Topor. Destaca por su creación de la psicomagia, una disciplina artística y curativa que combina los ritos chamánicos, el teatro y el psicoanálisis. También considera el tarot como una disciplina sagrada que revela los códigos secretos de la existencia.
La carrera de Jodorowsky en el campo de la historieta, sobresale por incluir numerosas series de gran éxito, dibujadas artistas extraordinarios. Su debut se produce en 1966 en México donde crea la serie Aníbal 5 junto al dibujante Marco Moro y de la que publicarán seis álbumes. Tras varias obras más, algunas con Moro y otras en solitario, en 1978 se introduce en el mercado de la bande dessinée junto a Moebius con la historia corta titulada Los ojos del gato y más tarde con la famosa saga interestelar titulada El Incal (1981-1989) con la que también realizarán seis tomos. Su siguiente colaboración es con el dibujante Arno con el que publicará Las aventuras de Alef-Thau (1983-1998), con el dibujante italiano Silvio Cadelo realizará el díptico titulado genéricamente La saga de Alendor que se compone de El dios celoso (1984) y L’Ange Carnivore (1986). Un año más tarde empieza su primera gran serie con Georges Bess titulada El Lama blanco (1987-1993) de la que realizan seis álbumes, los dos también crean la serie Juan Solo (1995-1999) y la recreación de Aníbal 5 en dos álbumes. Con François Boucq firma Cara de luna (1991); El tesoro de la sombra (1999) y la serie Bouncer (2001-2018).
Jodorowsky continúa su colaboración con Moebius con El corazón coronado, una miniserie de dos álbumes. En 1992 empieza su largo ciclo de La casta de los Metabarones (1992-2017) que le llevará a trabajar con el dibujante argentino Juan Giménez a lo largo de 10 años para publicar ocho volúmenes de la serie. Escribe Los Borgia (2004-2010) que publica junto a Milo Manara,que han producido cuatro volúmenes y finalmente crea la saga Los caballeros de Heliópolis (2017-2020), una serie acabada que dibuja Jérémie Petiqueux. Actualmente está embarcado, junto con Bess, en el segundo ciclo de la serie El Lama blanco del que ya han realizado tres episodios y de los que los dos primeros están convenientemente publicados.
Por su parte, François Boucq nació en la ciudad francesa de Lille en 1955, donde reside actualmente. Estudió Bellas Artes y en 1974 viaja a París para dar a conocer sus trabajos humorísticos. Allí recibe encargos de Le Point, L’Expansion, Le Matin de Paris o la versión francesa de la revista Playboy. Otra vez en Lille, empieza a colaborar en revistas de cómics como Mormoil, Pilote y Fluide Glacial en colaboración con guionistas como Delan o Pierre Christin. Es en otra de estas revistas mensuales – en (À Suivre) – donde obtiene su primer éxito con una serie de historias cortas con guion propio agrupadas bajo el título genérico de Pioneros de la aventura humana. En esta época empieza también la colaboración con el novelista y escritor Jerome Charyn con obras como La mujer del mago (1986) y la extraordinaria Boca de diablo (1989) donde adopta un estilo más realista cercano al de uno de sus maestros; Alexis.
Realiza numerosos trabajos de ilustración entre los que destacan las portadas para la saga de novelas San-Antonio del escritor Fréderic Dard. En 1991 empieza su colaboración con otro de sus guionistas habituales, Alejandro Jodorowsky con el que firma Cara de luna; El tesoro de la sombra (1999) y la serie Bouncer.
Otros trabajos de François Boucq son la serie El Janitor con guion de Yves Sente, con cinco álbumes realizados entre 2007 y 2017 o Colonel Amos (2011) con guion de Alcante.
Sus últimas obras publicadas son Le Petit Pape Pie 3.14, escrita y dibujada por él mismo y que publica Fluide Glacial y también Un général, des généraux, con guion de Nicolas Juncker, publicada por Le Lombard. Ambas son de febrero del 2022.
François Boucq combina sus trabajos en la bd con la ilustración de carteles, portadas de libros o discos y como dibujante del juicio del caso del Hotel Carlton de Lille.
Esta nueva edición de Bouncer a cargo de Norma Editorial es, como ya hemos apuntado, significativamente más grande. La del año 2012 medía 26’5×19’5 cms y la que estamos reseñando mide 32×24 cms, lo que supone una mejora importante a la hora de apreciar el extraordinario arte de Boucq y también para leer correctamente algunos textos de apoyo. El tomo es en tapa dura, tiene un papel excelente y está muy bien impreso. Conserva las portadas originales a modo de ilustración a toda página y no tiene ningún tipo de articulo de fondo. La portada de este integral es mejorable, existen numerosas opciones más atractivas en el archivo del artista. El precio es elevado, pero hay que recordar que contiene siete álbumes europeos de cerca de sesenta páginas cada uno.
Esta nueva edición integral de Bouncer supone poder redescubrir una serie tan apasionante como excesiva, que modera su desorden y sus excesos argumentales a base de contar con un arte unificador, absolutamente magnífico y apasionante.
Leer a este tamaño una obra como Bouncer es una experiencia muy especial que nos hace desear la publicación del resto de la saga en las mismas condiciones. La labor de Alejandro Jodorowsky pero, sobre todo, la del grandioso François Boucq merece estar por fin completa en su edición en castellano.
Salut!
Lo mejor
• El asombroso arte de François Boucq. Y van…
• El tamaño de la edición.
• Unas historias poderosas, violentas y desmedidas.
Lo peor
• La falta de rigor estructural de ciertos argumentos.
• Una portada discutible. Había mejores opciones.
Guion - 8.5
Dibujo - 10
Interés - 9
9.2
Tremebundo
Una nueva edición, con un tamaño adecuado, de uno de los grandes westerns del cómic europeo actual