El poder de la moda
«Odio llevar este uniforme».
A la hora de escoger un camino, hay quienes no están seguros de adónde quieren dirigir sus pasos, otros barajan varias opciones de futuro y algunos saben muy bien qué es lo que desean. GAKU Keito tenía clara su vocación: le encantaba dibujar y, aunque en su adolescencia se planteó otras posibilidades, esa pasión al final lo llevó a convertirse en mangaka. Y es que las viñetas le ofrecían un medio de expresión perfecto para hablar de aquello que le interesaba, que le preocupaba: la identidad de género. Gaku es uno de los pocos autores de cómic japonés abiertamente trans y en sus obras quería tratar este tema, ya presente en sus primeros trabajos, como el one-shot Bright, con el que ganó algunos premios destinados a dar a conocer nuevos talentos.
Sin embargo, consiguió convertirse en un autor con serialización en una revista —concretamente, la Weekly Young Magazine de Kodansha— gracias a Boys run the riot, manga de cuatro tomos publicado en español por Planeta Cómic y cuyo último volumen ha visto la luz hace poco. En él, basándose en sus propias experiencias, GAKU Keito utiliza como punto de partida el mundo de la moda para hablarnos del proceso de aceptación y crecimiento de un adolescente trans.
Ryo guarda un secreto: es transgénero y tiene clara su identidad, pero no puede compartir sus inquietudes con nadie. Tanto en su familia como en su clase tendría que enfrentarse a la incomprensión —de hecho, muchos no entienden que se vista como un chico y sus compañeros lo llaman «marimacho»—. No obstante, se siente libre a través de la ropa: elige lo que le gusta, lo que quiere ponerse, y eso le permite respirar. Precisamente gracias a la moda su vida da un giro de ciento ochenta grados.
Cierto día, mientras está de compras, se encuentra con Jin, un nuevo estudiante con pinta de matón, y ambos descubren que les gusta el mismo tipo de prendas. Esa es la razón que lleva al propio Jin a hacerle una propuesta a Ryo: crear juntos una marca de ropa. A partir de entonces, los dos comienzan un viaje lleno de obstáculos, pero que les permitirá ahondar en sí mismos y luchar por lo que quieren, siempre caminando hacia delante y con la vista puesta en el futuro.
Boys run the riot es un manga emocionante mediante el que GAKU Keito nos hace llegar un mensaje muy necesario: la importancia de que todos podamos ser nosotros mismos en un mundo que nos respete y nos acepte. Por supuesto, esta idea tiene que ver con el propio Ryo, quien poco a poco va abriéndose a los demás y revelando su verdadera identidad. Gaku nos traslada sus experiencias y sus sentimientos como adolescente trans con mucha sensibilidad, de tal forma que enseguida empatizamos con él, sus problemas, sus esperanzas, hayamos pasado o no por su misma situación. Esa naturalidad y esa facilidad para transmitir emociones constituyen uno de los aspectos más destacados del manga: la historia de Ryo nos llega y seguimos con interés sus pequeñas victorias, deseando que todo vaya bien, que consiga sentirse aceptado y pueda vivir, por fin, como quien realmente es.
Pero la obra se centra también en el proceso de búsqueda y crecimiento de otros personajes. Jin y su conflicto entre seguir su propio camino o cumplir con las expectativas. Itsuka y su deseo de convertirse en un fotógrafo profesional. Lo mismo sucede con algunos personajes secundarios, como Tsubasa, lleno de dudas, que tiene que asumir su propia identidad. Tanto los protagonistas como el resto tienen mucha fuerza, no se rinden incluso cuando las cosas no salen como quieren y cambian a lo largo del manga. No son los mismos que cuando empieza la historia debido a las vivencias que afrontan, y eso es muy positivo: en un título como Boys run the riot es fundamental ver una evolución en los personajes. GAKU Keito consigue desarrollarlos bien y dotarlos de personalidad para que los lectores conecten con ellos. Además, la relación de amistad que surge entre varios de ellos es muy bonita: está basada en la aceptación y el respeto.
Eso sí, en el caso de algunos puede dar la sensación de que nos faltan datos sobre su trasfondo. Habría sido interesante, por ejemplo, ver en mayor profundidad la situación familiar de Jin o que los padres y el hermano de Ryo tuvieran más espacio.
Destaca también, por supuesto, la manera en que el autor utiliza la moda como símbolo de libertad y ruptura, como manera de superar los prejuicios. La historia del desarrollo de la marca de ropa, con sus altibajos, sus victorias y sus fracasos, la esperanza a pesar de todo, está muy bien integrada con el proceso de crecimiento de los personajes.
En lo que respecta al dibujo, GAKU Keito se centra en sus protagonistas, destacándolos por encima de otros aspectos, como la ambientación. Sus trazos, finos y detallados, transmiten esa fuerza que los impulsa a seguir con sus proyectos, a gritarle al mundo que están dispuestos a todo por conseguir lo que se proponen y derribar barreras. Destaca también el detalle con el que el autor nos muestra los diseños de sus camisetas, así como, en determinados momentos, ciertos elementos importantes como forma de expresión para sus personajes —por ejemplo, el grafiti—.
Boys run the riot es un manga al que merece mucho la pena darle una oportunidad. GAKU Keito pone sobre el papel un mensaje muy importante y lo hace a través de un grupo de amigos que emocionan y conectan enseguida con el lector. Estaremos pendientes de sus próximos trabajos: seguro que aún tiene mucho que mostrarnos.
Lo mejor
• El mensaje que se transmite en el manga sobre los prejuicios, la aceptación y el respeto.
• La fuerza de sus personajes, con los que es fácil conectar y encariñarse.
Lo peor
• Algunas cuestiones del argumento podrían desarrollarse un poco más.
Guión - 7.9
Dibujo - 7.6
Interés - 8.3
7.9
Boys run the riot es un manga emocionante en el que acompañaremos a un grupo de amigos que quieren cumplir sus sueños y, por encima de todo, ser ellos mismos.
