Vienen a hacernos daño ¿Verdad? ¿Vienen a eso? ¿Vienen a matarnos?
Está ambientada en un estado no identificado del centro de Europa en la época actual. La acción transcurre en un pueblecito llamado Pernissi donde los habitantes tratan de vivir su vida con el mínimo de sobresaltos a pesar de que en su país se está desarrollando un cruento conflicto armado entre los legitimistas – que controlan el estado y el ejército – y los patriotas que pretenden derrocarlos. Sin embargo, un día aparece en la pequeña localidad un regimiento legitimista con tanques, armas pesadas y al menos un centenar de soldados que acaban tomando sin enfrentamientos ni oposición las principales posiciones estratégicas de la población. A partir de este momento la tensión irá en aumento y afectará incluso la familia formada por Juliana, doctora y consejera municipal, Vitaly, un apicultor que tiene en el cine su gran afición, y sus dos hijas. La presencia de estas tropas provoca una escalada de violencia que afectará a todos los implicados, de un bando y del otro, e incluso a los habitantes más neutrales que intentan seguir con sus actividades cotidianas como son entrenar a fútbol o participar en un cinefórum. Nadie podrá escapar al enfrentamiento ni al odio…
La premisa y el desarrollo de esta historia son lo suficientemente atractivos para que nos involucremos completamente en la trama, los personajes nos resultan cercanos y no penaliza en absoluto la decisión de los autores de no ubicar la trama en un entorno geográfico específico. Esta premisa se revela eficaz a la hora de convertir la historia en un conflicto más universal y ayuda a distanciarnos de cualquier tentación de apriorismo ideológico o político. Pero la virtud principal de esta primera parte es la exacta descripción de los mecanismos que conducen al odio. En una entrevista Runberg afirmaba que lo que le inspiró para escribir esta obra fue la conversación que tuvo con un superviviente que explicaba que al principio de la guerra no sentía odio por ningún bando, que fue creciendo a medida que el conflicto iba avanzando. Runberg no intenta buscar respuestas, ni culpables; busca la empatía y la reflexión.
La parte gráfica es notable. Joan Urgell realiza un trabajo eficaz y en ocasiones espectacular. El artista suele dividir sus páginas en tres tiras de dos o tres viñetas, pero éstas no presentan un tamaño uniforme si no que van variando en función de cada secuencia. Su trazo es enérgico y detallado, sus figuras son esbeltas y domina la anatomía humana con precisión. La definición de sus personajes es buena y su domino de las expresiones faciales correcta. Urgell posee una narrativa excelente que brilla especialmente en las escenas de acción o en las páginas mudas y que no desentona en las secuencias más pausadas o en las más dialogadas. La ambientación urbana, los fondos y los paisajes naturales son otros puntos fuertes su arte. Tiene un estilo que nos recuerda a algunos artistas tan extraordinarios como François Boucq, Alfonso Font, Hermann o Jordi Bernet. El dibujante de Trahie ha podido colorear su obra en esta serie, para ello se ha servido de la acuarela con la que ha realizado un trabajo sobrio privilegiando los tonos verdes, ocres, marrones y naranjas, captando de manera admirable la atmósfera invernal de un país cualquiera de la Europa central.
La edición a cargo de Yermo es buena. El álbum es en cartoné, tiene el tamaño adecuado y está bien impreso. El libro no tiene ningún tipo de información adicional, ni biografías de los autores ni una breve introducción editorial y el principal inconveniente es el final tan abrupto de la trama. Al tratarse de un díptico y que la salida en Francia del segundo tomo está prevista para este mes de febrero, no hubiese sido descabellado esperar unos meses para sacar un integral con los dos álbumes incluidos y la historia completa. Así se hubiese evitado la sensación de corte que produce la conclusión de esta primera parte. Se trataba de pensar un poco más en los lectores y un poco menos en la comodidad o en el negocio. A pesar de todo, el precio del álbum es muy razonable.
Sylvain Runberg (1971) nació en Tournai, en la región belga de Valonia. Su infancia transcurre en el sur de Francia donde empieza a conocer obras como Asterix, Batman o Spirou que le atraparán de inmediato. Obtiene el bachillerato de Artes Plásticas y un posgrado de Historia Contemporánea en La Universidad de Aix en Provençe.
Su carrera laboral se inicia con trabajos de librero y un contrato de edición para Les Humanoïdes Associés. En el 2001 sufre un accidente grave que le mantiene inmovilizado durante algunos meses por lo que empezará a escribir, actividad que se convertirá en su pasión. Ya en 2004 publica su primer álbum titulado Astrid que dibuja Karim Friha y que edita Soleil Productions. En 2005 crea con Christopher (Christopher Longé) la serie Les Colocataires (2005-2008) de la que se editarán tres tomos en Dupuis, Orbital (2006-2009) dibujada por Serge Pellé y publicada por Dupuis, también; London Calling (2007-2010) dibujada por Philippe Gillot, alias Phicil, y publicada por Futurópolis o también Hammerfall (2007-2009), una serie de cuatro álbumes con Boris Talijancic, entre otras. En 2013 se sumerge en el universo de Stieg Larsson y adapta la saga Millenium al cómic, ayudado por los dibujantes José Homs y Man (Manolo Carot), con los que realizará seis álbumes, además de Millenium Saga (2016-2018), una continuación avalada por los herederos de Larsson, dibujada por Belén Ortega y que consta por el momento de tres volúmenes. Todo editado por Dupuis. Entre 2011 y 2017 escribe Reconquistas, que dibujará François Miville-Deschênes y que publicará Le Lombard en cuatro álbumes y con el dibujante Joan Urgell colaborará en Trahie (2015-2016), un díptico que adapta una novela de la escritora sueca Karin Alvtegen, editado por Dargaud y Clivages (2018-2020), otra historia en dos álbumes que recrea libremente la guerra de Yugoslavia, publicada por Robinson.
Otras obras de Sylvain Runberg son: Les Chemins de Vadstena (2009) con el arte de Thibaud De Rochebrune y publicado por Soleil Productions; Cases blanches (2015) con dibujos de Olivier Martin de Bamboo Édition; Motorcity (2017) con Philippe Berthet, editado por Dargaud; Sonar (2016) dibujado por Chee Yang Ong y editado por Glénat o Zaroff (2019) con François Miville-Deschênes y editado por Le Lombard.
Joan Urgell (1982) nació Vilobí del Penedés y ha vivido durante veintiocho años en Sant Martí Sarroca, ambas localidades situadas en la provincia de Barcelona. Urgell se matricula joven en la Escuela de Cómic Joso donde aprende el oficio durante cuatro años. Sus primeros trabajos importantes son para Disney, Connecta y diversas empresas como el Zoo de Barcelona, el Oceanogràfic de Valencia o también algunos hoteles de lujo.
En 2008 publica para la editorial francesa Soleil Productions la miniserie en dos tomos titulada La XIè plaie con guion de Nicolas Tackian. El segundo álbum aparece en 2009. En 2011 se une al guionista Jean-Charles Gaudin para realizar Dead Life, una saga de zombis que – de momento – cuenta con tres álbumes, el último de los cuales publicado en 2017. Al mismo tiempo colabora con Sylvain Runberg con Trahie (2014-2016), un díptico de género negro ambientado en Suecia que adapta una novela de Karin Alvtegen. Con el mismo guionista acaba de empezar la miniserie Clivages (2018) – otra historia en dos partes – cuyo segundo tomo se espera que salga en febrero de este año 2020. El primer volumen de Clivages acaba de ser editado en castellano por Yermo Ediciones con el título de Brechas 1. Líneas del frente y es la primera obra de Joan Urgell publicada en España.
Actualmente el dibujante sigue trabajando en su estudio de Vilafranca del Penedès.
Brechas. Líneas del frente es una buena historia que desgraciadamente se queda a medias en este primer tomo. El trabajo artístico de Joan Urgell es notable y consigue que nos sumerjamos en una trama, concebida por Sylvain Runberg, que nos acaba interesando y que nos concierne. El abrupto final, consecuencia de su planificación como díptico, nos deja con ganas de más, por eso esperemos que la editorial no tarde mucho en lanzar la segunda entrega y compensar así, de alguna manera, su error de planificación. En este caso, vale la pena tener un poco de paciencia.
Salut!
Guión - 8
Dibujo - 8
Interés - 7
7.7
Empática
Primera parte de una miniserie interesante y atractiva