Peter Milligan llegó a Valiant, tardó un poco en arrancar, sus primeras historias no fueron gran cosa, alguna colaboración en X-O Manowar y el Bloodshot anterior a Jeff Lemire, unas historias no muy destacables en Shadowman, una bastante decente en Eternal Warrior y un bueno número cero para su Punk Mambo nos hicieron pasar el rato, pero no era el gran Milligan de obras como X-Static/X-Force o Shade, por citar algunas. Pero, cuando el autor arrancó, nos mostró su mejor faceta en una serie limitada, aquí recopilada en tomo, llamada Britannia (cuya reseña podéis encontrar aquí) junto al español Juan José Ryp, ambos asombraban a público y crítica llevándonos a la época de Nerón en el Imperio Romano para presentar a Antonius Axia, un carismático soldado reconvertido a una suerte de proto-detective privado que trataba con asuntos mágicos, los cuales le llevaban a las famosas islas donde conectaba con el universo Valiant al conocer a la Geomante de esa época. Es decir, los autores lograban construir una historia autónoma, que volaba libre de personajes del universo Valiant pero se integraba con un simple guiño al lector habitual de la editorial, ¡y vaya historia!. Dado su éxito, por suerte para nosotros, los mismos autores lanzaron una segunda parte (su reseña también está aquí) apenas unos meses después, y, aunque el nombre de Britannia no tenía mucho sentido por estar ubicada en otros lugares, la calidad de la obra seguía situándola en un imaginario “top” de la editorial. No hay dos sin tres y, una vez más, por suerte para nosotros, nos toca disfrutar de una tercera parte.
Aquí hemos disfrutado precisamente de las tres en poco más de un año pero en Estados Unidos la cadencia fue de una miniserie al año, lanzadas en diferentes meses, así 2016, 2017 y 2018 hubo Britannia, no parece que vaya a suceder lo mismo en el presente 2019 de momento, aunque Milligan se mostró conforme a continuarla siempre y cuando considerase que las historias de su cabeza eran buenas, y eso se agradece. Por desgracia el otro padre de este bonito bebé ya no participa en su tercera parte, Juan José Ryp dejó la serie y, en su lugar, entra Robert Gill, acompañado por Juan Castro en los dos últimos números. Es imposible no admitir que se echa de menos a Ryp, pero el trabajo de Gill es bastante bueno, encaja muy bien con la historia y sabe retratar perfectamente los escenarios en los que los personajes se mueven.
Para este tercer acto tenemos un esquema similar al de los anteriores, Nerón, que sigue sin tener buena relación con Antonius Axia, le encarga una nueva misión y las Vestales estarán por medio, Rubria sigue teniendo sus partes de diálogo. La principal diferencia la encontramos en los secundarios, Achillia, la gladiadora que fue presentada en el anterior tomo protagonizando parte de su trama, pasa a ser la compañera de aventuras de Antonius, en detrimento de su esclavo y compañero Bran. Achillia resulta un personaje muy interesante, aunque Bran también, este era más el arquetipo de ayudante/luchador que acompaña a este tipo de investigadores. Lo bueno de Achillia es que consigue crear una tensión emocional (y sexual) más fuerte que la de Bran a lo largo de la obra (solo por su decisión final merece la pena), Milligan la logra introducir poco a poco y crea un primer número en la que se centra en el planteamiento de la trama y su entorno, sin prisa, algo muy positivo ya que no es una serie que demande una acción constante.
La trama versa sobre uno de los grandes iconos de Roma, las águilas que usaban sus legiones como estandarte y su principal símbolo, en este caso se pierden tres de ellos en la batalla de Tottenwald después de que las legiones cayeran derrotadas a manos de los germanos. ¿Rigor histórico? Más bien poco, esa batalla fue décadas antes de la llegada de Nerón al poder, aunque sí que es cierto que se perdieron tres águilas en ella, pero también tenemos que tener en cuenta que esto es el universo Valiant, no el real, y eso le permite a Milligan a jugar con todos estos conceptos. Lo que sí es cierto es la importante consideración que tenían los romanos hacia su estandarte (solo hay que ver la muy recomendable serie Roma de la HBO, por poner un ejemplo, ya que son muchas las obras que tratan este tema) y los autores contextualizan muy bien los conceptos de honor e importancia de su ejercito dentro de su sociedad. ¿Hasta que punto importa? Evidentemente cuanto más amor sienta uno por la historia de Roma más le podrá molestar esta falta de rigor, pero si nos lo tomamos como una historia ajena a nuestro mundo seguimos estando ante una gran obra, siendo sinceros, el rigor histórico no era el punto fuerte de los anteriores tomos. A pesar de esto sí que hay otra parte histórica bien expuesta, que es en la que realmente se centra el tomo, que también gira en torno a unas águilas perdidas y que sí se enmarca en la época de Nerón, las revueltas judías. Y es que el tomo no nos lleva a Germania sino a Egipto, en un giro de los acontecimientos que se repite con respecto a los anteriores tomos, que Nerón envía a Antonius a un sitio y él hace lo que cree adecuado para resolver el misterio.
La mayor diferencia que marca este tomo con los dos anteriores es el nivel de conspiración, si bien Nerón y su poder siempre es un elemento central, así como la dualidad moral que le provoca a Antonius tener que defender su posición como emperador, aquí hay más tejemanejes políticos que en las anteriores entregas. Lo que está muy bien llevado por parte de los autores por la manera en la que plantean los misterios alrededor de la localización de las águilas y su vinculación con un intento de derrocar a Nerón, con un final mucho más potente que el de las anteriores entregas. Aun así Miligan sigue jugando con la existencia/inexistencia de dioses y magia, Antonius cree que nada de eso es real a pesar de haber visto cosa inexplicables (y que nosotros como lectores sabemos que sí existe en ese universo), pero da más fuerza aun a la moralidad de Antonius como eje de la historia.
Quizás de lo que más se pueda acusar a esta obra es de la falta de frescura que tenían las dos anteriores y el pequeño bajón que supone la falta de Ryp, pero si algo funciona mejor no tocarlo, Milligan demuestra que Britannia es una gran serie y sus personajes un invento genial tanto insertados en el universo Valiant como de manera autónoma. Tres tomos que suponen tres grandes aciertos, toca esperar a que el autor se anime a una cuarta serie y parece ser que la espera será larga, por lo menos más larga de la que hemos vivido en España.
Britannia: Las águilas perdidas de Roma
Guión - 8.9
Dibujo - 8
Interés - 9
8.6
Encontrado
Milligan lo vuelve a hacer, ahora con Robert Gill como compañero, llega una nueva aventura de Antonius Axia y sigue siendo un privilegio poder leer un material así.
Un excelente para la serie, y para valiant en general. Y quien no haya descubierto todavía sus cómics los recomiendo encarecidamente.
Personalmente el cambio de dibujante ha supuesto que deje la colección, no es malo pero no es lo mismo, una pena el cambio, como siempre en USA es difícil que mantengan a los dibujantes, los usan de señuelos para nuevas colecciones o sagas y luego los cambian.