Eternal Keanu
Algún día tenía que ser, algún día teníamos que hablar de él. En realidad ya lo hicimos cuando salió (en la sección de novedades indie USA) pero pasó relativamente poco tiempo entre la edición original de BOOM! Studios y la publicación de Planeta Cómic en España por lo que hubiera sido redundante. Ahora, que ya está cerca el final en nuestro país y que ya ha llegado a ese punto en Estados Unidos, es buen momento para ver en qué se quedó realmente esa propuesta llamada BRZRKR.
Ya Matt Kindt y Ron Garney son artistas a los que fácilmente acudimos debido a su interesante currículum, al primero por haber realizado obras interesantísimas en el cómic independiente y al segundo por su larga y merecida carrera en Marvel. Pero no se puede obviar que esta serie está creada junto a Keanu Reeves, un nombre que por sí solo ha valido de reclamo publicitario suficiente para que los pedidos de esta serie superasen a cualquier otra de la editorial y de… bueno, de todas las editoriales. 615000 copias pedidas de un primer número (más derechos vendidos para una película y una serie de animación en Netflix) es algo a tener en cuenta, más que nada porque lo convierte en el mejor estreno desde el primer número de Star Wars (y el mejor del cómic indie).
El actor, famoso por interpretar a John Wick, Neo y otras decenas de personajes, parece estar bastante implicado en el proyecto. Digamos que no es un caso de esos en los que el famoso pone la idea inicial y su nombre en los créditos mientras contrata a dos autores que le hagan todo el trabajo. El propio Matt Kindt afirmaba que se reunía con él e incluso interpretaban los diálogos mientras hacían el guion antes de pasárselo a Ron Garney, al que le dejaban manga ancha para impregnar al cómic de la violencia necesaria, aunque luego volvía para que Reeves le diese el visto bueno. La idea partió del actor, BOOM! Studios se ofreció y le buscó el equipo creativo experto en cómics que la podría llevar a cabo, y al final la implicación fue total por parte de todos. Y eso los lectores lo notamos.
Con la imagen del propio Keanu Reeves como protagonista, BRZRKR nos presenta a B, un guerrero inmortal que cuestiona su mera existencia mientras es objeto de experimentos por parte del gobierno de los Estados Unidos, al que ayuda realizando misiones en el extranjero. Con respecto al apartado gráfico no hay demasiado que decir gracias a que Ron Garney es un autor de sobra conocido. Su bagaje en el cómic de superhéroes se nota en una obra que se puede definir fundamentalmente con el término “acción”. Su dibujo funciona como un reloj, gran manejo del tiempo, buena narrativa… solo alabanzas, eso sí, sorprende verlo usar un nivel de violencia tan grande. El dibujante no se corta ni lo más mínimo a la hora de mostrar amputaciones, empalamientos o partir diferentes tipos de seres vivos por la mitad.
¿Y qué pasa con el tema general de la serie? Para eso tengo dos palabras: Eternal Warrior. Sí, el argumento no es nada original. El tema de la inmortalidad ha sido tratado de muchas maneras, de la del guerrero antiguo en la actualidad se puede decir lo mismo, pero el caso de este BRZRKR recuerda de manera bestial al famoso soldado de Valiant, editorial a la que Matt Kindt estuvo muy ligado y personaje al que él mismo llegó a escribir, no en su propia serie pero sí lo desarrolló en Unity lo tuvo como invitado importante en otras dos colecciones. No es que sea una copia descarada, los personajes tienen diferencias, pero guardan una gran cantidad de similitudes. Ahora bien ¿nos debe importar eso como lectores? Si no les importa a sus editoriales ni a sus abogados quizás lo que debemos hacer es simplemente sentarnos a disfrutar de un buen cómic de acción, que eso sí que lo cumple sin duda alguna.
La serie consta de doce números divididos en tres arcos argumentales, el primero es una demostración de lo anterior: un buen cómic de acción. Las páginas tienen más sangre que diálogos, eso hace que la lectura sea muy rápida y muy ligera. Que nadie busque en esta parte una gran reflexión sobre el ser humano y su paso por la Tierra porque BRZRKR aquí ni lo intenta. Del uno al diez, la violencia está aquí a nivel once, con un primer número que se enrosca en una misión ambientada en la actualidad, con unas últimas páginas desvelando la trama de investigación sobre el pasado del personaje para luego dedicar tres números a contar su origen. Nada original, cierto, pero se convierte en un blockbuster adrenalínico funcional, que solo puede decepcionar a quien busque otra cosa.
Eso sí, el segundo arco resulta una absoluta sorpresa precisamente por ser todo lo contrario. Violencia hay, como no podía ser de otra manera, pero la cantidad de diálogo aumenta y su profundidad poco o nada tiene que ver con los primeros cuatro números. La vida y la muerte, la felicidad, las relaciones, el amor así como la inevitable relación de todo ello con el tiempo se muestra de manera muy interesante. Es ahí donde se ve lo mejor de Kindt, que ya en Valiant demostraba que podía hacer cómics de acción con ese “algo más” que los hacía especiales. Eso es el segundo arco argumental de la serie, un conjunto de conversaciones profundas y misterio, más por las motivaciones de los personajes que por el origen de los poderes de B, reinan en una parte intermedia que sobresale en comparación con la anterior a la vez que equilibra la serie.
En el tercero tenemos por otra parte un inicio metafísico, apenas sin diálogos, que rompe con el regreso a la violencia física para acabar con una mezcla muy equilibrada de todo lo que hemos visto hasta ahora. una unión de pasado y presente donde se desvelan todas las tramas ocultas. Un último arco curioso dado que se mueve mucho más rápido que los anteriores, condensando quizás demasiadas cosas en un número final doble.
Puede que haya dos cosas a echar en cara a BRZRKR, una es que no ofrece nada que no hayamos visto antes, aunque es cierto que lo hace de forma muy efectiva, gracias a una magnífica narración por parte de sus autores y a ese buen equilibrio a la hora de desarrollar cada parte, sabiendo separar los diferentes segmentos de la trama muy bien y llevándonos desde la calma a la acción sin que una se desligue de la otra. De esto se concluye que BRZRKR es un producto muy entretenido, que sobrepasa la categoría de palomitero gracias a pequeñas pinceladas que dejan su poso hacia la mitad de la colección, logrando ir más allá de la típica obra de acción superventas. Pero no mucho más allá, que su esencia es la que es.
Dicho esto la otra pega es ese final semi-abierto, que no es ninguna sorpresa. Si bien es cierto que la obra podría acabar así, dejando los hilos sueltos para que los complete nuestra mente, el olor que queda es el de una historia que se pretende convertir en franquicia de más larga duración, que así será si sus productos derivados que están siendo hechos por Netflix triunfan. ¿Es este un gran “pero”? Pues esa respuesta la tendrá que decidir quienes lean esta serie, pero no se puede negar que todos y cada uno de sus doce números consiguen hacer pasar un buen rato a los amantes de la acción. Y de Keanu. Y de Matt. Y de Ron.
Lo mejor
• BRZRKR es un cómic de acción en su más puro estado y cumple con ello a las mil maravillas.
• El equilibrio entre la violencia y las pausas, así como el manejo de Ron Garney de los tiempos.
• La sorprendente parte intermedia.
Lo peor
• La originalidad no es su punto fuerte.
• Un final apresurado y con demasiados hilos colgando.
Guión - 8
Dibujo - 8
Interés - 8
8
Si buscas acción este es tu cómic.