Recorramos el sendero de la vida junto a ellos.
Ponent Mon nos trae el primer integral de los cinco que componen la colección de Buddy Longway creado por el suizo Derib a principios de los 70 titulado Chinook para siempre. Originalmente publicado por Editions du Lombard recopila los álbumes Chinook (1974), L’ennemi (1975), Trois hommes sont passés (1976) y Seul (1977). Anteriormente habían sido prepublicados en la revista Tintin entre 1973 y 1975.
Claude de Ribaupierre, conocido en el mundo del cómic como Derib, nació el 8 de agosto de 1944 en La Tour-de-Peilz, en Suiza, es un guionista y dibujante suizo de historietas. Colaborador de Peyo en la realización de Los Pitufos, enseguida se independiza de él y pasa a realizar sus propias series. Con Job crea a Pitagoras, un búho matemático y a su otra creación más celebre Yakari con muchas muchas similitudes con Buddy Longway pero dirigido a un público infantil. En los ochenta también realiza con Job varios álbumes tratando de concienciar a la juventud en temas sociales, como el SIDA, la violencia juvenil y prevención de la prostitución.
Una gran, larga y hermosa historia de amor nacida al pie de las Montañas Rocosas y en las Grandes Llanuras del oeste americano. Así es la vida de la familia Longway: Buddy, Chinook, Jérémie y Kathleen. Esta familia tendrá que enfrentarse, en primer lugar, a la naturaleza, a veces hostil, pero que forjará sus carácteres, y a una serie de batallas contra los indios, que, inevitablemente, incluirán su dosis de violencia e injusticia.
En los cuatro álbumes de Buddy Longway que componen este integral nos encontramos con un western peculiar para su época ya que es totalmente desmitificador, con indios que no son una amenaza constante y enteramente malvada. Más bien al contrario, al igual que los protagonistas solo tratan de sobrevivir, y algunos son malos pero a diferencia de los blancos tienen sentido del honor y valores más allá del oro. Pero no solo por eso son unas historias tremendamente modernas, ya que no nos hayamos ante un héroe típico de la revista Tintin, Buddy es falible y mortal, de hecho la serie narra su vida y los personajes envejecen, tienen hijos,etc… porque lo que Derib pretende es contarnos su vida con lo bueno y lo malo. Buddy Longway es un trampero que trata de sobrevivir en la cruel y majestuosa naturaleza cuando conoce a Chinook y su vida cambia. Incluso se podría decir que es en ese momento cuando comienza, al igual que el cómic.
Pero el tema principal de la serie es el amor en todas su posibilidades y eso es lo que la hace maravillosa e imprescindible. Tenemos el amor de Buddy y Chinook que se representa a lo largo de toda la serie pero sobre todo en el primer álbum Chinook. El dolor de la pérdida del ser querido y el periodo de duelo y luto que muchas veces acarrea locura, como vemos en L’ennemi. El amor incondicional por la familia y por las mascotas que es la base de Trois hommes sont passés. Y el amor no correspondido que aparece en Seul. Y en todas y cada una de las viñetas está presente el amor de Derib por sus personajes, por la naturaleza y por el cómic. Imposible no enamorase de la familia Longway y acompañarles durante toda su vida.
Además toda la serie transmite un amor por la naturaleza y un optimismo realmente alejado de este mundo tan negativo y pesimista. Los protagonistas disfrutan y valoran las cosas pequeñas y lo cotidiano, que se ve alterado por agentes externos que rompen esa paz y provocan la aventura, porque no nos olvidemos, Buddy Longway es un serie de aventuras. Pero también nos enseña que para ser feliz se necesita muy poco, sólo gente que te quiera y te robe sonrisas.
El contacto con la mal llamada civilización se produce en sus visitas a un fuerte, sin nombre ni localización exacta. En ese contacto vemos lo mejor y lo peor que nos depara el hombre blanco, sus mezquindades y miserias pero también amistad, amor, solidaridad, generosidad. Es una serie profundamente humanista.
Gráficamente vemos una evolución del estilo caricaturesco que usa Derib en el primer álbum hacia un dibujo cada vez más realista. No hay que olvidar que Derib viene de hacer cómics de estilo humorístico e infantil. Una evolución muy similar a la de Mezieres en Valerian. También en el dibujo Derib rompe con los cánones de la revista Tintin al romper con las normas de la composición de páginas y desestructurando sus viñetas. Como demuestra en cada álbum de Yakari es un privilegiado dibujando todo tipo de animales y paisajes y aquí si cabe está todavía a más nivel. Con cada paisaje nos transporta a la naturaleza salvaje que tanto ama.
En los años setenta se publicaron sus siete primeras aventuras en las revistas de Bruguera pero desde mediados de los ochenta cuando se publico el último álbum, la serie estaba desaparecida de nuestro mercado. Algo increíble dada la calidad que poseé. Menos mal que Ponent Mon decidió sacar estos preciosos integrales. El integral viene con una gran cantidad de interesantes extras pero como nota negativa las portadas de los álbumes están reproducidas a tamaño pequeño. Con todo hay que destacar la impagable labor de recuperación de clásicos de aventuras de la BD.
Como dice Derib, el nombre «Buddy» significa «amigo», y el apellido «Longway» simboliza el camino que hay por delante y es un inmenso placer recorrer el camino con ellos. Uno de los mejores cómics que he leído y que leeré.
Guión - 9.5
Dibujo - 9
Interés - 10
9.5
Obra Maestra
La lectura más hermosa en mucho tiempo y lo mejor es que sólo puede mejorar.
Un tebeo maravilloso y uno de los grandes westerns europeos.
A mí me ha resultado pelín ligero para lo que esperaba, pero compensa en la plasmación de los espacios abiertos, ambientación y comunión del hombre con la naturaleza que transmite tan poderosamente como la peli de Jeremiah Johnson, que me trajo hasta aquí.
Es cierto que las historias ne si pueden ser ligeras. Pero para mi es Una Obra Maestra Absoluta.