Sin usted la humanidad morirá.
Hoy hablamos del segundo álbum de
En el primer álbum asistimos a la caída de todos los sistemas de almacenaje y comunicaciones digitales de la tierra por un Bug. La causa del desastre estaba relacionada con la misión a Marte en la que participaba Kameron Obb y de la que fue el único superviviente, aunque con un elemento alienígena alojado en su interior. Este elemento parece el responsable de que todos los datos digitales mundiales estén almacenados en su cabeza, lo que le ha convertido en el hombre más buscado del mundo. Los distintos gobiernos, empresas y criminales mundiales tratan de que se una a ellos. Pero a él lo único que le importa es volver a ver a su hija Gemma que ha sido secuestrada por un grupo de mafiosos venecianos. Trata de llegar hasta ella acompañado de Junia Perth, la doctora que le atendió en la estación espacial internacional y a la que parece haberle contagiado un virus que hace que su cara se vuelva azul.
Todas las obras de Bilal como autor completo son de ciencia-ficción, pero nunca son space-operas que tienden al escapismo como Star Wars, ni obras donde el misticismo es tan importante como la tecnología como en El Incal, tampoco opta por la ciencia ficción hard en la que las explicaciones científicas tienen mucho peso como las obras de Arthur C. Clarke. Siempre busca situar sus obras en un futuro próximo al de su publicación, algo que le permite hacer una crítica a la sociedad actual. Tras su Trilogía del arrebato formada por Animal´Z, Julia & Roem y El color del aire en la que nos alertaba sobre los efectos perniciosos del cambio climático. En Bug, Bilal pone su mirada crítica sobre la enorme dependencia de la tecnología que tenemos actualmente. Pero como siempre en sus páginas hay mucho más ya que la situación política actual está reflejada, aunque de manera exagerada. Sin embargo, resulta demasiado cercana.
En este segundo álbum se atisba una esperanza en la humanidad que no aparecía tan clara en otras obras del autor, ya que vemos como poco a poco se va saliendo de las consecuencias del desastre. A través de los recortes de periódicos vemos como la humanidad va consiguiendo retornar su día a día sin la tecnología digital. Gracias a la ayuda de las personas que vivieron en esa época. Una lectura que pone en valor a nuestros mayores que tan fácilmente dejamos de lado. También vemos como los lideres son sustituidos por mujeres jóvenes, un cambio que tal vez sería conveniente aplicar en la actualidad. Sobre todo, si tenemos en cuenta que tras más de cinco mil años con los hombres en el poder han dejado como herencia todas las formas de hacer sufrir a nuestros semejantes y al planeta que nos cobija. Quizás también salga mal y el poder corrompe a cualquiera, pero por probar no perdemos nada.
Las constantes de la obra de Bilal que veíamos en el primer álbum siguen presentes como el amor como motor de la vida, en este caso el de Kameron por su hija Gemma; también está presente su capacidad para observar y criticar todas las religiones, no solo las occidentales, lo mismo que sucede con todas las corrientes políticas. Sin embargo, la relación simbiótica entre Kameron y el alíen pierde cada más importancia en la historia, aunque es un tema que ya exploro en profundidad en la Trilogía de Nikopol. También sigue presente el torrente de ideas que deja en todas sus obras, muchas de las cuales apenas aparecen esbozadas.
Los protagonistas de Bilal acostumbran a ser su reflejo en papel, así que como ya no es joven, tenemos a un protagonista más seguro y que se deja llevar menos por las emociones a diferencia de Alcide o Nike, protagonistas respectivamente de la Trilogía de Nikopol y la Tetralogía del Monstruo. Tampoco tiene sus tumultuosas relaciones sentimentales, algo que es una pena sobre todo porque todo el peso de la obra recae sobre él lo que provoca que Gemma y Junia tengan poca presencia en la obra.
Gráficamente el álbum es una continuación directa de lo visto en el anterior. El trabajo de Bilal se puede reconocer de un solo vistazo, ya que tiene una personalidad propia intransferible e inimitable. Su trazo sigue siendo oscuro y violento, algo que junto al color frio y gris consigue crear unas atmosferas opresivas que no auguran nada bueno a nuestro futuro. Siguen haciendo un magnifico uso de los recortes de periódicos para resituar la historia además de añadir información adicional. El estatismo de sus personajes sigue presente pero su dominio de las expresiones hace que sean capaces de transmitir emociones. La composición de página es sencilla con muchas viñetas panorámicas, pero con gran dominio de los distintos planos. Bilal vuelve a demostrar que no ha perdido ni un ápice de la calidad que le ha llevado a ser uno de los mejores dibujantes de la BD.
La edición de Norma Editorial es de gran calidad con gran tamaño, papel y reproducción además de un diseño igual al del primer álbum. Bilal es uno de los autores señeros de la editorial y cuidan sus ediciones como se merece la calidad de su trabajo. Ojalá que podemos los álbumes con su arte que no han visto la luz en nuestro país como Crux Universalis y sus colaboraciones con Christin (Le sarcophage o Los Angeles).
Este segundo álbum consolido todo lo bueno que vimos en el primero y demuestra que Bilal sigue en plena forma. Sigue teniendo intacta su capacidad de mezclar la crítica a la sociedad actual con buenas y complejas historias. La conclusión de la obra nos dirá si se sitúa a la altura de la Trilogía de Nikopol y la Tetralogía del Monstruo sus dos obras maestras como autor completo, pero por lo visto hasta ahora todo parece indicar que sí.
Guión - 8.5
Dibujo - 9
Interés - 9.5
9
Esperanza
Enki Bilal nos obliga a observar a la sociedad en la que vivimos con mirada crítica, aunque con un halo de esperanza, mientras nos sigue maravillando con su dibujo.
Bilal como siempre será maravilloso, pero de la edición de Norma…. este le tengo pendiente en breve pero el primer tomo lo compré hace muy poco y ya en la primera viñeta pone Año 2014 (en el original 2041)…empezamos mal.
Más adelante hablan del Bug y del Big (Bug Informático General), pues en muchas viñetas posteriores ponen VIG (esas cosas me sacan de la lectura).
Lo primero que pensé fue en que eran errores ortográficos a drede con el contesto de la historia (tras el Bug falla todo, incluso los correctores) pero me bajé la versión original para comprobarlo y efectivamente pone Big todas las veces, no VIG.
Puede parecer una tontería pero a mi me molesta bastante.
Por lo demás el cómic es de Bilal y con eso está ya todo dicho.
Un saludo