Lo deforme nunca fue tan bello
«Las vidas ajenas tienen una ventaja: Me duelen menos»
El ser humano cuenta historias desde sus inicios, la muerte, los dioses, lo que comerá el verano siguiente, lo que dijo su vecino. Así, desde sus orígenes hasta estos días, las historias fueron una manera de transmitir conocimientos, pero lo que también fueron es un lugar de seguridad. La gente ve, lee, escucha y cuenta historias con la inconsciente motivación de verse inmersos en un relato del que no se ven afectados, y aún así poder vivirlo como si formasen parte de la historia. Esto es lo que en esta obra se refleja, la seguridad de no ser parte de las historias que se cuentan, y a su vez la evidencia de que siempre hay alguien que es partícipe de esas historias, y que una de esas veces pudiste, puedes o podrás ser tú. Como dice el narrador omnisciente con el que inicia una de esas historias: “Cuando no tiene una historia ajena de la vida real, el Busca mira historias ajenas en la televisión y en el cine. Con tal de no ser el protagonista, cualquier cuento le viene bien al tipo”.
La dupla de Alberto Breccia y Carlos Trillo es muy reconocida en el mundo del noveno arte. Son dos autores que tanto en conjunto como separados son parte indispensable del mundo del cómic. Entre algunas de las historias destacadas del dibujante argentino nos encontramos obras como Perramus, Mort cinder, adaptaciones de relatos de Edgar Allan Poe, de Los mitos de Cthulhu o de cuentos populares, este último junto a Trillo. En el caso del escritor de mismo origen, tenemos obras como El último recreo, Charlie Moon, Basura o Un tal Daneri con el propio Breccia como dibujante. Dos referentes a nivel internacional que nos regalaron muchas historias de calidad.
El retrato de un país que sufre
La obra es una recopilación de 14 historias cortas entre 5 y 8 páginas de longitud cada una. Hay dos elementos unificadores principales entre estas historias. El primero es nuestro protagonista, que conocemos como Buscavidas y que aparentemente se dedica a buscar vidas e historias ajenas para recopilarlas. El segundo elemento tiene que ver con la naturaleza de estas historias, pues como bien dice en varias ocasiones Buscavidas, no le gustan las historias felices. Por tanto la obra nos narra, con el morboso protagonista como principal instigador de su narración, 14 historias trágicas, en todos los casos con moraleja, pese a que la mayoría de éstas tengan como fin último el sacar a relucir la cara más amarga del ser humano.
En esta edición que nos trae ECC, como viene siendo costumbre en esta colección, nos encontramos que la totalidad de la obra, la cual ocupa 112 páginas, está duplicada con los bocetos originales de Breccia. Como lectores y amantes del medio podemos ver de cerca la manera en la que el maestro de las sombras argentino planteaba las páginas antes de su característico entintado. Con anotaciones a los lados, y con los trazos a lápiz, es un verdadero placer si uno quiere saber el trabajo previo que hay en la creación de una obra como ésta.
En el apartado de la narración, nos encontramos ante unas historias de carácter pesimista e incluso recriminatorio. Para cualquiera que sepa lo que ocurrió entre los años 70 y 80 en Argentina, y vea que estos relatos son publicados por primera vez entre los años 81-82, a excepción del último que es publicado en 1984, no le extrañará ver esa naturaleza trágica plasmada en las historias de esta recopilación. Por ser breves, entre los años 1976-1983 hubo en Argentina el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional, lo que se traduce como una dictadura cívico-militar, en la que hubo muchas víctimas de persecución, secuestro, tortura y asesinato de manera sistematizada. Entre las víctimas se encontraba el autor y amigo de Breccia y de muchos otros del medio, Hector German Oesterheld, conocido mundialmente por su El Eternauta, y por otros muchos trabajos como Mort Cinder dibujado por el propio Breccia, y al que se homenajea en la última historia de esta recopilación. También era reconocido por ser uno de los que criticaban el capitalismo, el colonialismo, el imperialismo, y en general todos los ismos, de forma sutil pero nada disfrazada.
Ese estado de represión, como sucede inevitablemente, llevó a los artistas al exilio, al paredón, a la sumisión, o a un estado de búsqueda constante en sus obras de un equilibrio entre la crítica y el disfraz de la banalidad de la misma. Por eso encontramos en Buscavidas ese humor negro, pues todas las historias tienen la estructura de un chiste, cuyo final te hace sonreír de forma nerviosa. De forma encubierta, en parte, Buscavidas nos muestra, con sus historias retorcidas, un retrato certero e inmisericorde del estado en el que se encontraba Argentina, famélica, extenuada y al límite de sus fuerzas. Como también nos enseña la característica principal que se percibía en todos los conflictos de esa índole, que la gente miraba hacia otro lado con tal de no ser los protagonistas de la historia, por costumbre trágica.
En cuanto a la parte gráfica de la obra, nos encontramos con un blanco y negro puro, sin matices grises. Lo más característico de estas historias recopiladas es sin duda el aspecto deformado de la imagen, que tiene mucho que ver con lo que se esconde bajo la historia, con esa Argentina deformada y contrahecha. La forma del propio Buscavidas, un obeso sin expresión en su rostro, como la de los personajes secundarios que pueblan las páginas, todos irregulares y desproporcionados, son la expresión de una sociedad deteriorada. El uso de las sombras es, como sucede siempre con Breccia, algo excepcional. Con unos fondos casi siempre en sombra, la fealdad de los personajes reluce en cada viñeta, dejándolos como protagonistas de su monstruosidad ante el imperturbable entorno, que se mantiene pasivo, en silencio. Como lo hace el curioso, pero nunca implicado, Buscavidas. Algo que no parece casualidad.
Los monstruos de carne y hueso
Es algo universal, y muy lícito, incluso a veces sano, el alejarse de nuestro mundo gracias a las historias que nos trasladan a otras realidades. Lo tedioso de la vida regular a veces nos ahoga, lo trágico de la realidad a veces nos abruma y nos paraliza.
Pese a ello, siempre hay que acabar volviendo, siempre hay que acabar enfrentándose al monstruo de carne y hueso, que no desaparece por acción de otros como lo hacen aquellos que viven en la ficción. Aunque en muchas ocasiones, ese monstruo imaginario, como sucede en esta obra, es tan real y aterrador como los de carne y hueso. Pues en esencia lo son.
Lo mejor
• La unión que se percibe entre historias tan inconexas, gracias a lo que se esconde en segundo plano.
• La estructura de gag o de chiste que funciona como un reloj en cada una de las historias, y sus finales que sorprenden pese a esperar el golpe en cada ocasión.
• Un dibujo que se hace con la historia y la eleva a otro nivel, escondiendo en cada una de sus deformidades una alegoría, y otorgándole al conjunto un simbolismo y significado que perdura en el tiempo.
Lo peor
• Nos encontramos ante historias muy trágicas y con un cargado contenido pesimista, pese a tener trazas de comedia negra, el ser humano siempre acaba mal parado, y puede ser algo frustrante para aquellos que sean de naturaleza optimista.
Guión - 9
Dibujo - 9.5
Interés - 8.5
9
Deformado
Buscavidas se descubre como una recopilación de historias de corte pesimista que mantienen al lector en alerta constante, esperando la sacudida que se sabe que vendrá. Con un arte que se funde con la naturaleza de las historias, deformando e incluso caricaturizando a personajes y entorno, dejando como subtexto evidente el deterioro de la Argentina de los años 70 y 80; Buscavidas es un volumen que nos retrata tanto aquel país, como la naturaleza más desagradable del ser humano.
Gracias por estos especiales de Breccia (en este caso con el maestro Trillo), yo reconozco una deuda pendiente, como nos habrá pasado a muchos comiqueros argentinos, nos sabemos todos los vericuetos de DC o Marvel, pero recién de grandes nos adentramos en nuestros propios gigantes.
Gracias a los lectores como tú por apreciar el trabajo, y seguir incentivando a que los redactores sientan su labor como un placer que tiene alguna resonancia.
A no mucho tardar traeremos más obras con la firma gráfica del maestro Breccia, como la infinita Perramus.
¡Un saludo!
Reconozco que Breccia ha sido siempre una de mis asignaturas pendientes, pero gracias a los artículos que le estáis dedicando en Zona Negativa he decidido acercarme a su obra y he descubierto un GIGANTE del noveno arte.
Es un gozo de asignatura, incluso, una vez entras, adictiva. Cualquier trabajo que lleve su firma sabes que, al menos, en el apartado gráfico nunca te va a defraudar.
Un placer que hayas descubierto a este GIGANTE, como bien dices, gracias a nosotros.