Es innegable la capacidad de Warren Ellis a la hora de coger un personaje desgastado y dotarlo de elementos interesantes dándole un nuevo punto de partida, me suena que lo haya comentado ya en alguna otra reseña pero me sorprende que Warren sea guionista de un sólo arco argumental y no quiera jugar con esos conceptos tan interesantes que él ha desarrollado. este es el caso también del Caballero Luna donde tras un primer arco argumental en el que definió cuál debía ser el tono del personaje, el tipo de historias a contar y acercó el personaje a los lectores. Ahora, toca analizar todas las ideas volcadas por Warren y buscar la mejor forma de explotarlas, y el guionista escogido para ello ha sido nada más y nada menos que Brian Wood, cierto es que sus mejores trabajos los hemos leído en el sello Vértigo con Northlanders, Demo y muy especialmente DMZ y menos en sus aproximaciones al género superheróico (X-Men) quizás por ello se antoja como el guionista perfecto para coger las riendas de la colección, al menos de forma temporal pues suyo tan sólo será los seis números que recoge este segundo volumen, y es que este nuevo volumen está más cercano a lo que estamos acostumbrados a leer actualmente en Image Comics, un tipo de historia más adulta, en el que el género superheróico no sea la base sino un ingrediente más en una historia de varias lecturas. Y en ese tipo de aventuras es donde Brian se mueve como pez en el agua, insisto en la que para mi es su mejor obra, DMZ un clásico a reivindicar, que en el fondo era una dura crítica a lo absurdo que es en ocasiones el ser humano y hasta dónde puede llevarle su codicia. Digamos que su Caballero Luna aun siendo un tipo de historia diferente en buena medida tiene parte de la esencia de la serie que puso los focos de la crítica en él, esos diálogos intensos, esas vueltas de tuerca, esa forma de mostrar la doble moralidad en un mundo que nunca ha sido de blancos y negros, en todo caso de grises que van variando su tonalidad si se acercan a un espectro o otro. Ese es el Brian Wood que vamos a encontrar aquí y por ese motivo la serie sigue siendo interesante a pesar del adiós de Warren Ellis.
Si en el primer arco argumental Warren optó por historias de corte más fantástico, para esta segunda ‘temporada’ Brian opta por buscar un tono más realista apoyándose en Elisa Warsame psicóloga de Marc Spector que vimos en la anterior historia, y la visita del polémico General Aliman Lor, dirigente de la región centroafricana de Akima, en suelo americano, más concretamente en la sede de las naciones unidas. En torno a ambos el guionista escribe una interesante trama en la que se destapa que la doctora nació en dicha región africana y que el general siendo joven y como parte de uno de los muchos asaltos que llevaban a cabo las milicias que lideraba asesinó a los padres de esta, iniciándose una búsqueda de la venganza por parte de la doctora aprovechando la visita de Lor a suelo americano. Como decía al inicio, la historia no es de ganadores y perdedores, blanco y negro, sino de una franja grisácea por la que se van moviendo tanto Lor como Elisa y que alcanza su climax en el último episodio en el que se destapa la verdad que esconde la historia. Supongo que esta es una de esas historias que el guionista tenía guardadas y por cómo está contada bien podría haber estado protagonizada por Frank Castle o Batman, tan sólo tiene pequeñas pinceladas para ajustarla a la serie convirtiendo a Khonshu en en parte importante de la trama.
A pesar de que la historia tiene un rumbo marcado desde el primer capítulo resultan muy interesante diferentes elementos que introduce Brian durante los seis episodios que dura la aventura, una buena muestra de ello es el segundo capítulo de la historia (Moon Knight #8) donde de una forma brillante transforma los diálogos primero en declaraciones televisivas y después en una conversación telefónica que te hacen avanzar en la historia del secuestro de unos rehenes por parte de un supuesto terrorista. El cómic es un medio que permite este tipo de experimentos y es de agradecer que en ocasiones guionistas o dibujantes se atrevan con recursos diferentes para contar historias. Lo mismo podríamos decir de los episodios tres y cuatro donde traslada de una forma incorpórea a la doctora y a Marc al pasado de esta para que vea en sus propias carnes el sufrimiento que tuvo que pasar cuando asesinaron a los padres de ella y de esta forma atraer a su causa a Marc. Me gusta cuando el guionista creativo ofrece algo diferente porque al final esos pequeños detalles son los que se te quedan en la memoria cuando desempolvas el volumen años después sacándolo de la estantería.
El dibujo de Greg Smallwood me ha sorprendido también gratamente, reconozco que con Brian y el tipo de personaje que tenía entre manos ya sabía que me iba a encontrar con unos guiones, una trama, por lo menos notable, con el dibujo reconozco que me cruzaba con un auténtico desconocido para mi, y vaya si me ha sorprendido gratamente, podríamos decir que su estilo bebe de dibujantes como Michael Lark, Paul Azaceta o Stefano Gaudiano, prima la narrativa por encima del lucimiento personal y aun así, se saca de la manga algunos recursos francamente interesantes. Y claro, juega a su favor contar con una de las mejores coloristas que hay actualmente en el mercado, Jordie Bellaire, desde que debutó en el 2011 la hemos visto encargarse de proyectos tan interesantes como Magneto, Zero, Los proyectos Manhattan o Pretty Deadly. Abrir un cómic coloreado por ella significa encontrarse con un trabajo armónico, en el que el color juega un papel muy importante, convirtiéndose en un elemento más de la narración como lo es el guión y el dibujo, los colores en sus proyectos también hablan y cuentan mucho.
Para ser honesto conmigo mismo si quiero exponer una pequeña pega que le he encontrado a la historia y es que creo que Brian no termina de cerrarla bien, sinceramente, esas páginas finales no funcionan, es obvio que el guionista quiere dejarlo a imaginación del lector pero no era lo esperado tras todo lo que nos había contado hasta ese momento, el lector llega a esas páginas y es inevitable volver atrás para ver si se ha perdido algo en el camino, y esto después de haber leído de forma consecutiva dos veces este volumen. Como final bajo mi humilde punto de vista no funciona y significa una pequeñísima mancha en una historia brillante.
Comparto la opinión respecto a esta obra y reconozco que me sorprendió Brian Wood, autor que me había decepcionado con sus últimas obras que leí (X-Men, Massive) pero que aquí hace un trabajo excelente.
P.D. : Raúl, un pequeño apunte, Jordie Bellaire es mujer 😉
Es cierto Alex merci por el capote, corregido, además es un dato que tenía presente por aquello de que Bella Muerte había sido una obra en la que tanto guionista, como dibujante y colorista eran mujeres. Lo de Wood es que creo que no le sienta bien escribir de superhéroes, sus mejores trabajos son aquellos en los que se aleja de este género o en los que puede pasar de puntillas por ellos.
De nada Raúl.
Coincido contigo con el tema de Wood. Creo que los supers no son lo suyo pero también me ha decepcionado en otras obras, como su Star Wars, donde al final me acababa resultando aburrido. Eso sí, DMZ no la he leído por lo que según cuentas me he perdido su mejor trabajo, no?
Si, hazte con el primer volumen de Planeta Comic o espérate porque me huelo que en breve ECC reeditará la serie (y ojalá sea en el formato que han usado en Predicador), aquí tienes reseñados la mayoría de sus volúmenes: https://www.zonanegativa.com/tag/dmz/
A mi me gustó esta historia…
Wood sabe jugar con los conceptos establecidos por Ellis, pero consigue hacerlos suyos en una historia que leída mes a mes como hice yo, moló un montón y consigue sorprender número a número.
Gracias por la reseña, Raúl, para mi un tomo para recomendar sin miedo a equivocarse a gente que no solo busque superheroes…
Saludos!!
Coincido contigo, es de ese tipo de historias que recomendaría sin miedo porque ofrecen algo ‘más’. Una curiosidad, ¿tu como viste el final? Evitemos caer en el spoiler pero te pareció también anti climático?
Por cierto, muy buena reseña!!
Desde luego prefiero una puntuación ajustada pero real con la calidad de la obra, que el típico notable / sobresaliente a todo que se puede leer por otras webs (CBRs y similares que todos los comics son de 9).
El caso es que el final sí fue muy apresurado y en parte, un final «fácil» que permita hablar de buenos y malos, en contraste con la ambigüedad hasta ese momento. Pero aunque Wood parece tener un pequeño «problema» con la forma de cerrar sus historias, globalmente me parece una propuesta interesante tocando temas muy de actualidad…
Saludos!!!
Como dato anexo Brain Wood trabajó con Ellis en Generación X en el 2000, por lo tanto conoce a la perfección la manera de trabajar del creador de Planetary.
El cuento está que sólo hay un Ellis y que su paso por la serie que sea deja una marca innegable y difícil de borrar en los personajes. Alguien recuerda exactamente cómo eran los Thunderbolts antes que él los tomara?
Creo que Wood no hizo un mal trabajo y es muy probable que logre sacar la colección adelante.
Pues Wood ya se fue…
El actual arco de 5 números lo está realizando Cullen Bunn, con un esquema similar al de Ellis de historias unitarias, con un tema de fondo que supongo abordará en su último número. De momento, está dejando buenos momentos, aunque un poco lastrado por un dibujo muy inferior al de Declan Shalvey que colaboró con Ellis.
Queda por ver si la serie continuará tras las Secret Wars (aún no se confirmó) o se queda en 3 buenas etapas y ya está…
Yo recuerdo cómo eran los Thunderbolts con Busiek y Nicieza: co-jo-nu-dos
Ante todo eran los Thunderbolts. Ellis hizo un gran trabajo a costa de dejar la serie irreconocible y de que a su marcha ni Cristo supiera que hacer con el grupo.
Baja un poco el nivel frente al tomo de Ellis y la trama tarda en despegar.
En una segunda lectura se parecían interrogantes que no se explican pero en conjunto total es un buen arco, que viendo la caída de calidad de muchas series Marvel es ya decir mucho.
Creo que al sr.Luna le ha venido muy bien su casi marginalidad del resto del universo Marvel y por ello puede presentar este tipo de historias de manera mas que satisfactoria.