¿Qué tienen en común John Byrne, Joe Shuster, Todd McFarlane, Darwyn Cooke, Cary Nord, Pia Guerra, Stuart Immonen, Yanick Paquette, Gene Day, David Finch, Dale Keown, Tom Grummett, Chris Bachalo, Geof Isherwood, Dale Eaglesham, Cameron Stewart, Karl Kerschl o Kaare Andrews? En efecto, todos ellos nacieron en Canadá y son conocidos sobre todo por su trabajo en Marvel, DC, u otras compañías de cómic mainstream estadounidenses. Y no es de extrañar, porque la industria de los cómics en Canadá nunca ha sido lo potente que la del país vecino, que ha exportado sus cómics y ha influido a varias generaciones autores canadienses que a la hora de encontrar un mercado donde publicar muy a menudo han optado por cruzar la frontera (al menos, con sus páginas).
Sin embargo, si nos fijamos un poco en el panorama independiente de Canadá, podemos encontrar un buen puñado de autores con estilos y temáticas propias que, si bien no exhiben a las claras signos distintivos canadienses, tampoco se puede decir que deban al cómic estadounidense más que al europeo o a cualquier otro. Evidentemente, por una simple cuestión de cercanía geográfica y cultural, son más fáciles de rastrear las influencias estadounidenses en su trabajo, sobre todo los rasgos distintivos del underground de los ’60 y ’70, pero a su vez han conseguido desarrollar una voz personal. Muchos de estos autores ven sus obras publicadas en la más importante editorial independiente canadiense, Drawn & Quarterly, todo un ejemplo de buen gusto y buen hacer editorial que exporta sus tebeos a Estados Unidos y que por tanto es la competencia más directa (más incluso que Top Shelf) a la otra gran compañía de cómic independiente norteamericana, Fantagraphics. D&Q nace del deseo de su actual presidente, Chris Oliveros, de editar una antología de cómic independiente en 1989. A partir de ahí, su tenacidad, su buen ojo, la libertad que concede a los artistas que publican en su sello y tal vez importantes dosis de buena suerte, han convertido a su editorial en un referente obligado en el mundo de la edición independiente. Además de haber agrupado y dado salida a un buen número de artistas canadienses que referiremos más adelante, la editorial también ha sabido mirar hacia fuera y traer al mercado norteamericano a autores europeos como Guy Delisle (curiosamente nacido en Canadá, pero que ha realizado y publicado su obra originalmente en Francia), Dupuy & Berberian o Miriam Katin, asiáticos como Yoshihiro Tatsumi y Rutu Modan o incluso australianos, como Dylan Horrocks. Y todo eso por no hablar de los autores estadounidenses que han “encontrado refugio” en la editorial canadiense, como Debbie Dreschler, James Sturm, Anders Nilsen, Adrian Tomine o Jason Lutes. Menudo catálogo, el de D&Q.
Otra de las características de la editorial que data, como hemos comentado, de su propia fundación, son las antologías de autores, marcadas por un sano eclecticismo que ha permitido que en Norteamérica se conozca tanto la obra de autores prácticamente noveles como de otros ya consagrados allende los mares que no habían sido publicados previamente en inglés. Aunque han ido cambiando de formato y denominación a lo largo de los años, en estas antologías se ha publicado a autores que posteriormente han saltado a la palestra como Kevin Huizenga, Gabrielle Bell, Sammy Harkham, Jeffrey Brown y a otros poco conocidos por aquellos lares como Max, Linhart, Martí, Baru, Tardi, Blutch, Loustal o los ya mencionados Dupuy & Berberian. Casi nada. Mención aparte merece la recuperación por parte de D&Q de un clásico de la historieta como Gasoline Alley, de Frank King, pero de eso ya hablamos en su momento.
A continuación, y para no apartarnos demasiado de la idea inicial de esta entrada, vamos a hacer un somero y a la fuerza incompleto repaso de algunos de los autores canadienses en la cartera de D&Q, muchos de los cuales ya han visto publicadas sus obras más representativas en español.
Nacido en 1980, este joven autor muestra ya en su dibujo unos importantes rasgos de madurez. Aunque son muy claras las influencias de Jim Flora o del famoso animador de la Warner Bros Fiz Freleng, Blanchet maneja con soltura lo aprendido y ofrece unas ilustraciones realmente interesantes y llenas de gracia. Tal vez sea más impresionante su faceta de ilustrador que de autor de cómics, donde realiza un trabajo cercano al del relato ilustrado, pero conviene echar un ojo a la recientemente publicada en España La Fuga (Barbara Fiore Editora, 2007), su primera novela gráfica, para acabar de decidir sobre sus dotes hitorietísticas. Aunque sus tres cómics publicados hasta el momento han aparecido originalmente Canadá de la mano de La Pastèque, una de ellas, Rapide Blanc, ha sido editada en inglés por D&Q bajo el título White Rapids.
Página web de Pascal Blanchet
Reseña de La Fuga en La Cárcel de Papel
Reseña de La Fuga en 13 Millones de Naves
Adelanto de White Rapids en D&Q
Con 45 años a sus espaldas, David Collier es, si no me equivoco, un desconocido en España. Desde muy joven se siente atraído por el cómic underground, muy especialmente por la obra de un tal Robert Crumb que finalmente sería quien le diese su primera oportunidad en Weirdo #16 (1986). Animado por el sueldo, Collier estuvo algunos años alistado en el ejército de Canadá, tras lo cual se dedicó profesionalmente al dibujo, publicando en varios periódicos y comenzando su primera serie regular, Collier’s, editada por Fantagraphics en 1991 y que sería recuperada después por D&Q. Collier ha desarrollado un estilo propio que se ha denominado comix essays, donde a menudo relata experiencias autobiográficas o realiza una aproximación periodística cercana al trabajo de Joe Sacco, aunque en otro contexto, y también ha colaborado con Harvey Pekar en su American Splendor. Además de por sus cómics, Collier es conocido por sus sketches, y gran parte de su obra se recopila en tres libros editados por D&Q: Just the Facts: A Decade of Comics Essays, Portraits from Life y The Frank Ritza Papers.
Biografía de Collier en Lambiek
Entrevista en Two Handed Man
Sitio dedicado a Collier en D&Q
Ensayo sobre cómic periodístico en Ryerson Review of Journalism
Nacida el último día de 1965, esta artista canadiense lleva 20 años dedicada al mundo del cómic y ya ganó en 1991 un premio Harvey al mejor nuevo talento. Ya su primera obra, autobiográfica y autopublicada en forma de mini-cómic en sus primeros números, muestra a las claras su espíritu rebelde y afin al undeground desde el mismo título, Dirty Plotte, que se puede traducir como “Coño Sucio”. A principios de los ’90 se trasladó a New York, lo que daría lugar a una de sus obras más conocidas, Diario de Nueva York (Inrevés Edicions, 2001). Tras unos cuantos años en los que vivió en Seattle y Berlín, Doucet regresó a su Montreal natal, publicando otra de sus obras más conocidas, El caso de Madame Paul (Inrevés Edicions, 2002). En España, Camaleón Ediciones/Nosotros Somos Los Muertos editó en 1998 Si yo fuera hombre, una recopilación de diversas historias cortas de sus primeros cómics. Recientemente ha editado en D&Q 365 days versión en inglés de Journal, editado en 2004 por L’Association, donde de nuevo relata un período de su vida y ha inaugurado su página web.
Muestras del trabajo de Doucet en D&Q
Extracto de 365 days
Diario de Nueva York en Guía del Cómic
Reseña de Diario de Nueva York en Tebeosfera
Reseña de El Caso de Madame Paul en En Blanco
Reseña de El Caso de Madame Paul en Xastriño
Nacido hace 47 años, este canadiense de cejas gordas, a pesar de ser aficionado a los tebeos desde niño, encuentra su vocación historietística bastante tarde. Después de formarse como diseñador gráfico e ilustrador comercial, lo que le lleva a colavorar en varias revistas, recibe en 1990 el encargo de realizar un logo para, precisamente, D&Q. Redescubre entonces los cómics y en 1999 publica en La Patèque una pequeña historia, Paul a la Campagne, que posteriormente traduciría al inglés D&Q bajo el título Paul in the Country, ganando un premio Harvey al mejor nuevo talento. Publica después alguna historia corta en las antologías de D&Q y finalmente su obra más exitosa hasta el momento, Paul Va a Trabajar este Verano (Fulgencio Pimentel, 2006), tras la que verían la luz Paul Moves Out y, este mismo año, Paul Goes Fishing. Como puede adivinarse por los títulos, todas las historias están protagonizadas por el mismo personaje, Paul, que no es sino el alter-ego de Rabagliati, que utiliza el cómic para retratar distintos momentos de su vida desde el humor y una sana nostalgia.
Muestras del trabajo de Rabagliati en D&Q
Entrevista en Entrecomics
Reseña de Paul Va a Trabajar este Verano en Entrecomics
Reseña de Paul Va a Trabajar este Verano en Little Nemo’s Kat
Con sus 47 primaveras, Chester Brown es uno de los mejores autores de su generación, independientes o no, canadienses o no. También en su caso, el afan creador le llevó a publicar su propia revista, Yummy Fur, donde verían la luz sus series la demencial Ed, el payaso feliz (La Cúpula, 2006), El Playboy (La Cúpula, 1992) y Nunca me has gustado (Astiberri, 2007). Primero Vortex y después D&Q se fijaron en el autor y comienzaron a publicar sus historias en formato álbum. Sin embargo, Brown continuaba haciendo gala de un sano activismo y escribió My mother was a schizophrenic, donde defiendía la idea de que la esquizofrenia no es una enfermedad y de la que hizo fotocopias que dejó en las estaciones de autobús de Montreal. La historieta sería reproducida más tarde en una revista de psiquiatría. Una vez agotada Yummy Fur, Brown se lanzó a un nuevo experimento más radical si cabe en forma de revista, Underwater. En esta nueva publicación, Brown decidió contar la vida de un niño desde su nacimiento de forma subjetiva, esto es, utilizando su propio lenguaje y tratando de transmitir sus sensaciones. La serie era tan experimental que terminó abandonándola. Por si todas estas fueran pocas pruebas del eclecticismo del autor, lleva trabajando desde hace tiempo en una adaptación de los Evangelios, y su última obra publicada, Louis Riel, es una clara prueba de la capacidad del cómic como vehículo para el cómic histórico y biográfico de forma rigurosa. Hasta el momento, Brown ha hecho desfilar por sus cómics sus preocupaciones religiosas, una visión de la formación de su país, su propia formación como persona, la enfermedad de su madre, sus delirios psicotrónicos de juventud y actualmente trabaja en un cómic sobre sus experiencias con prostitutas asiáticas. En cada ocasión ha adoptado una aproximación narrativa distinta en función de los objetivos concretos planteados, y ha demostrado un dominio del dibujo envidiable y un conocimiento extraordinario de los recursos que ofrece la historieta. Chester Brown es uno de los grandes.
Entrevista en Entrecomics
Reseña de Nunca me has gustado en Entrecomics
Reseña de Nunca me has gustado en Little Nemo’s Kat
Nunca me has gustado en Guía del Cómic
Reseña de Luois Riel en Entrecomics
Reseña de Ed, el Payaso Feliz en La Cárcel de Papel
Muestras del trabajo de Brown en D&Q
Gregory Gallant, o Seth como se le conoce en el mundo del cómic, nació hace 45 años, aunque le hubiese gustado nacer hace al menos 90. Tocado siempre con su sombrero, sus tirantes y su traje impecable, su obra refleja la nostalgia por la época de la bonanza en Norteamérica por antonomasia, los años ’50. Colaborador habitual de múltiples revistas con sus ilustraciones, su trabajo en el mundo del cómic no es excesivamente prolífico, y como es habitual en algunos autores de D&Q, publica aperiódicamente un cómic-book titulado Palooka-Ville donde serializa lo que posteriormente serán sus álbumes. Hasta el momento Seth ha publicado en formato largo La vida es buena si no te rindes (Sins entido, 2004) y la primera parte de Ventiladores Clyde (Sins entido, 2003), además de la que para mí es su mejor obra (y más divertida), Wimbledon Green, que permanece inédita en nuestro país. Hace algún tiempo colaboró con The New York Times con la historia George Sprott, que podéis encontrar completa aquí.
Entrevista en Entrecomics
Otra entrevista en Entrecomics
Muestras del trabajo de Seth
Más muestras del trabajo de Seth
Reseña de La vida es buena si no te rindes en El Francotirador
Aunque nació en Estados Unidos hace 45 años y actualmente vuelve a residir allí, durante una importante etapa de su vida Matt vivió en Canadá, donde entabló una estrecha amistad con Seth y Chester Brown, y además publica habitualmente en D&Q, por lo que he considerado apropiado incluirlo en esta lista. Sus primeros trabajos autobiográficos editados en Kitchen Sink los recopila en un álbum D&Q en 1992, Peepshow: The cartoon diary of Joe Matt. A partir de 1993 Matt comienza a editar un comic book con la editorial canadiense en el que va serializando distintas historias largas… a su ritmo. 14 números en 14 años han dado para Pobre Cabrón (La Cúpula, 2006), donde narra sus desventuras amorosas y su compulsión onanista, Buen tiempo (La Cúpula, 2006), una historia donde se retrotrae a su niñez y Spent, aún no editado en nuestro país. Los tebeos de Matt cuentan con el aliciente de incluir intimidades de sus mencionados amigos dibujantes, de ser muy divertidos (salvo en el caso de Buen tiempo) y de mostrar al autor tal como es: ruin, pesetero, egoísta y vago.
Entrevista en Entrecomics
Muestras del trabajo de Matt
Reseña de Pobre Cabrón en Tirafrutas
Pobre Cabrón en Con C de Arte
Reseña de Buen tiempo en Tirafrutas
La falta de tiempo me ha impedido ampliar esta entrada con algunos autores canadienses que no publican habitualmente en D&Q pero que igualmente merecen mucho la pena, desde el clásico del underground y ya fallecido Rand Holmes hasta el innovador Marc Bell, pasando por Ho Che Anderson o Dave Cooper. Quién sabe, tal vez en otra ocasión…
Alberto García Marcos (El Tío Berni)
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Impresionante, felicidades!
Byrne no nació en Canadá.
Nació en Inglaterra.
¡Gafapastas!
Uno de mis dibujantes favoritos, Adrian Alphona, dibujante creador de Runaways, también es canadiense.
Dave Sim no es canadiense?
Ahhh…. El Canadá.
La de Chester Brown es descojonante:
«(…) Brown continuaba haciendo gala de un sano activismo (?) y escribió My mother was a schizophrenic (??), donde defiendía la idea de que la esquizofrenia no es una enfermedad y de la que hizo fotocopias que dejó en las estaciones de autobús de Montreal (???).
Brown decidió contar la vida de un niño desde su nacimiento de forma subjetiva (?) (…) La serie era tan experimental que terminó abandonándola.(???)
Gu-gú, ta-tá… aaahh, ya lo pillooo, jejeje
«(…) actualmente trabaja en un cómic sobre sus experiencias con prostitutas asiáticas.»
No hay nada como documentarse bien para hacer una obra seria, rigurosa y contrastada, jujujuju
¡Que profesionalidad la de los canadienses!
Joer, qué cachondeo, gracias por darme estas alegrias chicos
¡¡Un Pulitzer para el tío que escribió lo de Chester Brown!!
WWFan: Bueno, cierto es que es un error, pero Byrne es tan británico como Sergio Aragonés o José Luis García López españoles. Según indica el propio Byrne en la FAQ de su página web, vivió entre Canadá e Inglaterra hasta que tuvo 8 años, cuando sus padres se mudaron definitivamente a Canadá. Allí vivió durante 22 años, para trasladarse a EEUU al casarse en 1980, ya con unos 30 años.
Byrne es lo que el quiera ser. Si quiere ser británico, bien, si quiere ser canadiense, bien, si quiere se estadounidense, tambien, como si quiere ser español o kosovar. Lo que interesa es que vuelva a ser el de los 4 Fantásticos de una p*** vez. Viva el cómic
Nico Henrichon también es canadiense, del Quebec concretamente.
Por cierto, me gustaría saber más de ese tal Dave Sim, he leído que es un tipo muy polémico y que su próximo cómic va dirigido contra las feministas, los izquierdistas y la industria de la moda… no se porque se extraña que le llamen pirao en pleno siglo XXI. En fin, que me alegro que haya un tipo tan singular como este en el mundillo, viva la libertad de expresión!