Capa y Puñal: una vida entre la luz y la oscuridad

Repasamos la trayectoria de Capa y Puñal, la inusual pareja de justicieros de Marvel, con motivo de su futura serie de televisión, que será estrenada en 2018 en la cadena Freeform.

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A principios de la década de los ochenta se presentó a un peculiar dúo de justicieros en las páginas de una de las colecciones del trepamuros de la Casa de las Ideas. Su nombre era Capa y Puñal (Cloak & Dagger en el original) y había algo innovador y atrevido en ellos. Quizá fuese porque se trataba de una pareja interracial y ya sabemos que en Estados Unidos, donde las tensiones raciales siempre han estado a flor de piel, esa siempre es una circunstancia delicada. Puede que tuviese que ver el hecho de que su cruzada como justicieros no estaba dirigida contra los típicos supervillanos con trajes de colores chillones sino contra una amenaza mucho más insidiosa y mucho más real: la droga. Tal vez era por la dinámica de sus poderes basados en la naturaleza dual de la luz y la oscuridad o por su distintivo diseño visual, tan simple como atractivo. Sea como fuere, lograron hacerse un sitio en la editorial y con el tiempo se convirtieron en secundarios habituales del Universo Marvel.

Es posible que nunca llegasen a gozar del éxito del que disfrutan otros personajes de este cosmos de ficción, pero muchos lectores profesan un cariño especial a esta pareja de héroes. A medida que han pasado los años han ido acumulando apariciones en las más diversas colecciones y hasta han llegado a protagonizar varios volúmenes de su propia cabecera. Sin hacer mucho ruido, su presencia se ha dejado sentir en grandes eventos como El Guantelete del Infinito o Civil War. Casi siempre ligados al entorno de Spiderman, también probaron suerte dentro de la franquicia mutante durante una temporada, aunque al final no tardaron en volver al redil. Siempre han estado ahí de una forma u otra, como podemos comprobar, normalmente como secundarios ilustres o invitados de lujo.

Hoy sabemos que el canal de televisión por cable Freeform está preparando una serie de diez episodios basada en Capa y Puñal. La cadena propiedad de Disney ha puesto al guionista Joe Pokaski (Heroes, Daredevil de Netflix) al frente del proyecto, que ya cuenta con sus dos actores protagonistas: Olivia Holt y Aubrey Joshep. Su estreno está previsto para el próximo año, pero ya se ha dejado ver un primer trailer. Siendo Freeform una cadena enfocada al público adolescente y juvenil, es posible que se trate de un proyecto que no llame la atención de los lectores más curtidos, pero siempre cabe la posibilidad de que sirva para volver a colocar a sus contrapartidas de las viñetas en una posición de protagonismo. Después de todo, no mucho después de que supiésemos que la adaptación televisiva de los Runaways estaba progresando adecuadamente Marvel anunció que estos personajes volverían a contar con colección propia. Quién sabe si esto se repetirá con Capa y Puñal cuando se acerque la fecha de su debut televisivo.

Parece pues un buen momento para realizar un repaso a la trayectoria de estos dos personajes, refrescando así la memoria de los lectores veteranos y permitiendo que aquellos que no los conozcan y que tengan interés por su futura serie de televisión se sumerjan por primera vez en su mundo. Adentrémonos pues con esta retrospectiva en la historia de Capa y Puñal.

Antes de la luz y la oscuridad

Tyrone Johnson era un chaval afroamericano de la zona sur de Boston. Su vecindario no era ni mucho menos el mejor ni el más seguro de la ciudad, pero el joven hacía lo posible para estudiar y labrarse un futuro dentro de los márgenes de la legalidad. No lo tenía fácil, desde luego, ya que su tartamudez le suponía un permanente obstáculo para comunicarse con los demás y le hacía sentir incapaz y estúpido. Sólo gracias al apoyo de su mejor amigo, Billy, pudo enfrentarse correctamente a ese trastorno discapacitante y tener buenos resultados académicos. Por desgracia, a la edad de diecisiete años los dos muchachos se vieron involucrados involuntariamente en un altercado que acabó con la muerte de Billy. Una noche fueron testigos del robo de una tienda del barrio y del asesinato del propietario. Temeroso de que se le considerase sospechoso, Billy decidió seguir el ejemplo del atracador y huir del lugar. Un agente de policía llegó a la escena del crimen en ese momento y le dio el alto a Billy al verlo correr, creyendo que efectivamente se trataba de un criminal a la fuga. Tyrone trató de gritar que su amigo era inocente, pero su tartamudez se le impidió. Como consecuencia, el oficial de policía disparó a Billy, que murió poco después. No era la primera vez que sucedía algo similar en el barrio ni sería la última, pero aquella tragedia era más de lo que el joven podía soportar. Desolado por la muerte de su mejor amigo, sintiéndose responsable por ella y atenazado por el miedo a que se repitiese el incidente con otro policía, Tyrone huyó de casa, abandonó Boston y se dirigió hacia Nueva York.

Tandy Bowen era una chica blanca procedente de una familia acomodada que se crió en una zona residencial de Ohio. En su casa no faltaba el dinero y Tandy podía dedicar el tiempo a sus aficiones, entre ellas la danza. Sin embargo, no era feliz. Su padre la había abandonado siendo ella una niña para viajar a la India en pos de la iluminación espiritual y su madre, una antigua modelo, se había vuelto a casar con un hombre a quien ella no aceptaba. Pese a que su padrastro se esforzó por tratarla con amabilidad, el rechazo de Tandy siempre fue tajante. Esto supuso una importante brecha entre ella y su madre, haciendo que la relación entre ambas fuese siempre fría e incómoda. Como todos los adolescentes que no se sienten queridos en casa, Tandy buscó entonces el afecto entre sus congéneres y no tardó en enamorarse de un chico varios años mayor que ella. Pero su novio se acabó marchando a la universidad y sintió que ya no quedaba nada para ella en casa. Finalmente, decidió abandonar su hogar y cogió el primer autobús con destino a Nueva York.

A su llegada a la estación central de autobuses de Manhattan, Tyrone se había quedado sin dinero y no tenía ni idea de cómo iba a sobrevivir en la calle. Mientras vagabundeaba por el lugar se percató de la llegada de una joven con aspecto acomodado y se planteó que quizá debería tratar de robarle el bolso. Aquella muchacha era Tandy, por supuesto, y el destino quiso que otro ladrón se adelantase a las intenciones de Tyrone. Reaccionando de forma impulsiva, el muchacho corrió hasta atrapar al ratero y le devolvió el bolso a Tandy, lo que supuso el inicio de su larga relación (Cloak and Dagger Vol. 1 #4 USA, enero de 1984). Ambos se ayudaron mutuamente en los días posteriores, mientras trataban de sobrevivir junto a otros adolescentes huidos de casa en las violentas calles de la Gran Manzana.

La transformación

La vida como sin techo no era sencilla, por lo que Tandy se sintió tremendamente aliviada cuando supo que un hombre, el Doctor Simon Marshall, ofrecía refugio y comida a los chicos de la calle. La joven aceptó sin problemas la oferta, aunque Tyrone desconfió de los motivos altruistas de aquel misterioso desconocido. No obstante, decidió seguir a su compañera a las instalaciones del extraño doctor para protegerla. Sus sospechas resultaron estar fundadas cuando los hombres del Marshall les dejaron inconscientes con el objetivo de usarlos como conejillos de indias para estudiar los efectos de una nueva droga.

El tal Doctor Marshall era en realidad un bioquímico que trabajaba para el sindicato del crimen conocido como Maggia y su objetivo era sintetizar un nuevo compuesto que sirviese como sustituto barato de la heroína. Sabiendo que nadie echaría de menos a unos cuantos chavales callejeros que habían huido de sus casas, montó su laboratorio en la Isla de Ellis y lo hizo pasar por un albergue en el que esos desdichados jóvenes pudiesen conseguir comida y techo. Su experimentos le había permitido sintetizar una nueva droga a la que llamaba D-Lite, pero sus efectos habían sido letales en los sujetos anteriores. Eso no le impidió inyectarle una dosis de D-Lite a Tyrone y a Tandy, aunque poco sospechaba el resultado que iba a obtener.

Los dos jóvenes sobrevivieron a la experiencia debido a que la droga experimental interactuó de forma inesperada con sus códigos genéticos mutantes. En efecto, aunque ellos desconocían su naturaleza al no haber manifestado ningún poder hasta ese momento, Tyrone y Tandy eran mutantes. No obstante, existe cierta controversia respecto a este hecho: en las historias originales se les consideraba mutantes genéticos mientras que en historias más recientes se les considera mutantes inducidos de forma artificial por la exposición a la droga experimental (serían, por tanto, humanos potenciados en lugar de mutantes). En cualquier caso, la droga despertó sus poderes latentes y quizá influyó en la forma que estos adoptaron. Más tarde, en un ejercicio de retrocontinuidad, también supimos que el demonio D’Spayre había manipulado los acontecimientos para influir en la creación de los futuros Capa y Puñal (Cloak and Dagger Vol. 3 #19 USA, agosto de 1991), pero hablaremos de ello más adelante.

Sea como fuera, nuestros dos protagonistas se las ingeniaron para escapar de las instalaciones del Doctor Marshall en la Isla de Ellis. Durante su desesperada huida, Tyrone se encontró a sí mismo siendo engullido por una oscuridad insondable y acosado por una necesidad imperiosa que sólo disminuía con la presencia de Tandy, de quien emanaba una luz cegadora. Para ocultar su nueva apariencia sombría, Tyrone se envolvió en una capa improvisada y aprendió a introducir a los matones de Marshall entre sus pliegues para transportarlos a la oscuridad que se había conectado a su cuerpo. Por su parte, Tandy se percató de que podía lanzar luz desde sus manos, manifestándola en la forma de dagas luminosas que incapacitaban a todo aquel que las recibiese. Así es como ambos se bautizaron con el nombre de Capa y Puñal, declarando su guerra contra las drogas y contra todos aquellos que las producían y distribuían. El Doctor Marshall había logrado escapar, por lo que no descansarían hasta que pagase por lo que había hecho.

Pensando que todas las demás víctimas del bioquímico habían sucumbido ante las letales drogas, Capa y Puñal no supieron que hubo otro superviviente que salió con vida tras ser expuesto a la D-Lite, otorgándole poderes relacionados con la naturaleza dual de la luz y la oscuridad. Se trataba de un criminal de origen chino que adoptó el nombre de Martin Li, aunque el mundo acabaría por conocerle años después como Señor Negativo (Dark Reign: Mister Negative Vol. 1 #3 USA, octubre de 2009).

Luces y sombras

Antes de continuar con el repaso histórico conviene detenerse un momento para analizar el funcionamiento de los poderes de nuestros protagonistas, ya que forman una parte intrínseca de su caracterización y además están muy relacionadas con la temática de sus historias.

Comencemos con Capa, cuyo poder radica en la oscuridad. Esa oscuridad que emana de los pliegues de su capa y que normalmente se denomina Fuerza Oscura (Darkforce en el original) es en realidad una energía viviente que procede de otra dimensión. En dicha dimensión no sólo no hay ninguna fuente de luz, sino que cualquier luz que entra en ella es inmediatamente absorbida hasta que se desvanece. Es interesante resaltar que Capa no es el único superhumano capaz de manipular las energías de la dimensión oscura (otros usuarios notables podrían ser la mutante Estrella Oscura o el villano Apagón, de los Amos del Mal), pero él no es un simple conductor sino un auténtico portal viviente hacia ese extraño lugar. Aquellos que entran en su capa y son expuestos a la oscuridad sienten un frío inenarrable y la sensación de que la propia vida les está siendo absorbida, pues la dimensión oscura siempre está hambrienta. Capa sólo los expone a la oscuridad durante unos segundos, pues no hay duda de que una exposición prolongada acabaría costándoles la vida.

Quizá el “hambre” insaciable de la dimensión oscura tenga que ver con el hecho de que la forma natural de Tyrone sea intangible. Sólo a base de una gran fuerza de voluntad o tras haber absorbido la luz de Puñal es capaz de hacerse tangible de nuevo. Capa es como un agujero negro ansioso por devorar todo lo que le rodea, especialmente la luz de Puñal. En cierto sentido, podríamos decir que Capa es adicto a la luz de Puñal. La exposición al brillo de su compañera es lo único que le permite “saciar” a la oscuridad con la que está conectado, aunque sólo de forma temporal. Tras un tiempo sin exponerse a dicha luz, Capa comienza a experimentar algo parecido al síndrome de abstinencia que sufren los drogodependientes.

No obstante, manejar semejantes energías también tiene sus ventajas. Capa puede teletransportarse a grandes distancias usando la dimensión oscura como atajo. También puede transportar a otros con él, aparentemente protegiéndolos de los efectos que supone la exposición a la dimensión oscura. Esta forma de viajar estuvo reservada a Puñal durante mucho tiempo, aunque con el tiempo se hizo habitual ver a otros héroes recurriendo a los poderes de Capa para viajar instantáneamente de un lugar a otro.

En cuanto a Puñal, ella también está conectada a una dimensión sobrenatural, aunque de naturaleza opuesta a la de su compañero. Aunque ella no es un portal viviente y no puede transportar a nadie de forma directa a esa dimensión luminosa, su cuerpo irradia luminiscencia y es capaz de condensarla en la forma de sus famosos puñales arrojadizos. Estas manifestaciones tiene la capacidad de conmocionar a los seres vivos, dejándolos en estado de shock. Cuando una persona es atravesada por uno de estos puñales no sufre daño físico, pero sí psicológico: muchos criminales sienten el vacío de sus existencias y se replantean sus opciones vitales tras haber probado la mordedura de las dagas luminosas.

Sabemos que la naturaleza de la luz de Puñal tiene propiedades curativas, capaces de purgar las toxinas, drogas u otras sustancias malignas del cuerpo de una persona. En ocasiones, incluso es capaz de curar la adicción a una droga en particular. Sin embargo, desconocemos los efectos de exponerse a cantidades masivas de esta fuerza luminosa. Tandy siente la necesidad de descargar luz cada cierto tiempo, ya que de no hacerlo acaba entrando en un estado febril, sufriendo delirios y liberándola de forma involuntaria. Esto debería hacernos concluir que, si bien una dosis menor de energía luminosa tiene efectos positivos, ser expuesto a grandes cantidades podría ser muy peligroso.

De cualquier modo, el hecho es que tanto Capa como Puñal son seres en permanente desequilibrio cuando se consideran de forma individual y, por tanto, se necesitan el uno al otro para poder subsistir. Puñal necesita emitir su luz tanto como Capa absorberla y la oscuridad de Capa es lo único que puede absorber grandes cantidades de luz de Puñal sin recibir daño permanente. Como suele decirse, la luz necesita a la oscuridad tanto como la oscuridad a la luz. Ambas están unidas y no pueden existir la una sin la otra.

Nuestro amigo y vecino

El guionista Bill Mantlo y el dibujante Ed Hannigan fueron los creadores de Capa y Puñal, así como los encargados de introducirlos en el Universo Marvel. Fue en Peter Parker, The Spectacular Spider-Man Vol. 1 #64 USA (marzo de 1982), en una historia autoconclusiva que nos contaba el inicio de la cruzada contra la droga de los dos justicieros. La historia se abría con el trepamuros haciendo su habitual patrulla sobre las calles de la ciudad cuando escuchaba los gritos de un hombre que estaba siendo perseguido por dos vigilantes disfrazados. Aquel hombre era uno de los traficantes implicados en la red del Doctor Marshall, aunque Spiderman lo ignoraba. Al tratar de protegerlo de Capa y Puñal, Spidey recibió el ataque de las dagas lumínicas y no pudo impedir que los justicieros acabasen con su víctima antes de desaparecer del lugar.

Capa y Puñal clamaban venganza por lo sucedido en la Isla de Ellis y no tenían ningún remordimiento a la hora de matar a los implicados. Su objetivo era acabar con el responsable de su transformación y no albergaban ni un ápice de piedad hacia sus secuaces. Spiderman se lanzó con rapidez a la búsqueda de la pareja para evitar que matasen a sangre fría a los traficantes, pero fracasó en el intento. Los dos justicieros habían localizado a Marshall y a sus hombres, confundiéndolos con la oscuridad de Capa y haciendo que corriesen a través de una ventana hasta precipitarse hacia sus muertes. Proclamando que su trabajo estaba hecho por el momento, Capa y Puñal se teletransportaron lejos de allí. Spiderman había descubierto que ambos eran unos niños sobre los que habían utilizado una droga experimental, pero aquello no les autorizaba a acabar con la vida de nadie. En lugar de actuar como héroes, Capa y Puñal parecían más bien supervillanos.

Unos meses después, Mantlo y Hannigan trajeron de nuevo a los personajes a la colección para que continuasen su guerra contra los drogas, para gran regocijo de los lectores. En esa historia, tras un nuevo fracaso por parte del trepamuros al impedir que los justicieros acabasen con las vidas de unos traficantes, Capa y Puñal decidieron que debían llevar el conflicto ante los que manejaban la distribución de drogas en la ciudad. Su nuevo objetivo sería el líder mafioso conocido como Silvermane, que en aquel momento se encontraba postrado en cama. Incapaz de detenerles una vez más, Spidey fue testigo del asesinato de Silvermane a manos de Puñal (Peter Parker, The Spectacular Spider-Man Vol. 1 #69 USA, agosto de 1982).

Pero el líder criminal fue revivido poco después en un flamante cuerpo cyborg y se enfrentó a sus supuestos asesinos. Capa y Puñal le derrotaron y estaban a punto de asestarle el golpe letal cuando Spiderman entró en escena. En esa ocasión, las palabras del trepamuros sí que lograron hacer dudar a los despiadados justicieros, que decidieron retirarse y dejar a su rival con vida (Peter Parker, The Spectacular Spider-Man Vol. 1 #70 USA, septiembre de 1982).

En su siguiente aparición, el dúo parecía haber empezado a cuestionar sus propios métodos y lo haría aún más después de conocer el modus operandi de alguien mucho más violento que ellos. Tras abordar a un grupo de yonkis que vivían en un edificio abandonado, Puñal usó su luz para limpiar sus cuerpos y curar así su adicción. Por desgracia, los recién rehabilitados no pudieron disfrutar mucho de su nueva vida, ya que el Castigador acabó con ellos en un tiroteo poco después. Al pasar por aquel edificio y encontrar los cadáveres, Spiderman pensó erróneamente que Capa y Puñal eran los responsables y tuvo un breve enfrentamiento con ellos antes de descubrir la verdad. El hombre que los había matado había venido a por los yonkis para que le condujesen hasta la persona que les había vendido la droga. Es más, el Castigador había decidido que, para acabar con la proliferación de drogas en la ciudad, tendría que acabar con el máximo responsable de su distribución y ese resultó ser Kingpin (Peter Parker, The Spectacular Spider-Man Vol. 1 #81 USA, agosto de 1983).

Spiderman trató de convencer a Capa y Puñal de que le ayudasen a detener al Castigador antes de que cumpliese su objetivo de asesinar a Kingpin, pero en un primer momento los dos justicieros consideraron que lo que perseguía el enloquecido vigilante era lo mismo que deseaban ellos. No sólo le negaron su ayuda sino que, de hecho, ellos mismos tratarían de acabar con Kingpin si eso lograba poner fin a su cruzada contra las drogas en Nueva York. Tratando de hacer lo correcto, el trepamuros corrió a poner sobre aviso al rey del crimen, cuya base se vio de pronto asaltada a dos bandas: por un lado Capa y Puñal y por otro el Castigador. Mientras Spidey combatía otra vez contra la pareja, Kingpin se enfrentaba cara a cara contra el Castigador. Durante el combate, Puñal estuvo a punto de ceder ante las palabras de Spiderman, que le instaba de nuevo a replantearse sus métodos. Mientras tanto, el Castigador había convertido a Vanessa Fisk, la esposa de Kingpin, en su rehén, provocando al contundente criminal y haciendo que le atacase con una furia arrolladora. Cuando Spiderman y sus dos rivales llegaron al lugar del combate, Kingpin había escapado junto a Vanessa y el Castigador estaba inconsciente (Peter Parker, The Spectacular Spider-Man Vol. 1 #82 USA, septiembre de 1983).

Aquel incidente sirvió para que Puñal comenzase a presionar a Capa hasta que se replanteasen sus métodos, ya que de lo contrario acabarían convirtiéndose en unos matones sedientos de sangre como el Castigador. En posteriores apariciones, Capa y Puñal resultaron ser algo menos expeditivos, aunque estaba claro que nunca compartirían el idealismo de otros héroes como el propio Spiderman. El motivo de este cambio de enfoque quizá podía encontrarse fuera de las viñetas. Una vez que los autores fueron conscientes de que sus personajes empezaban a ser populares entre los lectores, pensaron que sería adecuado que resultasen menos despiadados para poder presentarlos más fácilmente como antihéroes. En relación a esto, ese mismo año Capa y Puñal protagonizaron su primera cabecera, una miniserie de cuatro números que serviría para ampliar su origen (Cloak and Dagger Vol. 1 #1-4 USA, octubre de 1983 – enero de 1984). Los responsables fueron el propio Bill Mantlo y el dibujante Rick Leonardi, que acabó de pulir el aspecto visual de ambos personajes hasta el punto de convertirse en uno de los autores que más se asocian con ellos.

Asentando el mito

Mantlo aprovechó la miniserie para adentrarse con detalle en el origen de los personajes, mostrando eventos tan determinantes como la muerte de Billy o la marcha del padre de Tandy, pero también para darles un contexto propio. Capa y Puñal encontrarían refugio en la Iglesia del Espíritu Santo, un lugar que acabaría ejerciendo el papel de base de operaciones de los dos justicieros durante largo tiempo. El Padre Francis Delgado fue el primero en darles la bienvenida a aquel edificio religioso, aunque con el tiempo acabó desarrollando una atracción malsana hacia la joven Puñal. Pensando que Capa era una influencia demoníaca que trataba de corromper a la luminosa muchacha, el Padre Francis trató en vano de separarlos y acabó perdiendo la cordura. Tras su ingreso en una institución mental, el nuevo custodio de la Iglesia del Espíritu Santo, el Padre Michael Bowen, tío de Puñal, se convirtió en aliado recurrente de la pareja.

En aquella época estaba claro que el ambiente por el que se movían estos personajes era sórdido y decadente. Su guerra contra las drogas exigía que estuviesen al tanto de lo que sucedía entre los drogadictos y los traficantes, cosa que quiso reflejar el guionista en aquellas páginas. En ese terrible contexto trabajaba la oficial de policía Brigid O’Reilly, otro personaje que se introdujo en esta miniserie y que tendría cierta importancia en años posteriores. O’Reilly era la oficial encargada del distrito en el que Capa y Puñal llevaban a cabo sus actividades y en un primer momento quiso que fuesen detenidos. Poco después, tras encontrarse con ellos y conocer sus respectivos pasados, comenzó a confiar en sus buenas intenciones.

Finalmente, este primer volumen de la cabecera de Capa y Puñal también sirvió para que los lectores se adentrasen en la torturada psique de Tyrone. Bajo su amenazante aspecto, el joven escondía numerosas inseguridades. Se consideraba a sí mismo muy inferior a Puñal, por lo que sentía que no era digno de estar con ella, pero al mismo tiempo necesitaba su luz para poder saciar a la oscuridad con la que estaba conectado. Capa temía perder el control sobre su poder y alimentarse del brillo de compañera hasta hacerlo desaparecer, pues el hambre que le acechaba iba siempre en aumento. En determinado momento incluso huyó de su compañía, negándose a volver a recibir su luz y dejándose guiar por la fuerza oscura de su interior. La situación no duró mucho y acabó con el emotivo reencuentro entre ambos, confirmando que entre ellos empezaba a surgir algo que iba más allá de la mera amistad (Cloak and Dagger Vol. 1 #3-4 USA, diciembre de 1983 – enero de 1984).

Mientras tanto, la presencia de los dos justicieros había empezado a extenderse más allá de la franquicia arácnida. En Marvel Team-Up Annual Vol. 1 #6 USA (octubre de 1983), Bill Mantlo y Ron Frenz narraron una historia en la que Capa y Puñal se encontraban con Spiderman y los Nuevos Mutantes. En aquella ocasión, un grupo de matones intentaron continuar los experimentos del Doctor Marshall para desarrollar una nueva droga con efectos mutagénicos y secuestraron a los mutantes Mancha Solar y Loba Venenosa para exponerlos a ella. Su objetivo era convertirlos en esclavos serviles usando la adicción a la sustancia, que transformó de una manera terrible a los dos jóvenes estudiantes de Xavier. Spiderman y sus compañeros lograron rescatarlos gracias a la ayuda de Capa y Puñal y, en última instancia, la droga de sus cuerpos fue purgada por la luz de Puñal. Lo sucedido sirvió para que se plantease la posibilidad de que Capa y Puñal fuesen mutantes y para que se les ofreciese un hogar en la Escuela del Profesor Xavier. Ellos lo rechazaron alegando que aquello que tenían que hacer debían hacerlo solos.

Los dos justicieros se reencontrarían con los Nuevos Mutantes poco después, cuando Mancha Solar empezó a exhibir los poderes oscuros de Capa y Loba Venenosa hizo lo propio con la luz de Puñal. Como consecuencia, Tyrone y Tandy perdieron los suyos y acabaron en el hospital. Al parecer los sucesos previos habían establecido un vínculo entre los cuatro jóvenes y Mancha Solar empezaba a adoptar tanto los poderes como la apariencia de Capa mientras que Loba Venenosa asumía el aspecto y habilidades de Puñal, perdiendo sus viejas identidades en el proceso. Un hechizo de Magik sirvió para devolver los poderes a sus respectivos propietarios, tal y como nos narraron Chris Claremont y Bill Sienkiewicz en The New Mutants Vol. 1 #22-24 USA (diciembre de 1984 – febrero de 1985). Esa historia también sirvió para confirmar que Capa y Puñal eran mutantes y que había sido su mutación genética la que les había permitido sobrevivir a la droga del Doctor Marshall, algo que sería canónico en el Universo Marvel durante muchos años.

Por otro lado, Al Milgrom tomó el testigo de Mantlo en Peter Parker, The Spectacular Spider-Man, continuando la guerra contra las drogas de los dos justicieros y enfrentándolos de nuevo contra Silvermane y Kingpin. En esa ocasión, Kingpin pretendía usar las energías de Puñal para sanar el cuerpo de su esposa enferma, aunque no obtuvo el resultado deseado por la intervención de Silvermane, que había perdido el control de su cuerpo cyborg. La Gata Negra y Spiderman también acabaron metidos en aquel jaleo (Peter Parker, The Spectacular Spider-Man Vol. 1 #94-96 USA, septiembre – noviembre de 1984). Para entonces los lectores ya estaban más que preparados para que Capa y Puñal protagonizasen su primera serie regular.

Héroes por derecho propio

Propiciado por la buena acogida de la miniserie antes mencionada, el segundo volumen de la cabecera de estos personajes contó una vez más con Bill Mantlo como guionista y se extendió durante once entregas bimensuales (siendo doble la última de ellas). Rick Leonardi dibujó sólo cinco números en esta ocasión, quedando el resto en manos de artistas como Marc Silvestri, Mike Mignola, Arthur Adams, Bret Blevins o Terry Shoemaker (la mayoría de los cuales se encargaron de una única entrega). Tras el número once, Marvel decidió combinar la colección con la también bimensual cabecera dedicada al Doctor Extraño, dando lugar a una nueva serie que combinaba historias de los tres personajes bajo el veterano título de Strange Tales.

La miniserie original había presentado un claro tono cajellero en el que las drogas eran las protagonistas, pero esta nueva propuesta fue distanciándose progresivamente a medida que abría sus puertas a la aparición de supervillanos más o menos convencionales y se dedicaba a explorar el componente sobrenatural de los personajes. Para cuando concluyó el periodo en el que compartieron cabecera con el Hechicero Supremo, Capa y Puñal ya casi formaban parte de la vertiente mística del Universo Marvel. Pero mejor no nos adelantemos a los acontecimientos y pasemos a comentar el segundo volumen de Cloak and Dagger. La nueva serie arrancó con el tono sórdido y callejero que esperaban los lectores y de hecho mostró a los dos protagonistas desmantelando una red de pornografía infantil (Cloak and Dagger Vol. 2 #1 USA, julio de 1985). Su cruzada contra las drogas tampoco disminuyó en intensidad, mostrando cómo desmantelaban una importante operación de contrabando con la ayuda de Spiderman (Cloak and Dagger Vol. 2 #3 USA, noviembre de 1985).

El cuarto número narró el inevitable crossover con Secret Wars II, centrándose en el encuentro entre el Todopoderoso y los dos justicieros. El ser cósmico, en su intento de comprender a los seres humanos, se adentró en los bajos fondos de Nueva York para descubrir qué llevaba a una persona a buscar la felicidad en las drogas. Completamente ignorantes de con quién estaban tratando, unos traficantes quisieron engañar al Todopoderoso inyectándole una dosis letal para poder robarle. Eso hizo entrar en acción a Capa y Puñal, que en un primer momento tuvieron que enfrentarse a un enfadado Todopoderoso al que le habían privado de su oportunidad de “obtener felicidad”. Aclarado el malentendido, el ser cósmico decidió premiar a Capa y Puñal despojándoles de sus poderes y de la permanente influencia de la luz y la oscuridad. No obstante, tras someterse voluntariamente al efecto de las drogas para comprender cómo influían sobre los humanos, el Todopoderoso comprendió el terrible problema que suponían y la importancia del papel de la pareja, a la que devolvió de nuevo sus habilidades (Cloak and Dagger Vol. 2 #4 USA, enero de 1986).

En el siguiente arco argumental, la oficial de policía y ocasional aliada Brigid O’Reilly acabó perdiendo la vida mientras perseguía a un envenenador de aspirinas infantiles. Encerrada y expuesta a un gas venenoso, la oficial no tardó en sucumbir. Capa y Puñal llegaron demasiado tarde para ayudarla y la luz de Puñal se mostró incapaz de revivirla. Sin embargo, su cuerpo acabó mutando y Brigid O’Reilly se transformó en la justiciera superhumana conocida como Caos (Mayhem en el original), dotada con la capacidad de generar una niebla venenosa a voluntad. Caos siguió siendo aliada de Capa y Puñal, apoyándoles en su guerra clandestina contra el crimen (Cloak and Dagger Vol. 2 #5-7 USA, marzo de 1986 – julio de 1986).

Tras un combate contra el Doctor Muerte en Latveria (Cloak and Dagger Vol. 2 #10 USA, enero de 1987), la cruzada contra las drogas de nuestros protagonistas se trasladó hasta el origen mismo de las sustancias contra las que combatían, a países asiáticos como Afganistán y Camboya (Cloak and Dagger Vol. 2 #11 USA, marzo de 1987). La siguiente parada de los personajes ya sería Strange Tales, aunque eso no quiere decir que no se dejasen caer antes en otras series del momento. Por ejemplo contamos con su presencia en Doctor Strange Vol. 2 #78 USA (agosto de 1986) o en Power Pack Vol. 1 #26 USA (octubre de 1986).

Al trasladarse a Strange Tales, Bill Mantlo permaneció al mando de los guiones, quedando el dibujo en manos de Bret Blevins. Como decíamos, el hecho de compartir páginas con el Doctor Extraño supuso un progresivo acercamiento a las temáticas sobrenaturales y lo que podemos considerar la vertiente mística del Universo Marvel. La serie se abrió con el regreso del padre biológico de Puñal, Nathan Tyler, que había regresado de su exilio espiritual en la India transformado en una especie de vampiro que se alimentaba de la energía vital de otros. Bajo el nombre de Señor de la Luz, se enfrentó a Capa y Puñal con la intención de alimentarse de la luz de su hija. Pero cuando se percató de lo que estaba a punto de hacer, el villano se arrepintió de sus actos y se arrojó voluntariamente a la oscuridad del interior de Capa, muriendo en el proceso (Strange Tales Vol. 2 #1-2 USA, abril – mayo de 1987).

Desde ese punto en adelante, la serie continuó explorando el desgaste que suponía para Tyrone el tener que mantener a raya la oscuridad de su interior (que en ocasiones adquiría la forma de una criatura denominada simplemente como “el Depredador”), al mismo tiempo que la pareja se enfrentaba a villanos de índole sobrenatural. El demoníaco Pesadilla, un viejo conocido del Doctor Extraño, enredó a Capa en sus planes para acabar con el Hechicero Supremo, cosa que obviamente no consiguió (Strange Tales Vol. 2 #4-7 USA, julio – octubre de 1987). En aquella historia la luz de Puñal consiguió imponerse a la oscuridad de Capa con una ayuda del Doctor Extraño, despojándole de sus poderes y convirtiéndole de nuevo en Tyrone por un tiempo. Eso supuso una merecida pausa en las agitadas vidas de ambos, lo cual fue muy bien recibido por la muchacha, que al fin podía dejar atrás sus actividades como justiciera y volver a dedicarse a las clases de danza. Sin embargo, al revertirse su transformación, Tyrone se encontró de nuevo batallando contra su tartamudez y teniendo severos problemas con sus estudios. Ahí es cuando entró en juego un extraño personaje llamado Míster Jip, que es lo más cercano a un archienemigo que han tenido Capa y Puñal (Strange Tales Vol. 2 #8 USA, noviembre de 1987). Este villano no fue introducido por Mantlo, sino por Terry Austin, que sería el siguiente guionista de Strange Tales hasta la conclusión de ese volumen.

Míster Jip era un hechicero oscuro que había prolongado su vida más allá de lo natural, por lo que su cuerpo tenía un aspecto demacrado y siniestro. Fue uno de los primeros discípulos del Anciano (el maestro del Doctor Extraño) y ahora ansiaba apoderarse del cuerpo de Tyrone para poder utilizar las energías oscuras de la dimensión a la que estaba conectado. El mago se aprovechó del momento de debilidad en que se encontraba el joven y le tentó con las palabras adecuadas. Tyrone pensaba que Capa y Puñal eran cosa del pasado ahora que Tandy ya no le necesitaba, por lo que accedió con facilidad a exponerse a la magia negra de Míster Jip para recuperar su poder. Como era de esperar, las cosas no salieron bien y el renacido Capa comenzó a actuar como un villano, apartando a Puñal de su lado. Tandy encontró una nueva compañera temporal en la Gata Negra (Strange Tales Vol. 2 #10 USA, enero de 1988), aunque volvió al lado de Capa para la batalla final contra Míster Jip por la posesión del alma de Tyrone (Strange Tales Vol. 2 #11 USA, febrero de 1988).

Desde entonces la presencia de Míster Jip en el entorno de Capa y Puñal sería constante. Cuando no estaba importunando a la pareja con sus secuaces, Noche y Día, se encargaba de otorgarles favores siempre a cambio de un alto precio. El hechicero resultó ser un perverso manipulador y su obsesión hacia los dos justicieros parecía inagotable. No obstante, pese a haber sido introducido para revitalizar a la pareja, cuya popularidad había empezado a decaer, las ventas indicaban que la serie iba a necesitar otro empujón. Así fue como se aprovechó una historia previamente escrita por Mantlo antes de su marcha para dar forma a la primera y única novela gráfica de Capa y Puñal hasta la fecha (Marvel Graphic Novel Vol. 1 #34 USA Cloak and Dagger: Predator and Prey, junio de 1988). Dibujada por Larry Stroman, esta novela gráfica exploraba a esa entidad oscura que impulsaba el hambre de Capa, el Depredador, que en en esta ocasión abandonaba el cuerpo de Tyrone y se buscaba un nuevo huésped: nada más y nada menos que el cadáver reanimado del célebre Jack el Destripador. Sobra decir que el tono de esta aventura fue bastante más oscuro de lo habitual.

Ojos que no ven

Para seguir potenciando a los dos personajes, Marvel decidió poner fin a Strange Tales tras diecinueve números, separando de nuevo a Capa y Puñal del Doctor Extraño e inaugurando un nuevo volumen de su cabecera. Bajo el peculiar título de The Mutant Misadventures of Cloak and Dagger, la serie contó con un reclamo de lo más interesane. Puñal perdería la vista en el primer número, por lo que el tema central orbitaría en torno a sus esfuerzos por adaptarse a su discapacidad adquirida. Terry Austin, que de nuevo se encargaría de los guiones, llevó a cabo una extensiva investigación para reflejar la realidad de las personas ciegas, así como el impacto físico y psicológico que supone la ceguera adquirida. En ese sentido, algunos de sus comentarios en la sección de correo de la colección resultaron de gran interés. La parte gráfica de la nueva colección recayó sobre varios dibujantes, siendo Mike Vosburg el principal.

En Cloak and Dagger Vol. 3 #1 USA (octubre de 1988), Noche manipuló a Puñal siguiendo las indicaciones de Míster Jip y la obligó a enfrentarse al Factor X original. Fue la posterior batalla la que acabó dañando los ojos de Puñal y produciendo su ceguera, situación que sirvió para anclar la serie a la realidad a medida que los argumentos se iban haciendo más y más llamativos. Entre los villanos que pasaron por la serie en esa época la más destacada fue Éxtasis, una antigua enemiga del Doctor Extraño que derrotó a Capa y se apoderó de su manto, convirtiéndose así en la inesperada co-protagonista de la serie durante unos pocos números (Cloak and Dagger Vol. 3 #5-8 USA, junio – noviembre de 1989). Otro momento notable se produjo cuando los reunidos Capa y Puñal tuvieron que enfrentarse a una alianza formada entre Míster Jip y el Doctor Muerte (Cloak and Dagger Vol. 3 #12-13 USA, junio – agosto de 1989), suceso durante el cual Puñal recobró su vista perdida.

Capa y Puñal también formaron parte del evento de aquel año: Atlantis Ataca, que se llevó a cabo en los anuales de 1989. De nuevo compartieron protagonismo con el trepamuros en The Spectacular Spider-Man Annual Vol. 1 #9 USA (septiembre de 1989), poco antes de que Puñal fuese secuestrada por el desviante Ghaur para que se convirtiese en una de las siete novias de Set, el dios serpiente. Una numerosa agrupación de héroes puso fin a los planes de Ghaur y evitó el renacer de Set, rescatando a sus involuntarias novias. Mientras tanto, la colección de Capa y Puñal contó con invitados de altura como los Vengadores, el omnipresente Spiderman o el Motorista Fantasma, pero no logró remontar el declive en el que se había sumido. Ni siquiera el regreso de Rick Leonardi salvó a la serie de la cancelación. Austin dejó el puesto de guionista poco antes del final, dejando los últimos números a cargo de nombres como Steve Gerber o Terry Kavanagh. Para entonces el interés por los personajes había disminuido de forma notable y su cabecera ya estaba condenada, pero aún se guardaba una última sorpresa.

En Cloak and Dagger Vol. 3 #19 USA (agosto de 1991), Terry Kavanagh y Chris Ivy plantearon una nueva versión del origen de Capa y Puñal en la que se revelaba la intervención del demonio D’Spayre. Aquella excesivamente compleja revisión proponía que Tyrone y Tandy eran efectivamente mutantes, pero que las manipulaciones de D’Spayre habían anulado la manifestación natural de sus poderes de forma que pudiesen ser afectados por la droga D-Lite según sus designios. Siguiendo esta versión, la sustancia del Doctor Marshall había sido creada siguiendo las instrucciones del demonio para que éste pudiese así alimentarse del sufrimiento que provocaría en los adictos. Una vez que los dos jóvenes fueron expuestos al D-Lite, D’Spayre les implantó dos manifestaciones de su propio ser (una compuesta de luz y otra compuesta de oscuridad), rehaciendo así sus dones mutantes y transformándoles en lo que eran. A largo plazo, el manipulador demonio pretendía usarlos como huéspedes de su propia esencia, aunque sus planes no salieron como esperaba. Capa y Puñal derrotaron a D’Spayre en combate, causando aparentemente su muerte y liberándose del vínculo que les unía a la criatura tenebrosa.

Aunque técnicamente toda esta trama sigue formando pare del canon, muchas de las revisiones posteriores del origen de estos personajes han ignorado la intervención de D’Spayre y asumido que Capa y Puñal eran mutantes cuyos poderes habían sido alterados por el D-Lite. No sería éste el único intento de reformular su origen en base a unos motivos algo difusos, como veremos dentro de un momento. Nuestro repaso alcanza de esta forma la infame década de los noventa, en la que la presencia de Capa y Puñal se dio con cuentagotas. Pese a su gran popularidad durante la década anterior, los siguientes años supusieron un momento de cierto ostracismo para el dúo.

Años oscuros

Durante el verano de 1991, mientras el tercer volumen de Capa y Puñal era cancelado, al menos uno de los dos personajes tuvo cierta presencia en el evento que conmocionó al Universo Marvel de aquel entonces. Durante El Guantelete del Infinito, Puñal fue uno de los miles de millones de seres que Thanos sacrificó en honor a su amada Muerte usando las gemas del infinito. Capa fue reclutado poco después por Adam Warlock para formar parte de un grupo de asalto que se enfrentaría al Titán Loco en su templo celestial. Con sus poderes cósmicos mermados a causa de un siniestro juego, Thanos combatió a los héroes y los fue masacrando uno tras otro. Cuando llegó su turno, Capa trató de absorber a su enemigo entre los pliegues de su manto, pero ni siquiera la oscuridad de su interior pudo contenerle. Haciendo trizas literalmente a Capa, Thanos se liberó y continuó con el combate (The Infinity Gauntlet Vol. 1 #4 USA, octubre de 1991). Fueron otros los que determinaron el destino de las gemas del infinito y todos los caídos acabaron siendo resucitados. Por tanto, al final del evento Capa y Puñal volvieron a reunirse una vez más.

Ese mismo año, también participaron en otro evento de la Casa de las Ideas, aunque en esta ocasión bastante menos memorable. Capa y Puñal formaron parte junto al Capitán América, la Gata Negra, Puño de Hierro y Morbius del grupo reunido por Spiderman para enfrentarse a Matanza y al grupo de villanos junto al que estaba creando el caos en Nueva York tras escapar del Instituto Ravencroft, la institución mental en la que estaba recluido. Aquello sucedió durante Matanza Máxima, un evento arácnido que deja bastante que desear leído hoy en día. En aquella historia Puñal resultó gravemente herida y se llegó a creer que había sido asesinada por uno de los secuaces de Matanza, pero finalmente se desveló que continuaba viva y bien bajo los atentos cuidados de Capa.

Durante los años siguientes las apariciones del dúo fueron escasas. Eran los desenfadados años noventa y en Marvel triunfaban los antihéroes violentos como el Castigador o el Motorista Fantasma mientras los mutantes alcanzaban las mayores cotas de popularidad de su historia. Muchos de los personajes de la “vieja escuela” quedaron olvidados o tuvieron que someterse a un rediseño radical para adaptarse a los gustos de los lectores del momento. Aunque en principio parecían personajes apropiados para la época, con su trasfondo de luchadores callejeros en una cruzada contra las drogas, Capa y Puñal ya no gozaban de la aceptación de la que habían disfrutado durante la década anterior. Sus siguientes apariciones se produjeron como invitados en la colección de los Nuevos Guerreros, un grupo que sí estaba en consonancia con las tendencias de aquella época tan particular.

En el arco argumental Fuerzas de la Oscuridad, Fuerzas de la Luz (The New Warriors Vol. 1 #32-34 USA, febero – mayo de 1993) un diverso grupo de héroes (Capa y Puñal, Spiderman, Arcángel y el Doctor Extraño, además de algunos miembros de los Vengadores y los Cuatro Fantásticos) ayudó a los Nuevos Guerreros a detener la amenaza de un mutante que se hacía llamar El Oscuro. Los poderes de este personaje estaban conectados con la misma dimensión que otorgaba sus capacidades a Capa y pretendía extenderlos hasta cubrir toda la ciudad de Nueva York. El triunfo se obtuvo gracias a Estrella de Fuego, que utilizó sus poderes de emisión de microondas para debilitar lo suficiente al Oscuro de forma que un hechizo del Doctor Extraño pudo contenerlo. Al obtener el control sobre sus poderes, el villano descubrió que su voluntad podía imponerse a la llamada de la oscuridad y detuvo la locura que había iniciado. Este personaje se dejaría ver más adelante usando el nombre de Asilo. Por su parte, Capa y Puñal permanecieron en el entorno de los Nuevos Guerreros durante un tiempo tras aquel suceso.

Puñal se unió oficialmente al grupo en The New Warrios Vol. 1 #48 USA (junio de 1994), cosa que no gustó a Capa. Si bien es cierto que Tandy no había sido reclutada para el grupo principal de los Nuevos Guerreros sino para un equipo de reservistas formado por Darkhawk, Turbo y Powerpax, entre otros, su compañero declinó la invitación de acompañarle. Capa no estaba cómodo colaborando con otros héroes mientras que Puñal parecía a gusto con los Guerreros, por lo que la tensión entre ambos fue en aumento.

Pasarían unos cuantos años hasta que volviésemos a ver a los personajes, en esta ocasión como parte del reparto de una nueva colección dentro del sello Marvel Knights. La serie homónima Marvel Knights presentaba a un inusual equipo que reunía a Puñal, la Viuda Negra, Daredevil, el Castigador y Sang-Chi. Puñal se unió a este grupo tras la misteriosa desaparición de Capa, que había abandonado el refugio que ambos compartían sin dar explicaciones. Mientras se encontraba rastreando a su pareja a través las iglesias de la ciudad, Tandy se encontró de forma fortuita con la Viuda Negra y acabó implicada en la persecución del Castigador, quien supuestamente había asesinado a Nick Furia (Marvel Knights Vol. 1 #1 USA, julio de 2000). Aquel había sido un simulacro dotado de vida y no el verdadero Furia, por lo que solucionado aquel asunto el equipo decidió ayudar a Puñal a localizar a su desaparecido compañero.

Al verse separado de la luz de Puñal, Capa había ido perdiendo el control sobre sus poderes y la dimensión oscura trataba de adentrarse en la tierra a través de su cuerpo. Asistidos por el Doctor Extraño, Puñal y sus aliados descubrieron que Capa había sido poseído por un viejo rival: Pesadilla. La mayoría del grupo fue absorbido en su interior, por lo que Puñal tuvo que enfrentarse a su compañero en solitario. Su luz consiguió imponerse una vez más y Tyrone volvió a la normalidad, en apariencia perdiendo sus poderes (Marvel Knights Vol. 1 #7-9 USA, enero – marzo de 2001). No era la primera vez que Capa parecía haberse librado de la oscuridad, por lo que era de esperar que su influencia volviese a hacerse notar tarde o temprano. Mientras tanto, trataría de recuperarse en compañía de su amada. Puñal y la Viuda Negra se habían hecho amigas, por lo que después de lo ocurrido ella y Tyrone vivieron temporalmente en el apartamento de la Viuda junto a un viejo simulacro de Nick Furia.

Fugitivos

Una vez que Tyrone hubo recuperado sus poderes, la pareja se lanzó de nuevo a su cruzada callejera. En su siguiente aparición se encontraron con unos personajes con los que tenían ciertas similitudes, ya que también eran unos chavales que habían huido de sus casas: los Runaways. En realidad estos chicos habían escapado tras descubrir las siniestras actividades de sus padres, un grupo secreto conocido como El Orgullo entre los que se contaban jefes del crimen, magos negros, mutantes, alienígenas y viajeros temporales. Actuando a través de su contacto en la policía de Los Ángeles, el Orgullo engañó a Capa y Puñal para que creyesen que los Runaways habían secuestrado a su miembro de menor edad, Molly Hayes. Los dos justicieros se lanzaron en su busca inmediatamente, cogiendo de improviso a sus objetivos y arrastrando a la mayoría del grupo al interior de Capa (Runaways Vol. 1 #11 USA, abril de 2004).

La propia Molly puso fin al enfrentamiento al arrancarle el manto a Tyrone a base de fuerza bruta, cortando así su conexión con la dimensión oscura. Para restablecer el vínculo y recuperar a los demás Runaways, Puñal tuvo que descargar una considerable cantidad de luz sobre él. Así, los jóvenes retornaron de la oscuridad un instante antes de acabar devorados por las criaturas que había al otro lado. Solucionado el problema y hechas las pertinentes aclaraciones, los Runaways confirmaron que el policía que había contacto con Capa y Puñal era un agente de El Orgullo y que la pareja había sido engañada. Capa propuso que el grupo les acompañase de regreso a Nueva York, pero los Runaways decidieron seguir su camino en solitario hasta que consiguiesen desbaratar los planes de sus padres. Sin embargo, cuando los miembros de El Orgullo supieron que Capa y Puñal habían descubierto su estratagema decidieron borrar la memoria de la pareja para que no recordase nada de lo sucedido durante las últimas horas ni conservase recuerdo alguno sobre su organización (Runaways Vol. 1 #12 USA, abril de 2004).

Esta historia, realizada por Brian K. Vaughan y Takeshi Miyazawa, estaba en consonancia con el tono de la colección y resultaba algo más divertida y juvenil que las anteriores aventuras de Capa y Puñal. De hecho, nos dejó con algunos momentos hilarantes como ese en el que Gertrude se burlaba del escotado disfraz de Puñal (y eso que la versión que dibujó entonces Miyazawa era bastante más recatada que el traje original) o ese otro en el que Molly se despedía de la pareja llamándolas “Capa y Dazzler”.

Poco después, Capa se dejó ver en otro de los grandes eventos de la editorial. Durante Dinastía de M, Tyrone estuvo presente en la realidad alternativa creada por los poderes de la Bruja Escarlata y formó parte del grupo de aventureros y superhumanos liderados por Luke Cage hasta que la niña llamada Layla Miller comenzó a despertar los verdaderos recuerdos de los superhéroes (House of M Vol. 1 #4 USA, septiembre de 2005). En esa ocasión, Capa tuvo poca participación más allá de ejercer el rol de vehículo para el resto de personajes, a los que transportó de un lugar a otro usando sus poderes.

Su siguiente aparición volvió a producirse en las páginas de los Runaways. Puñal había recibido una brutal paliza y había acabado en el hospital. Pensando que Capa era el responsable de lo sucedido, los médicos avisaron a los Vengadores para que le arrestasen. Perseguido por el Capitán América, Spiderwoman y Luke Cage, Capa escapó de Nueva York y contactó con los Runaways con la esperanza de que pudiesen ayudarle a limpiar su nombre y a capturar al verdadero agresor (Runaways Vol. 2 #9 USA, diciembre de 2005). La única pista que tenían sobre su identidad era una grabación de seguridad en la que se veía a Puñal siendo atacada por alguien muy similar a Capa. No obstante, los dos justicieros estaban investigando en ese momento a una red de traficantes que vendía una droga derivada de la Hormona de Crecimiento Mutante, una sustancia que otorgaba poderes sobrehumanos temporales a los adictos. Poco después descubrieron que una versión de esta droga a la que llamaban simplemente “Oscuridad” generaba poderes similares a los de Capa.

Nico y Alex se pusieron en contacto con el traficante haciéndose pasar por agentes de El Orgullo y averiguaron la identidad del comprador de la droga: un hombre llamada Reginald Mantz que trabajaba… en el mismo hospital en el que estaba siendo atendida puñal. Los jóvenes llegaron justo a tiempo para evitar que Puñal sufriera una nueva agresión a manos de este hombre, que se había obsesionado con ella al ver su foto en el Daily Bugle y había tomado la droga para convertirse en su compañero. Detenido el verdadero responsable, Capa quedó libre de cargos y pudo centrarse en cuidar a su amada hasta su recuperación (Runaways Vol. 2 #12 USA, marzo de 2006).

Aquella historia, de nuevo guionazada por Brian Vaughan y dibujada en esta ocasión por Adrian Alphona, conservó el tono desenfadado que se esperaba de un arco argumental de los Runaways, aunque tocó algunos elementos inquietantes como el asalto a Puñal por parte de su enfermizo admirador. No obstante, la manera de introducir a los Runaways en la trama se antojaba algo forzada (recordemos que la memoria de Capa había sido borrada tras su primer encuentro). La explicación que expuso Vaughan de que Capa había vuelto a recordar al peculiar grupo de chavales tras haberse dado un golpe en la cabeza era quizá un tanto inverosímil. En cualquier caso, la historia sirvió para que los Runaways visitaran Nueva York y se enfrentaran a los Vengadores, dejándonos algún momento impagable como la pelea en la que Molly derrotaba de forma vergonzosa a Lobezno de un único golpe. En el apartado gráfico, Alphona destacó por su forma de representar los poderes oscuros de Capa, otorgándoles una apariencia fluida (más parecida a un humo oscuro que a una mancha informe) que les sentó realmente bien.

Capa y Puñal también estuvieron presentes en el siguiente evento de la Casa de las Ideas, Civil War, y afortunadamente en esta ocasión Puñal tendría una mayor participación que en eventos anteriores. Durante esos acontecimientos ambos se alinearon con los partidarios anti-registro liderados por el Capitán América, lo cual era bastante coherente dado su pasado como fugitivos y justicieros al margen de la ley. Tras ser capturados en una operación fallida y trasladados a las instalaciones penitenciarias de la Zona Negativa del bando contrario, ambos fueron liberados y participaron en el gran enfrentamiento final. De hecho, Capa fue el responsable de que la pelea se trasladase a las calles de Manhattan al transportar a los combatientes desde la Zona Negativa. Como todos sabemos, la rendición del Capitán América puso fin al conflicto (Civil War Vol. 1 #7 USA, enero de 2007). Capa y Puñal nunca aceptaron el registro y siguieron actuando como fugitivos hasta que en última instancia decidieron abandonar Estados Unidos, trasladando su eterna guerra personal contra las drogas a Sudamérica.

Mutantes y Hombres-X

Capa y Puñal siempre habían pertenecido al entorno de Spiderman. Los intentos por relacionarlos con la vertiente sobrenatural del Universo Marvel en los tiempos en los que compartieron cabecera junto al Doctor Extraño fueron loables, pero acabaron siendo olvidados con el paso de los años. Con el comienzo de Reinado Oscuro la editorial quiso probar algo distinto con los personajes y los llevó a la franquicia mutante.

Mientras se encontraban en Colombia desmantelando plantaciones de drogas, los dos justicieros fueron contactados por Norman Osborn, en ese momento director de HAMMER y responsable de la seguridad nacional de Estados Unidos. La intención de Osborn era reclutarles para su nuevo equipo de “Hombres-X Oscuros” comandados por Emma Frost. La pareja declinó la invitación, ya que Tyrone y Tandy conocían el pasado de su interlocutor y además no se consideraban a sí mismos mutantes. Sin embargo, cuando Osborn les prometió que podía usar sus recursos para llevar su cruzada contra las drogas a un nuevo nivel, Puñal aceptó la oferta. Pese a sus dudas, Capa también se sumó al acuerdo (Dark X-Men: The Beginning Vol. 1 #2 USA, septiembre de 2009).

Así empezó el crossover Utopía, en el que los Vengadores Oscuros y los Hombres-X Oscuros de Osborn se enfrentaron a la Patrulla X de Cíclope en San Francisco. Pero mientras la Reina Blanca y Namor se hacían pasar por aliados de Osborn, en realidad seguían un plan de Cíclope para conseguir tiempo mientras se ponía en marcha una aventurada solución al problema de los mutantes. Cuando Emma mostró sus verdaderas cartas le ofreció un lugar en los Hombres-X a Capa y Puñal, cosa que aceptaron sin dudar (Dark Avengers Vol. 1 #8 USA, octubre de 2009). Finalmente, Cíclope desveló que su plan consistía en exiliar a los mutantes a la isla flotante de Utopía, donde Osborn y HAMMER no tendrían ninguna jurisdicción al estar situada en aguas internacionales. Capa y Puñal acompañaron a los mutantes en su exilio y se convirtieron en residentes de Utopía.

La decisión de llevar a la pareja al entorno mutante podría haber sido muy interesante si los guionistas hubiesen tenido algún plan para los personajes, cosa que no fue así. La presencia de Capa y Puñal en Utopía fue anecdótica en el mejor de los casos, ya que Matt Fraction (guionista de Uncanny X-Men por aquel entonces) y Mike Carey (escriba de X-Men Legacy) apenas los usaron. Lo más cerca que estuvieron de inmiscuirse en algún arco argumental de los mutantes se produjo en la colección Wolverine Origins, durante un arco argumental en el que Lobezno se enfrentaba al villano Rómulo (Wolverine Origins Vol. 1 #41-45 USA (diciembre de 2009 – mayo de 2010). En aquel arco Puñal era secuestrada por Rómulo, lo cual movilizó a Lobezno y a Capa con el fin de rescatarla. Una vez puesta a salvo, Capa absorbió a Rómulo en su interior poniendo fin al combate. No obstante, el villano regresaría más adelante, volviendo a enfrentarse a Lobezno junto a su hermana gemela Remo y a Dientes de Sable. Como es lógico esperar, Rómulo volvió a ser derrotado por el mutante de las garras, con una pequeña ayuda por parte de Capa y Puñal (Wolverine Vol. 2 #310-313 USA, septiembre – noviembre de 2012).

Cuando aún no había transcurrido un año completo desde su traslado a Utopía y su adhesión a la Patrulla X, Marvel decidió apartar de nuevo a nuestros protagonistas de la franquicia mutante en un one-shot escrito por Stuart Moore y dibujado por Mark Brooks. Aquel número autoconclusivo empezaba con el Doctor Némesis, el científico jefe de la Patrulla X, realizando varios análisis sobre Puñal y llegando a la conclusión de que la muchacha no era mutante. Eso supusó un golpe para ella, ya que siempre le había gustado la sensación de formar parte de un grupo y se sentía cómoda en Utopía. Mientras tanto, Capa había vuelto a visitar su viejo barrio del sur de Boston. Allí había empezado a verse con una chica llamada Tia a espaldas de Tandy, pero la joven trabajaba para un grupo misterioso de fanáticos armados que secuestraron a Capa, le torturaron y trataron de adoctrinarle. Cuando Puñal pidió a Cíclope que le ayudase a investigar la desaparición de su compañero, éste se negó al no considerarlo un asunto prioritario de la Patrulla X. Tandy pensó que su decisión se debía al hecho de haber dado negativo en las pruebas en busca del gen-X y se marchó ella sola a Boston. Con la inesperada ayuda del Doctor Némesis, Puñal rescató a Capa de sus captores, aunque Tia logró escapar. La pareja decidió abandonar a la Patrulla X y trasladarse otra vez a Nueva York, donde ocuparon una iglesia en ruinas mientras trataban de reconstruir su relación (Cloak and Dagger Vol. 4 #1 USA, mayo de 2010).

Aunque no cabe duda de que resultó refrescante que por una vez fuese Capa el secuestrado y Puñal quien tuviese que acudir al rescate, aquella historia no tuvo continuidad en tiempos posteriores. Ni Tia ni el grupo al que pertenecía, del que ni siquiera llegó a revelarse el nombre, han vuelto a aparecer. Por otro lado, contradecir el hecho de que Capa y Puñal eran mutantes, que había sido considerado canónico desde la década de los ochenta, sólo sirvió para añadir confusión sobre unos personajes cuyo origen estaba más que establecido y quizá no fue la mejor decisión posible. De lo que no cabe duda es de que su paso por la franquicia mutante fue tan breve como inexplicable. Apenas se les utilizó mientras residieron en Utopía, convirtiendo aquel experimento editorial en una oportunidad perdida para dar a conocer a los personajes a nuevos lectores. Afortunadamente, volverían a brillar poco después dentro de la franquicia que les vio nacer.

Inversión de roles

Entre Amazing Spider-Man Vol. 1 #666 USA (septiembre de 2011) y Amazing Spider-Man Vol. 1 673 USA (enero de 2012), Dan Slott y Humberto Ramos organizaron un gran evento arácnido en el que los habitantes de Nueva York obtenían poderes similares a los de Spiderman mientras el trepamuros tenía que enfrentarse al regreso del Chacal y de su aliada, la Reina Araña. Dicho evento contó con los habituales productos derivados, de desigual calidad. Entre ellos, hubo dos miniseries que sobresalieron por encima de los demás: una en la que un Sang-Chi con seis brazos honraba más que nunca la vieja expresión de “las mortíferas manos del kung fu” y otra en la que Capa y Puñal se enfrentaban al Señor Negativo.

Escrita por Nick Spencer y dibujada por Emma Ríos, Spider-Island: Cloak and Dagger abarcó tres números y propuso un atrevido cambio en el estatus de los personajes. Al comienzo de la historia, Capa y Puñal eran desalojados de la Iglesia del Espíritu Santo en la que vivieron años atrás. Sin dinero y sin el apoyo de ningún grupo, su subsistencia pendía de un hilo y la pareja estaba distanciándose de nuevo. Capa presionaba para que retomasen su vida como justicieros callejeros, mientras que Puñal ansiaba volver a sus estudios y tener una vida normal. Ninguno de ellos contaba con que una profecía realizada por una vieja vidente al Señor Negativo indicase que Puñal iba a asesinarle (Spider-Island: Cloak and Dagger Vol. 1 #1 USA, octubre de 2011).

Sus esbirros derrotaron a la pareja con facilidad y el Señor Negativo pronto tuvo a Capa y Puñal a su merced. Puesto que el villano había amenazado con quitarle la vida a Tyrone, Puñal acabó cediendo a sus manipulaciones. Entonces el Señor Negativo usó su toque corruptor para alterar los poderes de la joven. Puñal adoptó así un aspecto oscuro y su luz interior se volvió negra (Spider-Island: Cloak and Dagger Vol. 1 #2 USA, noviembre de 2011). La fuerza de la dimensión oscura desbordó entonces a Tandy, que generó un vórtice de tinieblas a su alrededor.

Sabiendo que la única manera de detenerla antes de que arrasase la ciudad era proporcionarle luz, Tyrone le rogó al Señor Negativo que no la dejase morir. Inesperadamente, el villano usó su poder para alterar a Capa, cambiando su poder oscuro por el poder luminoso que antes había ostentado Puñal. La luz de Capa logró apaciguar el portal a la dimensión oscura y ambos compartieron un apasionado beso mientras sus poderes alcanzaban el equilibrio y cesaba la destrucción. El Señor Negativo escapó durante la confusión, aunque poco después afirmó que no había logrado evitar la profecía y que tarde o temprano Puñal sería la causante de su muerte (Spider-Island: Cloak and Dagger Vol. 1 #3 USA, diciembre de 2011).

La afirmación del Señor Negativo no fue el único cabo suelto de aquella historia. Las últimas páginas de ese número parecían preparar futuros argumentos que quizá serían explorados en una hipotética continuación. El Señor Negativo insinuaba que la única forma de liberarse de la profecía era hacer un pacto con el demonio, mientras los nuevos Capa y Puñal con los poderes invertidos eran observados desde lejos por D’Spayre. “Pronto”, prometía el ser demoníaco, “muy pronto”. Entre los pliegues de su capa se arremolinaban imágenes de elementos del pasado de nuestros protagonistas, pero también nuevos misterios: el Libro del Destino, la Orden de la Estrella de Oriente, el Templo Resplandeciente, el reino del sueño de Pesadilla y Caos (la antigua agente de policía que había sido aliada de la pareja en su antigua colección) vagabundeando por las calles. Aquello parecía augurar que Capa y Puñal contarían muy pronto con una nueva serie y muchos lectores empezaron a contar los días para su llegada. Tristemente, dicha serie nunca apareció.

Nick Spencer hizo un trabajo estupendo caracterizando a Tyrone y a Tandy, además de ser fiel a su cronología y no ignorar los aspectos más contradictorios de su historia. Por ejemplo, el guionista no dejó de lado que Capa y Puñal habían descubierto que no eran mutantes durante su estancia con la Patrulla X, cosa que habría sido tremendamente fácil de hacer para evitar confusiones. Por su parte, Emma Ríos le otorgó su estilo característico a la miniserie, dejando más de una página para el recuerdo (¡el color de Javier Rodríguez también ayudó!). Baste mencionar la doble página en la que se condensaba el origen de los dos justicieros, la transformación de Puñal o la aparición final de un D’Spayre más amenazante que nunca. Es cierto que la relación de esta miniserie con Spider-Island era tangencial, pero su estética era arrebatadora y parecía un fresco y prometedor inicio para una nueva etapa de Capa y Puñal. Que Marvel no apostase por una secuela de manos de los mismos autores fue una tragedia.

Una vez invertidos sus poderes, Capa y Puñal se dejaron ver más bien poco. En Superior Spider-Man Team-Up Vol. 1 #1 USA (septiembre de 2013), tuvieron la mala suerte de cruzarse en el camino del Spiderman Superior. Mientras la pareja trataba de evitar un robo en un callejón, la aparición de Spiderman permitió que los maleantes escapasen. Cuando Puñal le recriminó su comportamiento, recibió un puñetazo como respuesta. Al Spiderman Superior nunca se le dio bien hacer amigos.

De ahí tenemos que avanzar varios años, hasta la finalización de las Secret Wars y la llegada de All-New All-Different Marvel, para encontrar su siguiente aparición. Dan Slott y Matteo Buffagni realizaron un arco argumental titulado El Reino Oscuro en las páginas de Amazing Spider-Man que sirvió para volver a colocar a nuestros protagonistas en el mapa tras su larga ausencia. En Amazing Spider-Man Vol 4 #6 USA (marzo de 2016), Capa y Puñal, corrompidos por el toque del Señor Negativo, ayudaron a que el villano escapase de la prisión en la que había sido recluido tras su arresto un tiempo atrás. Los secuaces del Señor Negativo habían empezado a distribuir una droga a la que llamaban “Sombra” y que replicaba el efecto de su toque, pero su nuevo objetivo era la sede de Industrias Parker en Japón. El Señor Negativo usó sus poderes sobre Peter Parker para convertirlo en otro de sus fieles, pero ignoraba el hecho de que su toque sólo funciona una vez en cada persona y que ya lo había usado sobre Peter bajo su identidad secreta de Spiderman. Fingiendo que estaba sirviendo al Señor Negativo, Peter descubrió sus planes y luego se encargó de frustrarlos.

Sabiendo que el antídoto para la droga Sombra eliminaría los efectos del toque corruptor del villano, Spiderman inyectó sendas dosis a Capa y Puñal, devolviéndolos a su estado habitual. Capa recuperó así sus poderes sombríos mientras que Puñal recobró su luz y ambos quedaron inmunizados contra futuras manipulaciones del Señor Negativo (Amazing Spider-Man Vol. 4 #8 USA, abril de 2016). Con su estatus habitual recuperado, Capa y Puñal volvían a estar listos para ser utilizados en un nuevo proyecto; un proyecto que aún seguimos esperando.

El incierto futuro de Capa y Puñal

Concluido nuestro repaso histórico, sólo nos queda especular sobre lo que le reserva el futuro a estos personajes tan peculiares. Como decíamos al inicio de este artículo, no es descabellado pensar que el éxito de su serie de televisión puede determinar la publicación de una nueva serie regular. No obstante, recordemos que la cadena en la que se va a emitir está orientada hacía el público juvenil y quizá ese no sea el marco más apropiado para unos justicieros callejeros que han pasado casi toda su vida combatiendo contra el mundo de las drogas o enfrentándose a terribles criaturas sobrenaturales. Es bastante posible que la serie de televisión apueste más por el drama adolescente y menos por el aspecto sórdido y decadente de las historias fundacionales de la pareja. Por tanto, quizá una futura colección siga esa línea y nos muestre a unos Capa y Puñal más jóvenes y menos serios, similares a lo visto en sus apariciones en la cabecera de los Runaways, por ejemplo. Pero esto no son más que meras suposiciones, desde luego, ya que desconocemos los planes que puede tener la editorial para estos personajes… si es que tiene algún plan.

Sea lo que sea lo que les depare el futuro, Capa y Puñal merecen un papel más destacado dentro del Universo Marvel. Nunca han vuelto a ser tan populares como lo fueron durante los años ochenta, pero su ausencia durante estos últimos tiempos ha resultado especialmente dolorosa. Después de su brillante miniserie con motivo de Spider-Island y de ese final que dejaba con ganas de más tuvieron que pasar cuatro años hasta que volvimos a verlos en acción. Ya ha pasado otro año desde que Dan Slott deshizo la inversión de poderes y los libró de la influencia del Señor Negativo, pero seguimos sin saber qué será lo próximo para ellos.

Después de esta extensa retrospectiva, una cosa nos puede quedar clara sobre Capa y Puñal: el tremendo potencial que tienen estos personajes para futuras historias. Se les puede enfocar como justicieros callejeros y utilizarlos en ambientes en los que el Castigador o Daredevil se sentirían cómodos o se les puede definir como combatientes sobrenaturales y enfrentarlos a enemigos propios del Doctor Extraño, como Pesadilla o D’Spayre. Incluso se puede aprovechar su pasado con los mutantes; no sólo el escaso tiempo que pasaron en Utopía sino también el vínculo que comparten con Mancha Solar y Loba Venenosa de los Nuevos Mutantes. Además, sigue estando en el aire la cuestión de si son o no son mutantes genéticos, así como la profecía que auguraba que el Señor Negativo moriría a manos de Puñal. Dada la relación que han tenido con él en sus últimas apariciones, el Señor Negativo podría ser un excelente antagonista para la pareja, que no ha tenido un archienemigo propio desde los tiempos de Míster Jip. El mismo Míster Jip lleva años sin aparecer en un cómic de la Casa de las Ideas y podría ser una buena idea traerlo de vuelta.

Teniendo semejante materia prima esperando ser aprovechada, lo único que hace falta es que los editores le den luz verde al proyecto de algún guionista valiente que esté dispuesto a escribir el siguiente capítulo de las vidas de estos personajes tan fascinantes. Fugitivos, justicieros, héroes, amantes, avatares de la luz y de la oscuridad… Capa y Puñal aún tiene mucho por ofrecernos y ojalá tengan oportunidad de demostrarlo pronto.

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Meyol
Lector
5 julio, 2017 23:52

Sobervio análisis, a ver si encuentro ese especial de Spider-island porque en su momento ni me enteré de su existencia (en parte porque pasaba del evento).

Comparto también esas dudas con la serie, ojalá esté fetén.

Meyol
Lector
En respuesta a  Miguel Ángel Crespo
9 julio, 2017 16:42

Gracias

Alejandro Ugartondo
Autor
6 julio, 2017 15:57

Excelente artículo y muy completo.

Ojalá con el tirón publicitario de la serie Panini se anime a recuperar algo de la primera época de los personajes. Las primeras apariciones en la serie de Spiderman, la primera miniserie y la primera serie daría para un bonito Marvel Heroes,no?

Alejandro Ugartondo
En respuesta a  Miguel Ángel Crespo
6 julio, 2017 23:57

Googleando un poco he visto que Marvel publicó este año dos tomos recopilando todo ese material hasta las primeras historias en Strange Tales por lo que el material está disponible. A ver si hay suerte y cae algo por aquí.

Alejandro Martinez
Alejandro Martinez
Lector
6 julio, 2017 22:43

Panini ha mostrado su intención de recuperar cosas de la dupla para el estreno de la serie, yo también sueño con ese Marvel Héroes.
Enorme artículo, Miguel Ángel. Lo he disfrutado de principio a fin.