PRIMERO RENACER Y LUEGO RETORNAR
«¿Qué significa otro superhéroe anticuado para esta gente?»
A mediados de los noventa el guionista Mark Waid se encontraba inmerso de lleno en la que hoy en día es una de sus obras más recordadas. Hablo de su larga etapa en Flash, que en los últimos treinta años no ha hecho más que acumular elogios y que supuso una era definitoria para el personaje de Wally West. Es en este contexto que el autor de Alabama, siendo lo prolífico que es, empezó a acercarse a un universo Marvel marcado por la estética gamberra y noventera a más no poder de McFarlane, Jim Lee, Liefeld y compañía. Después de haber firmado, entre otros, algunos números de la Patrulla-X y Masacre Mark Waid se hizo con la responsabilidad de la cabecera de Capitán América recogiendo el testigo de una leyenda de la serie como Mark Gruenwald, en la que firmó un total de 10 números que sirvieron de cierre para el primer volumen. El resultado fue un aluvión de la mejor y más pura acción noventera cuyo comienzo se reedita en España en formato bolsillo de la mano de la línea Marvel Essentials de panini cómics.
Desde una perspectiva editorial, la situación en la que tuvo lugar esta etapa se hace cuanto menos curiosa. Y es que tras el final de la etapa de Gruenwald, que era tan definitivo como cualquiera dentro del medio, es decir no demasiado, encontrarse esta especie de prórroga de 10 entregas que resuelve de forma casi inmediata los últimos golpes de efecto de la última conclusión puede resultar desconcertante sobre todo siendo conscientes de que Marvel ya empezaba a planear la cancelación de la serie. Sin embargo, el trabajo de Mark Waid con el Capi es para el personaje como encontrarse con una fuente antes de cruzar el desierto. La historia que presenta es una vuelta a los orígenes, un cómic extremadamente noventero sí pero sin (tantos) excesos y con el centro situado en lo que el personaje debe representar. El estilo con el que escribe hace que la trama se sienta muy similar a su trabajo en Flash, los monólogos internos detallando las dudas de los personajes, los flasback para entregar la exposición y la constante intensificación del conflicto son todas características de los guiones de Waid de la época.
El estilo artístico es también un inconfundible producto de su época. Los lápices y los diseños son inconcebibles fuera de la década en la que se produjeron pero también resultan bastante efectivos a la hora de mostrar el dramatismo y la teatralidad que define la historia y sus personajes. Ron Garney encabeza un equipo artístico extenso, encargándose de los lápices de varios números, bocetos de otro e incluso siendo acreditado como responsable del argumento. Su capacidad narrativa es notable y expresiva y su acción siempre es clara y contundente. Su influencia está por tanto presente en todo el arco, donde también aparecen Mike Manley para darle unos acabados estupendos a bocetos de Garney y un Denis Rodier que entrega algunas de las viñetas más icónicas en el número final.
Que la publicación de Kingdom Come, una de las obras más importantes de Waid si no la más importante, coincidiera en el tiempo con la publicación de este arco y el que le siguió no es más que otra prueba de la esperanza con la que el autor mira al cómic de superhéroes. Si en Kingdom Come rechazaba los héroes violentos y agresivos en favor de héroes nobles capaces de inspirar, su Capitán América lleva a cabo una destilación similar de sus elementos fundamentales. Nada de Hombres-Lobo ni armaduras, solo un hombre que viste su bandera con la intención de hacer el bien y que es consciente de que su lucha nunca termina. Poco después llegó la cancelación de la cabecera y el relanzamiento Heroes Reborn, que con Rob Liefeld a la cabeza se dio a todos los excesos que Waid quiso evitar, sin embargo, cuando hubo que rectificar el rumbo con Heroes Return Marvel tuvo claro que debía acudir una vez más a Mark Waid y Ron Garney.
Lo mejor
• El afecto hacia el personaje que se nota en los guiones de Waid.
Lo peor
• En varias ocasiones los colores piden mayor saturación.
Guión - 8
Dibujo - 7.5
Interés - 7.5
7.7
Magnífico
Una obra que sabe utilizar todos los elementos de la mitología del personaje para crear algo nuevo.