Capitán América: El precio de la gloria

 

Edición original: Marvel Comics – mayo 2003
Edición España: Comics Forum – marzo 2004
Guión: Bruce Jones
Dibujo: Steve Rude
Entintado: Mike Royer
Color: Chris Sotomayor
Portada: Steve Rude
Precio: 12 euros (tomo recopilatorio en tapa dura)

 

El repaso de la colección de improvisadas novelas gráficas publicadas por Forum entre 2001 y 2004 se cierra con otra notable participación de Steve Rude, en esta ocasión con guiones del veterano Bruce Jones. Capitán América. Eran los tiempos inmediatamente posteriores a los acontecimientos del 11-S y el vengador abanderado se había convertido en la punta de lanza marveliana para enarbolar el estandarte del patriotismo. Su serie regular había girado hacia un realismo de éxito más bien discutible –con John Ney Rieber y John Cassaday-, pero esa es otra historia. El caso es que la miniserie que la división de tebeos de Planeta publicó en tapa dura por estos barrios, presentó una historia cuya estética bien podía servir para que quienes añoraban el colorido arquetipo clásico tuvieran su ración de nostalgia.

La miniserie en cuestión es, en la cuestión estética, clarísima deudora de los trabajos que Kirby realizara con uno de sus personajes fetiche. Las páginas que ilustra primorosamente Rude bien podrían haber estado firmadas por don Jack, y ahí radica una de sus principales virtudes. Fiel emulador de diversos estilos clásicos, don Steve se desmelena para presentarnos otro clásico en pleno S. XXI que se disfruta de principio a fin. En las callejuelas de Nueva York o en la soleada Las Vegas; en las decadentes mansiones del mafioso de turno o en los horteras casinos de Nevada, Rude prodiga acción a raudales, emoción y, como se verá, romance y misterio. Esta miniserie es, pues, un cántico al inconmensurable talento de un dibujante que, desgraciadamente, poco se ha prodigado en los últimos tiempos. Sus lápices se ven bien complementados por las tintas de Mike Royer -que realza el aspecto clásico de las ilustraciones- y por los colores de Chris Sotomayor -que utiliza un cromatismo evocador de aquellos tiempos plateados-.

La propuesta que presenta el guionista Bruce Jones para que Rude haga despliegue de sus buenas artes es, cuando menos, singular. El Capi o, mejor dicho, Steve Rogers (pues aquí va más de paisano que de bandera) se mete de lleno en una historia que bien podría haber sido firmada por alguien que se dedicara a escribir novela negra. Se trata de un relato de crimen organizado, vendettas donde todo es algo más que negocios, mujeres fatales y fieles escuderas imposiblemente enamoradas del protagonista. Bien es cierto que el bueno de Rogers había hecho sus pinitos en el pasado en eso de repartir galletas entre la mafia, pero su participación estaba muy, muy lejos de la ambientación duramente realista de héroes urbanos como Daredevil o Luke Cage. Aquí, aunque haya evidentes simplificaciones de conceptos bastante profundos, tenemos los puntos esenciales que podrían encontrarse en las aventuras de Sam Spade o Philip Marlowe, con una diferencia fundamental: así como estos últimos son curtidos anti-héroes que conocen bien a fondo las miserias de los ambientes en los que se mueven, Steve sigue siendo el recto hijo que toda familia querría para sí –ya sea por consanguineidad o afinidad- y cae con todo el equipo en añagazas que cualquier investigador privado del género vería a distancia. Su exceso de bondad es un talón de Aquiles que le llevará al amargo final que, casi por definición, suele rematar los relatos de ese género.

La conclusión es un tebeo entretenido en el que hay espacio para un mensaje de exaltación patriótica y remembranza de la pérdida que, vista con la perspectiva de los años, resultaba inevitable a menos de dos años de la destrucción de las torres gemelas, pero que queda un tanto forzada en el marco de una historia que tiene poco de agitación de bandera y mucho de tragedia amorosa.

El mismo tebeo, desde otro punto de vista (por Javier Agrafojo)