Carlota emperatriz, de Matthieu Bonhomme y Fabien Nury

Nury y Bonhomme combinan sus talentos para repasar la vida de una princesa belga que terminó gobernando en México:. Carlota, emperatriz.

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Edición original: Charlotte impératrice FRA 1-2 (Dargaud, 2018 – 2020)
Edición nacional/España: CARLOTA EMPERATRIZ. Integral (Norma Editorial, 2024)
Guion: Fabien Nury
Dibujo: Matthieu Bonhomme
Entintado: Matthieu Bonhomme
Color: Isabelle Merlet
Traducción: Eva Reyes de Uña
Rotulación: Joan Moreno
Formato: Cartoné. 152 páginas. 32,00€

«Quizá tenga ambición de hacer el bien, pero no es para que hablen de ello, sino para que se haga» Carlota de México.

Desde lo alto del Castillo de Chapultepec se vislumbra el skyline de la Ciudad de México. La construcción del palacete tuvo lugar en 1785 durante el Virreinato de Nueva España siendo testigo de importantes eventos que sucedieron en la historia moderna de la capital azteca. En 1847, la fortaleza fue el último bastión de defensa en la recordada batalla de Chapultepec que enfrentó al independizado pueblo mexicano con el ejército estadounidense. Cadetes con edades comprendidas mayoritariamente entre los 13 y 18 años, conocidos como los “Niños héroes”, defendieron a capa y espada el citado cerro. Cuenta la leyenda que uno de estos jóvenes, Juan Escutia, encargado de la defensa del torreón principal, ante la inminente llegada de las tropas invasoras, tomó la bandera de su país para envolverse en ella, lanzándose al vacío para que sus enemigos no se hicieran con dicho símbolo. Apenas dos décadas más tarde, un extranjero procedente del viejo continente, Fernando Maximiliano Jose María de Hasburgo-Lorena, se coronaría Emperador de México teniendo el Castillo de Chapultepec como residencia capitalina.

Sin embargo, en el cómic que hoy nos ocupa, como ocurriera en la vida real, es su mujer quien le roba, merecidamente, el protagonismo. En Carlota, emperatriz Nury y Bonhomme hacen justicia con un personaje que luchó contra las ataduras de su época para romper con lo establecido. Jose Manuel Hidalgo y Esnaurrizar, diplomático contemporáneo durante el segundo imperio mexicano, definía a Carlota de la siguiente manera: “su talento y su saber cautivan apenas se tiene la dicha de hablar con ella. Su instrucción es muy variada y tiene una gran facilidad para las lenguas: habla francés, alemán, inglés, italiano y español; su trato dulce, su conversación amena y digna en todo del príncipe que hemos elegido; sus tendencias a estudiar y discutir asuntos serios, extraños siempre a la imaginación de una joven de 24 años, la variedad de los idiomas que hablaba, su gracia al pronunciar el nuestro, la fe que tenía en la empresa y la resolución de su carácter, todo nos cautivaba y aumentaba nuestras esperanzas.”

No es de extrañar que el encargado de llevar a cabo la escritura de esta historia fuera el citado Fabien Nury. A lo largo de su excelsa carrera, el guionista galo se ha movido como pez en el agua cada vez que ha tenido que viajar al pasado para generar una nueva historieta. La figura de Joseph Joanovici en la magistral Érase una vez en Francia o el expolio de diamantes sufrido en el Congo que reflejó en Katanga nos mostraron a un autor cuyas inquietudes sabía plasmar sobre el papel. Nury sobresale en la construcción de personajes y en unos diálogos exquisitamente elaborados. En esta ocasión, su objetivo no era otro que trasladar a viñetas la extraordinaria vida de una princesa belga que terminó siendo la segunda y última emperatriz de México.

Acompañando a Nury, el encargado de ilustrar Carlota, emperatriz no es otro que Matthieu Bonhomme. El dibujante parisino realizó el trabajo de manera tradicional. Inicialmente, realizando un stroryboard en formato A4 para, en fases posteriores, comenzar con hojas más grandes a lápiz. Finalmente, entintó y rotuló con tinta china. Carlota, emperatriz luce, de manera premeditada, ligeramente vintage, como si de un cómic de los años sesenta se tratara. El propio Bonhomme afirma que tanto la elección del papel, como el formato original así como la colorista (una estupenda Isabelle Merlet) estuvieron enfocados en esa línea. El autor de El hombre que mató a Lucky Luke tuvo en Grace Kelly a una de sus principales fuentes de inspiración y en el proceso de documentación absorbió imágenes de familias reales que le permitiesen reproducir detalles sobre vestuario y carruajes. A pesar de que en el guion gráfico original había muchos cuadros insertados, en la versión final tanto Nury como él decidieron eliminar muchos de ellos. No obstante, en momentos puntuales podemos disfrutar con medallones que embellecen el trabajo de Bonhomme. Un Bonhomme que se muestra especialmente brillante en la expresividad de unos personajes que destacan en su faceta más clásica. Aunque en buena parte de la trama seremos testigos de la desdicha de Carlota (¡qué miradas!), Bonhomme recurre a los ángulos bajos para subrayar ciertos momentos de superioridad con una de sus damas de compañía.

Carlota

Si bien la historia de Carlota y Maximiliano puede ser desconocida por buena parte de los lectores, Nury y Bonhomme se encargan rápidamente de que entremos de lleno en la historia. Mediante un cortejo protocolario, nos presentan a los dos protagonistas de alta cuna. Hermano del emperador Francisco José, Maximiliano siempre estará a la sombra del primero acentuando su complejo de inferioridad. Ello no es óbice para que sus orgías fuesen célebres llegando a contraer, incluso, alguna enfermedad de transmisión sexual.

Norma Editorial publica en gran formato el primer integral que recopila los dos primeros álbumes de la colección titulados La princesa y El archiduque y El imperio. Queda pendiente, pues, el desenlace de la historia que recogerá las entregas tercera y cuarta. Para la portada se ha optado por situar a Carlota en un lugar central realizando una de sus principales pasiones (cabalgar). Un dorado atardecer, que impregna el conjunto con un cálido anaranjado, nos traslada al Nuevo Mundo. Paradójicamente, los conservadores del lugar querían implementar los valores del Antiguo Régimen europeo en tierras aztecas y por ello confiaron en un rey de chocolate al que poder moldear a su antojo. Más preocupado por el fornicio, Maximiliano acaba desatendiendo sus obligaciones y es Carlota quien termina gobernando para sorpresa de todos y disgusto de unos pocos. Norma resalta el título de la obra en relieve como sus autores hacen lo propio con su protagonista.

Los jardines de Schonbrunn, el Palacio Miramar o el Castillo de Chapultepec son algunos de los lugares en los cuales Bonhomme no pierde detalle para que seamos testigos de lo sucedido en la corte. Más allá de Carlota y Maximiliano, la historia cuenta con secundarios de sobra conocidos. Centrándonos en la casa Habsburgo, los autores juguetean traviesamente reinterpretando la imagen de Isabel de Baviera, más comúnmente conocida como Sissi, como si de una villana de cuento se tratara. Por otra parte, el emperador francés Napoleón III (sobrino de Napoleón) resultó ser una figura clave en el destino de Carlota y Maximiliano.

Al imperio austrohúngaro no le quedaban más que unas cuantas décadas de vida por delante. Al asesinato de Sissí, producido en 1898, le siguió el de su sobrino (y heredero al trono) el archiduque Francisco Fernando en 1914 que propició el comienzo de la Primera Guerra Mundial. Había vientos de cambio en Europa. Carlota fue pionera en un momento donde nadie lo esperaba. Aún cuando sus autores advierten en primer lugar que, inspirada en hechos reales, la historieta no deja de ser una ficción, Carlota, emperatriz pone en valor el desempeño de una mujer que supo gobernar en terreno vedado.

Lo mejor

• La suma de dos talentazos como Nury y Bonhomme se traduce en un cómic imprescindible a poco que te guste la historia.
• El rescate del injusto olvido de una mujer como Carlota, capaz de gobernar en un mundo de hombres, en un continente ajeno.
• La edición de Norma que, como viene siendo habitual, está a la altura de la obra original.

Lo peor

• Aún queda un segundo integral para conocer el desenlace de la historia.
• La fuente elegida en las cartas dificulta su lectura.

Edición original: Charlotte impératrice FRA 1-2 (Dargaud, 2018 - 2020)Edición nacional/España: CARLOTA EMPERATRIZ. Integral (Norma Editorial, 2024)Guion: Fabien NuryDibujo: Matthieu BonhommeEntintado: Matthieu BonhommeColor: Isabelle MerletTraducción: Eva Reyes de UñaRotulación: Joan MorenoFormato: Cartoné. 152 páginas. 32,00€ "Quizá tenga ambición de hacer el bien, pero no es para que hablen de ello,…
Guión - 8.5
Dibujo - 9
Interés - 8.7

8.7

Imperial

Un tándem creativo de muchos quilates compuesto por Matthieu Bonhomme y Fabien Nury se encarga de hacer justicia con un auténtico personajazo como fue la emperatriz Carlota de México. Intrigas palaciegas, romance y política se dan de la mano en un cómic con aroma a clásico.

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