Los asesinos psicópatas irredentos molan. En el mundo de la ficción, por supuesto. Enumerar ejemplos sería una perdida de tiempo dada la gran cantidad de personajes detestables pero populares en el imaginario colectivo de la era moderna. Matanza, el famoso villano de Spider-Man, es uno de esos monstruos. Creado durante los frenéticos años 90 como una versión más molona, extrema y radical de Veneno, Cletus Kassady y su simbionte se ganaron rápidamente un pequeño grupo de fans que disfruta (?) con las maldades de su asesino en serie favorito. Ese mismo grupo debió de saltar de alegría al conocer que Marvel publicaría una serie regular protagonizada por uno de los villanos que mejor definen lo peligrosos que fueron los años 90 en lo que se refiere a creatividad.
Decía
Nada de introspecciones incoherentes en las que Cletus Cassady murmura cosas ininteligibles con la única finalidad de dar al cómic aires de profundo y molón. Carnage es una serie sobre tipos buenos dando caza a un asesino en serie que haría temblar de miedo a los iconos del cine de terror. En su última aparición fue detenido por el joven Nova, pero como en el universo Marvel las cárceles están hechas de papel ha escapado y está haciendo otra vez de las suyas. El FBI ha enviado a un grupo de agentes especiales para capturar nuevamente a Kassady. Su plan es atraer al homicida a una trampa en una mina abandonada de Virginia de Este, usando un cebo muy especial: la única superviviente de su primera matanza.
El primer arco argumental de Conway no es más que una versión marvelita de películas como Alien. Matanza es un bicho escurridizo, silencioso, y letal que pondrá contra las cuerdas al grupo porque encima es bastante inteligente cuando se trata de matar a personas. Siempre está acechando en las sombras, planeando -o no- su siguiente movimiento. Conway sabe cómo usarlo y escribirlo bien. Su Cletus Kassady es un loco de cuidado, con tendencia a la verborrea y los chistes malos, pero sin caer en el excesivo histrionismo que otros autores juzgan erróneamente como adecuado. Bajo ese fluido alienígena se esconde una persona malvada y calculadora a la que más vale tomar en serio.
Los agentes del FBI, y co-protagonistas de la serie, son dos nuevos personajes y dos viejos conocidos. Conway presenta a la agente especial Claire Dixon y a la ex soldado Manuela Calderón, quienes, aun sin ser malos personajes, no son desde luego el foco de atención. El Coronel John Jameson, hijo del mejor amigo de Spider-Man, participa en la misión debido a sus “cualidades especiales” y se lo pondrá difícil a su enemigo; pero tampoco es un personaje que pueda mantener el interés del lector. No, el agente del FBI con más peso es Eddie Brock, el antiguo Veneno y padre de Matanza. Dice haberse reformado pero esta claro que no anda muy fino de la cabeza. Conway lo escribe como un tipo un tanto psicótico, ansioso de salir a luchar, al que el FBI prefiere tratar como un arma de último recurso. Brock es la figura opuesta a Matanza, su nemesis en este arco argumental.
El guión es muy bueno. Conway va incrementando paulatinamente la tensión, juega con el suspense, hasta llegar a una confrontación final en la que, cómo no, los buenos y el malo se ven cara a cara. Pero ese no es el final. La historia continúa en un segundo arco argumental y, si las cifras de ventas son satisfactorias, unos cuantos volúmenes más. ¿Cómo piensa mantener Conway el interés del lector tanto tiempo? Para no desvelar spoilers me limitaré a decir que la serie recupera conceptos largo tiempo olvidados de la Marvel de los 90, que solo unos pocos recordarán o conocerán siquiera. Al mismo tiempo que Matanza y el FBI pelean encarnizadamente, algo mucho más siniestro y tenebroso se está poniendo en marcha.
Del dibujo se encarga un eficaz
Carnage no estará en ninguna lista de los “10 mejores cómics Marvel del año”, pero lo que ofrece es mucho. Bien escrita y bien dibujada, es un notable entretenimiento que no se conforma con ser solo aceptable, un gran ejemplo de que no hay que ser rompedor o innovador. Autores competentes y motivados, bajo la tutela de un buen editor, son suficientes para convertir una premisa mil veces vista en un buen cómic.
Guion - 8.5
Dibujo - 7.8
Interés - 8
8.1
Un serio candidato a la serie revelación de All-New All-Different Marvel
Gracias por la reseña. Ésta cae cuando la publiquen en España.
Muy buena pinta y alejado un poco del material que hacen ahora en Marvel.
Este caerá cuando venga por Erebor o por España. Donde antes llegue 😉
Pues a mí, pffff, sinceramente, me ha parecido un arco tan soporífero que me voy a bajar del carro de esta serie. Todo muy previsible y personajes sin ningún interés…
Para mí, lo mejor el dibujo, que le viene como anillo al dedo a la historia.