Edición original: Marvel Comics – diciembre 1992 Edición España: Comics Forum – marzo 1994 Guión: D. G. Chichester Dibujo: Larry Stroman Entintado: Mark Farmer Color: Gloria Vasquez Portada: Larry Stroman Precio: 550 pesetas (tomo en formato prestigio de 48 páginas)
El primer volumen de la colección prestigio de Forum sirvió para albergar obras que, originalmente, no estaban pensadas para el mismo. Así, si en reseñas precedentes hemos visto cómo se recopilaron seriales de Marvel Comics Presents, hoy toca hablar de una novela gráfica que no encontró acomodo en el segundo volumen que el sello de Planeta dedicara a estos lujosos productos, sino en su hermano pequeño, el socorrido tomo en tapas blandas con hojas otoñales.
Tejiendo la red del día del juicio es una historia que no pasó a la ídem ni por su originalidad ni por su interés. Pongámonos en situación: la Viuda Negra (que en esos días conservaba el aspecto que le había dado Frank Miller en Daredevil) se embarca en una misión bajo bandera de SHIELD. Teóricamente, el mandato que le permite actuar ha sido revocado por el omnipresente coronel Furia. En la práctica, oficial y agente se conocen lo suficientemente bien como para saber el primero que la segunda hará lo que considera correcto. Salvar vidas es una forma de redimir un pasado en el que las había tomado sirviendo a otras lealtades (sí, en aquellos días los héroes más bien clásicos se preocupaban por las vidas humanas; se contraponían a los duros y grisáceos antihéroes que estaban de moda). Sin embargo, durante la misión, la disciplinada Natacha recibe una monumental paliza de manos del que es el villano de la historia: un científico loco con tendencias maníacas, la sapiencia de un arma definitiva y fuerza sobrehumana. Su aparición, después de un largo período de reclusión, no sólo llevará al mundo al borde del precipicio, sino que llevará a la Viuda a cuestionarse el propio sentido de su labor. Mientras tanto, el Castigador se mete en danza para llevar al científico ante su particular sistema de justicia (el de disparo y tentetieso). Combates, conspiraciones, recuerdos de la guerra fría y la cínica y empurada presencia de Nick Furia.
El guionista del tebeo es Dan Chichester, un caballero cuyo nombre se prodigó bastante en la primera mitad de los noventa del siglo pasado. Suya es una larga y entretenida etapa al frente del hombre sin miedo (con dibujos de Lee Weeks y Scott McDaniel después) intentando enmendar la plana a Frank Miller con el regreso de Elektra y una posterior miniserie dedicada a la misma. También se paseó por la franquicia dedicada a los hijos de la medianoche, para desaparecer sin dejar prácticamente rastro, dejando tras de sí sagas como El árbol del conocimiento o Raíz del mal, de lectura enrevesada y mensaje poco comprensible. El dibujante, sin embargo, todavía se pasea por la industria estadounidense, pues se trata de Larry Stroman. Este buen señor ganó fama dibujando los guiones que Peter David hacía para Factor-X. Su singular estilo le hizo acreedor del encargo de esta novela gráfica y de la tentación habitual (en aquellos días) por parte de la recién fundada Image Comics. Sus esporádicos regresos a la casa de las ideas en general y a los mutantes facturados en particular se han ido saldando con la constatación de que su trazo ha ido evolucionando hacia el amorfismo más incomprensible.
El resultado final es una aventura que pasó sin pena ni gloria y que no ha dejado huella alguna en las franquicias implicadas. Si se analiza con la perspectiva que dan los años trascurridos, todo apunta al hecho de que Castle fue una adenda para garantizar unas ventas que Romanova no parecía ser capaz de obtener. Su presencia parece metida con calzador y su interacción con la dama se desempeña según las reglas del clásico “conmigo-y-o-contra-mí”. Después de esto, la Viuda Negra siguió ejerciendo de espía (y retornando eventualmente a los Vengadores, para liderar el equipo comandado literariamente por Bob Harras); el Castigador prolongaría su período de gloria tres años más, antes de que la burbuja especulativa de los noventa explotara de mala manera; Nick Furia siguió ejerciendo de jefazo de SHIELD. Quizá, y como curiosidad, habría que citar el detalle de que el villano de la historia se presentaba como un residuo de la guerra fría que había decidido ir por libre. La Viuda Negra mira asombrada a Furia cuando éste le confiesa qué había inventado el buen doctor y por qué Estados Unidos se planteaba su fabricación. En 1992, parecía que el peligro de una guerra de bloques había terminado y que Rusia (ya no la URSS) podía ser una aliada. En 2015, cuando los viejos oponentes juegan al gato y al ratón en Ucrania y Siria, ciertas viejas estrategias parecen más actuales que nunca.
Edición original: Marvel Comics – diciembre 1992 Edición España: Comics Forum – marzo 1994 Guión: D. G. Chichester Dibujo: Larry Stroman Entintado: Mark Farmer Color: Gloria Vasquez Portada: Larry Stroman Precio: 550 pesetas (tomo en formato prestigio de 48 páginas) El primer volumen de la colección prestigio de…
Castigador / Viuda Negra: Tejiendo la red del día del juicio
Castigador / Viuda Negra: Tejiendo la red del día del juicio
Gracias por reseñar esta obra Luís Javier, en su día me pasó desapercibida y ni sabía que existía.
No he visto los últimos trabajo de Larry Stroman pero en los 90 era un artista muy peculiar al que tengo cierto afecto por su trabajo en Alien Legión y por esa maravilla que fue la primera etapa de Peter David en Factor-X. Su estilo tan diferente hacía que la serie tuviera una personalidad muy marcada y bien diferenciada del resto de series mutantes de la época.
Y la etapa de Chichester en Daredevil merece ser revindicada, sobre todo los arcos argumentales junto a Mcdaniel
Jack Knight
Lector
22 septiembre, 2015 10:34
De Stroman comentar que su evolución ha ido a peor. Lo último que le vi fueron unos números del X-Factor de Peter David (de su segunda etapa, no de la primera de los 90) y fue lo peor que pasó por la serie. Para desprender retinas.
Gracias por reseñar esta obra Luís Javier, en su día me pasó desapercibida y ni sabía que existía.
No he visto los últimos trabajo de Larry Stroman pero en los 90 era un artista muy peculiar al que tengo cierto afecto por su trabajo en Alien Legión y por esa maravilla que fue la primera etapa de Peter David en Factor-X. Su estilo tan diferente hacía que la serie tuviera una personalidad muy marcada y bien diferenciada del resto de series mutantes de la época.
Y la etapa de Chichester en Daredevil merece ser revindicada, sobre todo los arcos argumentales junto a Mcdaniel
De Stroman comentar que su evolución ha ido a peor. Lo último que le vi fueron unos números del X-Factor de Peter David (de su segunda etapa, no de la primera de los 90) y fue lo peor que pasó por la serie. Para desprender retinas.