Super-heroína. Super-villana. Gata. Ladrona. Gata ladrona. Icono. Icono sexual. Selina Kyle/Catwoman es todas estas cosas y muchas más. La multitud de facetas que presenta se equipara con la multitud de enfoques aportados por los autores encargados de relatar sus aventuras. Y una parte muy sustancial de todos y cada uno de estos enfoques es la relación que Gatubela mantiene con los miembros de la Bat-Familia. Una pregunta gira en torno a esta última cuestión: ¿por qué demonios (o gatos) Catwoman no es capaz de ser una más entre los amigos de Batman o con el propio Batman?
Comenzando por el propio Batman, claro. Durante los 40`s, Catwoman fue (en lo que a utilidad narrativa se refiere) el método que utilizaron dibujantes y guionistas para dotar de cierta “normalidad” a un hombre adulto que se vestía como un murciélago, que vivía en un castillo y que convivía con un niño y un mayordomo. Es decir, Catwoman era el interés romántico y típico del héroe.
Basada en la actriz Jean Harlow, esta Catwoman primigenia (que solía disfrazarse de anciana para cometer crímenes) atraía sobremanera a un bienintencionado Bruce que (de forma impensable para el canon actual del personaje) solía dejarla escapar con frecuencia.
No obstante, Selina no poseía la iconicidad y el poderío de otras femme fatales de su época (Lauren Bacall, Sand Saref o Dragon Lady). Esto es debido, en parte, a que las limitaciones a las que estaba sometido el género de los superhéroes no permitían explorar la matriz de su conflicto con Batman: la tensión sexual no resuelta.
Es bien sabido por todos que a principios de los 50 el infame doctor Fredic Wertham emprendió una cruzada puritana contra los superhéroes. Una de las víctimas de su misión sagrada fue Batman. Sobre él cayeron las acusaciones más graves: pedofilia y corrupción de menores.
La solución que encontraron los guionistas y dibujantes para esquivar esta bala fue colocar a Batman y Catwoman en situaciones deliberadamente incómodas y significativamente reveladoras. Por ejemplo: Robin abre de repente una puerta y encuentra a unos sonrojados Bruce y Selina intercambiando miradas juguetonas. Suponiendo que Batman y Catwoman estaban haciendo “cosas de adultos”, el llorica del chico maravilla se marca unos pucheros y desaparece a la carrera.
Grosso modo, esa fue la triste tónica general y este fue el papel de Catwoman durante la Edad de Oro. No obstante, resultaba imposible no trasladar a una mujer gata a la (pequeña) pantalla y no incorporar ciertas dosis de sexualidad, aunque fuera bajo la forma del erotismo kitsch y tontorrón de los 60`s. Julie Newmar interpretó a Catwoman en la famosa serie de Adam West siguiendo estas directrices. Por primera vez, Selina Kyle tenía licencia para seducir.
Aun así, en los cómics de la época el papel de femme fatale definitiva recayó sobre Talia Al`Ghul. De forma natural, si tenemos en cuenta que esta es la hija de la némesis de Batman y que estaba dibujada por los muy realistas y muy sexis lápices de Neal Adams.
La historia de la azafata amnésica que era la Selina Kyle de la Edad de Oro llegó a su fin con su reforma, su boda con Batman y su muerte. ¿Cuál sería su legado? Su hija Helena se convertiría en un futuro en La Cazadora, miembro de la Bat-familia que compartiría las visiones amorales de la justicia de su madre (este linaje sería borrado de la continuidad de DC en el futuro).
Hasta cierto punto, se puede argumentar que el creador de la versión canónica y actual de Catwoman es Frank Miller. En Año Uno, Selina Kyle entra en la Edad Oscura de los superhéroes metamorfoseada en prostituta bondage (podemos perdonarle a Miller que trazara con brocha gruesa al personaje – con tanto cuero y tantos látigos no podía hacer otra cosa). Puede parecer paradójico, pero es de este modo como Selina se convirtió en la pareja perfecta de Bruce.
La visión de Miller influyó sobremanera a Tim Burton que construyó (en Batman Returns) al personaje interpretado por Michelle Pfeiffer en torno a una sexualidad gótica y perturbadora. El traje de la Pfeiffer (la versión más icónica del personaje a nivel cinematográfico, con permiso de una Halle Berry que alcanzó ese estatus por motivos bien distintos) era perfecto en ese sentido: cuero a cuerpo completo, retazos unidos por cicatrices.
En los 90`s Catwoman se relacionó con mayor frecuencia con la Bat-familia, sin llegar a ser (como corresponde con el carácter gatuno e independiente del personaje) totalmente uno de ellos. Más que como villana, la Catwoman de estos años podía definirse como una anti-heroína que utilizaba métodos cuestionados por los boy-scouts de Gotham. Por cierto, en esta época Selina dejó de lado el negro para vestir un ceñido traje rosa.
El carácter de icono de Selina queda patente en que, a pesar de no pertenecer con propiedad a la Bat-familia, su presencia es constante en todos los títulos que hacen un repaso por los principales mitos de El Cruzado Enmascarado. ¿Dos ejemplos emblemáticos? Dos de las obras maestras de Jeph Loeb y Tim Sale ambientadas en el mundo de Batman: El largo Halloween y Victoria Oscura.
Una de las mejores y más olvidadas obras de Ed Brubaker es precisamente Catwoman, una serie donde (acompañado por dibujantes de excepción como Darwyn Cooke, Javier Pulido, Cameron Stewart y Eric Shanower) devolvió a sus raíces de femme fatale a Selina, además de dotarle de un nuevo estatus como protectora de las prostitutas de Gotham.
Lo de “raíces de femme fatale” no es baladí. A Brubaker le gusta volver al género negro desde una óptica clásica, con ciertos toques de referencialidad post-moderna pero sin sarcasmo, sin darle al lector pellizcos en los pezones todo el rato. Pero Brubaker tampoco se olvidó del legado de Miller, haciendo que el campo de juegos de la gata sean los más oscuros y sórdidos barrios de Gotham.
En este contexto se introduce a Slam Bradley, un detective encargado de desvelar el velo de misterio que encubre a Selina. Bradley es uno más de los secundarios que rodearán a Catwoman en esta etapa (y, por cierto, es el primer personaje de la historia de DC, puesto que fue el protagonista de Detective Comics en 1937-todo un acierto por parte de Brubaker el recuperarlo). Una etapa que no contará demasiado (por fortuna, dirán algunos) con la presencia estelar de la Bat-Familia.
Jeph Loeb volvió al mundo de Batman en la recordada Silencio, una obra que significó el pistoletazo de salida a una relación más profunda entre Bruce y Selina. La gata quedaba atónita al descubrir que bajo la capucha del murciélago se ocultaba Bruce Wayne.
“Una relación más profunda” no quiere decir más estable. Más bien al contrario. Selina continuó desafiando las creencias morales de Batman al asesinar a Máscara Negra, y no hay que olvidar que Bruce Wayne permaneció todo un año muerto al final de Crisis Infinita. En ese intervalo, a Selina le dio tiempo a retirarse, a tener una hija y a adoptar el nombre de Irena Dubrovna (nombre de la femme fatale protagonista de Cat People, clásico del cine noir).
Para colmo, el papel de interés romántico del héroe le fue adjudicado por Grant Morrison a Talia Al´Ghul, durante su memorable etapa. No obstante, todo esto no fue un impedimento para que Selina formara lazos de amistad con sus compañeras justicieras (con las sirenas) de Gotham.
Al comienzo de los Nuevos 52, un nuevo-viejo estatus se estableció entre los habitantes de Gotham. Era nuevo porque suponía un cambio en las dinámicas que se habían mantenido durante veinte años. Era viejo porque asumían las dinámicas de veinte años atrás. En lo que a Selina se refiere, esto significó que nunca había tenido una hija y que no conocía la identidad de Batman.
Por fortuna, llegó Rebirth y llegó Tom King para integrar (como la había hecho antes Morrison desde una perspectiva distinta) todas las facetas del personaje y de la pareja en una sola historia. Por vez primera, los aportes de Miller, Brubaker y Loeb tenían sentido como unidad.
El enfoque de Tom King es sustancialmente diferente al de Frank Miller y Ed Brubaker. Su Catwoman parece una dama de la alta sociedad que (un poco como quien no quiere la cosa) se dedica a combatir el crimen y a luchar contra los malos. Además, Selina está ahora más integrada que nunca en la Bat-familia. No podía ser de otra manera, puesto que ha consolidado su relación con el Hombre Murciélago, hasta el punto de (casi) casarse con él y de tener un hijo con él.
Podría decirse que existe un motivo muy claro por el cual Selina Kyle nunca se ha integrado plenamente en la familia de Batman, además de explicar la atracción que parece sentir por Bruce (y Bruce por ella). Mientras que Batman y sus amigos son idealistas en el sentido kantiano del término, Catwoman es lo que la filosofía denominaría una consecuencialista.
Lo explico. Mientras que Batman tiene una creencia absoluta y firme en valores morales absolutos («No matarás», «El crimen no compensa», «Los criminales son cobardes y supersticiosos», etc), Selina parece entender que las acciones son buenas o no dependiendo de las consecuencias que de ellas se desprenden; es decir, para Catwoman el fin justifica los medios.
No hemos hasta aquí para juzgar a Selina, ni tampoco a Batman. Las dos posturas (la kantiana y la maquiavélica) tienen su lado bueno y, sobre todo, su lado malo. El extremismo idealismo de Batman ha sido a menudo la coartada para que simpáticos dictadores y simpáticos megalómanos oculten su odio por la humanidad bajo la patina de una intensa obsesión por el control. Por otro lado, el consecuencialismo extremo implica, a la larga, cierta perdida de la noción de humanidad.
Sea como sea, el idealismo kantiano y el consecuencialismo se atraen entre sí de forma irremediable. Del mismo modo, Batman y Catwoman se atraen entre sí de forma irremediable.
Super-heroína. Super-villana. Gata. Ladrona. Gata ladrona. Icono. Icono sexual. Selina Kyle/Catwoman es todas estas cosas y muchas más. Solo el futuro dirá que papeles desempeña…y cuál es su rol dentro de la Bat-familia.
Os está quedando un especial bastante chulo, la Zona nunca defrauda!
El origen de la Catwoman Pre-Crisis es un poco más complejo. Yo como tú tenía en la cabeza el origen de «La vida secreta de Catwoman» (Batman #62, diciembre 1950): la azafata que sufre un accidente aéreo y se hace criminal a resultas del traumatismo, y su obsesión con los gatos porque su padre tenía una tienda de animales, y que este descubrimiento es la excusa para su primer intento de rehabilitación. Imagina mi sorpresa cuando vi hace tiempo un artículo que hablaba de villanos de Batman a partir de sus fichas del «Who´s who» reproduciendo las mismas en el que el origen de la Catwoman original (la de Tierra-Dos) es el de una mujer casada con un hombre rico que abusa de ella, se divorcia, y él la arruina con sus conexiones, por lo que decide robarle y se engancha a la sensación tan emocionante que experimenta.La historia de la azafata es una mentira que usa como coartada para obtener un perdón por sus crímenes. La actualización de Tierra-Uno la convierte en una joven intrépida que sueña con una vida aventurera por lo que inventa la identidad de Catwoman (por la tienda de su padre) para hacer crímenes con impunidad. Por cierto, que la de Tierra-Dos tiene un hermano criminal, Karl Kyle, el King of Cats, mientras que la Tierra-Uno tiene una hermana criminal, Felicia Har… perdón, Kyle (The Brave and the Bold #176, julio 1981), apareciendo Karl Kyle sólo como una mención en la ficha del Who´s Who.
Lo que cuentas de Robin a raiz del libro de Wertham lo conocía pero con Batwoman, personaje creado exclusivamente para eso, ya que Catwoman es una «mujer mala», y por tanto no es un buen ejemplo juvenil. De hecho la escena que cuentas es muy similar a la que recrea Morrison en Batman Incorporated #4, «El Asunto Kane», en un pasaje que creo se basa en «The Marriage of Batman and Batwoman» (Batman #122, marzo 1959). No sé si se dio algo parecido con Catwoman, lo más parecido que recuerde fue en la etapa Barr-Davis: «aquí no, Selina, que el niño nos está mirando».
Sobre que Talia es el interés romántico de la etapa Morrison, es una afirmación con la que no estoy de acuerdo, te lo argumento. Talia y Bruce en ese momento son una pareja rota y con una relación «de venganza» en la que su hijo, Damian, está atrapado. Morrison lo planteó así según dice basándose en cómo vivió el divorcio de sus padres. Además Morrison se cargó gran parte del «interés romántico» (por vagancia, por no leer «El hijo del Demonio») haciendo que la noche de Bruce y Talia fuera el resultado de que esta drogara a Batman (vamos, una violación). El interés romántico que se sacó de la manga fue Jezebel Jet, que no fue real porque Bruce seguía el juego a sabiendas de que era una trampa. El auténtico interés romántico fue… Catwoman, como puso en paralelo Paul Dini en «El corazón de Silencio», poco antes de «Batman RIP» cronológicamente, y retomándolo al poco de su regreso hasta el final de esa continuidad (o al menos hasta el final de «Musas de Gotham», donde Selina toma partido por sus amigas frente a él).
Lo que dices de la diferencia filosófica de puntos de vista tiene sentido. Yo lo veo como una consecuencia lógica de caracterización: Bruce es un niño rico, criado en un ambiente protegido que se aferra a unos ideales y vive una fantasía, es idealista. Selina (la de Miller en adelante) es una niña de la calle, que sabe lo duro, salvaje y cruel que es el mundo y que para sobrevivir o proteger a otros hay que mancharse las manos. Su unión es interesante, porque le aporta pragmatismo, realismo y empatía a Batman, mientras que Selina recibe una brújula moral, ciertas metas más positivas y le frena en acabar como una criminal pura y dura (un papel inspirador que, como no, ya explicitó Miller en «Año Uno»).
Saludos!
Me encantó el artículo, un golazo.
Solo un comentario: «Por fortuna, llegó Rebirth y llegó Tom King para integrar (como la había hecho antes Morrison desde una perspectiva distinta) todas las facetas del personaje y de la pareja en una sola historia.»
Ya no le den con palo a los Nuevos 52, yo soy hijo de los Nuevos 52 porque desde ese momento es que empecé con fuerza la compra y lectura de comics, no solo de DC sino de Marvel y luego Valiant. Batman y Swamp Thing de Snyder, Batman y Robin, Wonder Woman de Azarello, Earth-2 de Robinson, Aquaman de Jhons, Animal Man de Lemire, Flash, y una serie que me encantó fue I, Vampire .. son varias series buenas …
Y sobre Catwoman, no fue una afroamericana la que interpretó a ese personaje en la serie sesentera?
Hubo tres Gatúbelas en los ´60: la ultrasexy y eterna Julie Newmar, la que vos decis, Eartha Kitt en tres capítulos (eso era tener huevos!!! lo de ahora es pura hipocresía nada más) y Lee Meriwether en la película.
Pues ya que sacais el tema… Alguien sabe cómo se explico eso en la serie? Porque Newmar y Merriwether son el mismo personaje, pero… Eartha Kitt… Eran el mismo personaje, una segunda Catwoman o hicieron como si nada? En el comic de Batman 66 publicado por ECC aparecen ambas versiones pero tampoco se trata el tema
Porque…»soy Batman». Y punto. Al igual que como el Acertijo muere en el primer capítulo, y después vuelve como si nada (como pasó rapidamente en la edad de oro, el tono cambió bruscamente: no deaths). Todos los espectadores estaban pasados de ácido bailando el batitwist, nadie se daba cuenta. Yo recontraaplaudo al loco que se le ocurrió cambiar a Newmar por Kitt, debe haber sido una gran polémica…por tres episodios. Igual Gatúbela «parecía» morir en muchos capítulos, ese temita de las 7 vidas, así que tranquilamente en una puede haber vuelto cantando soul…
Todos los espectadores estaban pasados de ácido bailando el batitwist, nadie se daba cuenta.
Muy locos esos años 60`s
=)
Y porque no habia Internet! Detalle importante!
Jeje claro. Y si en los comics de DC (a diferencia de la pionera Marvel en ese sentido) de ese momento todavia era 0% continuidad, porqué iba a ser distinto en TV…