Hoy es el Día de Batman y en Zona Negativa queremos celebrarlo añadiendo nuestro pequeño granito de arena a tan especial fecha. En la redacción se ha debatido como poder ponerle algo de salsa al día de hoy y tras dar numerosas vueltas al tema se llegó al acuerdo de que cada redactor seleccionara una portada, una viñeta o unas páginas, hasta un máximo de tres, que fueran importantes tanto para el personaje como para su persona. Se ha querido huir de las imágenes más icónicas, de esas que todos llevamos impresas a fuego en las neuronas, pertenecientes a obras tan relevantes como DK, Años Uno, La Broma Asesina… siendo esas mismas la que abren este texto y que sirven como aperitivo a lo que nos tienen preparado Jordi T. Pardo, Jordi Molinari, Pedro Paredes, Pedro Mercader, Nacho Teso, Cristian Miguel Sepulveda, Raúl López, Daniel Gavilán, Alejandro, Sergio Robla, José María Vicente, Miguel Ángel Crespo, Luis Javier Capote, Juan Iglesia y Gustavo Higuero, con sus imágenes más personales de Batman.
Solo son una pequeña muestra, una gota en un océano creativo que no pretende abarcar toda la historia del personaje, pero si adentrarnos en su mundo de forma que todos podamos arañar en la memoria esa imagen donde Batman lo es todo para nosotros. Puede que entre esta selección de las más conocidas esté la tuya, o no, o tal vez esté entre las de la redacción, pero sea como sea esperamos que disfrutes de lo que queremos sea una puerta de entrada al Día de Batman.
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Jordi T. Pardo destaca… ¡Batman y Robin!
Batman y Robin Nº 4-5, de Peter J. Tomasi y Patrick Gleason. ECC Ediciones (DC Comics). Contiene Batman and Robin Nº 13-18 USA, Batman and Robin Annual 1 USA y Batman and Robin: Born to Kill HC 2012-2013; Tomo rústica. 96 páginas. 8,95€/u
Está fuera de todo duda. El trabajo de Peter J. Tomasi y Patrick Gleason en la cabecera de Batman y Robin ha sido una de las sorpresas más refrescantes, y con más calidad, que se han incorporado a la mitología reciente del Caballero Oscuro. En ella sus autores nos proponían una serie ligera, en relación a su sentido de la aventura y la acción, pero más compleja en lo psicológico y el tratamiento de personajes de lo que podría parecer a primera vista. Esto facilitó que la serie nos dejase más de una escena y momento para el recuerdo, muchas ellas a propósito de la difícil y tensa, pero también emotiva relación de Bruce y Damian, un par de almas dañadas por la vida que aprender juntos, y poco a poco, a sanar sus heridas mientras intentan asentar su vínculo como padre e hijo. Entre otras muchas situaciones para el recuerdo está la conclusión del número 14 de la serie, una maravillosa estampa dibujada por Patrick Gleason con una fuerza e intensidad que resulta inevitable que nos llegue al corazón. «Damian estoy orgulloso de ti…», exclama Bruce a su hijo, y los dos se funden en un tierno y sincero abrazo. Luego se sucederían los acontecimientos de La muerte en la familia, y más tarde Grant Morrison decidiría matar a Damian, para truncar esa evolución que habíamos podido degustar en Batman y Robin. Un momento que Peter J. Tomasi y Patrick Gleason aprovecharon en el número 18 de su colección para hacer un homenaje al personaje y a su trayectoria en la serie. La historia muda utilizada para la ocasión refleja el dolor de los más allegados a Damian y, especialmente, de su padre Bruce, al que su hijo le dedica unas últimas y afectuosas palabras: «[…] quiero que sepas que mi madre puede haberme dado la vida, pero tú me has enseñado a vivir». El capítulo se cierra con una escena a página completa con una importante carga autorreferencial al icónico abrazo entre padre e hijo visto en la serie solo que ahora está únicamente protagonizada por Bruce y su desconsolada y trágica figura abrazando el uniforme de Damian y la ausencia.
Daniel Gavilán destaca… ¡Batman: La Espada de Azrael!
Batman: La Espada de Azrael, de Dennis O’Neil, Joe Quesada, Kevin Nowlan y Lovern Kindzierski. Planeta DeAgostini (DC Comics) Mini-serie de cuatro números editada por última vez en España en los números 8 y 9 del Coleccionable de Batman de Planeta DeAgostini. Contiene Batman: Sword of Azrael Nº 1-4 USA; Tomo rústica. 96 páginas. 7,00€
Cuando los compañeros propusieron elegir un extracto representativo de nuestra afición por Batman, sabía que lo iba a tener complicado. No ya solo por la bibliografía del personaje, que de por si es ya mastodóntica, sino por tratarse de uno de mis personajes favoritos de la infancia (gracias Burton, gracias Timm y Dini). Así que en lugar de ir a por sus obras más populares, esas que a pesar de tener virtudes más que destacables no dejan de ofrecer caminos sobradamente conocidos -Batman vs Joker, el origen de Batman, Batman en Arkham, Miller, Moore, Morrison, Adams, etc…- he decidido ir a por una obra que signifique mucho para mi.
Y en este caso, con el permiso de Greg Rucka y Shawn Martinborough, creo que ninguna saga de Batman define mejor esta condición que La Espada de Azrael. Por un lado porque cuando la leí tuve la sensación de estar descubriendo una parte fascinante de la mitología de Batman que -esta vez sí-, me resultaba completamente desconocida. Pero sobre todo por el poderío gráfico de los lápices de Joe Quesada y Kevin Nowlan junto al color de Lovern Kindzierski, quienes tienen el honor de haberme ofrecido una de las más apabullantes representaciones del personaje que he tenido el honor de haber disfrutado jamás, y seguramente la razón por la que me fascinan tanto los Batman de Marc Buckingham o Patrick Gleason.
La escena de ese héroe mitad Bruce Wayne mitad Batman emergiendo a puño descubierto entre las tablas y vapores tóxicos del laboratorio es de las que consiguen que a uno se le estremezca todo mientras las lee, pero si hay algo que me fascina de obra escrita por Dennis O’Neil más allá de su vibrante energía gráfica o esa sensación de estar adentrándose en un territorio de poderes sobrenaturales en el que cuesta tener claro donde acaba lo real y donde empieza la locura, es la dinámica entre Batman y Alfred. Todo el mundo tiene un sidekick predilecto de Batman. Que si Grayson, Todd, Kelley, Drake, Brown, Damian, etc… En mi caso ningún Robin superará nunca al sarcasmo pasado de rosca de unos Batman y Alfred a lo Sherlock y Watson, tan genuinamente representada en La Espada de Azrael.
Pedro Pascual Paredes destaca… ¡Batman Inc.: Robin R.I.P.!
Batman Inc.: Robin R.I.P., de Chris Burnham, Grant Morrison, Andrei Bressan, Chris Burnham, Jason Masters y Jorge Lucas. ECC Ediciones (DC Comics). Contiene Batman Incorporated Nº 7-13 USA Y Batman Incorporated Special Nº 1 USA; Tomo cartoné. 248 páginas. 24,00€
Demoledora, despiadada, brutal.
Así es la página 19 del paradójico Batman Inc#8, que por una parte se titula, El chico maravilla regresa, pero en su portada presenta un R.I.P con R de Robin.
Es una página que impacta, que te deja estático, que tardas en pasar y cuando lo haces, notas que varias lágrimas descienden por la comisura de tus ojos pues la tristeza te asola por lo que va a pasar. En ella, el dibujante Christ Burnham ejecuta magistralmente el guión de Morrison rompiendo a Damian en veinte viñetas, en las que al hijo de Batman le clavan flechas, le disparan múltiples balas, le quiebran la espalda, le estrangulan y le tiran brutalmente contra una pared. Damian muere gloriosamente, sacrificándose para salvar al mundo, pero sus últimas palabras son de súplica para su madre.
Grant Morrison mataba a su criatura con tan solo seis años de andadura y dejaba huérfanos a los lectores de uno de los personajes más carismáticos de los últimos años.
Menos mal que siempre quedará la esquirla del caos, pero esa es otra historia y otra viñeta.
Nacho Teso destaca… ¡Batman: El largo Halloween!
Batman: El largo Halloween, de Jeph Loeb y Tim Sale. ECC Ediciones (DC Comics). Contiene Batman: The Long Halloween USA; Tomo cartoné. 400 páginas. 32,00€
Me ha costado un poco decidir cómo enfocar mi elección para este Batman Day. Le he dado vueltas y he decidido que pocas viñetas podrían ser mejores que aquella que tiene más significado detrás. Finalmente he escogido la página 123 de Batman: The Long Halloween, la que abre el capítulo cinco del libro de Loeb y Sale, el Día de San Valentín. En primer plano, Alfred nos abre la puerta y nos ofrece su ayuda. ¿Por qué es importante?
La primera vez que vi esta página no fue en mi propia lectura. Fue por WhatsApp, cuando un amigo que estaba leyendo este cómic añadió una foto más a la galería de imágenes que me había pasado, expresando su gozo por tan excelso dibujo (aunque él lo expresó en términos más vulgares y malsonantes). Esta imagen representa, para mí, parte de una amistad, así como la capacidad del propio medio para unir y del propio personaje para tener una historia para cada persona. No será la más impresionante visualmente ni la más legendaria, pero es con la que yo me quedo.
Si esto nos o vale, os digo entonces que este tomo es grande por méritos propios. Guion y dibujo danzan en una historia de mafias, de desarrollo personal, de tragedia y de amargo triunfo. Batman: The Long Halloween es una de esas historias para recomendar con los ojos cerrados, sabiendo que cualquiera que lo abra, quedará irremediablemente enganchado no solo a la trama, sino también al personaje.
Alejandro Ugartondo destaca… ¡Grandes Autores de Batman: Frank Miller – Batman: Año Uno!
Si tuviera que escoger una editorial favorita, escogería Marvel. Si tuviera que escoger un superheroe favorito, escogería a Superman. Pero si tuviera que escoger una historia favorita, sería Batman: Año Uno. Para mi es la obra perfecta de superheroes, el modelo que debería seguir cualquier autor a la hora de narrar el origen de un personaje y el ejemplo perfecto de como aunar guion y dibujo para conseguir esa narrativa gráfica que es seña de identidad única del mundo del cómic. Frank Miller y David Mazzuchelli volvieron a los días anteriores del nacimiento de Batman para explicarnos como el millonario Bruce Wayne, atormentado por la muerte de sus padres cuando el era niño, se convertía en el vigilante enmascarado Batman, el azote del crimen en la ciudad de Gotham. Una génesis que los autores sintetizaron a la perfección en las dos últimas páginas del primer número de esta apasionante saga.
En estas dos páginas se nos muestra una secuencia reproducida mil veces en cómic, televisión o cine donde se recrea la fatídica noche del asesinato de los padres de Bruce y el encuentro de éste con el murciélago que le da la idea de convertirse en Batman. Posiblemente se trate de la escena más icónica del personaje y en manos de Miller y Mazzuchelli luce mejor que nunca, con una narrativa sobria pero precisa que nos lleva desde el Bruce niño hasta el Bruce adulto a través de una mirada que lo cuenta todo: el dolor de la pérdida, la búsqueda de un sentido a la vida y la resolución tomada de iniciar una cruzada sin fin contra el crimen. Dos poderosas páginas que van a la esencia del personaje y que además, gracias a la prosa de Miller, nos recuerda cual es el objetivo de convertirse en un murciélago: inspirar miedo a aquellos que provocan el miedo en los inocentes. Para mi, la esencia y la historia de Batman quedan perfectamente reflejadas en estas dos páginas.
Jordi Molinari destaca… ¡Detective Comics #550!
Detective Comics #550, de Doug Moench y Pat Broderick. DC Comics
Seguramente para muchos, será la primera vez que vean estas viñetas. Y para los que puedan recordarla, quizás otros tantos no le vean ese “que”, para ser incluida con el resto de entradas de mis compañeros. Pero para un chico que apenas había tenido contacto con los cómics de superhéroes, y que además sufre de aracnofobia – realmente, que fue antes en mí, ¿el miedo a las arañas o esta lectura?-, este cómic a cargo de Doug Moench y Pat Broderick me dejó marcado cómo pocos. Y aunque sea una historia auto-conclusiva, no por ello refleja menos no sólo Batman como persona y superhéroe, sino también la ciudad de Gotham. Y es que si un personaje en los cómics, sobretodo en DC Comics, está definido por donde ha vivido y crecido, ese es Batman.
Y además, refleja cuan opuestos son Batman de Superman, y no por los súper-poderes del kryptoniano, sino en oposición a la mítica escena del All-Star Superman – dicho esto, el cómic y estas páginas fueron publicadas en USA, a fecha de portada, un mes después de mi nacimiento, así que es pre-CoIE y pre-Frank Miller -. Muchos han criticado el “grim & gritty” con el que empezaron los Nuevos 52, pero mi modesta colección de cómics heredada de mis hermanos mayores, atestiguan que tanto Batman como Superman – esa historia con Blaze y el hijo de Perry White… – podían ser muy traumáticos, años antes que Alan Moore dejase el back-up de Detective Comics – este número incluía una historia de Green Arrow del barbudo dibujada por Klaus Janson – para redefinir el concepto de superhéroes con Watchmen.
Gotham es una ciudad jodida, Batman tres cuartos de lo mismo, pero pese a todo, lo que define a los superhéroes, y por ello disfrutamos tanto de sus historias, es que en la mayor de las oscuridades siempre hay esperanza para un futuro mejor. Este es el Batman con el que crecí, y con el que siempre defenderé que deba ser, aunque varias de sus mejores obras ofrezcan una versión más oscura de su persona.
Gustavo Higuero destaca… ¡Grandes Autores de Batman: Alan Davis – Año Dos!
Grandes Autores de Batman: Alan Davis-Año Dos , de Mike W. Barr, Todd Mc. Farlane y Alan Davis. ECC Ediciones (DC Comics). Contiene Detective Comics núms. 575 a 578 USA, Batman: Full Circle USA y Batman: Gotham Knights núm. 25 USA ; Cartoné, 176 págs. A color 17,95€/u
Pensar en una escena o imagen de Batman importante para uno es algo complicado. Lo más normal es que no sea solo una, sino varias las que han permitido que en nuestro interior se genere esa visión personal del personaje. Cada uno tiene a su Batman ideal (aunque muchos dicen que le Batman definitivo es el de Englehart y Rogers). Unos prefieren al detective, otros al superhéroe, otros al oscuro caza criminales implacable… personalmente me gusta el Batman detective, duro y atlético, pero con un interior frágil, capaz de romperse cuando se ha de enfrentar al momento más duro de su vida. Un Batman humano que sabe que su fortaleza no está en ser más poderoso que su adversario, sino en su propia capacidad para superar sus miedos y miserias para hacer lo que se debe hacer.
Y es por ello que rebuscando entre mis recuerdos acabé por llegar a estas dos páginas excelentemente dibujadas por Alan Davis, del especial escrito por Mike W. Barr, Circulo Mortal. Son dos páginas que condensan esa esencia de lo que para mí es Batman. Por un lado, está atrapado y sufriendo una desagradable tortura psicológica, debilitado por un cóctel de drogas psicotrópicas. Por otro, tenemos a Robin luchando contra el villano con todas las de perder. Batman ha llegado hasta aquí tras una investigación minuciosa y ha caído en una trampa. Su mente es ajena a lo que le rodea. No le importa morir, no es importante para él la supervivencia personal. Está rompiéndose, cuando la realidad del peligro de Robin le hace despejar sus miedos y sus terrores para actuar de forma que solo un hombre superdotado físicamente podría hacerlo.
Y es en este punto donde Batman hace que la palabra atlético adquiera un nuevo significado. Un cuerpo perfecto que ejecuta a la perfección un difícil movimiento en el que fallar significa, no solo morir, sino que Robin también lo haga. No hay margen para el error ni para la duda. Batman destila seguridad. Su cuerpo se tensa, se dispone a hacer lo que nadie más podría y termina por triunfar cuando todo parecía estar en contra.
Una visión simple, que no simplista, de un personaje lleno de dobleces que es capaz de sacar fuerzas de donde no hay, vencer a su propia mente y acabar de una vez con el problema gracias a su prodigiosa forma física.
Dos páginas donde se dan la mano el detective, el héroe, el padre y el hijo, para dibujarnos un Batman capaz de encontrar el camino entre las sombras y la oscuridad que atrapan su propia alma, con el objetivo de alcanzar una meta utópica que no es otra que acabar con el crimen con la falsa creencia de que así se acabará su propia lucha interior. Un pensamiento irracional que empuja al héroe a querer hacer más, a exigirse más, pero sin perder nunca esa pequeña porción de humanidad que lo hace seguir creyendo que un solo hombre puede marcar la diferencia.
Luis Javier Capote Pérez destaca… ¡Batman. La serie animada!
Batman: The Animated Series, de Bruce Timm, Paul Dini, Alan Burnett y Eric Radonski. Warner Brothers Animation. Desgraciadamente, inédita en España en un formato doméstico en condiciones
Si tengo que destacar un momento en la larga historia del Detective, me quedaría con la versión que del personaje y su rico mundo se dio en Batman, la serie animada. Esta producción, emitida entre los años 1992 y 1995 hizo lo que aún está por verse en los seriales y filmes de imagen real: una visión icónica y definitiva del caballero oscuro. Si tuviere que recomendar a una persona que no ha visto / leído / jugado nada de Batman, escogería prestamente esta serie y sus continuaciones.
Muchos son los motivos que se agolpan en el teclado para justificar mi elección, más allá de mi querencia por la misma. Grosso modo:
• Su aportación a la mitología detectivesca: la popularísima Harley Quinn apareció por primera vez en la versión animada, para dar el salto posteriormente a las viñetas. La no tan popular pero igualmente interesante agente René Montoya también hizo un recorrido similar.
• La magistral configuración del reparto de voces: Kevin Conroy es, en mi opinión, el Bruce Wayne / Batman por antonomasia, así como Mark Hamill es un insuperable Joker.
• La ambientación escogida: unos redivivos años cuarenta en los que el art déco es el estilo predominante. Una Gotham tan atractiva como peligrosa. Una banda sonora que inspira la risa, el miedo, la emoción, la intriga.
• La versatilidad de la serie a la hora de contar historias de todo tipo: cómicas, trágicas, trepidantes, misteriosas, terroríficas y sobre todo, detectivescas.
Como muestra, este pequeño botón que define, en mi opinión a un personaje que ya ha cumplido tres cuartos de siglo:
Miguel Ángel Crespo destaca… ¡Especial Detective Comics 27 – 75 años de Batman!
Batman: Especial Detective Comics 27 – 75 años de Batman, de Bill Finger, Bob Kane, Brad Meltzer, Francesco Francavilla, Gregg Hurwitz, Mike W. Barr, Peter Tomasi y Scott Snyder. ECC Ediciones (DC Comics). Contiene Detective Comics núm. 27 USA; tomo cartoné, 96 páginas, a color. 12,95€
A veces nos centramos tanto en las vidas de ficción de nuestros personajes favoritos, en sus idas y venidas, sus muertes y renacimientos, sus cambios de enfoque y sus relanzamientos, que olvidamos que todas esas historias fueron realizadas por personas reales, con vidas reales y problemas reales. Dichas personas además formaron parte de una industria que no siempre ha tratado bien a sus trabajadores, en especial durante sus inicios. Algunos de los creadores de nuestros personajes favoritos formaron parte del mundo del cómic durante una época en la que era un trabajo ingrato y mal considerado y lo hicieron para poder ganarse la vida, no para hacerse populares ni para que se reconocieran sus méritos artísticos. Su relación con la industria no siempre fue buena y son célebres los casos de aquellos que se pasaron media vida litigando para que se reconociesen sus derechos. Algunos murieron sin que su contribución llegase a ser reconocida.
Uno de los ejemplos más tristes es el de Bill Finger, que trabajó junto a Bob Kane en la creación de Batman. Finger escribió la mayoría de las primeras historias del Hombre Murciélago, ayudó a crear a villanos tan emblemáticos como el Joker, el Pingüino y Catwoman, se le atribuye la creación del primer Batmóvil y se cree que fue el primero en acuñar el nombre de Gotham. Sin embargo, su astuto compañero Bob Kane se adelantó a firmar un contrato con la editorial que permitió que se le considerase el único creador de Batman, por lo que durante décadas la contribución de Finger fue ignorada por la mayor parte del público. El autor murió sin que se reconociese de forma oficial su participación en la creación del personaje, que con el paso de las décadas se había convertido en un icono de la cultura popular y había dado lugar a una enorme franquicia que se había extendido a la televisión, el cine y los videojuegos.
Afortunadamente, hace unos años DC decidió reeditar el mítico número 27 de Detective Comics, la primera aparición de Batman en un cómic, con motivo de su 75º aniversario, y lo hizo acreditando a Bill Finger como co-creador. Su nombre incluso apareció en la portada, lo cual fue un acto de justicia en sí mismo. Puede que ese número leído hoy en día sea algo extraño y desfasado, pero su interés histórico es indudable y su lectura es un obligado homenaje a aquel autor olvidado durante años al que tanto le debemos. La edición de ECC también incluye una serie de relatos elaborados por autores actuales que celebran el legado de Finger y Kane.
Cristian Miguel Sepúlveda destaca… ¡Batman: Vampiro!
Batman: Vampiro, de Doug Moench y Kelley Jones. ECC Ediciones (DC Comics). Contiene Batman & Dracula: Red Rain, Batman: Bloodstorm y Batman: Crimson mist USA ; Cartoné, 288 páginas. 28,50€
Por supuesto que hay imágenes mucho más míticas e icónicas de Batman que la que voy a poner aquí ahora, pero es sin duda una de las más poderosas a nivel personal que he podido sentir leyendo historias del hombre murciélago. Batman: Lluvia Roja es una de las obras más terroríficas de la historia del personaje, e incluso de la editorial, y sin duda alguna está repleta de momentos épicos que no pasan inadvertidos. Y lo mejor no está en la propia obra, si no en las siguientes, Batman: Tormenta de Sangre y Batman: Niebla Carmesí, o más concretamente, en la evolución del personaje durante toda esta trilogía, en donde empieza como el enmascarado de siempre y acaba como un monstruo absolutamente infame y terrorífico, peor que los propios villanos de Gotham que intenta detener.
Doug Moench nos brinda tres historias que harán las delicias de los fans de los vampiros, y también por supuesto de Batman. Pero si hay que destacar a alguien por encima de todo es al grandioso Kelley Jones, que por medio de ésta y otras poderosas y terroríficas viñetas, nos muestra todo su potencial artístico que poco tiene que envidiar al de grandes maestros del terror como Bernie Wrightson, Alex Toth o Richard Corben, que tan buenas historias nos dieron en la revista Creepy. El dibujo de Jones evoluciona a la par que el propio Batman, volviéndose más grotesco, horripilante y monstruoso en cada obra, siendo esto mismo el aspecto más interesante de esta terrorífica trilogía.
Pero como hay que quedarse con una o dos páginas, voy a escoger una que pertenece a la primera y más famosa parte de esta trilogía: Lluvia Roja. ¿Y de qué va Lluvia Roja? Básicamente, un poderoso villano llamado Drácula llega a Gotham a sembrar el caos como no podía ser de otra manera, intentando apaciguar una insaciable sed de sangre que nunca parece calmarse, y para intentar evitar eso por supuesto estará el icónico guardián de la ciudad: Batman.
La relación entre el señor de los vampiros y el señor de la noche y sus respectivos enfrentamientos se remonta a mucho antes, con películas no oficiales extrañas como una dirigida por el mismísimo Andy Warhol, o películas de animación evidentemente inspiradas en la trilogía de Moench y Jones. Pero si hay un momento mítico en la lucha entre estos dos mitos, es el final de Lluvia Roja, en el que ambos se enfrentan en un clímax inevitable que acabará con la muerte de ambos, literal y metafóricamente. He escogido este momento por lo impactante de ver al mito clásico del hombre murciélago contra el mito contemporáneo, y lo impresionante culturalmente de presenciar un momento así. Es un choque histórico que nos muestra la evolución de un mito en dos personajes que no son tan distintos como parece, según lo que Moench nos quiere hacer ver. A partir de este momento, la vampirización durante toda la obra de Batman culminará con el mordisco de Drácula, un último y terrible acto final antes de morir que provoca la muerte del caballero oscuro y su renacimiento como vampiro protector de Gotham, y ya como el único y superviviente señor de la noche. Pero podríamos decir que Drácula en realidad no muere, si no que queda impregnado por completo en el propio alma de Batman en ese último mordisco final, alimentándose y devorando su ser progresivamente, y condenando a Batman a una existencia miserable, con el propio hombre murciélago intentando evitar lo inevitable, que tarde o temprano ocurrirá, transformándose así en un monstruo peor que el propio Drácula. Y este es el momento que desencadena todo eso, en el que el mito clásico se fusiona con el moderno, dando lugar a algo que quizás ni el propio Bram Stoker pudiera haber imaginado nunca.
Jose Maria Vicente destaca… ¡Detective Comics #743-746!
Detective Comics #743-746, de Greg Rucka y Shawn Martinborough. DC Comics
Si bien Greg Rucka no es santo de mi devoción, la etapa de este en Detective Comics junto a Shawn Martinborough me encanta. Admito que se debe en parte a que fueron mis primeros cómics de Batman, pero menudos cómics, oiga. Cuando los leí a la tierna edad de seis años quedé profundamente impactado, sobre todo por culpa de Evolution, historia publicada en los números 743 a 746 de la serie. En esos números Rucka y Martinborough se marcaron una saga que me cautivó y definió mi Batman para siempre.
Lo primero que me impresionó fue la violencia; era la primera vez que leía un cómic con tanta sangre, lo que hacía a los villanos de la historia verdaderamente temibles. El hecho de que estos fueron esbirros de Ra’s Al Ghul, un villano que no conocía en aquel entonces, hacía que además sintiera que me estaba adentrando en un inmenso mundo desconocido. Si esos sólo eran sirvientes, ¿cómo sería su amo?, ¿por qué iban a por Batman?, ¿cuál era la conexión de esa organización con el resto del universo DC? Los cuatro números de Evolution los entendí como la punta de un iceberg repleto de apasionantes historias tan grandes que necesitaban un universo entero para ser contadas.
Afortunadamente, la saga -y toda la etapa- de Rucka y Martinborough no solo no ha perdido ni un ápice de calidad con el paso del tiempo, sino que ha ganado en valor y frescura por tantos motivos que no se pueden explicar en tan poco espacio. Me encanta sobre todo cómo escribe Rucka a Batman analizando situaciones, espiando a sus enemigos, acechando en las sombras como un ninja de verdad. Pero lo que de verdad mola es la puesta en escena de Martinborough y los colores de Wildstorm FX. Ese aire indie y urbano, sumado a la habilidad del dibujante para escenas espectaculares y la magnífica paleta de colores, dan forma a una interpretación gráfica de Batman y Gotham City que será para siempre mi favorita. Así es cómo imagino al superhéore y su ciudad.
Juan de la Iglesia destaca… ¡Detective Comics #476!
Detective Comics #476 de Steve Englehart y Marshall Rogers. DC Comics.
Estas dos páginas son el final de la saga “El Pez Sonriente” que concluye la mítica etapa del Batman de Steve Englehart y Marshall Rogers.
Leí esta saga en las entrañables grapas de Zinco de “Clásicos DC”. En ese momento, Batman estaba en las manos de Marv Wolfman y Alan Grant con dibujos de Jim Aparo y Norm Breyfogle. Y era un muy buen Batman. Pero este era especial.
El Batman de Englehart era diferente. Más autorreflexivo, más dubitativo. Más humano. La culpable no era otra que Silver St. Cloud, seguramente la mujer más fuerte con la que se ha topado Bruce Wayne. No Batman, Bruce. En unos pocos números Englehart había desarrollado una serie de tramas que iban desde la corrupción política hasta el romance entre Bruce y Silver pasando por un uso moderado pero revitalizante de la galería de villanos. Por su parte, la representación que hace Rogers del Detective Oscuro es sólida, dinámica e hipnótica. Con el permiso de Neal Adams (cuyo trabajo entonces desconocía) en muy pocas ocasiones la capa de Batman ha lucido más espectral, envolvente, casi viva. Y esta es una de ellas.
En las tres viñetas que abren la página, la capa ondea y se modula con gran elegancia. Y tiene todo el sentido. Casi puedes sentir la brisa tras la tormenta. Todo ha terminado. Una vez más, Batman ha derrotado a su némesis, pero Bruce ha perdido a la mujer que amaba. No es una situación típica de Batman, casi podríamos decir que es rara y excepcional. Gordon llega con buenas noticias, pero es igual. Batman deja al Comisario con la palabra en la boca, como siempre. En la última página, una splash-page con Batman desapareciendo al amanecer, vemos la luz del alba filtrarse entre los edificios con un efecto que hoy puede parecer rudimentario, pero que entonces quedaba muy logrado. Se aprecia el perfil de la figura, el logo y la enorme capa que se abre de lado a lado.
Cuando lo leí no pensé estas cosas, lógicamente. Ni siquiera tenía idea de la trascendencia de esta etapa. Para mí tan sólo había sido una vibrante confrontación con un Joker gráficamente espectacular. Pero ver a ese Batman silencioso, dolido, rodeado por los infinitos festones de su manto me convenció de que no había en el cómic superheroico figura más poderosa, elegante y misteriosa que la suya.
Pedro de Mercader destaca… ¡Batman: El Tribunal de los Búhos
Batman: El Tribunal de los Búhos, de Scott Snyder, James Tynion IV, Greg Capullo, Jason Fabok y Rafael Albuquerque. ECC Ediciones (DC Comics). Contiene Batman Nº 1-11 USA y Batman Annual Nº 1 USA; Tomo cartoné. 352 páginas. 30,00€
Batman es un personaje tan amplio como visiones haya de él. Ha tenido multitud de géneros, tonos, y, sí, colores. La etapa de Snyder concluyó hace poco, y con sus más y sus menos, ha logrado hacer una etapa muy autoral y con todas ya cada una de las señas de identidad del guionista, y también todos sus flaquezas. Con bastantes detractores, pero se podría llegar a afirmar que su etapa ha sido de lo más sólido y consistente de la volatilidad presente en el inicio de esa nueva fase. Siendo imperfecta, con muchos altibajos y mordiendo más de lo que puede tragar, nos dejó algún que otro número que suscita cierto interés.
Pero seguramente lo que quede para la posterioridad en la amplia mitología del personaje, será su tribunal de los búhos. Un personaje con un plantel de villanos tan rico como el de Batman, y con sus más de 75 años de historia detrás, es difícil crear un vilano o villanos que calen en el imaginario colectivo de un fandom acostumbrado a una serie de personajes a los que ya conoce y los tiene en alta estima.
Tal vez el hecho de que hayan funcionado estos personajes pueda estar relacionado por el poder intimidatorio y lo mal que le hacen sufrir a Batman en su incursión. Y el fondo del pozo para Batman es en el quinto e intenso número de la serie.
Frenetismo, metalenguaje, juegos visuales. Batman está metido en un laberinto en el que de desliza asfixiantemente hasta un final inexorable. Como metáfora de su propia vida, en una tortura psicológica al que el tribunal decide someter al personaje por sus acciones. La luz, y los sonidos, contrastan con el tenebrismo de la narración.
Un homenaje, tal vez, al Batman: Arkham Asylum de Morrison y Mckean, pero dándole otro contexto y jugando a otras reglas. La sensación de perdida se transmite con modificaciones en la posición de la página, dando una sensación de cuadratura, de estar encerrado, y en una composición progresivamente asfixiante.
Todo ello resulta una genialidad firmada por un Greg Capullo pletórico con una una narración muy intensa y visual que supone una delicia para los ojos del cualquier lector. Un espectacular e intenso momento en la historia de Batman que te da una razón más para tener en alta estima al murciélago de Gotham.
Raúl López destaca… ¡Batman: La muerte de la familia!
Batman: La muerte de la familia, de Scott Snyder y Greg Capullo. ECC Ediciones (DC Comics). Contiene Batman núm. 13 a 17 USA; Tomo cartoné. 176 páginas. 17,95€/u
Corría el año 1989 y cayó en mis manos mi primer cómic de Batman, era la obra maestra La broma asesina, por supuesto y con poco más de once años que tenía, ni sabía quien era Alan Moore, ni obviamente Brian Bolland. Su lectura fue catártica, mi mente pre-adolescente no estaba preparada para una obra de tanta calidad y aun menos para personajes con tanto carisma como el Joker y el Comisario Gordon, de hecho, desde ese momento ambos personajes se convirtieron en dos de mis favoritos del bat-universo, me apasionan las historias en las que ambos tienen cierta relevancia y especialmente aquellas en las que la versión del villano es la que se acerca más a la del psicópata loco e imprevisible capaz de cualquier acto.
Obviamente, y dado el día que celebramos hoy comencé a pensar que escena escoger, y tras desechar por evidente cualquiera de las muchas que podemos encontrar en La broma asesina me terminé decantando por la secuencia con la que se abre la historia de La muerte de la familia, segundo arco argumental de Scott Snyder y Greg Capullo en la serie regular de Batman.
No estamos ante una de las mejores historias del murciélago, ni siquiera de las que han creado el tándem Snyder / Capullo, pero sí que brilla con luz propia el tratamiento que le dan al Joker desde la primera página en la que entra en escena, y es precisamente con esa secuencia con la que me quedo.
Como habréis podido leer la ejecución es brillante, la forma en la que Snyder con los diálogos y Capullo con el dibujo juegan al gato y el ratón con el lector haciendo un simil entre agentes de policia y el Joker es magistral. Consiguen que ese miedo que se palpa muy especialmente en el comisario Gordon lo sienta como suyo el lector, es una amenaza real, y más allá de la importancia que tiene el Comisario y que sería difícil que DC se atreviera a llevar a cabo un desenlace trágico con su persona pero eso no quita que no sepas que va a suceder en la siguiente viñeta. La angustia es máxima, este es el auténtico Joker y vaya si son capaces de reflejarlo en el papel.
Sergio Robla destaca… ¡Batman: Bajo la capucha!
Batman: Bajo la capucha, de Judd Winick, Doug Mahnke y otros dibujantes. ECC Ediciones (DC Comics). Contiene Red Hood: The Lost Days núms. 1 a 6, Batman núms. 635 a 641, 645 a 650, Batman Anual 25 USA; rústica, 144 páginas a 13,95€, 176 páginas a 15,95€ y 192 páginas a 17,95€
Sé que soy muy cansino, porque parece que aprovecho cualquier ocasión para defender esta historia. Tranquilos que para el próximo aniversario no la mencionaré. La cuestión es que más que a la historia hoy quiero que todos dirijamos nuestra atención a la impresionante secuencia inicial que nos ofrece Doug Mahnke en Batman #635.
En su momento fue buena, porque Mahnke transmite la fuerza y la violencia del encontronazo entre Batman y el entonces misterioso Capucha Roja, pero en retrospectiva es aún mejor. Batman dándolo todo ante un enemigo que parece estar a su altura físicamente, alguien a quien nunca habíamos visto. Un intenso enfrentamiento de diez páginas bajo la lluvia, precedido por una simple que nos recuerda que para el resto del mundo es una noche más. Sin embargo para nuestro Bruce será un momento que lo cambiará todo.
Fue el principio de una historia que, lejos de hacerme pensar “¡No os atreváis!”, me provocó un “¡Con un par, bien hecho!”. La redefinición de un personaje largo tiempo ausente como una zona gris, entre anti-héroe y villano. Considero, además, que por lo general las historias de Batman que no tienen al Hombre Murciélago como protagonista tienen un sabor especial, historias como Tierra de nadie o La broma asesina, pero esta historia toca de lleno al héroe y lo hace con toda razón. Si tenéis ganas de leerme más taladrando sobre esta historia ahí están mis reseñas de la edición de ECC Ediciones, no me extenderé más.
Por todo esto he escogido la primera imagen del enfrentamiento, espectacular, con un Batman que lucha por controlar la situación, pero del que ya apreciamos que su traje está maltrecho, y la página final que nos descubre que no es una pelea cualquiera, que es algo personal, y que nos dejaría con una incógnita que se extendería durante meses de especulaciones y un cliffhanger que tardaría aún más en resolverse ya que después el cómic pasaría a narrar lo que sucedió antes de esa pelea.
Alejándome de las series propias de Batman que todo el mundo recuerda, mi intención es centrarme en sus participaciones fuera de su franquicia. La cabecera de la Liga de la Justicia ha sido contenedor de grandes momentos para Batman desde siempre. Desde el ya clásico puñetazo de Bats a Guy Garnder en la Liga post-Crisis hasta glorias recientes directas o indirectas (como toda la Torre de Babel de Mark Waid). No en vano, la presencia de otros héroes más poderosos que el propio Batman es un escenario perfecto para el lucimiento de este último, ya que hasta el guionista más pintado aprovecha para hacerle quedar como el Dios absoluto del lugar, ya sea por sus apariciones/desapariciones silenciosas o el caracter independiente y sombrio del personaje. De todo esto se aprovechó y potenció Grant Morrison durante su etapa en la JLA, muchos años antes de asumir el mando de la cabecera de Batman y volvernos a todos locos haciendo pensar que el nacimiento del personaje fue orquestado por el mismísimo Thomas Wayne, quien estaría vivo. Pero eso es una historia para otro día…
La cabecera de la JLA había degenerado mucho durante los años noventa así que tuvo que llegar Grant Morrison para devolverle lustro a la misma, incluyendo en su alineación a los siete grandes de DC (con el Detective Marciano, no con esa incorporación reciente tan fuera de lugar generacionalmente). Como es habitual en el guionista británico, aprovechó la ocasión para crear nuevos villanos para la serie, no dependiendo tanto de las amenazas habituales y recurrentes del grupo. El fucking Prometheus, Maggedon, Ultra-Marines y mil personajes más. Como los primero héroes y luego villanos de la primera saga, Nuevo Orden Mundial. La identidad de estos misteriosos enemigos, obviamente, el lector tarda en descubrirlas mucho más que el propio Batman, quien nos sorprende a todos partiendo la pana.
Mientras sus compañeros de la Liga tienen problemas para combatir a los enemigos del Hyperclan, Batman solito se carga a cuatro de ellos como que no quiere la cosa, descubriéndonos por el camino que la amenaza son Macianos Blancos. Y es que, como bien dice un apresado Superman ante el lider de los villanos…
– «No puede ser. Solo es un hombre»
– «El hombre más peligroso de la Tierra».
Y eso no es todo, ya que Morrison (y un grandísimo Porter) aún le tienen guardada una entrada triunfal a Batman
– «¿Por qué alguien debería saber cuánto es capaz de aguantar la respiración?» (Wonder Woman dixit)
– «Tres minutos y quince segundos. Te sorprendería saber por qué lo sé.» (Grande Batman)
¿Cuales son vuestras escenas favoritas de la historia de Batman? ¿Que mejor momento que hoy para recordarlas?
Ese primer Batman de Moench es algo grande. Yo me quedo con la historia de «El Cosaco Negro» junto a Gulacy (Batman 393-394) como una de las mejores historias de Batman que he leído nunca. Por cierto, no se olviden de enviarle una invitación a Alan Moore! XP
frankbanner49
Lector
17 septiembre, 2016 10:41
dificil elección.hay tantos momentazos batmaniacos.
se me pasan por la cabeza el más evidente,ó incluso otro de bolland con ras en el número 400,de alan davis tambien hay donde elegir.
en fín,por meter una entre muchas…
billyboy
Lector
17 septiembre, 2016 11:49
Batman año 100,de como Batman sin su portentosa fortuna es capaz de desmontar un sistema que se a corrompido hasta la medula desde que el desapareciera,su regreso no podria ser mas expectacular,si te han perdido el miedo vuelve a instaurar el mito,aunque sea solo con una protesis bucal:
Ese primer Batman de Moench es algo grande. Yo me quedo con la historia de «El Cosaco Negro» junto a Gulacy (Batman 393-394) como una de las mejores historias de Batman que he leído nunca. Por cierto, no se olviden de enviarle una invitación a Alan Moore! XP
dificil elección.hay tantos momentazos batmaniacos.
se me pasan por la cabeza el más evidente,ó incluso otro de bolland con ras en el número 400,de alan davis tambien hay donde elegir.
en fín,por meter una entre muchas…
Batman año 100,de como Batman sin su portentosa fortuna es capaz de desmontar un sistema que se a corrompido hasta la medula desde que el desapareciera,su regreso no podria ser mas expectacular,si te han perdido el miedo vuelve a instaurar el mito,aunque sea solo con una protesis bucal:
http://www.trashmutant.com/uploads/1/0/9/8/10984559/5980374_orig.jpg
¿que no da miedo?
http://static1.squarespace.com/static/51b3dc8ee4b051b96ceb10de/527436d2e4b0bef5deeaeb97/527436ece4b069a82eab828b/1383347948945/7-1930s85s478-750×423.jpg
Vigilante implacable, símbolo de justicia, figura trágica, personaje crepuscular, terrorista urbano, líder revolucionario, leyenda…
http://www.brucetringale.com/wp-content/uploads/2014/03/Batman-1-couverture.jpg
«By Frank Miller. Introduction by Alan Moore». ¿Se puede molar mas? No lo creo. 😉