Distopía veneciana.
«El niño es el que me guía.»
Salamandra Graphic acaba de publicar en un solo volumen los dos tomos que componen
Como sucede en alguna de sus anteriores obras, Manuele Fior no ha trabajado con un guion cerrado, si no que ha ido improvisando sobre la marcha, algo que provoca que la historia parezca avanzar a tirones, al igual que sucedía con algunas de las historias creadas para ser serializadas en revistas, lo mismo que sucede con el final que deja abierto a posibles continuaciones. Pero pese a esa sensación de improvisación se puede apreciar que el autor italiano tiene muy claro el mensaje que quiere transmitir en todo momento.
Celestia es una obra sugerente y evocadora, llena de poesía, no solo visual también en los poemas que recita Pierrot. Unos versos que tienen la misma carga simbólica y capacidad de síntesis que las imágenes de los cómics y que, mezclados con los abundantes silencios, el ritmo sosegado de la historia que es roto por algunas escenas muy violentas, terminan por configurar una especie de fábula distópica que reflexiona sobre el futuro que le espera a la humanidad y la manera en la que seguirá evolucionando la especie. Pese a desarrollarse en un fututo lejano, nos nuestra una humanidad que se enfrenta a problemas similares a los que afrontamos en la actualidad, al igual que siempre ocurre en las obras de ciencia-ficción más interesantes. En la novela gráfica vemos como los años que Celestia ha pasado aislada del mundo en busca de una presunta seguridad no han conseguido crear una sociedad mejor, más bien al contrario, el mundo exterior ha evolucionado mucho más rápido y mejor que ellos. Las sociedades mejoran mucho más cuanto más abiertas son a las diferentes culturas y admiten personas de todas las procedencias, una lección que nos ha enseñado muchas veces la historia, pero que algunos, por unos intereses mezquinos y bastardos, se empeñan en negar para tratar de crear sociedades cerradas y endogámicas que son inevitablemente más pobres culturalmente, rancias y reaccionarias. Además, la obra también nos advierte sobre el terrible futuro que le espera a la tierra si no se actúa con urgencia para tratar de la paliar las consecuencias del cambio climático.
Sin embargo, pese a retratar un futuro complicado la obra encierra un mensaje de ilusión y optimismo, no solo por los bellísimos y luminosos escenarios que idea Manuele Fior, sino también por la esperanza que transmite en que los más jóvenes seran capaces de solucionar los problemas del viejo mundo para construir un mundo futuro mejor que les pertenece y en el que deben ser los principales protagonistas.
Leer Celestia equivale a pasear por las calles de una Venecia paralela, gracias al fantástico trabajo que el autor italiano hace creando unos edificios, dentro y fuera de la isla, similares a los actuales, pero que nos resulta reales e irreales al mismo tiempo. Algo a lo que contribuyen de manera decisiva los diseños de vestuario de los personajes extraídos directamente de La comedia del Arte, lo que también sirve para darle un toque de teatralidad que potencia todavía más el carácter de fábula de la historia. En el apartado gráfico, además de los diseños, también hay que destacar el magnífico sentido del ritmo de la obra, que sabe cuándo debe acelerarse y cuando pausarse, además de un gran dominio de los silencios permitiendo que las imágenes hablen por sí mismas.
Salamandra Graphic ha recopilado en un volumen con la calidad que acostumbran los dos tomos que edito Oblomov Edizioni, manteniendo las mismas dimensiones, aunque la edición italiana del integral era en tapa dura, pero diez euros más cara.
Celestia supone la consolidación de Fior como uno de los grandes autores del nuevo fumetti de autor que ha resurgido en los últimos años gracias a autores como Gipi, Igort, Teresa Radice, Stefano Turconi o Flavia Biondi, que han tomado el testigo de los autores que aparecieron en la segunda mitad del siglo pasado y nos regalaron algunas de las mejores páginas que ha dado el medio. A día de hoy no resulta para nada extraño mencionar a alguno de esta nueva hornada de autores entre los Toppi, Battaglia, Pratt, De Lucca, Pazienza etc., porque al igual que ellos aúpan al medio a unas altísimas cotas de calidad, gracias a una mezcla de talento, personalidad y valentía que los llevan a tomar riesgos para no ofrecer las mismas fórmulas de siempre.
Lo mejor
• La acertada reflexión que propone Fior
• Lo bien medidos que están los silencios.
• Los bellos escenarios que vemos en las páginas de la obra.
Lo peor
• La historia a ratos parece avanzar a tirones.
Guión - 8.5
Dibujo - 9
Interés - 9.5
9
¡Fantástica!
Fior firma una obra evocadora y lo más sugerente con unas acuarelas bellísimas que nos invita a pensar en los desafíos futuros de la humanidad.