¡NO DAMOS ABASTO! ¡TOCA APOPTOSIS O MORIR!
«Glande… glande… qué pena más glande…»
Sabéis qué le ocurre a vuestros glóbulos rojos cuando inhaláis una bocanada de humo del cigarrillo? ¿Os habéis parado a pensar en vuestros linfocitos cuando os tomáis un antibiótico al mínimo indicio de una gripe, cuando esta la produce un virus y no estáis haciendo más que empeorar el problema? ¿Habéis considerado siquiera qué le ocurre a vuestras células hepáticas cuando salís de parranda y tras 4 cervezas y 2 litronas, aún vais y le metéis un chupito de Jäger (de garrafón seguramente) a las 4 de la mañana? Qué vais pensar vosotros, hedonistas desconsiderados.
Para que tengáis una visión más macroscópica de vuestro cuerpo, la autora SHIMIZU Akane creó hace unos años la serie Cells at Work!, una versión de Érase una vez el cuerpo humano bajo los efectos de la medicación manga. Una serie corta con una ambientación más bien tirando al humor cuco (véase una plaqueta y decidme que no) que captó buen público tanto en su versión manga como en su anime y que también tuvieron a bien traernos Ediciones Babylon.
Para ampliar el cuadro clínico llegó el spin-off Cells at Work! Code BLACK donde, como ocurre en urgencias, aquí de la saturación de problemas y enfermedades el estrés celular va terminar colapsando el servicio. Donde en la otra serie podía haber un capítulo sobre un estornudo, un cortecito o un resfriado; en Code BLACK tenemos tabaquismo, úlceras estomacales, gonorrea y un poquito de muerte por parada cardíaca si me apuras. Como reza el dicho, mala hierba nunca muere, lo que hace que el spin-off dure más incluso que la serie original con 8 tomos donde el cuerpo en conjunto y parte del reino bacteria las van a pasar putas.
Ahora con el horno precalentado, toca poner sobre la mesa que la edición de Babylon es un tanto mediocre a lo que estamos acostumbrados. Con un papel grisáceo que más que oscurecer el interior de este cuerpo demacrado nos recuerda al papel de baja calidad de las ediciones japonesas o italianas. Su precio es algo desorbitado para el tamaño y el número de páginas que cuenta. Aún así hablemos del material que nos traen más que del empaque en sí.
Con Cells at Work BLACK podemos ver la crudeza de la vida a nivel microscópico. Como si de una colmena se tratara y las células viviesen por una única función, aunque esta sea inmolarse contra su naturaleza bioquímica. El primer black que vemos es el de lo negro que vuelve los pulmones el tabaco, seguido por la acetaldheído que se libera en el hígado en procesos de desintoxicación etílica. Luego vendrán horriblemente maravillosas bacterias como la de la gonorrea, caracterizada como los dibujos más detallados de un adolescente en el instituto. Dark humor.
Me gustaría reconocer también la labor de traducción de este tomo, no es sencillo el meterse de lleno en terminología científica, menos aún en un tomo donde mezcla acción y humor en algunas ocasiones y darle un empaque dinámico y armónico.
Cells at Work: Code Black es toda una bizarrada exquisita, que hacen de una erección una misión a vida o muerte de un shonen, de la penicilina un meccha hiperpoderoso, del daño de la pared celular fanservice puro y duro, muertes constantes porque la renovación celular y la médula ósea están para algo y un largo etcétera. Es épico para los pocos frikis que vemos la microbiología como un mundo a menor escala, es curioso para los que hayáis tenido algo de fijación por las ciencias naturales (y ya hayáis acabado la enseñanza obligatoria que esto es para mayores de edad), y sobre todo es un chute intravenoso de originalidad.
Lo mejor
• Transformar la bioquímica y la anatomía en una obra de acción adulta es algo que me saca los colores.
• La traducción y localización de una obra con tanto contenido científico.
Lo peor
• La edición no es la mejor que nos podían haber editado.
Fondo de la foto destacada: Células ciliadas nasales – Katie-Marie Case
Guión - 8
Dibujo - 7.1
Interés - 8.5
7.9
Intracorpóreo
Para los aficionados a la bioquímica y las macarradas, esta serie es la quimera perfecta. Que el sufrimiento de estas células dé para aprender un par de datos y librarnos de algún vicio que las esté matando, pobres.
Un pequeño consejo: nunca se debe iniciar una frase con un verbo en infinitivo. «Decir qué» «comentar qué» «mencionar qué»… todo ello está mal dicho, por mucho que lo usen youtubers y tertulianos de medio pelo en la televisión.
Es un error gramatical gravísimo.
Tomo nota de ello VaansManu, gracias por leer con tanto detalle la reseña.
Q no decaiga, Pablo! Aquí tienes a un fan incondicional de tus reseñas
Aún lo leo ahora señor Enrique! Tantas gracias lleve como células tenemos en el cuerpo!!