¡Que mala que es la censura, amigos! Ya lo demostraba Alvaro Pons hace unos días, el coloreado por ordenador ha declarado la gurra a la hormona. Ese vil sistema se ha aliado con el puritanismo más rancio para impedir que los lectores podamos contemplar, en toda su gracia y esplendor, la exquisita y generosa anatomía femenina que dibuja Frank Cho cuando estos tiempos de anorexia y macrobiotismo tanto lo necesitan. He aquí un ejemplo más de porque han de caer las barreras de la censura pero ya.
Esto es censurado. Esto es Malo:
Esto es sin censurar. Esto es Bueno: