Che/Evita, de H. G. Oesterheld, Alberto Breccia y Enrique Breccia

Dos mitos universales vistos por los maestros del cómic argentino.

Con permiso de Diego Armando Maradona, Ernesto “Che” Guevara y Eva “Evita” Perón son las dos figuras más universales del siglo XX nacidas en Argentina. Así que no resulta extraño que en medio de la efervescencia creativa que atravesaba el cómic argentino en la segunda década del siglo pasado se crearan dos cómics que exploraban sus vidas. Los encargados de llevarlos a cabo son las dos figuras más importantes de la historieta argentina: el guionista Héctor Germán Oesterheld (Buenos Aires, 1919 – 1978) y el dibujante Alberto Breccia (Montevideo, 1919 – Buenos Aires, 1993), que pese a haber nacido en Uruguay desarrollo toda su carrera en Argentina y su influencia se puede ver en la práctica totalidad de los dibujantes que surgieron en el país tras él. En el cómic dedicado al Che, ambos contaron con la colaboración de Enrique Breccia (Buenos Aires, 1945), en su primer trabajo profesional años antes de que se hiciera un nombre propio en el medio gracias a obras como Alvar Mayor (Dolmen). Unos cómics que tuvieron una trayectoria editorial de lo más accidentada debido a que se gestaron en plena dictadura militar argentina y que ahora edita en España en un solo volumen Reservoir Books titulado Che/Evita siguiendo la edición estadounidense de Fantagraphics del año 2022 dentro de su colección The Alberto Breccia Library. Vida del Che no ha sido reeditada en España desde que en 1987 la publico Ikusager y Evita, vida y obra de Eva Perón nunca había sido publicada fuera de Argentina y en España solo habíamos podido ver alguna de las ediciones que se hicieron en su país de origen como la de Doedytores o la de la biblioteca Clarín.

Vida del Che

«Las enfermedades que en verdad quisiera curar no se llaman tifus, malaria, lepra, se llaman hambre, explotación, injusticia.»

En 1967 muy poco tiempo después del asesinato del Che Guevara en Bolivia, Jorge Álvarez, dueño de la editorial que llevaba su nombre, le propone a Oesterheld realizar un cómic sobre la vida del guerrillero revolucionario como primera entrega de Colección Biografías, una serie dedicada a glosar la vida de las figuras más importantes de latinoamericanas. El guionista piensa de inmediato en Alberto Breccia para encargarse del dibujo, ya que juntos habían creado series seminales del cómic argentino como Sherlock Time – una serie que lleva demasiado tiempo sin tener una edición en condiciones en España- o Mort Cinder (Astiberri), y en su hijo Enrique Breccia. Vida del Che, titulo original de obra que posteriormente seria conocida simplemente como Che, era un cómic con un guion que dividía la figura de Guevara en dos. Por un lado, teníamos la biografía desde su nacimiento hasta su incursión guerrillera en el Congo, con mayor importancia de todo lo relacionado con la Revolución Cubana contada en tercera persona y dibujada por Alberto y por el otro lado nos presentaba dedicado a explorar los últimos días del Che en Bolivia y la creación del mito revolucionario que se encargaba de dibujar su hijo y se nos cuenta en primera persona.

Como ya hemos dicho nos encontramos con una historia con dos narraciones muy bien diferencias que se van alternando, ya que la historia comienza en los últimos momentos de vida de Che en las selvas de Bolivia y mediante flashbacks vamos conociendo su vida desde su infancia. Gracias a los dos estilos diferentes de dibujo que usa cada uno de los Breccia vemos por un lado al hombre y por el otra al mito y cómo a través de sus vivencias y viajes se va transformando para convertirse en un icono. Una parte que es de las más destacadas de una obra que se publicó con una enorme velocidad lo que quizás la convierte en la primera obra de arte que representa al Che como una figura icónica tras su muerte. Algo a lo que ayuda el estilo tan particular con la que retrata Enrique Breccia su parte, con un vigoroso dibujo muy experimental y expresionista en el que hace un fantástico uso de la luz y las masas de negro dotando a sus escenas de una parte de irrealidad que le van como anillo al dedo tanto al propio relato como a la brillante prosa de Oesterheld. Un dibujo lleno de imágenes que parecen salidas de una historia de terror llena de monstruos lleno de enormes dientes y ojos aterrorizadores que casan a la perfección con las penalidades que paso el Che en sus últimos días. La escena final en la que se marra el asesinato del Che es una de mejores y más emocionantes que se han hecho en la historia del medio. Para conseguir ese efecto tan particular Breccia hijo optó por emplear una técnica nada habitual, ya que creo las páginas usando unas cartulinas que se empleaban en publicidad que tenían una capa de yeso muy lisa sobre la que ponía una capa de tinta negra que luego rascaba con un cuchillo para dejar ver el blanco del yeso.

El estilo empleado por Enrique contrasta y complementa a la perfección el de su padre que opta por un dibujo más realista y menos experimental que en otros de sus trabajos, pero sin dejar de lado el fantástico uso del blanco y negro y la experimentación que es parte de su ADN como dibujante. Esta representación más realista es la idónea para repasar una la vida en la que se dan cita numerosas personas reconocibles –algunas representadas con fotografías a modo de collage-, pero de forma más sutil -e incluso inevitable- tenemos retazos de ese afán por experimentar que tanto le gustaba. Pero en todo momento tenemos la sensación de que deja un poco de lado ese interés por experimentar para hacer la lectura lo más accesible posible para nuevos lectores no familiarizados con el medio. Además, en su parte lo guiones tienen mucho más texto e información así que tiene menos espacio.

El guion de Oesterheld puede resultar un poco hagiográfico idealizando exceso la figura del revolucionario y no mostrando ningún aspecto negativo, pero está plagado de frases de una belleza poética que lo convierten en uno de sus guiones más liricos y subyugantes. A lo largo de obra vemos como el guion hace suyos los ideales y postulados que defendió el Che sin dejar de lado parte en la que debe relatar su vida. Además, también vemos un marcado interés en hacer una denuncia de las situaciones en las que vivían los más desfavorecidos en Latinoamérica y de las continuas injerencias políticas en la zona de Estados Unidos con la CIA como brazo ejecutor.

Vida del Che se publicó en enero de 1968. Unos días después de su aparición en los puntos de venta de todo el país y con grandes ventas, pero con críticas muy negativas de medio de derechas como La Nación, las fuerzas represoras de la dictadura militar de Juan Carlos Onganía irrumpieron en la editorial secuestrando la edición y destruyendo los originales. Una intervención que provocó que se cancelará la colección con solo un número publicado. Pero Oesterheld y los Breccia ya habían completado el segundo volumen de la colección que no llegó a ver la luz hasta mucho tiempo después. Se trataba de…

Evita, vida y obra de Eva Perón

«La huella que dejo en la historia. Eso es lo que importa. El recuerdo de una brisa fugaz de justicia que despeinó a la burguesía y arrimó la tibieza de la esperanza a los que la habían perdido para siempre.»

Tras el secuestro del primer número de la colección, el cómic dedicado a Evita permaneció inédito tal y como sus autores lo había concebido durante muchos años. En 1970 se había publicado una versión mutilada en la que el guion de Oesterheld se había sustituido por otro más neutro políticamente y los dibujos se habían coloreado de manera bastante chapucera y se había editado con bajísima calidad. Sin embargo, en 2002 el editor Javier Doeyo tras encontrar un par años antes en casa de Alberto Breccia el guion original que había escrito el creador de El eternauta publicó con Doedytores una nueva versión en la que se rescataba del olvido ese texto que se integraba en los dibujos en blanco y negro convenientemente restaurados del maestro uruguayo. Una edición que es la que se ha publicado en los últimos años y que nos permite recuperar y disfrutar del trabajo de estos dos grandes autores tal y como lo idearon.

Estamos ante uno obra que es inferior tanto en prosa como en arte a la biografía del Che, pero las obras menores de estos maestros están muy por encima de la media. Se trata de un trabajo que tiene mucho que ver con la parte que ambos realizaron de la primera obra contenida en este volumen, ya que se trata de una obra en la que Alberto Breccia empela un dibujo muy realista y donde la claridad prima por encima de la experimentación, aunque esta vuelva a hacer acto de presencia. Una claridad que vemos por partida doble ya que nos encontramos con un trabajo mucho más luminoso que el anterior que nos vuelve dejar claro que es un maestro del blanco y negro. En muchos sitios también se hace referencia a la colaboración de Enrique en esta obra, pero de ser cierto es mucho menos marcada que en Che.

Además, los textos de Oesterheld son mucho más extenso, algo que no sabemos si es producto de tratarse de una primera versión que se puliría con el transcurso de la creación definitiva de la obra o ya estaban concebida de esa forma. Por desgracia es algo que no podemos saber a ciencia cierta y que pone una sombra de duda sobre otras partes del guion que no acaban de funcionar bien como unos textos no acaban de estar del todo integrados con el dibujo funcionando de forma independiente. Entre la parte que son muy destacada que comparten ambas obras es obligado menciona la poética y belleza que esconden, pero también nos encontramos con una visión muy poco critica con la protagonista. Las principales diferencias que nos encontramos en el guion son que en esta ocasión se trata de una obra con una estructura menos complejo y que transcurre de forma lineal repasando en orden los principales sucesos de la vida de la mujer de Perón y con una obra en la que no hay diálogos y todo se cuenta en los textos de apoyo. Pero ello no es óbice para no poder disfrutar de las maravillosas planchas de Breccia en la que deja ver su buen hacer como retratista y nos regala alguno imágenes realmente notables e impactantes con la de la destrucción provocada por el terremoto, la del de discurso de Evita que se ha usado como portada.

Aunque se puede poner en duda la decisión de publicar ambos cómics en un solo volumen, la edición de Reservoir Books es de gran calidad con una reproducción y tamaño que hacen justicia al trabajo de los autores. Además, en La vida de Che vemos como se ha corregido alguno de los fallos que veníamos en la de Ikusager que restauraba la original a partir de un ejemplar de la primera edición ante la ausencia de los materiales originales. En esta edición se ha añadido la partida de nacimiento del Che que tenía que estar en la primera viñeta del capítulo titulado Ernestito que por la premura con la que se publica la primera versión no dio tiempo a incluir quedando la viñeta en blanco. En esta edición de Evita, vida y obra de Eva Perón se ha cambiado la rotulación usada por Doedytores por una más parecida a que usaba Breccia. Al final de ambos cómics nos encontramos con una nota que explica la génesis de las obras y su trayectoria editorial que en el caso de Evita sigue estando llena de incoherencias y contradicciones entre las diferentes fuentes.

Oesterheld fue secuestrado en 1977 por las fuerzas armadas y asesinado víctima del terrorismo de Estado que se practicaba en Argentina en aquellos años la dictadura de la junta militar presidida por Videla por su militancia en el grupo opositor Los Montoneros. Un compromiso político e ideológico que tuvo su reflejo público en obras como las dos incluidas en este volumen, La Guerra de los Antartes o la nueva versión de El eternauta y su segunda parte en las que criticaba de forma abierta la dictadura y que contribuyeron a situarle en la diana. Un régimen dictatorial que no solo nos privó de uno de los mejores guionistas de cómic de la historia, sino que dejo una enorme cantidad de muertos que no pueden ni deben caer en el olvido. Por mucho que en Argentina ostenten ahora mismo el poder negacionistas de esos crímenes. Por suerte, obras como Vida del Che y Evita, vida y obra de Eva Perón nos recuerdan que se puede y se debe luchar por conseguir un mundo mejor y más justo para todos, no solo para los privilegiados. Así que el legado y los ideales que siempre defendieron Oesterheld y Breccia en sus cómics siguen presentes.

Lo mejor

• Ver por fin editada en España Evita.
• La combinación perfecta del dibujo de los dos Breccia en La vida del Che.
• La luz de las páginas de Evita.
• La prosa de Oesterheld cargada de poesía.

Lo peor

• Son dos hagiografías que huyen de cualquier visión crítica sobre ambas personalidades.
• El terrible e injusto destino que sufrieron el guionista y ambas obras en su país de origen.