Guión: John Layman
Dibujo: Rob Guillory
Edición España: Planeta DeAgostini
Contiene: Chew: Just Desserts Núm. 11-15 USA
Formato: Tomo rústica de 128 páginas
Precio: 12,95 €
Los seguidores de Chew, la crítica especializada y la industria, en general, se han mostrado bastante fieles y entusiasmados con la andadura de esta serie creada por el guionista John Layman y el dibujante Rob Guillory en el ya lejano año 2009, una sátira policíaca, «inexplicablemente bien recibida», llena de un humor negro supurante, escatológico y, en resumen, desagradable, el cual resultará cautivador para al lector de duro y acostumbrado paladar. Desde luego, solo el increíble palmarés de esta serie, entre el que destacan un Premio Eisner a la Mejor Serie Nueva en 2010, otro a la Mejor Serie Regular en al edición de 2011 y también un par de Premios Harvey a la Mejor Serie Nueva y al Mejor Nuevo Dibujante para Rob Guillory, parece razón suficiente para saciar nuestra morbosa curiosidad y acercarnos a esta atípica obra publicada por Image Comics. Después de casi treinta números a sus espaldas Chew no ha perdido fuelle y parece atravesar su mejor momento, pero no adelantemos acontecimientos, hoy nos centramos en su tercer tomo recopilatorio, Solo Postres, continuación de las dos primeras entregas de la obra de los estadounidenses John Layman y Rob Guillory publicadas por Planeta DeAgostini en nuestro país, Al Gusto del Consumidor y Gusto Internacional, y que supuso la consagración de un título y unos autores dispuestos y entregados a la tarea de entretenernos, divertirnos y revolver con éxito nuestros hambrientos y delicados estómagos.
Sinopsis de Chew: Solo Postres
Chew: Gastronomía de la Sátira
Para los amantes del humor negro y la comedia inteligente John Layman y Rob Guillory proponen en Chew una opción a tener en cuenta, posiblemente una de las más interesantes actualmente dentro del cómic mainstream estadounidense y con el aliciente de ser una serie «multigenérica», una suerte de cajón de sastre en el cual sus autores guardan absolutamente de todo y con el cuidado y la habilidad suficientes para que el mecanismo funcione y no se resienta el conjunto. Las desventuras de Tony Chu llaman la atención por el surrealismo de una propuesta tan inclasificable como es Chew, marcada por la originalidad de sus situaciones y personajes, aún asumiendo que estos últimos resultan introspectivamente algo planos debido a que están descritos mayormente a través de sus capacidades y peculiaridades y se deben en todo momento a la construcción del ambiente cómico de la serie cortado bajo el patrón de John Layman e hilado bajo el excelso trazo caricaturesco de Rob Guillory. Este punto de partida es capaz de cautivar al lector por sí mismo, sobre todo si este se deja seducir para entrar en el juego y conectar con el tono y la peculiar atmósfera de Chew pero, aún así, un elemento decisivo para el éxito de esta serie es, sin duda, su «deconstrucción narrativa», heredada del campo cinematográfico y sobre cuya procedencia e inspiración John Layman nos ofrece alguna pista en el presente recopilatorio de la serie, Solo Postres, con sus constantes referencias y guiños al cine de Quentin Tarantino y, especialmente, a su magnífica Pulp Fiction.
En estos números nos encontramos en el ecuador de la serie, al menos respecto a lo que hemos visto hasta ahora puesto que John Layman y Rob Guillory se habían impuesto el reto de conseguir llegar a los sesenta números, y Chew se muestra ya como un cómic sin complejos y con una personalidad bien definida y reconocible. El trabajo de unos autores que claramente se lo están pasando bien con lo que hacen es, obviamente, el resultado de todo esto; John Layman no deja de añadir tramas y personajes -dando incluso lugar al extravagante spin-off Chew: Secret Agent Poyo protagonizado por un pollo cibernético y experto en lucha libre mexicana- y de mover y evolucionar las aventuras de los ya existentes, evitando así caer en un posible inmovilismo lo cual para una serie cómica de este tipo sería como una segura, lenta y dolorosa agonía. En vez de eso, John Layman continúa ampliando la mitología del universo concebido por él mismo y consigue favorecer la labor de su compañero Rob Guillory en el apartado gráfico de Chew el cual corresponde mostrándose cada vez más suelto, confiado y con ganas de probar cosas nuevas. No sabemos cuánto tiempo podrán seguir manteniendo este nivel John Layman y Rob Guillory pero, por el momento, Chew «progresa adecuadamente» y no presenta síntomas de agotamiento ni cansancio. En definitiva, Chew ha dejado de ser una sorpresa, mordisco a mordisco ha logrado convencer a público y crítica logrando un grupo de fieles y entregados al original sabor de esta gastronomía de la sátira.
Ante todo felicidades Jordi.Primero por la reseña que si no anima a atreverse con la serie no se qué puede hacerlo,y por ese mismo atrevimiento que parece que es lo que se necesita para hablar de ella.
Digo esto porque la reseña anterior que hiciste de Chew creo que no pasó de nueve comentarios de unas seis personas incluídas tú y yo,y ésta pues ya ves,nos hemos quedado solos.Y lo que apena es que es una serie como hablamos en la anterior reseña divertida y original y que en este número alcanza su esplendor,pues no interesa.
Y sin ánimo de polemizar pero tengo que decirlo,choca un poco que en otros hilos de ayer mismo se siga hablando de los buenos que son Planetary y Watchmen,que sí,que entiendo que no se puede dar por supuesto que todo el mundo los haya leído y que las obras maestras y los clásicos están para reivindicarlos y recomendarlos pero en mi caso no me apetece entrar para decir que son muy buenos,la verdad,que hay que leerlos;creo que a lo largo del año salen Watchmen,100 balas,Planetary,Year one,Sandman,La cosa del pantano,etc,en los hilos de ZN,no sé….vamos a poner 600 veces?,y lo mismo me quedo corto,sería interesante saberlo.
En fin,que a lo mejor son cosas mías pero como amantes del cómic,creo que a todos nos tendría que interesar Criminal,Locke & Key,Scalped,The Unwritten,Daytripper y Chew por poner unos cuantos ejemplos y debatir sobre ellos y recomendarlos o ponerlos a parir en unos pocos más de comentarios de los que merecieron en Zona La Capa o esta misma serie.
Sigo en mi retiro veraniego,un saludo a todos.
Siguiendo con tu mención, Scalped y Criminal, son series negras muy bien desarrolladas la verdad. Pese a ello se quedan en eso y quizás no dén para hablar tanto en los foros por el hecho de pertenecer a ése género, más truncado y a la sombra del «mainstream» más generalizado. Ello no quita que sean grandes cómics y/o superiores en muchos aspectos a los otros.
Respecto a Chew y sus buenas críticas, a mi no ha logrado engancharme. A parte del estilo «cartoon» que no me va en exceso, el hecho de querer abarcar la investigación seria con la comedía me parece de por sí algo complicado y aventurado. Creo que no logra cuajar al 100% en ninguno de los dos aspectos y, para mi gusto, la serie se queda cojeando. Original, vale si, pero que se sostenga con mayores incentivos. Yo lo hubiese dejado en una mini o maxiserie sin más.
El problema de las series que mencionas, es que vienen apeadas conceptualmente a un periodo de tiempo actual y que siendo excelentes obras no profanan lo mediático, aun así son las que mejor envejecerán. En los 70, 80, 90, 00, también hubieron series de otra índole y destacables pero lo que se pronuncia en los foros son las que dejaron huella mediática por entonces e incitaron a nuevos cambios, y es que parece que todo son ecos lejanos cuando aparece el nombre de Moore.
Hace algunos meses «descargué» la serie para echarle un vistazo. La verdad, me gustan mucho los comics, casi todos, y me encanta explorar en los comics cuyos personajes no usan mallas ni pijamas de colorines (que también me gustan). Pero no le había metido mano hasta hace apenas dos semanas. Tras leer el primer capítulo (que no tomo) me fui directamente a la web para ver qué había publicado en español: cuatro tomos de Planeta. Ya están en mi poder y por supuesto leídos. Me ha encantado y espero ansioso que Planeta continúe con la edición y espero que se atrevan a editar muchas más obras después de perder los derechos de las «grandes».
Gracias por los comentarios.
Ataúd Johnson, lo que comentas es ley de vida, no es cosa solo de los cómics, en la literatura y en el cine también ocurre, una obra cuanto más tópica, llena de clichés y simple sea más posibilidades tiene de gustar al público mayoritario, por contra, otra que se aparte de esto puede obtener cierto reconocimiento y éxito entre determinado sector del público pero en más difícil que se convierta en un boom por mucha calidad que atesore. Por supuesto, también depende de las modas y tendencias, hace una década nadie habría apostado porque los superhéroes tuviesen el papel destacado que hoy tienen en el cine. Lo único que se puede hacer en estos casos es una labor de predicación en la medida de lo posible y que la gente se acerque a estas obras realmente más interesantes y estimulantes. Mismo The Unwritten me encanta, siempre estoy pensando en reseñar los tomos, pero no me atrevo porque me parece una obra bastante compleja y con mucha substancia que supera mis capacidades… pero a ver si me animo un día que el trabajo de Mike Carey y Peter Gross lo merece.
Totalmenta de acuerdo con Ataud Johnson .
Totalmente de acuerdo en todo lo que habéis dicho, solo puedo añadir The Goon a la lista. Nunca dejaré de sorprenderme de la cantidad de tebeos buenos que tenemos al alcance de nuestros bolsillos en el momento q te quitas las querencias editoriales y el fanboyismo pijamil, dolencias que yo también padezco pero que trato de curarme a base de Chews y Unwrittens.;-D