La JLE forma parte de esa sitcom particular que Giffen y DeMatteis se marcaron poco después de finalizar Legend. Analizamos su particular enfoque del que ya es clásico imperecedero.
DC se renovó por completo a mediados de los años ochenta. El comienzo de este cambio fue Crisis en Tierras Infinitas y a partir de ese momento se relanzaron las series de Batman, Superman, Wonder Woman, Flash… todo bajo un prisma de seriedad y cierto tono oscuro, en busca del lector más adulto. Sin embargo, en medio de este panorama de tragedia, drama y formalidad, aparece la nueva serie de la Liga de la Justicia. La anterior encarnación de la Liga, la conocida como la Liga de Detroit formada por Vixen, Aquaman, el Detective Marciano, Gibsy, Steel, Elongated Man y Vibe, había quedado disuelta tras la muerte de dos de sus miembros mientras el mundo seguía girando sin que hubiera un grupo que velara por el bienestar de la humanidad. Tras Legend las cosas cambian y se forja una nueva Liga, una en la que no están los pesos pesados de la editorial, salvo Batman, con personajes considerados de segunda, que estaban llamados a hacer historia.
Los artífices detrás de esta aventura eran dos guionistas con cierto renombre, pero sin tener estatus de superestrella, Keith Giffen (1952) y J.M. DeMatteis (1953). Ambos tenían claro que su Liga debía ser algo diferente, opuesto al tono de obras que en ese momento estaban arrasando en el mercado como Watchmen, Batman Dark Knight o Batman Año Uno. Los dos autores optan por la autoparodia del propio género, usando el humor ahí donde Alan Moore o Frank Miller habían usado el drama y el fin de la sociedad tal y como la conocemos.
Keith Giffen es uno de esos autores que puede y debe ser considerado toda una leyenda del cómic. Su carrera profesional comenzó en 1976 con una historia publicada en Marvel Preview #04 con guion de Bill Mantlo. Con este mismo guionista creó a un personaje que ahora disfruta de las mieles del éxito gracias a su versión cinematográfica. Nos referimos a Mapache Cohete, que vio la luz por primera vez en 1976 en el Marvel Preview #07, la que fue la primera de muchas creaciones que han pasado a formar parte del imaginario de los aficionados. Su fama se cimentó cuando comenzó a trabajar con Paul Levitz en la Legión de Superhéroes, estando involucrado en la colección desde 1980 hasta 1989, tanto en tareas de dibujo, como de guion.
Giffen es también el responsable de tener entre nosotros a Lobo, tanto en su versión más edulcorada cuando fue presentado en sociedad en los Omega Men, como posteriormente en las miniseries de los años 90 en las que el último Czarniano conquistó el corazón de los aficionados. Otras de sus creaciones han sido Ambush Bug para DC y Trencher para Image. Una mente incansable que ha estado involucrado en cientos de comics de las dos grandes, tales como Dr. Fate, Drax el Destructor, Agentes de T.H.U.D.E.R, Escuadrón Suicida, Doom Patrol, OMAC… en definitiva una lista de obras que por si misma podrían ocupar el resto del artículo.
Giffen, a lo largo de su carrera, también ha desarrollado las labores de dibujante en numerosas ocasiones. Su estilo ha ido cambiando con el paso de los años, siendo al principio un trasunto de George Perez y Jim Starlin, para evolucionar hacia el impresionismo con dibujos realizados directamente a tinta, de trazos nerviosos, geométricos y muy intensos. Tras su largo período sabático, al regresar a los comics, su estilo se encuentra a medio camino de su trazo iniciático de línea apretada y el de trazo libre visto en obras como Lobo Infanticidio o Trencher. Giffen sufrió un duro revés personal cuando alrededor de su figura empezaron a aparecer acusaciones de estar copiando el estilo y composición del dibujante argentino José Antonio Muñoz. Dicha controversia afectó mucho a la imagen de Giffen que reconoció dicha influencia y tuvieron que pasar dos años antes de que las aguas se calmaran y volviera a retomar sus labores como artista.
John Marc DeMatteis comenzó su carrera de forma temprana en DC Comics escribiendo y dibujando historias de terror. La primera en ver la luz en 1978 fue publicada en Weird War Tales #70, con lo que contribuiría a la línea de terror de la editorial hasta que en 1980 se pasó a Marvel y comenzó a escribir los Defensores. Y fue durante esta década en Marvel cuando DeMatteis se forja su prestigio como escritor solvente y de calidad. Su trabajo en esta editorial es de lo más variado, encargándose de una miniserie de Namor, una novela gráfica pintada por Jon J. Muth, titulada Moonshadow, una novela gráfica del Dr. Extraño y la que sería su historia más querida y respetada de todas, La última Cacería de Kraven (1987), dibujada por Mike Zeck para la serie de Spiderman.
De regreso a DC, y haciendo tándem con Giffen, se encarga del relanzamiento de la Liga de la Justicia, colección en la que permanecería durante cinco años hasta de nuevo regresar a Marvel y al personaje que lo encumbró, Spiderman. Su paso por la Casa de la Ideas fue igual de prolífico y variado, trabajando con Estela Plateada, Daredevil, Dr. Extraño y el Hombre Cosa, para recalar de nuevo en DC y trabajar intensamente en la línea Vertigo. Línea donde desarrollaría sus obras más personales, Mercy, Farewell, MoonShadow (secuela que realizó en Marvel para el sello Epic) y una obra autobiográfica que acabaría siendo recopilada en DC y publicada en el sello Paradox Press, Brooklyn Dreams.
Dos autores que no han dejado de trabajar y producir obras de excelente factura y que continúan reuniéndose a la menor excusa. Ejemplo de ello es el trabajo realizado en la serie de los Nuevos 52, la JLA 3000 o la miniserie Anteriormente conocida como la Liga de la Justica, en la que también estaba involucrado el dibujante Kevin Maguire.
No era la primera vez que se hacía humor a costa de los superhéroes, pero sí que era algo nuevo e inédito que se hiciera en una serie mensual, con un título que era uno de los estandartes de la editorial y además usando a unos personajes con poco pedigrí. Esta serie parecía tenerlo todo en contra para triunfar y es que nadie podía esperar que hubiera tanta calidad en sus guiones, ni que el humor fuera tan fino e irreverente, ni que estuviera exquisitamente dibujada por un nuevo talento del lápiz llamado, Kevin Maguire.
Maguire supo aportar algo que pocos dibujantes son capaces de aportar a sus trabajos, expresividad facial. Maguire era un novato con muy pocos trabajos a sus espaldas, lento y con enormes carencias a la hora de mostrar el movimiento de los cuerpos. Su narrativa no era la que uno hubiera deseado, pero aún con todos estos defectos era el dibujante perfecto gracias a que su talento se desbordaba cuando había que mostrar emociones a través de las expresiones faciales. Su plasticidad y realismo permitían a Giffen y DeMatteis volcar toda su divertida bilis número a número y entre los tres forjar la leyenda.
Si el mencionado tono serio de las demás series era la tónica por la que parecía medirse esta nueva DC, la nueva serie de la Liga se planteó más como una sitcom, un grupo en el que el disparate se unía al humor y al sarcasmo en un cóctel que solidificaba en un cómic de superhéroes totalmente opuesto a la moda del momento. Lo relevante no era la amenaza a la que la Liga tenía que enfrentarse, sino las interesantes y divertidas relaciones entre sus miembros. Esta fórmula funcionó y no tardó mucho en ganar una legión de fans, lograr el estatus de serie de culto y generar una segunda colección con la que poder explorar y explotar este fenómeno tan inesperado.
La Liga de la Justicia de América se ramificó en una nueva división, la europea, afincada en París, y a cuya embajada se trasladarían los miembros de esta nueva Liga que repetiría la fórmula y el éxito de su rama americana.
Esta situación generó un doble escenario con el que poder jugar y desarrollar tramas cada vez más relacionadas en las que Giffen y DeMatteis iban a demostrar que se pueden contar buenas historias cuando hay talento, ganas y cariño por unos personajes que no tienen por qué ser necesariamente los más importantes y vistosos de la editorial.
Y es a esta Liga, la europea, a la que vamos a dedicarle unas líneas para analizar su recorrido y evolución, ya que desde su concepción siempre estuvo un poco a la sombra de su filial americana y merece de nuestra atención para ser rescatada de nuestra memoria como el Clásico DC que es.
Giffen y DeMatteis tienen claro que esta segunda serie debe ser también su particular patio de recreo, una zona de juegos en la que poder desarrollar más y mejor su ya bien entrenado músculo de la risa. Lo primero que precisan es disponer de una serie de personajes con los que ir desarrollando este circo de dos pistas y para ello recurren de nuevo a personajes tan variopintos como el Capitán Atom, Animal Man, Elongated man, Flash, Power Girl, Metamorfo y Rocket Red, con un breve cameo de Wonder Woman en sus primeros números y a la que deberían renunciar debido al trabajo que George Perez estaba desarrollando en su propia colección.
Con semejante alienación el conflicto, algo que Giffen y DeMatteis ansiaban sobremanera en este trabajo, está servido.
Pero antes de arrancar a evaluar a cada uno de sus miembros es importante detenerse un instante a analizar al dibujante con el que la Liga de la Justicia de Europa pudo contar en sus primeros arcos argumentales. Estamos hablando de Bart Sears (1963). Un dibujante de trazo intenso, poderoso y estilo abrumador por sus anatomías culturistas, que demuestra estar a la altura del desafío al ser capaz también de plasmar adecuadamente, como el propio Maguire, las emociones a través de las expresiones faciales, con el añadido de que Sears es mejor narrador que Maguire y más espectacular en su puesta en escena. Lo que sí compartían ambos dibujantes era su extrema lentitud dibujando, lo que a la larga pasaría factura a la serie.
La carrera de Bart Sears no se ha ceñido únicamente a los comics. Su labor como dibujante ha traspasado las fronteras del noveno arte para recalar en el diseño de videojuegos, a través de su empresa Ominous Studio, y juguetes para la compañía Hasbro y Toybiz. Sears también ha sido empresario, siendo fundador y director editorial de Ominous Press, editorial que se unió a Cross Gen en el año 2000 y que acabó motivando su vuelta a DC y Marvel tras el descalabro sufrido por esta aventura editorial. Sears ha formado a futuros nuevos artistas como profesor de la prestigiosa escuela Kubert y ha creado la serie mensual Brutes and Babe para la revista Wizard donde enseñaba los fundamentos del dibujo. Sus principales trabajos son la Liga de la Justica de Europa, Xo Manowar, Violator, Capitán América y el Halcón, el relanzamiento de Warlord, Turok y Leyendas del Caballero Oscuro en un arco argumental titulado Fe.
Ahora sí, analicemos a los miembros de esta Liga.
PERSONAJES
El proceso de selección se realizó en la serie madre, concretamente en el número 25 de la Liga de la Justicia de América, donde se reúnen todos los posibles candidatos para una entrevista al tiempo que la embajada es atacada por unos Khunds. Algo digno de leerle una y otra vez.
CAPITAN ATOM
El Capitán Atom es el líder, seleccionado y respaldado por el Detective Marciano, para ejercer de jefe estratégico del grupo, como ente cohesionador y controlador. Su popularidad es alta en esos momentos dentro del ficticio Universo DC ya que fue el líder militar de la ofensiva superhéroica de la Tierra durante la Invasión llevada a cabo por los Dominadores y la alianza de razas alienígenas. Su formación militar y su experiencia lo capacitan para desempeñar la tarea asignada sin demasiados problemas. Lo que Giffen y DeMatteis hacen es cubrir al personaje de un manto de inseguridades enorme, que lo lleva a sentir que está siendo, en todo momento, puesto aprueba por el Detective Marciano. Además, no contentos con someterlo a semejante desgaste, el grupo con el que debe lidiar no se lo pone nada fácil desde el principio.
El Capitán Atom es una creación de Steve Ditko para la editorial Charlton. El personaje llegó a DC tras la compra de su catálogo por parte de DC y disfrutó de serie propia escrita por Cary bates y dibujada por Pat Broderick en la que el mundo militar que rodeaba al personaje fue el eje de todas las tramas. El Capitán Adam es un hombre desplazado en el tiempo, un hombre que debe asimilar que su tiempo pasó, que sus hijos ya no son los niños que recuerda y que el mundo no va a ponérselo fácil para poder subirse a él. Un militar entrenado que, en manos de Giffen y DeMatteis, demuestra todo su potencial para la parodia, al tiempo que impone su liderazgo de la mejor forma posible, con el ejemplo y la perseverancia, sin que por ello deje de ser gracioso.
METAMORPHO
Metamorpho, el miembro al que todos creían muerto tras su paso por los Outsiders de Batman, vuelve a estar en activo y regresa con amnesia, sin saber nada de su pasado y poco o nada sobre su propia persona. Un Rex Mason arisco y cínico, que se baña en su autocompasión a la primera oportunidad disponible, pero que responde bien a las exigencias del grupo cuando la situación lo requiere. Su forma de actuar siempre entra en conflicto con sus compañeros que ven en Mason la amargura de un físico que le aparta de sus semejantes. Su actitud difiere mucho de la que se le presuponía por sus anteriores apariciones como miembro de los Outsiders, lo que añade un punto dramático a la serie de la que la Liga americana carecía.
Fue creado por Bob Haney y Ramona Frandon en 1964, para el número 57 de la serie The Brave and the Bold. Mason fue engañado por el empresario Simon Stagg para ir en busca de un objeto arqueológico perdido en el antiguo Egipto. Los planes de Stagg eran muy distintos a los que le planteo a Mason, ya que su intención era asesinarlo a fin de romper la relación amorosa que estaba teniendo Mason con la hija de Stagg, Shaphire. Mason logra evitar su muerte gracias a la trasformación que sufre al tocar el objeto perdido, sufriendo una dolorosa trasformación que le deforma el cuerpo y lo dota de la capacidad de poder transmutarse en cualquier elemento químico de la tabla periódica de los elementos. Rex tendría serie propia entre el 1965 y el 1968 conducida por Bob Haney, Ramona Frandon, Charles Paris, Joe Orlando y Sal Trapani. Fue efímera, tan solo 17 números, pero su presencia en The Brave and the Bold fue constante. Personaje de apariciones esporádicas, no sería hasta su incorporación a la serie de Batman y los Outsiders cuando alcanzaría algo de renombre. Mark Waid o Dan Jurgens también han escrito miniseries para el personaje que de una forma u otra siempre se las arregla para seguir apareciendo de forma regular en los comics DC.
FLASH
Flash, Wally West, el hombre que debe asumir el manto de Flash tras la muerte de Barry Allen en Crisis, se siente superado por lo que todo el mundo espera de su persona. Las comparaciones son constantes y su forma para superarlo no ayuda para nada a poder diluir el sentimiento de que con Barry las cosas eran mejores. Wally West fue antes Kid Flash, el héroe ayudante de Flash, una sombra amarilla que corría al lado de Barry Allen. Wally se desarrolló más y mejor en manos de Mark Wolfman y George Perez en los Titanes, grupo en el que Wally maduró y fue capaz de conseguir entidad propia respecto al Velocista Escarlata. Fue creado por John Broome y Carmine Infantino en el número 110 de Flash (1959) destacando no solo por su forma de ser, sino también por vestir el segundo uniforme más elegante de DC. Giffen y DeMatteis recurren a Flash para aportar al grupo el legado, la transición, pero para mostrarnos su cara más amarga, la de la presión de hacer lo que todos esperan de alguien que asume el manto de un héroe que se destacó por su personalidad amable y conciliadora. Su estancia en la Liga aportará un punto de rabia, de desazón, de distanciamiento y gusto por lo material en una de las fases más áridas por las que pasó el personaje antes de encontrar su sitio de forma clara y definitiva en manos de guionistas tan solventes como Messner-Loeb y sobre todo Mark Waid.
POWER GIRL
Power Girl, el enigma, la mujer cuyo origen se ha cambiado infinidad de veces y que podría dar por sí misma para todo un artículo donde analizar las idas y venidas que ha sufrido el personaje a lo largo de toda su historia. Fue creada en el All Star Comics número 58 (1976) por Gerry Conway y Wally Wood. En esta primera versión antes de Crisis, Power Girl, respondía al nombre de Kara Zor-El, la prima del Superman de Tierra-2, en lo que era un claro trasunto de Supergirl de Tierra-1. Power Girl compartía no solo poderes con Supergirl, sino también origen con la diferencia que en Tierra-2 el tiempo que transcurría en los cómics era el mismo que transcurría en la realidad, por lo que Superman llegó a la Tierra en 1938 y Kara lo hizo en 1976. Su identidad secreta era la de Karen Starr y su primera relación con la comunidad superhéroica de Tierra-2 fue precisamente ayudando a la JSA en un desastre volcánico en China. Formó parte del grupo de jóvenes héroes y heroínas conocido como Infinity Inc., que no eran sino hijos o socios de los miembros oficiales de la JSA. Hasta aquí lo fácil. Pero llegó Crisis y toda esta continuidad fue borrada y Power Girl se quedó huérfana de origen. Su presencia en el nuevo Universo DC tenía que atender a alguna razón, ya que no podía ser ya kriptoniana ya que Superman, tras Crisis, era el último hijo de Kripton para que su origen fuera mucho más relevante y trágico. Era necesario otorgar a Kara un nuevo origen que no fue precisamente algo rompedor u original ya que simplemente se limitaron a decir que llegó a la Tierra en una nave, como en su anterior origen, pero dejando claro que nada tenía que ver con el planeta Kripton. De nuevo la cosa es fácil de seguir. El problema surge cuando aparece Arion, un hechicero atlante que se pone en contacto con Kara para explicarle que es su nieta y que fue enviada desde el pasado remoto a esta época para evitar su muerte a manos del hermano de Arion, Gran Daanuth. Y es con este nuevo origen cuando se une a la Liga de la Justicia de Europa. Posteriormente se volverían a hacer nuevos intentos de aportar un nuevo origen al personaje que le aportara un rasgo de identidad propio, algo que ocurriría en 2005 de mano de Geoff johns y Amanda Conner… el problema es que no tardarían mucho en volver a retocar su origen y con cada capa de pintura que se le iba añadiendo al personaje su imagen e identidad iba quedando más maltrecha.
La Power Girl de la que disponen Giffen y DeMatteis es la de una Kara que encarna a una mujer fuerte e independiente, el músculo del equipo, carente de una buena fortaleza emocional debido a los profundos cambios que sufre como personaje cada cierto tiempo y con serios problemas para acatar la autoridad que representa el Capitán Atom. Algo que Giffen y DeMatteis van a desarrollar de forma muy elegante a medida que van construyendo los diferentes arcos argumentales que compondrán el excelente arranque de la serie. Power Girl es una arista viva que esconde un corazón de oro, con una innegable capacidad de sacrificio y entrega que tan solo hay que querer descubrir.
ROCKET RED
Rocket Red fue miembro de la brigada creada por Kilowog en el Green Lanterns Corps 208 (1987), por Steve Englehart y Joe Staton, para que la Unión Soviética dispusiera de sus propios superhéroes. Cada miembro portaba una armadura de alta tecnología y se diferenciaban entre ellos gracias a un número diferente. Así pues, teníamos a Rocket Red 1, 2, 3… hasta llegar al 7, que es la armadura que estaba asignada a Dimitri Pushkin, miembro ya de la Liga de la Justicia de América, que busca estar más cerca de su familia por lo que se traslada a la recién estrenada división europea. Dimitri es todo optimismo. Su visión del mundo occidental, del capitalismo, aporta un interesante contrapunto y da pie a Giffen y DeMatteis a poder construir elegantes chistes con los que amenizar las situaciones más tensas. Estamos ante el personaje con menos rodaje, pero con más posibilidades de desarrollo al poder jugar con los estereotipos occidentales vistos a través de una visión muy simplificada de un soviético que disfruta con su trabajo.
ANIMAL MAN
Animal Man fue creado por Dave Wood y Carmine Infantino en el Strange Adventures 180 (1965) en los que Buddy Baker adquiere el poder de absorber las habilidades de los animales como su fuerza, vuelo, agilidad, etc. Posteriormente sus poderes serían ampliados y llegarían a ser más complejos gracias a su conexión con el campo morfogenético de la Tierra, el Rojo, que le permitiría llegar a adquirir habilidades de cualquier animal, incluso si este no está cerca de su radio de acción. Buddy se casaría, formando una familia con dos hijos y gozando de una popularidad de bajo perfil, siendo justamente el momento en el que se une a la Liga cuando el personaje comienza a destacar entre los aficionados gracias al excelente trabajo llevado a cabo por Grant Morrison en su serie regular.
Animal Man es el tercer miembro con esposa de esta agrupación, y el segundo con familia, que aporta el punto de vista del hombre de la calle. Su estatus de héroe no le resulta algo relevante y sus prioridades son más cumplir con su familia que con la propia Liga. Aun así, Giffen y DeMatteis son capaces de usar este punto de vista para aportar un punto de cordura en medio de la jaula de grillos que son capaces de generar en cada número. Lo curioso de todo esto es que Buddy, con esta actitud tan mundana y aparentemente seria, también es capaz de aportar su granito de arena al conjunto y formar parte de alguno de los momentos más divertidos de la serie.
Animal Man gozaba en ese momento del éxito en solitario en su propia colección. Grant Morrison estaba al frente de la misma desarrollando su particular visión del personaje, trasformado por completo no solo al personaje, sino todo su entorno con historias que estaban llamadas a ser todo un ejemplo del metalenguaje más puro. Morrison en 25 números desplegó todo un arsenal de herramientas narrativas con las que llegar a su gran final en el que autor y personaje acaban por conocerse en persona. Fueron los años dorados de Animal Man, perpetuados por Jaime Delano tras la marcha de Morrison de la colección.
ELONGATED MAN
Elongated Man, Ralph Dibny apareció por primera vez en el número 112 de Flash (1960), de la mano de John Broome y Carmine Infantino, con una intervención indirecta de Julius Schwartz, editor de la serie, que buscaba un personaje de apoyo para Flash. Schwartz no se percató de que en DC ya tenían a un personaje con poderes elásticos, Plastic Man, adquirido por la editorial en 1956 cuando compró los personajes de Quality. Aún con todo, Elongated Man fue creado e introducido en la serie, aunque no tardaría mucho en ser reconducida su carrera de héroe.
En la serie de Flash hace fortuna en el negocio del espectáculo y se casa con Sue Dearbon, para inmediatamente después abandonar su identidad secreta. Una vez establecido este estatus, Dibny pasa a ser una especie de detective de casos imposibles que se ve tentado a investigarlos con su peculiar estilo, en la serie de Detective Comics. Sus apariciones hasta 1973 serían esporádicas, hasta que ese mismo año pasa a engrosar las filas de la Liga de la Justica.
Ralph Dibny estaba obsesionado con los contorsionistas o cualquier persona que mostrara unas especiales dotes para la flexibilidad. Tanto llegó a querer emularlos que no tardó mucho en descubrir que todos ellos, los más famosos, los que parecían desafiar la resistencia del hueso y tendones, bebían un líquido especial denominado Gingold. Esto, para Ralph, fue todo un descubrimiento y no tardó en formarse en química para poder extraer un jugo concentrado de una rara fruta del Yucatan, el gingo, que le dotó de los poderes por todos conocidos.
Pero las risas, los chistes y la vida alegre que parecía acompañar a Ralph a lo largo de su carrera se vieron ensombrecidos de forma brutal durante los acontecimientos narrados en la miniserie de Crisis de Identidad. En ella Brad Meltzer y Rag Morales enfrentaban a los héroes de DC a sus propias mentiras, mientras intentaban descubrir quién era el responsable
Aviso de Spoiler
de la muerte de Sue Dibny
. Tan abrupto final desencadenó los acontecimientos de la serie semanal 52 en la que no solo la vida de Ralph se vería drásticamente demolida, sino el propio Universo DC cambiaría de forma radical.
CRIMSON FOX
Giffen y DeMatteis crearon un nuevo personaje para engrosar las filas de la división europea de la Liga, Crimson Fox. El personaje en cuestión respondía al nombre de Crisom Fox y bajo su máscara se escondían dos personas diferentes, las gemelas Vivian y Constance D´Aramis, dueñas de una importante firma de perfumes. Ambas disfrutan de su faceta superhéroica hasta tal punto que llegan a fingir la muerte de Constance con el objetivo de que Crisom Fox pueda aparecer al tiempo que la otra hermana asiste a las juntas de accionistas o acontecimiento sociales, alejando por completo las sospechas sobre su doble vida.
Su primera aparición tuvo lugar en el número 6 de la serie acompañada por el mismísimo Bruce Wayne.
Crimson Fox posee una agilidad, rapidez y fuerza sobrehumanas, además de poder emitir feromonas que despiertan una fuerte atracción sexual en los hombres.
Ambas hermanas están en la actualidad muertas. Vivian murió a manos del villano francés Pointeur en el número 104 de la Liga de la Justica Internacional y Constance fue degollada por la hija del supervillano Mist que había sustituido en la Liga, subrepticiamente, a Ice Maiden (Hielo). Con ambas muertas, en los especiales Un Año Después, apareció de nuevo una nueva heroína en París que vestía el mismo uniforme y parecía tener los mismos poderes que las originales Crisom Fox, revelándose que era la heredera del imperio D´Aramis.
Crisom Fox no iba a ser la única nueva incorporación al grupo ya que hubo otros personajes que trabajarían en equipo con la Liga en momentos puntuales, llegando a ser miembros de pleno derecho durante algún período de tiempo.
BLUE JAY Y BRUJA PLATEADA
Los Campeones de Angor formados por Bowman, Capitán Speed, Bruja Plateada, Blue Jay y Wandjina, hicieron su aparición en el la Liga de la Justicia #87 (1971), como el particular homenaje de DC a los héroes Marvel, Ojo de Halcón, Mercurio, Chaqueta Amarilla, la Bruja Escarlata y Thor, respectivamente. El grupo de campeones se ve mermado con las bajas de Capitán Speed y Bowman, obligando a los tres restantes a escapar de su mundo arrasado por una guerra nuclear. Una vez llegan a nuestro mundo intentarán salvarlo destruyendo el arsenal nuclear almacenado por las superpotencias militares. Wandjina morirá salvando el país de Byalya, mientras que Blue Jay y la Bruja Plateada acabarán como prisioneros de los rusos (Liga de la Justicia de America #2-3). Es en este punto cuando su camino se cruzará con la Liga de la Justicia de Europa en una de las sagas más recordadas, la de Los Extremistas, y de la que hablaremos posteriormente por ser tal vez el punto álgido de la carrera de estos particulares héroes.
CATHERINE COBERT Y SUE DIBNY
Y es de justicia hablar de dos personajes más, ambas mujeres, fundamentales en el devenir de la serie. El primero de ellos es Sue Dibny, la mujer de Ralph, que se encarga de dar el soporte técnico al grupo y Catherine Cobert, relaciones públicas, organizadora, administradora, traductora y enlace de la Liga con las autoridades europeas. El trabajo que Giffen y DeMatteis realizan con ambos personajes es brillante y consiguen que Sue Dibny y Catherine Cobert acaben por ser miembros tan relevantes de la Liga como los que visten mallas y tienen poderes, no pudiendo entender al grupo sin la presencia de estas dos mujeres que, junto a Crimson Fox y Power Girl, aportaban el sensato contrapunto femenino a un equipo al que le sobraba testosterona por los cuatro costados.
ARCOS ARGUMENTALES
Con este breve recorrido por las vidas de los diferentes componentes de la Liga de la Justica de Europa toca centrar la atención en sus primeros arcos argumentales, los mejores de los que gozó la serie, ya que tras la marcha definitiva de Bart Sears, que provocó un desfile de dibujantes a cual más anodino, y el paulatino desgaste de la fórmula de sit com, se derivó en una lenta agonía en la que la serie se precipitó directa a la cancelación, o más bien a la reestructuración con una saga final titulada Rupturas, en lo que era toda una declaración de intenciones.
El primer número de la Liga de la Justicia de Europa sale a la venta en 1989 y cierra su andadura tras 68 números en 1994, siendo la herramienta editorial con la que emular y explotar el enorme éxito de la nueva versión de la Liga de la Justica de América en la que el humor era el condimento más importante en la serie. Si bien la división europea centraría más sus historias en la acción, con un corte más serio y dramático, seguiría la estela de su hermana mayor en lo que a humor se refiere. La serie se renombraría en el número 52 como Liga de la Justicia Internacional.
El primer arco arranca con la llegada escalonada de los integrantes del grupo a la embajada de París, una forma de ir presentándolos a los lectores que ven como el grupo no puede resultar más heterogéneo. Giffen y DeMatteis se permiten el perfilar a cada uno de ellos con un par de viñetas y dos o tres frases de tal forma que, llegado el momento de plantear la parte de la acción, los roles ya estén perfectamente asignados. Es importante señalar como en este primer número sí que llega a aparecer Wonder Woman, la última en llegar, de forma que puede participar de forma activa a la hora de detener a toda una horda enfurecida de parisinos con ansias de sangre superhéroica.
Bart Sears ilustra este primer número de forma magistral, ofreciendo al lector unos fondos trabajados, una excelente narrativa y una espectacularidad apabullante en una primera historia en la que la Liga no llega a salir de la embajada propiamente dicha. Un trabajo excelente que no es sino preámbulo de lo que Sears llegaría a ser capaz de hacer con el lápiz.
La trama continúa sin descanso en el segundo número donde ya no hay rastro alguno de Wonder Woman, ni se la nombra, ni se da explicación sobre su ausencia. Debemos buscarla en el número 5 del anual de los Nuevo Titanes, donde Diana hace acto de presencia y deja claro que no va a continuar formando parte de la Liga, mostrándose decepcionada por la dinámica y el poco prestigio que rodea a esta nueva encarnación del que, para ella, debe ser el grupo de referencia. Si además, entramos en el terreno de la especulación podría pensarse que Giffen y DeMatteis no acabaron de verla para el grupo y se desprendieron de ella de forma tajante e inmediata.
La trama continúa de forma que varios miembros de los antiguos Guardianes Globales se ven inmersos en un enfrentamiento abierto con diferentes miembros de la Liga, en lo que ya parece ser un complot en toda regla para desacreditar a la nueva LJE. Lo interesante de esta primera aventura no es tanto la historia en sí misma, sino como los guionistas van desmigando su buen hacer y soltando sus particulares perlas de humor a lo largo de las diferentes situaciones que van construyendo. Giffen y DeMatteis reducen al grupo a diferentes equipos de trabajo de tal forma que pueden trabajar mejor la interacción entre ellos. Son conscientes de que esta Liga precisa de espacio para ganarse el corazón del lector y van facilitando el acercamiento a través de una serie de escenas de acción elegantemente aderezadas por unos diálogos intensos en algunos casos y directamente hilarantes en otros.
El grupo acabará por descubrir quién está detrás de esta campaña y actuará de forma contundente contra la Reina Abeja de Bialya, la mano manipuladora que pugna por hacer caer en desgracia a la JLE. Obviamente el grupo consigue salir airoso de este primer desafío de la forma más inesperada, negociando una tregua con la reina en la que se hace un pacto de silencio por ambas partes que beneficia a la dictadora, que se ve libre de la vigilancia internacional, mientras que la Liga se ve libre de posibles nuevos planes malévolos en su contra.
Las bases ya están sentadas. El tono está bien definido. Los personajes ya son conocidos y están funcionado a la perfección entre ellos, por lo que toca desestabilizar la aparente calma con un número centrado en la figura de Metamorpho, amnésico, que recibe la visita de su esposa, que se creía viuda, y casada en segundas nupcias con un simiesco personaje que responde al nombre de Java. Mientras, el Capitán Atom ha de ir a dar explicaciones a los que considera sus superiores que, según él, juzgan sus acciones y menosprecian su trabajo, Maxwell Lord y el Detective Marciano. Se trata por tanto de un número con dos frentes abiertos, dramáticos, pero sin perder ese toque de humor dulzón y elegante, marca de la serie.
Un número intenso que cambia el status quo del Capitán Atom, al salir reforzado como líder y recupera a Rex de nuevo en plenitud de facultades, ya que gracias al shock generado por la visita de su mujer recupera la memoria perdida tras su supuesta muerte. Un número para unir más al equipo, para comprender que son mucho más que una unidad de combate con la que hacer frente a las súper amenazas mundiales… son amigos de verdad que discrepan, que se comportan muchas veces como niños, pero se apoyan mutuamente y cuando es necesario siempre están disponibles para ayudarse entre ellos.
Y todo esto ha ocurrido en tan solo cinco números. Hemos visto como cada personaje ha cambiado, se ha integrado y se ha formado un equipo, no un grupo de hombres y mujeres en mallas, sino un equipo de verdad que empieza a comprender que estar en la Liga es importante para todos.
A continuación, Giffen y DeMatteis, se marcan un número en el que centrar todo su talento para contarnos una historia cargadísima de humor, como queriendo descomprimir a la serie del angustioso final alrededor de Rex del número anterior. Se trata de enfrentar a estos grandes protectores mundiales al enorme reto de aprender francés. Para ello acuden sumisos a una academia nocturna de idiomas para adultos en la que compartirán pupitres con la Liga de la Injusticia. Y es que es de esta forma, usando la cotidianeidad, la que hace que esta serie haya envejecido tan dignamente. Giffen y De Matteis no necesitan de grandes sagas, ni enemigos rimbombantes o grandes amenazas cósmicas, para contarnos una buena historia en la que lo más importante son los personajes.
La señorita Kessler, la profesora de francés, es la encargada de poner orden y disciplina a una clase que dista mucho de ser lo que se dice normal. La narración es un in crescendo que solo puede acabar de una forma y es con el descubrimiento mutuo de la presencia en la misma sala de los villanos y los héroes, dando como resultado el consabido enfrentamiento físico. Paralelamente a esta historia los guionistas no desperdician ni una sola viñeta y ya comienzan a dar forma a la llegada del nuevo miembro del grupo, Crimson Fox, y preparan el terreno para el primer cruce entre las dos Ligas.
Un número en el que Bart Sears continúa demostrado el excelente estado de forma que posee y nos deleita con una intensa sucesión de primeros planos donde la expresión facial lo es todo, siendo capaz de añadir espectacularidad a un combate en una minúscula aula de colegio. Brillante de principio a fin. Un número para el recuerdo que se disfruta hoy de la misma forma que a principios de los noventa y es que es lo que tienen los buenos comics, que nunca mueren.
Llega el primer cruce de sables entre las dos series de la Liga y para semejante ocasión no hay nada mejor que recurrir a un viejo conocido de la Liga, el Hombre Gris dominado por un ataque de megalomanía de proporciones bíblicas, que amenaza a media Europa con sus hordas de poseídos. Una historia que permite unir a los dos grupos y enfrentarse al ya citado Hombre Gris y a un nuevo villano, un corta y pega del cliché de científico loco, que acompaña y ayuda al Hombre Gris a dar forma a sus planes. Una amenaza importante que acabará de forma abrupta tan pronto entren en escena el Dr. Fate y el Espectro, a modo de Deus ex Machina, dejando a las dos Ligas con poco más que sufriendo cansancio físico. Cansancio que se torna en tragedia cuando se descubren las funestas consecuencias que el enfrentamiento ha tenido para uno de los miembros de la rama europea.
Power Girl cae herida de gravedad durante su batalla con el Hombre Gris y se debate entre la vida y la muerte. El Capitán Atom está ciego de ira hacia si mismo ya que se siente culpable por lo ocurrido a Kara. Cuando el Hombre Gris la golpeó esta fue arrojada con fuerza tras unas colinas, mientras el Capitán estaba repeliendo una nueva oleada de poseídos y tuvo que tomar una decisión táctica basada en la resistente naturaleza de Kara y no envió a nadie a buscarla. Esa decisión le carcome por dentro de tal forma que asistimos por primera vez a un número en el que no hay ni un resquicio para que el humor haga acto de presencia.
Hay que hacer un inciso ya que tras el crossover DeMatteis abandona la serie y se une a Giffen, William Messner-Loeb, un guionista de sobrado talento para la caracterización y el humor, como ya había demostrado en su excelente obra, Epicuro El Sabio. El trabajo de ambos no desmerece del realizado con anterioridad, siendo imperceptible el cambio, tanto a nivel humorístico como emocional, manteniendo la serie su nivel intacto.
La Liga procesa a su modo lo ocurrido en una serie de conversaciones paralelas a la historia principal de la hospitalización de Kara. Por un lado, tenemos una muy anhelada conversación entre Batman y Metamorpho. En ella Rex se encara con el que un día fue su líder táctico, acusándolo de haberlo dejado tirado cuando estaba postrado en una cama, enfermo. Por otro lado, tenemos a un Wally que está harto de que lo comparen con Barry y que además dichas comparaciones le vengan impuestas por Ralph Dibny, lo que saca de quicio a Wally que siente que el legado le viene grande. La cuestión es que Giffen y Loebs comprenden a la perfección a los dos personajes y mientras que Ralph siempre bromea, Wally no es consciente de que es un digno sucesor de Barry, pero que no debe ser como Barry. Una conversación de sana camaradería masculina, tal y como la describe Ralph, que permite que se limen las asperezas que todavía había entre estos dos magníficos personajes.
Pero la trama principal es la que es y Kara se muere sin que los médicos puedan hacer nada al respecto. Su piel es demasiado gruesa para poder abrir y detener la hemorragia interna que la está matando. La situación es angustiosa y los sentimientos de culpa y tristeza bloquean al grupo de tal forma que la solución llega de la forma más inesperada y contundente. Sue Dibny toma las riendas y asume riesgos para avisar a Superman de forma que pueda usar su visión calorífica para cortar la piel de Kara y que los médicos puedan cerrar sus heridas. Una operación delicada que llevará horas y que se salda con un resultado positivo, Kara sobrevive a la operación, pero teniendo que pagar un coste por ello: la pérdida parcial de sus poderes.
Impresionante ejercicio de talento el que despliegan Giffen y Loebs en este número, el primero sin la presencia de Bart Sears que retornaría para el siguiente, con el que cierran de forma contundente su particular visión de tan peculiar Liga de la Justicia. Un número intenso, contundente y revelador, cargado de emociones, sentimientos y que de nuevo resulta muy complicado de olvidar una vez uno lo lee.
Toca retomar la subtrama lanzada en el número dedicado a Metamorpho en el que conocíamos la existencia de Crimson Fox, una heroína parisina, para centrar la atención por completo en su figura y particular estilo. Vivian coquetea con Bruce Wayne en una fiesta benéfica en París cuando una banda de asaltantes irrumpe en la sala y roban un enorme globo terráqueo de cristal lleno con las donaciones en metálico de los filántropos allí reunidos. Una acción que activa el alter Ego de Vivian para aparecer disfrazada de Crimson Fox y perseguir a los ladrones, mientras Bruce Wayne se ve condenado a contemplar la escena ante la imposibilidad de poder cambiarse de ropa.
Una situación que lleva a Crimson Fox a sobrevolar París con tan mala fortuna de hacer que el helicóptero de los malhechores se estrelle contra el cuarto del Capitán Atom en la embajada de la Liga de la Justicia de Europa. No se puede tener mejor carta de presentación que esta, máxime cuando viene avalada con la invitación formal por parte de Batman para que se una al grupo por su coraje, recursos y ser una reputada heroína local que aportará prestigio al grupo en Francia, que acallará las críticas existentes sobre la falta de miembros europeos en la Liga con la excepción de Dimitri, claro está.
Tras la inclusión de Crisom Fox en la formación, toca centrar la atención en Rex Manson, Metamorpho, que va a protagonizar los dos siguientes números al convencerse a si mismo de que es necesario conocer a su hijo al precio que sea. Rex es un personaje intenso, de marcado carácter impulsivo, que lleva a la Liga a tomar acciones cuando este comunica su interés en ir a visitar a su suegro, Simon Stagg, y conocer a su vástago. Giffen y Loebs aprovechan la ocasión para marcarse un auto homenaje a sí mismos cuando envían a Guy Gardner a proteger a Stagg del impulsivo pronto de Rex, con el consabido enfrentamiento entre ambos, en el que el Green Lantern no saldrá muy bien parado. Es un número donde la portada recuerda a la del número cinco de la JLA en la que el Capitán Marvel y el Detective Marciano sujetaban a Guy Gardner que intentaba golpear a Batman, salvo que ahora son Animal Man y Rocket Red quienes aguantan a un Gardner noqueado.
Y es que Rex no deber ser tomado a la ligera y menos cuando está motivado al negársele el poder ver a su hijo. Giffen y Loebs puede que intenten edulcorar estos dos números, pero en el fondo se trata de dos números muy intensos, con un Metamorpho soberbio, poderoso e imponente como pocas veces antes se le había podido ver, tal vez que Sears se entinte a sí mismo en estos dos números (11 y 12) ayudan a ello. Son dos números donde el drama, la épica y el humor más rancio, de mano de Guy, se dan la mano de tal forma que solo puede ser explicado gracias al enorme talento de los autores involucrados en estos números.
Rex consigue ver a su hijo, no sin antes tener que derrotar a Guy y enfrentarse a los Metal Men, para descubrir con asombro que su vástago ha heredado sus poderes, pero a la inversa, es decir que no se trasforma a sí mismo en elementos químicos, sino a quien entra en contacto con su piel, ya que al tratarse de un bebé dista mucho de poder controlarlo. Y es aquí donde el drama se torna sádico y demuestra la disfuncionalidad de familia que son Rex, su ex esposa, Shappire, Java y Simon Stagg, donde las rencillas personales y el odio solo es superado cuando todos son conscientes de la verdadera naturaleza del niño, un ser humano que tan solo anhela el cariño de sus padres y su abuelo. Absolutamente brillante.
Como viene siendo habitual en las tramas orquestadas por Giffen, DeMatteis y ahora Loebs, tras dos intensos números toca descomprimir un poco, retomar el espíritu humorístico y contarnos una historia más ligera que permita poder soltar los dientes en busca de esa sonrisa cómplice que tanto les gusta a los guionistas. Se trata de un mini cruce entre las dos series dedicadas a la Liga, el número 13 de la JLE y el 31 de la JLA, donde un gato va a ser el protagonista absoluto. Un gato callejero, maloliente y con muy mal humor se cuela en la embajada de la JLA y en su deambular por la mansión sirve de guía al lector que va recorriendo las diferentes estancias en las que van pasando las consabidas situaciones que uno no espera encontrarse en el centro de operaciones del grupo más importante de héroes y heroínas de la Tierra. Un número en el que asistiremos a la renuncia de Booster del grupo, arto, esa es la mejor de las ironías, del poco respecto que inspiran, para ir a buscar fama y fortuna en mejores prados. Una reacción motivada por el descalabro financiero en el que Booster, incitado y en compañía de Ted Kord, acabó metido con la isla KoeeyKoeeyKoeey. ¿Y de qué forma se produce el crossover entre estas dos series? Pues de la forma más simple y eficaz posible, usando de nuevo a nuestro nuevo protagonista, el gato, que se teletransporta hasta la embajada de París donde acaba provocando un sinfín de situaciones entre las que se encuentra desbaratar el robo de las obras de arte expuestas en la embajada, declarar una alerta roja de máxima prioridad y casi matar a Flash y Crimsom Fox durante una sesión de entrenamiento. Todo un logro para el pequeño felino que acabará por fijar su residencia en la embajada parisina, bajo los atentos cuidados de Kara.
Dos números en los se retorna a la senda de la comedia ligera y el gag recurrente que son marca de la casa, para que el camino emprendido, superado el primer año, no se pierda y se mantenga es estilo que está haciendo ya historia.
Llegamos al número 14, momento en el que Loebs deja la serie a favor de Gerard Jones, y el grupo se traslada a Cannes para asistir a una aventura de corte cinematográfico en la que Ralph, Wally, Kara, Sue, Hielo y Fuego se van a tener que enfrentar a un metahumano con la capacidad de introducirse en las películas y asumir la identidad del personaje que en ese momento está en pantalla. Una habilidad que tan solo explota para provecho propio, sin mayores repercusiones, hasta que es detenido por suplantar a Clint Eastwood y ha de escapar convirtiéndose en Godzilla, el asesino de la Matanza de Texas y un perrito que le permite huir de la alocada persecución a la que los miembros de la Liga lo someten. Una historia autoconclusiva en la que lo más relevante es su última página, el preludio a una de las sagas más intensas y recordadas, la del Vector Extremista.
Bart Sears vuelve a retomar las tareas del dibujo tras los dos números de descanso anteriores y lo hace con energías renovadas, marcándose unos números espectaculares, superando con creces todo lo que había realizado anteriormente en la serie. Giffen y Jones encaran la que va a ser la saga más larga hasta el momento, con un claro alejamiento del tono humorístico para centrarse en la acción y el drama. La historia es oscura e intensa, con un grupo de villanos aterradores que van a poner en jaque a toda la humanidad.
Los guionistas retoman a la Bruja Plateada y a Blue Jay, para retomar su historia justo donde la dejamos tras su huida del centro de experimentación soviético donde estaban encerrados. Blue Jay en su fuga desesperada llega a la embajada rusa de la JLI y Bruja Plateada, tras teletransportarse a su planeta natal, recorre angustiada el que un día fue su mundo, una Tierra paralela, dominada con puño de hierro por los Extremistas.
Blue Jay consigue escapar y solicitar el asilo de la Liga de la Justica de Europa que envía a Metamorpho para encargarse de cualquier posible irregularidad en la trasferencia de Blue Jay de Rusia a París. Mientras tanto, la Bruja Plateada, es capturada por los sádicos villanos de su Tierra y es forzada, mediante tortura extrema, a darles la localización de Blue Jay. Localización que permite a Los Extremistas entrar en nuestro mundo y disponer de todo un nuevo planeta al que poder conquistar de idéntica forma con la que doblegaron su mundo natal.
Vector Extremista asienta una serie de cambios en la franquicia y viene a confirmar la salida del grupo de Animal Man, aun no de forma oficial, la incorporación de Blue Jay y Bruja Plateada al equipo, el cambio de uniforme de Power Girl, una reestructuración de cargos… Todo se convulsiona a partir de aquí y lo hace para intentar renovarse y reenfocar a la división europea de la Liga que se aparta definitivamente del tono tan marcado de sitcom de la división americana.
Una saga que se resuelve de la forma más inesperada cuando nuestros héroes descubren que los Extremistas no son humanos, sino robots animatrónicos creados por el Tío Mitch, un trasunto de Walt Disney, con capacidad para desconectarlos, revelando que solo uno de sus miembros es el que está detrás de todo el entramado malévolo, Dreamslayer, un mago dimensional con ansias de conquistas que acaba derrotado por la Bruja Plateada al devolverle un conjuro de destrucción enfocado para acabar con toda la Liga.
Con esta saga terminada llega un punto de inflexión importante para la colección. Bart Sears vuelve a ausentarse durante unos números, la embajada de París queda destruida por las acciones de un estrambótico personaje con aires de grandeza, Beefeater, lo que lleva al grupo a trasladarse a Londres, y se define quien está dentro y fuera del grupo (aquí es donde los lectores pueden enterarse de que no van a poder ver más a Animal Man por la serie). Y Catherine Cobert asume el mando del grupo trasladando al Capitán Atom el mando táctico de las misiones.
Giffen y Jones repiten táctica y tras cinco números donde el chiste y el humor ligero han perdido su protagonismo, se marcan dos episodios centrados en ese humor basado en el absurdo para, de nuevo, soltar lastre y seguir en la senda que tan buenos resultados les estaba dando.
Sears retorna a la colección para hacerse cargo de un nuevo arco argumental centrado en el origen de Crisom Fox que, hasta el momento, era desconocido tanto para los lectores como para los propios miembros de la Liga. Una saga corporativa en la que la venganza jugará un papel muy importante tanto por el villano en cuestión, perteneciente al pasado de Crimson Fox, como por el propio pasado de la heroína en cuestión. Aquí se descubre que detrás de la máscara de Fox están las hermanas gemelas Vivian y Constance D´Aramis, ambas vivas, intercambiándose el disfraz de Crisom Fox a conveniencia y apartando, de esta forma, los posibles rumores sobre la doble vida de la CEO de la empresa D´Aramis. Una historia en la que la Liga se enfrentará a unos enormes gusanos de diseño muy similar a los que aparecen en Dune, controlados por un culto empresarial con ansias de venganza contra Vivian. La Liga al completo actuará para hacer frente a esta amenaza, enfrentándose a los gusanos y a la mente maestra que los controla, descubriendo el engaño de Vivian en el proceso
Llegamos al número 26 de la serie para encarar el que va a ser el último arco dibujado por Bart Sears ,que dejará de forma definitiva la colección a partir del número 28, en el que la Liga ha de lidiar con la presencia de un desconocido que les pide ayuda para Starro el Conquistador, uno de los enemigos clásicos de la Liga y uno de los más recurrentes.
Starro fue el primer villano de la Liga de la Justicia cuando el grupo se reunió por primera vez en el Brave and the Bold, #28 (1960). Puede que, por su diseño, una enorme estrella similar a las de mar de la Tierra, se pueda pensar que no es una amenaza muy a tener en cuenta, pero la verdad es que Starro siempre pone en jaque a la Liga y es un enemigo que no se puede subestimar. Aquí Jones y Giffen nos ponen en bandeja una historia en tres partes en la que le dan la vuelta al concepto de llegó del espacio y conquistó la Tierra, mostrándonos a un Starro herido, agonizante en su nave nodriza, que solo pide poder escapar al espacio exterior para poder volver a casa.
Kilowog es el encargado de reparar la nave de Starro, programarla para un viaje de solo ida y asegurarse de que Starro volará lo más rápidamente posible fuera de la atmósfera terrestre. Un plan redondo que no puede salir mal. ¿Verdad? Pero estamos en una serie en la que las cosas siempre se tuercen y lo que parecía algo simple, acaba por convertirse en toda una invasión a gran escala al explotar la nave que portaba a Starro.
Con la explosión de la nave llega la lluvia de estrellas Starro por todo Londres, con cientos de miles de personas controladas por un Starro oculto en las sombras, que conspira para llevar su dominación mucho más allá de la cuidad del Támesis. En este punto, Jones y Giffen, desarrollan la historia de forma mucho más convencional, más centrada en el drama de la situación que en el humor, algo que ya se venía notando desde la saga de los Extremistas. Aquí prima la aventura, la acción y el enfrentamiento entre los miembros libres del control de Starro y los que han caído bajo su embrujo mental.
La situación se va complicando a medida que el número de controlados aumenta, motivo por el que el Capitán Atom, Metamorpho y Rocket Red, deben recurrir a pedir ayuda a la división americana. Ayuda que llega a través de J´onn J´ozz que logra localizar al Starro central, con lo que tan solo queda el ir y neutralizarlo. O eso es lo que creen. Hasta este momento Starro ha estado jugando con la Liga y ha urdido un plan que le permita despojarse del cuerpo de su huésped para pasar a doblegar uno mucho más dotado, con más posibilidades, como el mismo expone cuando toma el control del Detective Marciano.
Con Starro controlando un cuerpo tan poderoso como el de J´onn, tan solo es cuestión de tiempo que la dominación mundial llegue en un corto espacio de tiempo. Starro está a punto de lograr su ansiada conquista, cuando la Liga descubre que para poder vencer a Starro deben engañarlo tal y como él hizo al inicio de esta historia. Solo un engaño puede lograr que Starro comenta un error, un error en forma de teletrasporte a través de los tubos de las embajadas, que rompen el enlace mental y por tanto hacen que las estrellas secundarias caigan de sus huéspedes. Un plan que vuelve a fallar cuando Starro intuye que intentan engañarlo y no accede al tubo, siendo entonces cuando Hielo se teletrasnporta delante de Starro y con una ráfaga de escarcha rodea la cabeza de J´onn y lo deja inconsciente.
Con esta historia se pone punto y final a una etapa gloriosa tanto por contenido como por desarrollo. La Liga de la Justicia de Europa ha cambiado, ha evolucionado, ha mejorado como equipo e individualmente, perfilándose como una opción válida y eficaz con la que contrarrestar cualquier amenaza. Es a partir de este punto, cuando arranca una saga que llevará a una reestructuración de una franquicia que ya empezaba a mostrar claros signos de desgaste. La saga en concreto se denominará Rupturas y comenzará con Maxwell Lord herido de muerte por un arma de fuego.
Atrás quedan 28 números en los que una alineación aparentemente imperfecta ha demostrado estar a la altura de las circunstancias, donde el humor y el drama se han dado la mano en perfecta sintonía, demostrando que la fórmula creada por De Matteis y Giffen era totalmente necesaria dados los tiempos oscuros que parecían estar envolviendo a los comics. Giffen, DeMatteis, Messner-Loeb y Jones fueron capaces de escribir una Liga diferente a todo lo anterior, con una enorme carga emocional, profundamente volcada en la caracterización de cada uno de los personajes, mientras seguían salvando el mundo.
La Liga de la Justicia de Europa es una obra peculiar y menor en concepto ya que nace a la sombra de la Liga de la Justica de América, pero que supo encontrar su propia voz gracias a una elección de miembros perfecta, unos guionistas que fueron capaces de no auto plagiarse a sí mismos y un dibujante que supo plasmar a la perfección el humor, el drama, la acción y la majestuosidad de las situaciones con las que esta Liga tuvo que lidiar. Sirva como reflexión final que todo aquel que la haya leído a buen seguro tiene a alguno de sus miembros como uno de sus personajes favoritos. Y es que era y es imposible no disfrutar con esta Liga y amar a todos y cada uno de sus integrantes. La Liga de la Justica de Europa es especial, lo fue en su día, lo sigue siendo hoy y lo seguirá siendo siempre.
INTRODUCCIÓN A LA LIGA DE LA JUSTICIA DE EUROPA DC se renovó por completo a mediados de los años ochenta. El comienzo de este cambio fue Crisis en Tierras Infinitas y a partir de ese momento se relanzaron las series de Batman, Superman, Wonder Woman, Flash… todo bajo un prisma…
Clásicos DC: La Liga de la Justicia de Europa
Clásicos DC: La Liga de la Justicia de Europa
2017-03-09
Gustavo Higuero
Guion - 8
Dibujo - 8
Interés - 10
87
8.7
Indispensable.
Divertida, fresca, intensa, dramática y dura, así es esta Liga. Una nueva forma de ver, leer y entender a los superhéroes, sin que por ello perdieran su aureola épica. Unas historias evolutivas y humanas de tipos a los que salvar el mundo les estresa de verdad.
Gracias por el currazo del articulo , he empezado a leerlo en el trabajo pero merece dedicarle su tiempo . Me sumo a la peticion de reedicion.
obnose
Lector
9 marzo, 2017 14:57
Muy bueno el artículo. Aunque el equipo de guionistas fuera el mismo que en la JLI/JLA coincido con el autor en que supo darle un enfoque distinto. Es lo que pasa con guionistas con tanto oficio y con capacidad para darle a cada personaje su propia voz.
Se echa de menos el mundo que supieron crear (con Bialya, Manga Khan, el Hombre Gris…). Y también al «verdadero» Maxwell Lord.
Stasis
9 marzo, 2017 15:47
Preferí la JLI a la JLE, pero todos estos cómics de Giffen y DeMatteis son una auténtica joya.
Salvando las diferencias y el paso del tiempo, la JL3000 también era muy divertida.
Tommy
Lector
9 marzo, 2017 17:11
Coñe, por un momento pensé que ECC iniciaba una línea Clásicos DC con un tomo de esto y publicar después JLI con su desorden habitual y esta era la reseña del tomo, vaya chasco. Tendré que seguir tirando de mi colección incompleta gracias a Zinco.
Efectivamente, la LJE la sacaron completa. El problema que yo tengo es con los crossovers de la serie LJ/LJI/LJA de 60 que Zinco sacó aparte, los de Millennium, Invasión y el del Escuadrón suicida. Ocurre que de pequeño no me fijaba en las equivalencias USA, menos aún me leía los correos y había cosas de las que no me enteraba. Cuando cerró Zinco pillé un pack con las 2 series Millennium baratito pero lo demás me sigue faltando. Además dejaron sin publicar la segunda historia del annual 3 (y a cambio te meten una historia infumable de Fire por temas de paginación, las que liaba Zinco de estas), la tercera del 24, el Special de Huntress (que se lo perdono, al menos sí sacaron el de Mr. Miracle) y los Quarterly (que solo sacaron el 1°). La edición de PdA aunque salía bien de precio tenía que pillar 2 tomos por 10 euros cada uno por 3 números que me faltaban, y a tamaño reducido.
Ojalá ECC la pueda sacar completa y a su tamaño, aunque DC haya dejado de reeditar lo de Gerard Jones creo que a ECC no le afecta.
Los crossovers con Millennium e Invasion así como el DC Premiere con el Escuadrón Suicida los he encontrado muchas veces de 2a mano. Yo creo que por Internet podrías conseguirlos. Para los Quarterly de Mitch Wacky, el de Mr Nebula y el de Mark Waid con el.Dr Ivo sí tuve que pasar por caja y comprar los tomitos de PdA.
El Special de Huntress lo.compré por ebay y no merece.la pena. Es muy malo y no lo guioniza Giffen.
¡¡¡No nos olvidemos de pedirle a ECC el JLI DC Retroactive que es totalmente genial y sigue inédito en España, y dibuja Maguire!!!
Almenglo
Lector
9 marzo, 2017 18:53
Tremendo resumen de una gran serie!
Jesús Pérez
9 marzo, 2017 19:36
Yo veo dificil su publicación por parte de ECC al menos completa en España. En USA DC la estaba reeditando pero se han parado en el tomo en que entraba Gerard Jones en los diálogos (en la última etapa de la serie) ya que está persona está arrestada por pornografía infantil.
La verdad es que la Liga Europa post Rupturas/Post Giffen de Gerard Jones es esperpéntica y mediocre a pesar de contar con Hal Jordan y Aquaman.
Katar
9 marzo, 2017 22:05
La JLE forma junto a la JLA un binomio que considero es el.mejor comic de SH de todos los tiempos.
Sobre curiosidades, investigando qué pasó con Wonder Woman parece ser que el correo de la amazona recibía un montón de quejas de sus lectores que no querían a la.Wonder Woman «seria» de Perez/Marrinan en la serie frívola de la JLI. Parece ser que por ese aluvión de quejas (absurdas e mi opinión) Perez y la editora de WW dejaron de dar permiso a Giffen para usarla en la Liga. Es curioso porque en las primeras promos WW tenía un puesto predominante mientras que cuando se acercaba la publicación acabó relegada a apenas salir en lod anuncios.
Me gustaría saber también que pasó con Animal Man. Giffen jamás le supo dar el tono adecuado comparado con las maravillas que escribía Morrison con el.personaje.
Pues a verdad, Katar, es que Animal Man siempre estuvo algo descolocado dentro del grupo. Aciertas por completo en lo que dices del tono adecuado. No supieron dar con el punto cómico ni llegaron a conectar con sus poderes, por lo que su presencia se fue diluyendo. De todas formas si hubiera que suponer una razón e su salida, creo que esta más motivada por lo que Morrison estaba haciéndole al personaje y los futuros planes de pasar la serie Vértigo.
Y lo de Wonder Woman y el correo no lo sabia. Mil gracias. 🙂
Gracias a ti por este pedazo de review de una serie HISTÓRICA. 🙂
Es curioso como DC ha intentado una y otra vez recuperar a los Extremistas, desde la lamentable Liga Europa de Jones en solitario hasta la actual JL de Lobo pasando por la Supergirl de Peter David o la basura de Cuenta Atrás A Crisis Final Arena (o como se llamase) y nunca nunca nunca se han acercado a la grandeza y sensación de amenazs total que tuvieron en la saga del Vector. Ni siquiera los rediseños ham igualado los diseños tan geniales de Bart Sears. Algunos eran hasta mejores que sus originales Marvel. Al menos yo prefiero a Dreamslayer que Dormammu. 😀
Aquí hay más información al respeto del misteriosamente breve paso de WW por la Liga Europa. Fue una pena no tener a Diana colaborando con Power Girl y escrita por Giffen bajo su particular prisma.
Gusgus
Lector
10 marzo, 2017 4:49
Muy buen articulo!!!! Esta y su «hermana mayor» lPa JLI/A fueron las primeras series que compre completas (por lo menos lo que publico Perfil en Argentina en aquellos años, hasta el final de la saga de General Gloria y la saga de Crimson Fox). Años después pude leer la saga Rupturas, que como final de etapa me parecio brillante. Es cierto que era menos humoristica que la anterior, pero números como el de la escuela nocturna o los dos protagonizados por el lindo gatito de Kara son impagables. La saga de los Extremistas me fascino, en una época donde comprar cada número por mes, y no todo un tomito como ahora, la espera mensual era insufrible. Abono la idea de una reedicion en toda regla de estas dos series.
En la propia serie, cuando Buddy se despide Capitan atom hace referencia a lo que ocuurria con el personaje en su propia serie, que era mucho más serio y traumatico que lo que pasaba en la liga, por eso se marcha, dejando por detras momentos muy buenos (como el hecho que el teleportador le rostizara el equipaje), o su empatía para con Rex y la situacion con su hijo.
Sin duda una serie que siempre resiste una revisitación. y resiste la lectura.
El dibujo de Bart sears era impecable.
P/D: Creo que la Ice Maiden que era miembro de la liga cuando asesinan a la segunda Crimson Fox no era Hielo. Era Sigrid Nilssen, Ice Maiden a secas, ya que en esa época Tora (una de mis heroínas favoritas de ambas ligas) habia muerto a manos de Overmaster.
Txaume
Lector
10 marzo, 2017 12:28
Reedición ¡ya!
Diomedes
14 marzo, 2017 14:38
Grandisimo articulo de resumen.
Una gran serie la JLE, aunque siempre la vi como el eslabón más débil respecto a la JLI/JLA.
Cuando andaba muy mal de dinero escamoteaba la compra de la JLE, mientras que jamás se me hubiera ocurrido en el caso de la JLI.
Qué tan necesario es una reedición en un buen formato!!!
Gracias por el currazo del articulo , he empezado a leerlo en el trabajo pero merece dedicarle su tiempo . Me sumo a la peticion de reedicion.
Muy bueno el artículo. Aunque el equipo de guionistas fuera el mismo que en la JLI/JLA coincido con el autor en que supo darle un enfoque distinto. Es lo que pasa con guionistas con tanto oficio y con capacidad para darle a cada personaje su propia voz.
Se echa de menos el mundo que supieron crear (con Bialya, Manga Khan, el Hombre Gris…). Y también al «verdadero» Maxwell Lord.
Preferí la JLI a la JLE, pero todos estos cómics de Giffen y DeMatteis son una auténtica joya.
Salvando las diferencias y el paso del tiempo, la JL3000 también era muy divertida.
Coñe, por un momento pensé que ECC iniciaba una línea Clásicos DC con un tomo de esto y publicar después JLI con su desorden habitual y esta era la reseña del tomo, vaya chasco. Tendré que seguir tirando de mi colección incompleta gracias a Zinco.
Zinco sacó la JLE completa. Los 2 ó 3 especiales de JLQuarterly que no editó los sacó PdA en sus tomitos.
Efectivamente, la LJE la sacaron completa. El problema que yo tengo es con los crossovers de la serie LJ/LJI/LJA de 60 que Zinco sacó aparte, los de Millennium, Invasión y el del Escuadrón suicida. Ocurre que de pequeño no me fijaba en las equivalencias USA, menos aún me leía los correos y había cosas de las que no me enteraba. Cuando cerró Zinco pillé un pack con las 2 series Millennium baratito pero lo demás me sigue faltando. Además dejaron sin publicar la segunda historia del annual 3 (y a cambio te meten una historia infumable de Fire por temas de paginación, las que liaba Zinco de estas), la tercera del 24, el Special de Huntress (que se lo perdono, al menos sí sacaron el de Mr. Miracle) y los Quarterly (que solo sacaron el 1°). La edición de PdA aunque salía bien de precio tenía que pillar 2 tomos por 10 euros cada uno por 3 números que me faltaban, y a tamaño reducido.
Ojalá ECC la pueda sacar completa y a su tamaño, aunque DC haya dejado de reeditar lo de Gerard Jones creo que a ECC no le afecta.
Los crossovers con Millennium e Invasion así como el DC Premiere con el Escuadrón Suicida los he encontrado muchas veces de 2a mano. Yo creo que por Internet podrías conseguirlos. Para los Quarterly de Mitch Wacky, el de Mr Nebula y el de Mark Waid con el.Dr Ivo sí tuve que pasar por caja y comprar los tomitos de PdA.
El Special de Huntress lo.compré por ebay y no merece.la pena. Es muy malo y no lo guioniza Giffen.
¡¡¡No nos olvidemos de pedirle a ECC el JLI DC Retroactive que es totalmente genial y sigue inédito en España, y dibuja Maguire!!!
Tremendo resumen de una gran serie!
Yo veo dificil su publicación por parte de ECC al menos completa en España. En USA DC la estaba reeditando pero se han parado en el tomo en que entraba Gerard Jones en los diálogos (en la última etapa de la serie) ya que está persona está arrestada por pornografía infantil.
La verdad es que la Liga Europa post Rupturas/Post Giffen de Gerard Jones es esperpéntica y mediocre a pesar de contar con Hal Jordan y Aquaman.
La JLE forma junto a la JLA un binomio que considero es el.mejor comic de SH de todos los tiempos.
Sobre curiosidades, investigando qué pasó con Wonder Woman parece ser que el correo de la amazona recibía un montón de quejas de sus lectores que no querían a la.Wonder Woman «seria» de Perez/Marrinan en la serie frívola de la JLI. Parece ser que por ese aluvión de quejas (absurdas e mi opinión) Perez y la editora de WW dejaron de dar permiso a Giffen para usarla en la Liga. Es curioso porque en las primeras promos WW tenía un puesto predominante mientras que cuando se acercaba la publicación acabó relegada a apenas salir en lod anuncios.
Me gustaría saber también que pasó con Animal Man. Giffen jamás le supo dar el tono adecuado comparado con las maravillas que escribía Morrison con el.personaje.
Pues a verdad, Katar, es que Animal Man siempre estuvo algo descolocado dentro del grupo. Aciertas por completo en lo que dices del tono adecuado. No supieron dar con el punto cómico ni llegaron a conectar con sus poderes, por lo que su presencia se fue diluyendo. De todas formas si hubiera que suponer una razón e su salida, creo que esta más motivada por lo que Morrison estaba haciéndole al personaje y los futuros planes de pasar la serie Vértigo.
Y lo de Wonder Woman y el correo no lo sabia. Mil gracias. 🙂
Muchas gracias todos por vuestros comentarios.
Gracias a ti por este pedazo de review de una serie HISTÓRICA. 🙂
Es curioso como DC ha intentado una y otra vez recuperar a los Extremistas, desde la lamentable Liga Europa de Jones en solitario hasta la actual JL de Lobo pasando por la Supergirl de Peter David o la basura de Cuenta Atrás A Crisis Final Arena (o como se llamase) y nunca nunca nunca se han acercado a la grandeza y sensación de amenazs total que tuvieron en la saga del Vector. Ni siquiera los rediseños ham igualado los diseños tan geniales de Bart Sears. Algunos eran hasta mejores que sus originales Marvel. Al menos yo prefiero a Dreamslayer que Dormammu. 😀
Aquí hay más información al respeto del misteriosamente breve paso de WW por la Liga Europa. Fue una pena no tener a Diana colaborando con Power Girl y escrita por Giffen bajo su particular prisma.
Muy buen articulo!!!! Esta y su «hermana mayor» lPa JLI/A fueron las primeras series que compre completas (por lo menos lo que publico Perfil en Argentina en aquellos años, hasta el final de la saga de General Gloria y la saga de Crimson Fox). Años después pude leer la saga Rupturas, que como final de etapa me parecio brillante. Es cierto que era menos humoristica que la anterior, pero números como el de la escuela nocturna o los dos protagonizados por el lindo gatito de Kara son impagables. La saga de los Extremistas me fascino, en una época donde comprar cada número por mes, y no todo un tomito como ahora, la espera mensual era insufrible. Abono la idea de una reedicion en toda regla de estas dos series.
En la propia serie, cuando Buddy se despide Capitan atom hace referencia a lo que ocuurria con el personaje en su propia serie, que era mucho más serio y traumatico que lo que pasaba en la liga, por eso se marcha, dejando por detras momentos muy buenos (como el hecho que el teleportador le rostizara el equipaje), o su empatía para con Rex y la situacion con su hijo.
Sin duda una serie que siempre resiste una revisitación. y resiste la lectura.
El dibujo de Bart sears era impecable.
P/D: Creo que la Ice Maiden que era miembro de la liga cuando asesinan a la segunda Crimson Fox no era Hielo. Era Sigrid Nilssen, Ice Maiden a secas, ya que en esa época Tora (una de mis heroínas favoritas de ambas ligas) habia muerto a manos de Overmaster.
Reedición ¡ya!
Grandisimo articulo de resumen.
Una gran serie la JLE, aunque siempre la vi como el eslabón más débil respecto a la JLI/JLA.
Cuando andaba muy mal de dinero escamoteaba la compra de la JLE, mientras que jamás se me hubiera ocurrido en el caso de la JLI.