Green Lantern Vol 3 #147
«Ponerse en Pie»
(«Standing Up«)
Edición original: Abril 2002.
Editorial: DC Comics.
Guión: Judd Winick.
Dibujo: Dale Eaglesham.
Entintado: Rodney Ramos.
Color: Moose Baumann.
Formato: comic-book 24 pags.
De todos los Green Lanterns del Universo DC, John Stewart es probablemente al que menos aprecio le tengo. Hal Jordan me suele caer como una patada en los mismísimos pero tiene cierto encanto con su chulería suicida frente a la adversidad. Guy Garner y Kyle Rayner eran mis favoritos desde hace tiempo, y la dupla que formaron durante la andadura de Tomasi y Gleason en Green Lantern Corps solo sirvió para engrandecerlos.
De Stewart sin embargo, todo lo positivo que puedo decir es que es de color y que salió en los dibujos de la Liga de la Justicia. Durante toda la etapa de Johns el tipo era básicamente ese figurante que se supone guarda una estrecha camaradería con el protagonista y que siempre está ahí sin hacer nada realmente relevante. El Félix Leiter de James Bond, el Tygro de lo Thundercats, el Carl Carlson de Los Simpsons. Un personaje que para colmo de males tiene un aroma a tokenismo que resulta molesto.
Sin embargo, he de reconocer que mi imagen del mismo es fruto de mi trayectoria como lector, durante la cual no he tenido la suerte de topar con muchas historias que hayan hecho brillar al tercer portador del anillo esmeralda. Uno de estas raras excepciones fue el relato que dedicaron Judd Winick y Dale Eaglesham a la parálisis de su tren inferior durante su andadura al frente de la serie de Rayner. Especialista en torturar a sus personajes, Winick haría que el pasar de surcar el cosmos y codearse con los más grandes héroes de la galaxia a estar confinado a una silla de ruedas sin más poder que sus esfuerzos como arquitecto para poner fin a esas barreras con las que se encontraba a diario le consumiera desde dentro.
Tras castigarse a si mismo con una visita a su antigua enemiga Fatality en la prisión, que solo le serviría hacer todavía más patente la impotencia de su situación, Stewart recibiría una sorprendente noticia cuando un omnisciente Ión le revelase que no tenía nada en la espalda. Esta revelación daría pie a un proceso de psicoanálisis en el que saldrían a la luz episodios ocultos del pasado del personaje, explotándonos en la cara con un inesperado giro de acontecimientos.
«Siento haberte hecho pasar por esto. Si tuviera la oportunidad de enfrentarme a mi pasado de forma que nuestras vidas pudieran ser distintas, desearía que fuera un hombre distinto para ti«
Pese a cierto aroma a lo Príncipe de las Mareas, el cómic está inteligentemente medido siendo interesante la forma con la que jugaba con los dobles sentidos y las pistas encubiertas que nos conducirían al insospechado desenlace en la versión original. Eaglesham ya comenzaba a mostrar maneras aportando un luminoso estilo gráfico en este emotivo viaje a través de las enfermedades psicosomáticas que nos seriviría para adentrarnos en la vida y obra de John Stewart, y tener una nueva perspectiva de sus demonios internos. Ahora que ECC Ediciones publican un tomo de los Green Lantern Corps con un importante tramo de su carrera en el nuevo universo DC, no es mal momento para recordar alguno de sus grandes éxitos del pasado.
Muy interesante.
Igual que sólo hay un verdadero Presidente, que es Ronald Reagan, sólo hay un único y verdadero Green Lantern en el sector 2814: ¡GUY FUCKIN’ GARDNER!
Pues a mí los Lanterns que más me molan son Jordan (EL Green Lantern, y eso que por generación no me tocaba), Gardner, Stewart… y bueno, Rayner es buen chaval, pero… ¿para qué, teniendo a los otros tres?
A ver si me baj…. si consigo El Príncipe de las Mareas hoy.
Contando a Alan Scott (el de la Golden Age-Tierra ²), seis.
«Os habéis puesto a enumerar y, más el nuevo gangsta con pipa, ¿cuántos van?»
Es que eso, al menos para mí, es lo más llamativo del nuevo gangsta con pipa. Me la suda si deciden que es musulmán y lleva pasamontañas: la cosa es, ¿otro lantern humano, en serio? ¿Qué les pasa a los Guardianes de Oa, los tipos más estrictos del Universo, para que se las sude tanto este detalle?
Creo que John Stewart y Guy Gardner habían sido ascendidos a Linternas de Honor, quedando sólo Hal y Kyle como los Linternas del Sector 2814. ¿O eran John y Kyle? Con John estoy seguro, con Guy no tanto. Quizás era Kyle, por eso cuando lo declararon «renegado» no hubo reemplazo (bueno, tampoco es que soltase el anillo…) y sólo lo hubo cuando Hal «murió» y fue a parar a Simon Baz.
Supongo que haber leído básicamente la etapa de Johns y tener pendiente alguna lectura de los GL Corps hace que no tenga del todo claro la «sobre-población» de Linternas humanos.
No se sí está grapa será considerada un clásico, cuando me hablan de clásicos en grapa se me viene a la mente el this man… This monster! De los 4F o cosas así.
Pero entiendo el concepto de grapas favoritas que no son clásicos como el anteriormente citado, en ese caso tengo una clara favorita, el regreso a kriptón de byrne y mignola no la miniserie si no la grapa donde Superman «sueña» un otros mundos genial, en sólo 22 páginas se marcan para mi el mejor elseworld del kriptoniano, alguien recuerda esa grapa?
Saludos
Joder, macho, lo tuyo es grave: ni negros (stewart), ni judíos (Lowenstein)
Lastima no haber tenido tiempo el lunes, que este tema tenía su jugo. No tengo nada en contra de los personajes de color, de hecho, Pantera Negra ha sido uno de mis personajes Marvel favoritos desde que era un criajo. Mi problema es de los personajes que se limitan a ser un token, que están ahí para llenar un cupo sin tener nada especialmente relevante. Cosa que siempre me ha sonado a «lo metemos ahí para que os calléis, pero en realidad nos importa un carajo» y que Stewart ha sido durante demasiado tiempo. Si en sus buenos momentos fue el Luke Cage de DC ya lo desconozco.
Con los judíos igual, crecí viendo las películas de su dios Spielberg, así que tampoco tengo problema con ello. Simplemente la Steisand no me mola. Puestos a elegir grandes músicos hebreos siempre he sido más de ZZ Top 😛
p.s.: Entiendo lo que dices, Calebnewcastle. La cosa era ir alternando entre clásicos de toda la vida y clásicos de distintas épocas e incluso alguno que otro contemporáneo. Estas semanas he tirado de estos últimos porque permite descubrir a alguno que otro no tan conocido, mientras que los clásicos clásicos nos los conocemos todos.
Yo es que la primera cosa que leí en la que aparecía un Green Lantern se llamaba COSMIC ODISSEY. John Stewart siempre me ha parecido molón desde entonces.
Ya ya. Tranqui, Jorge. Solo te seguía el juego para darle cancha al tema, que esas cuestiones siempre son interesantes. Me apunto las dos que citáis. Especialmente Cosmic Odissey, que no suena mal (aunque sonaría mejor si se titulara Space Oddity, todo sea dicho)